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miércoles, 19 de septiembre de 2012

CARRILLO DUQUE DE PARACUELLOS RIP


 


 

Santiago Carrillo: en la muerte de un asesino en serie

No se puede decir aquello de que Dios le haya perdonado. Era un ateo convencido. Falleció ayer en Madrid in his sleep pues hasta en eso fue afortunado el tío. Poco sufrió en el último trance. Ni pagó la deuda que tenía con esta sociedad cuando mandó fusilar a cientos de curas, de seminaristas, militares, alcaldes de barrio y hasta un dramaturgo, Muñoseca, que se enfrentó al pelotón con un chiste en las zanjas de Paracuellos del Jarama. Todo me lo habéis quitado menos el miedo.

 El Beria del PCE ha muerto en la cama tan ricamente sin haber pasado por su Núremberg correspondiente o un juicio de la Haya como el que prepararon Milosevic y todos esos yugoslavos y en estos tiempos de guerra al tabaco él seguía fumando y siendo el Padre Pitillo- laico- de la Escopeta Nacional.

 Lo conocí en EE.UU cuando lo llevaron a dar una conferencia en Harvard. Recuerdo su cara pálida no sé si que había dormido mal o extrañó la cama, o  por el miedo o por la vergüenza del mentiroso compulsivo, en su dais o tablado con dosel que parecía un obispo – laico naturalmente. Le montaron un circo y él montó un cirio. Vino a entrevistarse con las fuerzas del Pentágono. Antes habían estado don Juan, un comunista el de las plata juntas de Londres que era valenciano, Garrigues Walker y otros sátrapas del cambio. El espectáculo me pareció bochornoso porque todo eran lengüetazos aduladores y verbos de admiración. Jesús Hermida y Cirilo Rodríguez enterraron por una mañana su hacha de guerra (se llevaban a matar, uno era el corresponsal de RN y el otro de TVE) y fueron a adorar al santo – laico- por la peana. Julio Camarero allí estaba con su sahariana de fatigas inmortalizando el instante con su grabadora. Luis María Ansón creo que también andaba por allá templando gaitas. Aquello parecía una convención de democráticas babosas de toda la vida.

 Felipe Maraña, luego Felipe Sahagún estaba hecho un brazo de mar. Fulanos con gabardina seguían la conferencia y luego la rueda de prensa a distancia prudencial. En USA nada se hace sin que se entere el FBI. Para mí estaba claro que el ponente era un asesino y despaché para el ARRIBA una crónica de circunstancia callando lo que sabía de aquel maligno personaje y las cosas que me había contado mi padre. No era un marxista convencido ni sólido ideológicamente. Más bien un trepa, un conseguidor, un oportunista de esos que tanto pululan por la política española. Dicen que también mandó fusilar a su padre. Dense Vds. Cuenta de la calaña del personaje.

 Aunque hubiera nacido en Gijón fue un habitante de la tierra de esos del culo moyau habitado por el odio y la sed de revancha. Por eso no se llevó nunca bien con el PCCUS. Los rusos eran mucho más sistemáticos, más constructivos, menos viscerales. Éste no. Llevaba la mala semilla de Trotsky y otros cabezas cuadradas de la revolución global, por eso les cayó bien a los americanos, porque vieron en él a un tonto útil.

 Carrillo era un comunista de Vallecas un tipo peligroso y rencoroso que cambiaba de peluca y de chaqueta las veces que hubiera hecho falta.

 La fuerza que le movía era el odio. Por eso aquel lameronismo de mis colegas españoles ante el mitin de Harvard- luego al regreso a España todos vendrían bien colocados y a mí me mandaron a galeras, por haber dicho la verdad por haber actuado en periodista objetivo y no en servil paje caudatario del sistema pseudo-democrático que se iba a inaugurar en mi país al que llaman democracia y no es tal porque uno de sus padres fundadores don Santiago Carrillo era un totalitario, un chequista incontrolado al que todos querían, incluso el monarca, pasar la mano por el lomo, vean en qué ha parado la cosa, todos iban a instalarse, en busca de la mamandurria- me pareció indignante y fuera de sitio tan vituperable como la visita que hizo ayer al domicilio del finado el Rey para estampar su firma en el libro de duelo de su piso de Madrid. ¿No se le caerán los anillos ni la cara de vergüenza al bueno de Juan Carlos?

 Ojala purgue sus fechorías en el infierno y que Satanás le obligue a fumarse un cigarro incandescente por toda la eternidad. A ver si echa los pulmones y purgue por lo que hizo. Hoy las olas del Mar Cantábrico deben de decir unas a otras en la marejada de espuma:

-Apartate que te tizna

Y no querrán arrimarse a la ribera de la Playa de San Lorenzo gijonesa por si lñas moscas. Allí echarán las cenizas de un asesina que envenenó a España de política. La verdad que no era un asturiano típico. Más bien un madrileño con muy mala leche que en el rostro llevaba las siete señas del hijoputa.

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