esto es el fin del juancarlismo

EXEQUIAS ADOLFO SUAREZ: SE MONTÓ EL CIRCO

Fresquita mañana de primavera en Madrid se ha montado un circo la tele machaca difundiendo imágenes viejas coloquios y discursos y los periódicos de luto y por faltar que no falte el lacito negro en el escriño yo no puedo por menos de conjurar mi esplín y la camisa no me llega al cuerpo porque la clase política esto es los blindados los que más arrebañan del presupuesto del estado sueldos millonarios jubilaciones millonarias (ZP Felipe Gonzales el ínclito Aznar Rajoy y toda la jarca de  paniaguados y arrellenados en su mecedora) lloran al difunto lágrimas de cocodrilo, y les dio el telele. España ama los entierros de rumbo y las plañideras entonan las nenias del qué bueno era ay Señor, Señor. Lo que no hicieron con Adolfo Suarez en vida quieren pagárselo en muerte. Dios nos libre del día de las alabanzas y a moro muerto gran lanzada etc. El refranero castellano abunda en consejas que vienen bien al caso y denotan que la clase política anda un tanto nerviosa ya digo porque hay atisbo de que el sistema se acaba de que esto no da más de sí. ¿El final del Juancarlismo? Adolfo Suarez fue para el monarca una especie de valido. La situación me recuerda hoy al estado de Castilla, allá por 1453, cuando don Álvaro de Luna mandaba como oráculos del rey don Juan II al que decían que tenia hechizado su hombre de confianza y por eso su mujer la reina doña Juana mandó al señor de Cañete al cadalso.

En esta situación no hubo horcas ni picotas. Le han preparado un entierro de campanillas. El pueblo indocto manso y domado desfila ante su cadáver en la sala de los Pasos Perdidos de las Cortes. No sabe ni contesta. Lo que vosotros digáis, chiquitos. Que bueno era. Qué guapo el primer presidente de la democracia. A mío me parece que fue una figura de usar y tirar. Juan Carlos el Primero que es un púa y un hipócrita redomado le asignó un ducado y una buena pensión y agradecido por los servicios prestados lo envió al frigorífico ese frigorífico o mar de hielo que el sistema tiene reservado a los grandes españoles. Suarez le hacía sombra al Borbón y a la Griega no le guastaba porque decía que venía del falangismo- y como falangista juró el cargo- y a otra cosa mariposa.

Lo conocí en Washington a Adolfo cuando su famosa entrevista con Carter. Me dio la mano. ¿Qué tal estás? Aquello también parecía un circo. Venía rodeado de un entourage copioso. Entre ellos el que llevaba la voz cantante era Fernando Onega. Fíjate me dijo Onega que se hacía lenguas de la gran política de Suarez y de su amistad con Carrillo el cerril comunista. "Tiene la mano encallecida de tanto estrechar la diestra a la gente" ¿Quien? Santiago Carrillo. Pues vale. Lo que ha cambiado el panorama leñe. Un asturiano cenceño y alto de Luarca que era el jefe de su departamento de prensa, templando gaitas, vigilaba todos los movimientos de cerca escoltado por topos de la CIA, aquellos individuos con gabardina blanca y sonotone que yo vi andar en cuadrilla Recoletos arriba la noche del 23F. Carrillo luego fue invitado a dar una conferencia en Harvard y para Suarez todo eran alabanzas. Deduje que caíamos en la esfera de súbditos del Departamento de Estado.

El Circo que se ha montado hoy la víspera de la Encarnación en este Madrid de mis pecados me recuerda por una parte a la gresca mediática del 23 F de 1981 y por otro lado es una respuesta en democracia a los funerales (para contrarrestar) que se rindieron a Francisco Franco el 22 de noviembre de 1975, unas exequias de exaltación del sistema. Pero los hombres del presidente están nerviosos, piden árnica y gritan "Europa... Europa". Para que Bruselas les saque las castañas del fuego pero allí están por otra labor. De lo que se trata es de consolidarse en el poder mientras España una gran nación agoniza. Ha sido asesinada por la castuza. ¿El fin del juancarlismo está sobre la alcancía? No me gusta dármelas de profeta pero en el nuevo orden que se está diseñando en el mundo el sistema hispano huele a neftalina a viejo discurso decimonónico. Somos el gran enfermo de Europa. Una sociedad en descomposición. Las barricadas que hemos visto en Kiev no tardarán de hacerse presentes en Madrid.