Bueno pues uno no tiene ganas de molestar, pero el
ofrecimiento a don Mario Vargas LLosa- ayer fue su santo- de la dirección del
Cervantes confirma todos los supuestos de que el gabinete Rajoy es un sanedrín
y hará siempre lo que le dicte la sinagoga que es destruir a España y acabar
con la cultura española. El conspirador manda
en este mundo de conspiraciones y el masón obedece, hay que acabar con el
cristianismo de fuerza o de grado, mediante persuasiones o por cojones. Lo
ocurrido en Hungría es un detonante de lo que va a pasar en esta Europa del
euro y los mercaderes, que no es la de las catedrales y la de las patrias.
Imponen a Sarkossy la cruz de san Hermenegildo que tiene tres pares de
perendengues la cosa porque don Sarko est un petit juif y no cree en más cruces
que las inversas, no las del Resurgido sino las del degollado. El autócrata
alauita recibe a un Rajoy genuflexo, pero no le hace esperar. Lo que indigna es
que nombre jefe del cervantes al peruano del que bueno que viniste y es de los
del mandil la plancha y la logia no por meritos propios ni amor a España ni
siquiera por ser un buen escritor porque ya sabemos que el laureado con el
nobel es de lo más discreto y ello demuestra que España está siendo gobernada
por consignas, por planchas y by proxy y a los españolitos les va a
tocar sufrir las intemperancias de estos que han venido a destruir lo que dejó
construido nuestra gran reina, controlan los bancos, las pagas, las pensiones,
nos tienen agarrados a todos por los cojones y encima mienten como bellacos
porque eso ha sido lo suyo a lo largo de la historia donde siempre jugaron el
papel de conspiradores
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