EL ADELANTADO DE LA FLORIDA EN LA
CONCHA DE ARTEDO y III
Se alimentaban de tasajo, gallinas y
curadillo pues enseñaron a los indios a adobar el pescado. Los indios Saturiwa que andaban en pelotas por el
berral las caras y los culos pintados las mujeres se escondían cuando llegaban
los misioneros al poblado les enseñaron el arte de navegar en canoa y fue así
como comenzó el piragüismo ese deporte tan asturiano aunque ya los ingleses lo
practicaban cruzando el Támesis en traineras. La vida del Adelantado de la
Florida don Pedro Menéndez de Avilés es
una crónica maravillosa de viajes,
caminatas, hambres desolaciones, traiciones y concordias. Entre los aborígenes
había etnias como los Saturiwa que
se declaraban amigos pero otras los Timicua les acogían disparando flechas envenenadas
incendiando fuertes y recintos. Fue una larga y cruel aventura pero siempre
maravillosa. El adelantado de la Florida todo un lobo de mar y uno de los
marinos más `prestigiosa de aquella edad cuando España era la primera potencia
marítima del mundo gozaba del mayor prestigio en la corte de Felipe II. Lo
certifica el hecho de que empuñó el timón de la nave capitana de la escuadra
que condujo al rey en su vioajke nupcial a Inglaterra a casarse con la hija de Enrique VIII en Westminster.
En 1574 es nombrado por el monarca
capitán general de la Escuadra, cargo que no pudo ejercer pues al poco muere de
tabardillo en Santander. Felipe II traslada el mando de la fuerza naval a don Álvaro
de Bazán. Este se encarga de prevenir la flota para ir contra los ingleses. No se
logró porque también fallece don Álvaro
de Bazán y ha de ser sustituido a toda prisa en el mando por su maestre de
campo el duque de Medina Sidonia.
La conquista de la Florida y la
expulsión de los hugonotes del territorio fue realizada a partir ded Cabo Cañaveral y de Miami entre los años 65 y 67. Los
españoles tenían por base de avituallamiento el morro de la Habana, Puerto Rico
y la isla de Santga Elena así como Santo Domingo. Hubo muchas fatigas y no
pocos sobresaltos. Algunas naos se perdieron al surcar las aguas malditas del
triangula de la Bermuda. El adelantado tuvo que sofocar a sangre y fuego la rebelión
de algunos de sus capitanes como Martin de Rescalde o la incursión de hordas de
indios enemigos que asolaban las
pallozas cubiertas de poalmitop y raptaban a las mujeres cristianas. Esto
permitió el mestizaje. De esta manera nació el criollismo asturiano al que hoy
recuerdan y agradecen los pueblos de las Antillas.
En 1574 zarpa de la Habana “y con prospero viento navegó 72 leguas y en
el Cabo San Vicente topó con fustas de moros pero pudo llegar sin contratiempo
a la Coruña el día de san Pedro. Dos naves francés y una fragata inglesa le
daban caza pero trató de burlarlas y tuvo el viento tan próspero que en aquel
mesmo día entró en la bahía que llaman de Artedo donde estaban surtos
diez navíos los cuales cuando vieron aquella fragata de nueva invención
que parecía de turcos desampararon sus navíos y huyeron al monte… a las diez de
la noche acercase ujn batel de reconocimiento y los hombres de mar y la gente
de guerra les grita que allí venía el Adelantado de la florida don Pedro
Menendez de Avilés. El capitán mandó desplegar el guiónm de Castilla de damasco
carmesí y una bandera de campo y tocar clarines. Los de los
bateles temiendo fuesen corsarios no se cercaron.- eran marineros portugueses y
una nave oneraria cargada de hierro y madera. En esto, el Adelantado y los
suyos se hicieron a la vela desde Artedo, entrando en el puerto de Avilés al
cabo de dos horas donde fueron recibidos por el alcaide de Sabugo con gran regocijo,
se tocaron las campanas y la población acudió a un solemne tedeum en la iglesia
de San Francisco. Hacía 18 años que no veía a su mujer doña Ana María de Solís”.
De esta forma tan aséptica y con
prosa notarial levanta actga del regreso del navegante a suj tierra. La familia
como arriba se dijo proveería del solar de Santa Paya al lado de Pravia pero tenía
abiertas otras casas en Grado, Oviedo y Avilés concretamente en el barrio de Sabugo.
Todas ellas han desaparecido. No así la de Cudillero, que permanece, ubicada mismamente
donde hoy se expende el pescado más fresco del concejo.
Cabe destacar las relaciones del
Adelantado con la Concha de Artedo, un excelente puerto natural de mucho abrigo
y buen calado de donde zarpó el año 64 y donde quiso, de regreso, ponerse al
pairo para despistar a los piratas ingleses que iban tras de sus pasos.
El cariño
hacia este lugar donde aprendió a navegar en su niñez don Pedro lo destacan sus
biógrafos don Gonzalo Solís y Merás y el historiador y catedrático
Gómez-Tabanera en su obra Pedro Menéndez
de Avilés y la conquista de la Florida en 1565 de cuyo memorial extraemos
algunos de los datos al respecto; con aportaciones de nuestra cosecha que hemos
puesto negro sobre blanco en este articulito para que sirva de testimonio a las
próximas generaciones. Los restos mortales del Adelantado se vfeneran en una
lauda mortuoria sita al lado del Evangelio en la iglesia avilesina de San
Nicolás
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