San Sebastián eunuco de cristo
Bienaventurados
aquellos que no tuvieron comercio carnal con mujeres dice el evangelio.
Sebastián era pretoriano y confidente del emperador Decio, un apolíneo
legionario que fue bautizado en las catacumbas. Su martirio por asaeteamiento
el cuerpo desnudo las manos atadas a un árbol y ofreciendo el pecho a los
dardos ha sido motivo de inspiración a una extensa iconografía católica desde
el Renacimiento. Lo acribillaron los legionarios de su propia cohorte.
En él se inicia el culto al desnudo. Otros
santos aparecen ostentando muchos ropajes, barbudos, incoercibles, corticales
pero la mirada de este Apolo de Dios es alegre y humana. Constituye uno de esos
tantos enigmas con que nos sorprende el mensaje de la redención.
Hay
muchas moradas en la casa del Padre y este favorito de Decio de cuyas
inclinaciones sexuales dudan poco los historiadores porque en las costumbres
del imperio la hemofilia no estaba desconsiderada y se aceptaba parte como una
realidad. Sin embargo, Sebastián no quiso alterar su lealtad Al Emperador por
el del Salvador y tuvo una muerte terrible como es costumbre en los crímenes de
género en el ambiente gay. Beati vir qui cum mulieribus non sunt coinquinati.
Nunca entendí el amor de los efebos, no lo condono ni lo condeno pero la
educación intelectualmente irreprochable que recibimos los de mi generación,
pero desde el punto de vista biológico ofrecía ciertos aspectos oscuros. Lo
expongo en MI SEMINARIO VACÍO que es novela de tesis (ese horror a las mujeres
y la disciplinaria de un culto espiritual blandengue que acaso provenga de la
paráfrasis del salmo que cito arriba, extraído de San Juan, el discípulo amado
del Señor) pero se trata de una realidad
humana. La iglesia sabe sacarla partida.
Esta
fiesta de purificación y de la desnudez coincide con la del Bautismo de la
Ortodoxia rusa donde los varones se sumergen en estanques de agua helada
rompiendo el hielo al que se le da forma de cruz. Esta variante nos revierte al
pensamiento de que dentro de la diferencia de usos y costumbres las enseñanzas
evangélicas nos conducen en Oriente y Occidente por un mismo camino a la
purificación a través de las promesas del bautismo o por agua como el de los
atrevidos bañistas moscovitas o al de sangre como el que expresa la mirada de
San Sebastián asaeteado.
El
Desnudo fue uno de los santos más
importantes del cristianismo medieval. Se le proclamaba abogado contra las
enfermedades venéreas, antes que a san Roque.
El sida es actualmente una realidad. Invito a
los que lo padezcan que pidan curación de su amarga dolencia a través de la
intercesión de san Sebastián. Fray Justo Pérez de Urbel en su menologio hace un
perfecto análisis del significado de este patronato.
El
centurión romano, el pretoriano de Decio llevaba tatuado a fuego el anagrama
del emperador que era su amante pero también el crismón y entre los dos amores
se inclinó por el segundo.
Con respecto a su compañero Fabián poco se
sabe y no existe una estricta relación. Sólo que era africano y testigo de la
fe 35 años después, en 285, según las actas, esto es: imperante Diocleciano,
del que era escolta.
Es un misterio por qué la historiografía une a
estos dos santos. ¿El mito de Cástor y Pólux cristianizado? Ambos cabalgaban el mismo
caballo y los dos eran hijos de Júpiter.
En
cualquier caso, se trata de una hermosa historia donde se funden la idealidad y
el perdón. De los que se emasculan por Cristo también es el reino de los
cielos. Y no de los que andan diciendo Señor, Señor…
Aborrece el pecado y condena al pecador. Para
mí estos dos soldados desnudos reflejan la inescrutable sabiduría de la Iglesia que contra viento
y marea sigue siendo la barca de salvación. Aquí se revela el divino rostro de
Cristo. Un motivo para la esperanza.
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