BENEDICTO XVI SE
DESPIDE CON GESTO PROFÉTICO.
EL NOMBRE DE LA ROSA.
UMBERTO ECO. UN ATAQUE A LA LINEA DE FLOTACIÓN DE LA BARCA DE SAN PEDRO QUE ES
EL MONAQUISMO
Yo también sigo abrazado a mi cruz corroboro las palabras
del papa Benito que en su despendida se ha mostrado grandiosamente humilde casi
de la misma forma como accedió a la sede santa hecho del que me hice lenguas en
este blog. Luego la cosa se torció porque querían convertir a este profesor
bávaro en un títere mediático al estilo Wojtyla. Algo que no le iba. Estaba claro.
Al parecer la Curia quiso chantajearle y comulgar con ruedas de molino y
presentó su pontifical dimisión. Hurra
por Benedicto.
Sin embargo, los lobos en desguisa de corderos siguen
amenazando al redil y el peligro sigue latente. El papa se va a un monasterio. La
vida orante, la liturgia, la renuncia a las cosas del mundo, fueron los
cangilones de esa inmensa noria que mueve a la iglesia las aspas de los molinos
de viento del Espíritu que salva y purifica. Todo un gesto. Ego filius
Ecclesiae y viviendo una vida en observancia de las leyes divinas (la búsqueda
de la verdad en las páginas evangélicas y de la belleza que contienen muchos
libros, sigue mi seminario vacío aunque lleno de fulgores que son gritos) me
duele la Iglesia en manos de los judíos y me hacen pupa los ataques a Ella. Los
recibo como si fueran míos. Anteanoche emitieron por TVE1 El nombre de la Rosa. Para mayor indignación y consternación de
nosotros los creyentes. Se trata de una cuchillada feroz a la yugular de la
base de la iglesia a cargo de Humberto Eco un judío italiano que se está
muriendo de cáncer si no se ha muerto. El monasterio de Montecasino ha sido destruido
dos veces. La primera por el bombardeo de los norteamericanos que se ensañaron
con las viejas piedras levantadas por san Benito de Nursia en el siglo VI y la
segunda con esta novela. No digo que yo la película en el que borda el papel
Sean Connery interpretando a un franciscano capitular Guillermo de Baskerville
haciendo de Sherlock Holmes no sea interesante pero el mensaje está cargado de
veneno. Trata de destruir el monaquismo cargado de santidad y de paciencia de
amor a la cultura. Los benedictinos fueron los heraldos con su lema de ora et
labora cálamo en ristre y transcribiendo viejos textos de la antigüedad que de
no ser por ellos se hubieran perdido la hoz, el rastrillo, la mano en la besana
del arado que roturó baldíos o empuñando la gubia para construir catedrales y edificios
de la segunda venida de Cristo a Europa. Ellos salvaron a Europa. Fueron la
rama de olivo según las profecías y por esto el papa reinante quiso llamarse
Benito en honor al padre de Europa. El literato italo-hebreo se fija en los
defectos que tuvo o pudo tener aquella iglesia del Cisma de Aviñón: simonía,
lujuria, soberbia, inquisición. Precisamente los más avaros, los lujuriosos,
los más prepotentes y falsarios que dicen llamarse los del pueblo elegido habiéndose
convertido por su protervia y perfidia en el pueblo maldito se atreven a
ensañarse con las mermas de una institución divina pero manejada por pecadores
que tratando de servir a Cristo lo traicionan. El nombre de la rosa emblema los
Rochild de la masonería de la
mariconería es el emblema designado para capitanear las mesnadas de los
anticristos nada tiene que ver con mi SEMINARIO VACIO LOS PECADOS MORTALES DE LA
IGLESIA. Que los hubo, los ha habido y los habrá. Miré usted don Humberto
nuestra fe no es un problema de bragueta aun reconociendo que los problemas del
celibato difícilmente lograron ser resueltos para atrición de algunos eclesiásticos
y para dar pábulo a la llama furiosa de los blasfemos que despotrican contra la
iglesia. Es un pecado un accidente que no afecta a la sustancia que es la
economía de la salvación. Sólo la tolerancia y paciencia de las clases
consagradas, amigo Eco, y el sentido de la libertad que caracteriza al
cristianismo ha permitido que usted se mofe de lo más sagrado. Si usted hubiera
sido mahometano lo más seguro es que lo hubiesen condenado a muerte como a
Salmon Rushdie pero como es judío ha recibido todas las complacencias de la
sinagoga. A mí el Nombre de la rosa al igual que el Código Da Vinci me parecen
la versión anticatólica de los Versos
Satánicos. La escena del monje marica que se envenena pasando las hojas de
un códice prohibido es una quimérica combinación folletinesca entre novela
negra y libro de aventuras. El retrato que hace del abad, del prior y de fray
Remigio son caricaturas. La vida en los monasterios medievales. Luego se mofa
de la liturgia y del canto gregoriano. La escena asadura de buey que porta el
donado como regalo a la muchacha por el favor sexual es toda una repelente
invocación a las furias del Averno. Otros personajes diabólicos son el monje
ciego y otros tonsurados que esgrimen un cerquillo en punta de muy mala calaña
pertenecen al cupo de encomendados a Satanás. Ciertamente que eso que llaman
concupiscencia del saber y allegar conocimiento que siempre engendra dolor puede
haber sido un defecto de los que vivimos
bajo la sombra de la cruz y al pie de los sueños que emiten los libros en sus
mensajes puede que sea otro de los pecados eclesiales pero Cristo dijo vosotros
sois la sal de la tierra y no pertenecéis al mundo etc… pero la quema de la
Biblioteca donde se guarda nada menos que el Beato de Liébana inunde más
tristeza incluso que el auto de fe de la saludadora, el hereje y el pobre
Salvatore impresionante escena que recuerdan al Gólgota. Transmiten más incluso
que la muerte del inquisidor. Se hace una calumniosa caricatura de san Bernardo
el cantor de la Virgen el doctor Melifluo. Y eso también me llenó el corazón de
dolor pero hay algo que salva a toda esta funesta cinta y es el Amor entre la
pobre chica utilizada como barragana del convento y el novicio que acompaña al
franciscano Guillermo de Baskervile. La secuencia final es apoteósica. Sí. Únicamente
nos salvará el amor que es de lo que el cristianismo se trata. Nos llega a
través del mensaje de la Resurrección en la cual no creéis vosotros lo judíos. Ya
sé que tenéis vara alta en la curia y si algo moteja de mentira todo ese
invento fabricado por los pérfidos ingleses del Shoah que no es más que un
holocuento os rasgáis las vestiduras, apeláis a los derechos humanos y nos
denuncias ante los tribunales acusándonos de xenófobos, fascistas, de borrachos
o de locos. Como buenos sepulcros blanqueados (ni Papini se atrevió a llamaros
perros ni a meterse con vosotros pues os tenía miedo, el propter metum judeorum evangélico) aplicáis la norma del embudo. Para
vosotros lo amplio y para nosotros lo estrecho. El papa alemán os ha dado una
lección retirándose a la vida contemplativa de los que vosotros os reís pero es
la dinamo de la Barca de Pedro. Tanto en el Este (Calcidia, Anatolia, Optina
Pystina) como en el Oeste (Solesmes, Silos, la abadía de Miraflores, el
priorato de San Frutos) Todo un gesto.
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