DE MI LIBRO "YO FUI CORRESPONSAL DE FRANCO EN
LONDRES"
MI alguarín (lo decíamos digs por aquel entonces) y eran pisos elegantes reconvertidos y
rehabilitados por compartimentos de paneles de madera de conglomerado estaba en
South Kensigton metro de la Linea Circular barrios populares la gran emigración
empezaba a venir y mi calle estaba en un sector ocupado por iraquíes. Los recién
llegados alquilaban los cuartos con derecho a cocina que habían sido verdaderas
mansiones, a medida que ibanse muriendo aquellas viejecitas de los sombreros
floreados, siempre con paraguas. Que te sonreían en el autobús e iban diciendo Good Lord y O dear. Había una iglesia anglicana enorme que había sido
convertida en mezquita al otro lado de unos jardines románticos y soñadores. No
sé lo que me daba viendo caminar impasibles a aquellas moras de los ojos
llameantes asomados por las ventanas del chador envueltas en aquellos capisayos
que no dejaban entrever nada de sus carnes misteriosas, arrastrando el gurka que las llegaba hasta los
pies trajes talares ▬ se asaban los pavos en la canícula londinenses pero estas
huríes de Mahoma recién llegadas de Bagdad volando en alcatifa por lo que se ve
no▬ parecían monjas. Yo vivía en pinganitos, life in the pink la juventud
pintada de color de rosa▬ nunca fui tan feliz como en aquellos años en que fui
periodista de Franco in partibus infidelium, por aquel entonces los británicos
nos respetaban mucho más que ahora▬ como si me llevase en volandas los cupidillos
del Amor hijo legitimo de los cielos grises las tazas de té y las locuciones de
los noticieros de la BBC aprendí un inglés impecable. Sentía las mudanzas de
los cielos y las estaciones los días larguísimos de junio y las noches heladas
de noviembre cuando los chicos del barrio salían a pedir un penique para el guy;
el guy era un tal Guido Fawkes un soldado o espía del duque de Alba que quiso
volar el parlamento. Quemaban los ingleses en efigie todos los años a aquel
conspirador, se encendían hogueras por toda Inglaterra y el personal adornaba
el ojal de su chaqueta con una amapola en recuerdo de los caídos en la batalla
del Somme. La luz de la tarde se colaba por el montante de mi morada. el
limpiaventanas me informó que por aquella casa vagaba un alma en pena. era el
fantasma de un conde que había sido un templario y volvió con Ricardo Corazón
de León de las cruzadas: el conde Kelly. Count
Kelly where are you now? Tú me diste suerte. Bebimos juntos en la bodega las buenas
botellas de vino que me mandaban de España y brindábamos con Dios salve a la Reina y hasta mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario