POLANSKI SATANISTA
En los 80 yo hice prensa del corazón. Me aburría soberanamente y como freelance me pasaba muchas tardes en el aeropuerto de Barajas viendo pasar gente. Era colaborado de la agencia EFE. Una tarde de primavera en el descansadero de la sala de espera vi a Roman Polanski y le tiré un par de placas. Se enfureció conmigo pero un gesto de buena voluntad no me rompió la cámara como hizo un actor en el Café Gijón un celebre actor americano que estaba con su ligue español que me la tiró al suelo y me la pateó. Hice lo que suelen hacer los reporteros gráficos: envainársela. El respeto a esta profesión me impide ser violento aunque no digo yo que de paisano no responda a los mamporros con otros mamporros. Quiero agradecerle al actor por aquel gesto.
-No fotos please.
-Sólo una
Y siguió enfrascado en la lectura de su diario y yo me fui de rositas alegre con mi captura, agradeciendo a este judío de origen polaco su lenidad. Me pareció un hombre sencillo, muy inteligente con los ojos penetrantes, esa mirada que he captado en algún que otro rabino de Brooklyn mitad conmiseración mitad desprecio hacia la locura humana. Y quiero agradecérselo ahora al cabo de muchos años en que Roman es primera página en los diarios del mundo por un estupro que cometió en el año 77. tuvo fama de asaltacunas. Ni entro ni salgo ni quito ni pongo. Mi religión cristiana me induce a la caridad y al perdón a aborrecer al pecado y a compadecerse del pecador. Cristo dijo el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Bien Cristo era judío. A mí me tachan de antisemita. Esto no es verdad. Aunque tomo siempre la pluma para defender mi religión cristiana allá donde la veo conculcada y minusvalorada. Me temo que el sionismo sea una conjura contra la Cruz y mis caveats acerca del Holocausto me vuelve odioso a algunos pero los diáconos siempre entonaremos la epístola de la verdad. Shema Israel. Vuelve los ojos al dulce Jesús Salvador del mundo.
Franco- sepan cuantos- sacó de las garras del león a innumerables judíos. Creo que la familia del cineasta obtuvo salvoconducto a través de Miranda de Ebro para viajar a California vía Lisboa. Ahora bien aparte de paídofilo y de gustarle las adolescentes no desfloradas, Polanski tiene fama de satanista. En mis años de Nueva York fui a visitar el falansterio o gran edificio llamado Dakota en Manhattan donde se rodó la Semilla del Diablo una cinta que me impresionó. Sentí una sensación muy rara. Frenética. Cierto pavor. Esto era el año 79. A los pocos días caía asesinado allá John Lennon huésped habitual de aquel hotel. Mis prevenciones no eran descaminadas porque la Providencia me ha dado esa gracia- yo creo que es una carga perturbadora- pero en mi encuentro con Polanski no atisbé ningún signo. Me pareció un play boy, un lobo estepario. Muy solo. Más digno de lástima que de repudio. No condono la violación de una menor a la que sedujo embotándola con alcohol y poniendo un bebedizo en el vaso, según cuentan pero tampoco condeno. Es casi un octogenario. Ahora bien, del caso Polanski hay que extraer una moraleja: Que los pactos con el Rey del Mundo son muy peligrosos. Satanás siempre pasa factura y hay gente que se toma muy a la ligera su presencia en el mundo y consultan la guija, hacen magia negra, echan las cartas y los pronósticos donde el Maligno es el rey de Espadas. Sentarse a una partida con el pateta es arriesgarse a perder porque el enemigo de los hombres juega con las cartas marcadas. Hoy pido piedad para este pobre judío. Bueno lo de pobre es un decir. Todos sabemos que es multimillonario. Una de las grandes fortunas de Hollywood.
domingo, 04 de octubre de 2009
En los 80 yo hice prensa del corazón. Me aburría soberanamente y como freelance me pasaba muchas tardes en el aeropuerto de Barajas viendo pasar gente. Era colaborado de la agencia EFE. Una tarde de primavera en el descansadero de la sala de espera vi a Roman Polanski y le tiré un par de placas. Se enfureció conmigo pero un gesto de buena voluntad no me rompió la cámara como hizo un actor en el Café Gijón un celebre actor americano que estaba con su ligue español que me la tiró al suelo y me la pateó. Hice lo que suelen hacer los reporteros gráficos: envainársela. El respeto a esta profesión me impide ser violento aunque no digo yo que de paisano no responda a los mamporros con otros mamporros. Quiero agradecerle al actor por aquel gesto.
-No fotos please.
-Sólo una
Y siguió enfrascado en la lectura de su diario y yo me fui de rositas alegre con mi captura, agradeciendo a este judío de origen polaco su lenidad. Me pareció un hombre sencillo, muy inteligente con los ojos penetrantes, esa mirada que he captado en algún que otro rabino de Brooklyn mitad conmiseración mitad desprecio hacia la locura humana. Y quiero agradecérselo ahora al cabo de muchos años en que Roman es primera página en los diarios del mundo por un estupro que cometió en el año 77. tuvo fama de asaltacunas. Ni entro ni salgo ni quito ni pongo. Mi religión cristiana me induce a la caridad y al perdón a aborrecer al pecado y a compadecerse del pecador. Cristo dijo el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Bien Cristo era judío. A mí me tachan de antisemita. Esto no es verdad. Aunque tomo siempre la pluma para defender mi religión cristiana allá donde la veo conculcada y minusvalorada. Me temo que el sionismo sea una conjura contra la Cruz y mis caveats acerca del Holocausto me vuelve odioso a algunos pero los diáconos siempre entonaremos la epístola de la verdad. Shema Israel. Vuelve los ojos al dulce Jesús Salvador del mundo.
Franco- sepan cuantos- sacó de las garras del león a innumerables judíos. Creo que la familia del cineasta obtuvo salvoconducto a través de Miranda de Ebro para viajar a California vía Lisboa. Ahora bien aparte de paídofilo y de gustarle las adolescentes no desfloradas, Polanski tiene fama de satanista. En mis años de Nueva York fui a visitar el falansterio o gran edificio llamado Dakota en Manhattan donde se rodó la Semilla del Diablo una cinta que me impresionó. Sentí una sensación muy rara. Frenética. Cierto pavor. Esto era el año 79. A los pocos días caía asesinado allá John Lennon huésped habitual de aquel hotel. Mis prevenciones no eran descaminadas porque la Providencia me ha dado esa gracia- yo creo que es una carga perturbadora- pero en mi encuentro con Polanski no atisbé ningún signo. Me pareció un play boy, un lobo estepario. Muy solo. Más digno de lástima que de repudio. No condono la violación de una menor a la que sedujo embotándola con alcohol y poniendo un bebedizo en el vaso, según cuentan pero tampoco condeno. Es casi un octogenario. Ahora bien, del caso Polanski hay que extraer una moraleja: Que los pactos con el Rey del Mundo son muy peligrosos. Satanás siempre pasa factura y hay gente que se toma muy a la ligera su presencia en el mundo y consultan la guija, hacen magia negra, echan las cartas y los pronósticos donde el Maligno es el rey de Espadas. Sentarse a una partida con el pateta es arriesgarse a perder porque el enemigo de los hombres juega con las cartas marcadas. Hoy pido piedad para este pobre judío. Bueno lo de pobre es un decir. Todos sabemos que es multimillonario. Una de las grandes fortunas de Hollywood.
domingo, 04 de octubre de 2009
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