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domingo, 11 de febrero de 2018

ACCIDENTE AEREO EN MOSCÚ
EXISTE UNA CONSIGNA por estos tesos periódisticos de que todas las noticias que vengan de Rusia han de ser negativas y ésta que nos llega hoy no podía ser peor: 71 muertos en la caida de un aeoplano cerca del aeropueto de Moscú. Mis condolencias a las pobres familias en duelo.  Había niños entre los pasajeros. El mal no ceja y el diablo se mueve por los cielos, la tierra, las aguas y el aire del mundo, aliado del fuego. Como creyente elevo preces por su alma y ruego a la potencia omnisciente y omnipresente del arcangel San Miguel que castigue a los malos, de ser ciertas las suposiciones de que pudo ser debida la caida a un sabotaje. Son ya tres accidentes los aparatos rusos que se han desplomados de aviones comerciales. En España en el pasado desfile de la fiesta nacional se accidentaron  consecutivamente dos aviones de combate con la muerte de sus pilotos.
Existe una teoría de que los cientificos han descubierto un arma de guerra mortifera que abate a cualquier nave sobre el aire sin necesidad de bombas a bordo ni disparos en vuelo. Es una bomba de calor que bloquea los mandos de cualquier aeronave accionada como un misil desde tierra. Ha sido patentada por los israelíes y se supone que puede ser utilizada en aciones bélicas para destruir al enemigo. En la guerra vale todo. Sin embargo, la preocupación actual  en las cancillerías y el sector de la aeronaútica es que pueda ser activado este ingenio para cazar aviones comerciales donde viaja gente inocente. Volar en tales circunstancias se convertiría en un rfiesgo. Sería una forma de terrorismo de nueva generación. Sin tener que recurrir a las armas estratégicas. Si de verdad es el estado sionista el que está detras de estos derrribos como "retaliation" del F16 que mandaron al suelo los artilleros sirios dias atrás, estariamos ante un verdadero y preocupante casus belli, propio más que de un estado de derecho de una nación gangster. Putin al dar la mano a Netanyahu se junta con malas compañías. Me preocupa en estos momentos el dolor y la desinformación del pueblo ruso. Y confio en que las hipotesis que emito aquí no sean ciertas, en bien de la paz del mundo y la tranquilidad de mis semejantes

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