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miércoles, 19 de julio de 2017

por qué los diaconos llevan la estola cruzada y cantan el evangelio mirando al norte de donde ha de venir la rfebelión del anticristo

ornamentos liturgicos bizantinos
En la Iglesia Ortodoxa, los miembros del clero se revisten de ropa especial para la celebración de los oficios litúrgicos. Existen dos vestimentas fundamentales: el alba y la estola. La primera de ellas, el alba o stijarion, es la túnica bautismal. Todos los sacerdotes y obispos se ponen esta túnica durante la divina liturgia. Es de color blanco, ya que representa la “túnica de la salvación”; la misma túnica blanca en que todo cristiano se reviste en el día de su bautismo, simbolizando la nueva humanidad de Jesús y la vida en el Reino de Dios (Apocalipsis 7,9 ss).
La segunda vestimenta esencial del clero cristiano, la estola o epitrajilion, que va alrededor del cuello y sobre los hombros, es signo del ministerio pastoral. Originalmente se confeccionaba de lana, simbolizando las ovejas, es decir, el rebaño de Cristo, por quienes los pastores son responsables espirituales. Tanto los obispos como los sacerdotes llevan esta vestimenta al ejercer su ministerio pastoral, dando testimonio de que los ministros de la Iglesia viven y actúan única y exclusivamente para cuidar y servir los miembros del rebaño de Cristo Jesús el Señor. A través de la historia de la Iglesia, se aumentaron y se desarrollaron más los ornamentos litúrgicos empleados por el clero. Los obispos, sacerdotes y diáconos comenzaron a usar unos puños especiales o epimaniquias, diseñados para mantener las vestimentas en forma ordenada durante los oficios. En el momento de revestirse con estos puños litúrgicos, los clérigos rezan versículos de los Salmos que les recuerdan que sus manos pertenecen a Dios [1].
También comenzó a usarse un cinturón para sujetar los ornamentos. Al colocarse el cinturón, los clérigos rezan salmos que les recuerdan que es Dios quien les da la fuerza para llevar a cabo su ministerio. Solamente los obispos y sacerdotes utilizan este cinturón litúrgico [2].
La túnica que llevan los diáconos, hipodiáconos y lectores también se llama stijarion. Probablemente tiene su origen en la misma túnica bautismal, sólo que de forma más ricamente elaborada. Los diáconos e hipodiáconos también llevan una estola llamada el orarion. Esta estola probablemente fue, en su forma original, un largo pedazo de género en que fueron escritas las letanías litúrgicas y otras oraciones. Esta vestimenta recibe su nombre del verbo orar.
En los oficios litúrgicos hasta el día de hoy, el diácono levanta el orarion en gesto de rezar cuando entona las partes del oficio divino que le correspondan. El hipodiácono, en cambio, lleva su orarion atado por la espalda en forma de cruz.
Los sacerdotes además de la túnica bautismal blanca, de su estola pastoral, puños y cinturón, también llevan una túnica exterior grande llamada felonion o casulla. El felonion cubre toda su espalda, y por delante le cubre hasta la cintura.
Esta vestimenta seguramente fue desarrollada en base del vestuario formal de la temprana era cristiana y, bajo la inspiración bíblica, llegó a identificarse con el llamado de la vocación sacerdotal. Al revestirse del felonion, el sacerdote reza las siguientes palabras del Salmo 132:
Tus sacerdotes, oh Señor, se revestirán de justicia, y los santos se regocijarán con alegría ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amen.
Es probable que antiguamente los obispos también llevaran el felonion, y sobre él se colocaban el omoforion, la vestimenta que es emblema de su ministerio episcopal como pastor principal de la Iglesia local. Sin embargo, cuando el imperio cristiano fue capturado por los turcos en el siglo 15, a los obispos cristianos del oriente les fue confiado el poder civil sobre todos los cristianos bajo dominio turco. Entonces, debido a que el imperio cristiano ya no existía, los obispos adoptaron el uso de la insignia imperial y comenzaron a vestirse de la misma manera que antes lo habían hecho los gobernadores civiles cristianos. Utilizaron, entonces, la túnica imperial, el sakkos, y la corona imperial, la mitra.
También comenzaron a pararse sobre el orlets (el águila; una pequeña alfombra con la imagen de una águila en ella) durante los oficios divinos y a llevar el báculo, que simbolizaba más su poder civil y seglar, que su ministerio pastoral. Fue también en este período que comenzó a usarse la palabra déspota al dirigirse uno a los obispos, palabra que significa soberano, un título para el poder temporal y no espiritual. Y los clérigos comenzaron a llevar pelo largo, también signo de gobierno terrenal en tiempos antiguos. En el siglo 17, durante la reforma del Patriarca Nikon, estas mismas costumbres fueron adoptadas por la Iglesia Rusa para sus obispos.
A través de los años, algunos de estas nuevas insignias en la Iglesia fueron “espiritualizadas”, y se les otorgó un significado bíblico. Así, la mitra llegó a entenderse como señal de la victoria cristiana, pues los santos reciben sus coronas y reinan juntos a Cristo. (Apocalipsis 4,4) El águila comenzó a comprenderse como signo del vuelo hasta la Jerusalén celestial, ya que es el clásico símbolo bíblico de San Juan y el Cuarto Evangelio. (Apocalipsis 4,7; Ezequiel 1,10) El báculo llegó a representar la vara de Aarón (Éxodo 4,2), y así sucesivamente. Se debe entender, sin embargo, que estas particulares insignias del oficio episcopal son de un desarrollo más tardío y accidental en la historia de la Iglesia. A las vestimentas de los obispos y sacerdotes es necesario agregar el epigonation, pieza de tela en forma de rombo. Este es una distinción que simboliza la “espada de la fe” y el Verbo de Dios.
Los sacerdotes reciben este símbolo cuando el obispo les confiere la bendición que los autoriza a realizar la Confesión Sacramental. En relación a la participación del obispo en los oficios divinos, también se desarrolló el uso de dos candelabros especiales con que el obispo bendice a los fieles. Uno de estos candelabros tiene tres velas, y se llama el trikiri; la otra tiene dos velas, y se llama el dikiri.
Estos candelabros representan los dos misterios fundamentales de la fe cristiana ortodoxa: que hay Tres Personas Divinas en un solo Dios; y que Jesucristo, el Salvador, tiene dos naturalezas, siendo Dios perfecto y hombre perfecto.
Existen también dos clases de gorros litúrgicos que tienen significado especial en la Iglesia Ortodoxa: uno en punta, y otro cilíndrico. Generalmente, todos los sacerdotes de las iglesias de tradición griega o árabe se usa el gorro de forma cilíndrico, pero en iglesias de otras tradiciones locales es usada sólo por algunos como una distinción especial.
Los obispos y monjes la utilizan con un velo negro que cae por la espalda. El gorro en forma de punta es utilizado por los monjes y, según la tradición rusa, por algunos miembros casados del clero como signo de alguna distinción especial. También en la tradición rusa, ciertos miembros casados del clero reciben el honor de llevar la mitra durante los oficios litúrgicos. En otras iglesias ortodoxas, sin embargo, la mitra es reservada únicamente para los obispos y abades de los monasterios, los archimandritas.
El uso de estos gorros litúrgicos, como se puede ver, varía entre las distintas tradiciones locales de las iglesias, y no es universal. Hoy en día, su utilización en la Iglesia ortodoxa está en regresión. Por último es necesario señalar que tanto los obispos como los sacerdotes se ponen una cruz pectoral. Además, el obispo lleva un medallón o encolpion con la imagen de Cristo, de la Theotokos con el Niño Jesús, llamada la Panagía, que quiere decir, la Toda Santa. Ciertos dignatarios tienen el derecho de llevar dos medallones, uno a cada lado de la cruz pectoral.
En cuanto al uso de la cruz por los sacerdotes, de acuerdo a la tradición rusa todos los sacerdotes la llevan, mientras en otras tradiciones locales como la griega y la árabe, es utilizada litúrgicamente sólo por aquellos sacerdotes a quienes ha sido otorgada como una distinción especial.
La Iglesia Ortodoxa firmemente sostiene que el uso de vestimentas litúrgicas es esencial a la práctica litúrgica, experimentada como la realización de comunión con el glorioso Reino de Dios, un Reino que aun ha de venir, pero que a la vez ya está junto a nosotros en el misterio de la Iglesia de Cristo. Sin embargo, la tendencia actual es que las vestimentas sacerdotales tengan mas simplicidad, más próximas a la inspiración bíblica y sacramental de las primeras comunidades cristianas.




Notas
1 Al colocarse el puño en la mano derecha, el sacerdote reza lo siguiente: “Tu diestra, oh Señor, se glorifica por la fortaleza; tu mano derecha, oh Señor, aniquiló a los enemigos y en la multitud de tu gloria, ha borrado a tus adversarios.” Para la mano izquierda reza: “Tus manos me han creado y me han formado; instrúyeme y aprenderé tus mandamientos.”
2 Al colocarse esta vestimenta, el celebrante reza: “Bendito sea Dios, que me ciñe de fortaleza, y ha hecho inmaculado mi camino. Haz que mis piernas sean como las del ciervo y colócame en las alturas.”

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