EL DIABLO Y EL PADRE FORTEA. ALGO SOBRE LA CUARESMA
RUSA ( V E L I K I P O S T)
El
calendario gregoriano y el juliano o cesáreo, - la disputa surgiría a mediados del siglo XVI entre Roma
y Bizancio por diferencias de matiz en el cálculo de la Pascua- coinciden este
2010, el 4 de abril. El Oeste abrazó el reescrito del pontífice Gregorio
mientras que Bizancio siguió contando los días como lo hacían los astrólogos de
Julio Cesar. El calendario juliano suele
llevar un retraso de 14 días respecto al romano pero en la asignación de la
pascua se tiene en consideración el antiguo calendario de los judíos que era
lunar, en lugar de solar, y eso complica las cosas.
Existe una leyenda rusa que
anuncia grandes males en el planeta (cataclismos, avenidas, sismos, guerras)
cuando se da esta circunstancia, y a juzgar por lo que estamos viviendo en el
transcurso de este cuatrimestre del año décimo del siglo XXI tales pronósticos no andan muy lejos de la
realidad.
Los padres griegos siempre
consideraron que la gran apostasía empezaría en Roma y de que allí surgiría el
anticristo. No sé si será verdad esta teoría pero la impostura es muy fuerte en
todos los sentidos por lo que hace al catolicismo romano que pasa por unos
momentos desconcertantes de la fe mientras aumenta la soberbia, la hipocresía y
la contumacia de algunos curas y obispos que se creen en posesión de la verdad.
Mientras en el Este se hacen más humildes y no se perfilan conflictos entre el
poder religioso y el civil porque el Vaticano es una nación de naciones, una
potencia extranjera. Que sigue sin solucionar desde que el pontificado fue
instalado por Carlomagno el conflicto cesaropapistas que tantos escándalos
procuró y por el cual tanta sangre se ha derramado, o tantas guerras se
declararan.
Visité la página Web de ese tal
Padre Fortea que se dice exorcista y sentí como un fucilazo de viento satánico.
Ese cura no me parece trigo limpio, tiene una mirada extraña, una sotabarba a
lo Lincoln que le da un aspecto de avenate poseído. Ese no expulsa diablos.
Están todos en él y lo dice
alguien que ha luchado toda su vida contra la bestia. Es mucho más porro y
dañino que ese párroco toledano que ofrecía sus servicios sexuales por
Internet. Muchos antiguos compañeros míos y buenos sacerdotes que tratan de
cumplir con su misión me manifiestan su desconcierto y a cencerros tapados me
confiesan su insatisfacción y el miedo ante la situación por la cual atraviesa
la Iglesia católica que ha vuelto las espaldas a la tradición, y hasta ha
sustituido parte de la doctrina soteriológica aceptando a cierra ojos el
Holocausto quedándose con los cánones y el afán de prevalecer aunque para ello
haya tenido que pactar con el poder secular. Y la fuerza bruta del Pentágono.
Ratzinger es un bávaro de origen judío aunque
militase en las juventudes hitlerianas. Wojtyla era un oscuro obispo polaco
lleno de ambición y apego a las cosas del mundo. Hoy por hoy en la curia manda
el dinero norteamericano. Mucha iglesia, demasiado poder y apenas nada de
Jesucristo. Macrocefalia se llama esa figura. Una cabeza muy grande y un cuerpo
chico.
Por lo que Fortea –mucho cuidado con ese
gavilán; tiene aspecto de paloma pero es un lobo rapaz- nos manda a todos al
infierno en la compañía de Satanás. Tenía montado un chiringuito en el Escorial
en la compañía del Padre Apeles cerca de la vidente. Embaucaba a las pobres
gentes con sus infames teorías sobre el exorcismo.
No es extraño que monseñor Reig el ordinario
de Alcalá le haya mandado una temporadita a cambiar de aires a la Ciudad
Eterna.
Esta cuaresma rezo por la vuelta
al redil de los falsos pastores y los que se denominan en el lenguaje
escatológico los rabadanes del Interpuesto. Los que utilizan sus báculos y sus
mitras para alinearse con el poder, los que se alejan del pobre con los de abajo o están con ellos tan sólo de
boquilla, los que callan ante la general apostasía y no creen en la
Resurrección sino en lo que queda de tejas abajo.
La cuaresma empezó para mí el 15 de febrero,
seis días después de la fiesta del Crisóstomo, y la víspera del icono de la
Virgen acurrucada. En cuatro días de la semana se hace conmemoración de los
fieles difuntos en las iglesias rusas (u s o p sh i x) y sólo una de los
confesores ( i s p o v i d a n i e) que son aquellos que murieron en gracia de
Dios pero que por su oscuridad de vida nunca serán beatificados por la Iglesia.
A la cuaresma se la denomina
gran ayuno ( v e l i k i p o s t).
Todos los viernes son de vigilia (p o s t n i) y la semana de pasión es de
ayuno continuo (s p l o sh n i x s e d
m i t s).
Hay días en los que se puede hacer colación de
agua ( r a z r e sh e n i e p i sh i),
o pescado (n a r i b y), y días en los
que hay abstinencia de carne y se admiten los lacticinios ( s k o r o r o m n i
y u). En la iglesia ortodoxa no existe apenas confesión auricular aunque el
sacramento de la penitencia se imparte de forma general y sin que el penitente
tenga que detallarle al oficiante la naturaleza de sus pecados, si no lo
desea. Pero se suele comulgar por pascua
florida recibiendo el penitente no sólo la absolución del sacerdote sino
también la eucaristía y la eulogía, un trozo de pan que se ofertaba en las
iglesias mozárabes.
He visto pocos confesionarios en
las iglesias rusas ( i s p o v i e d a l n i a ). No hay teología de las
indulgencias en el Este, un invento que se sacarían los papas desaprensivos
como Inocencio III para sacar dineros y ofrecer la vida eterna a cambio de
diezmos y primicias. Y los diablos los expulsamos los diáconos. Los vemos
circular y vagar y rondar por el mundo buscando incautos a los que engañar y
pobres victimas a quien devorar, vestidos a veces de sotana porque los diablos
son muy listos. Conocen el paño de la vieja humanidad y más saben por viejos
que por diablos. Es uno de los galardones de nuestro orden sagrado.
A ese reverendo Fortea qué cura más porro,
Señor, y peligroso, le haría falta una
buena imposición de manos. Lo digo como lo siento.
lunes,
24 de junio de 2013
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