SE MARCHÓ AL CIELO MI TIA PAULINA A LOS 96 AÑOS
FALLECIÓ PAULINA GALINDO MARTÍN
El pasado día 5 Miércoles de Ceniza fallecía Paulina. Era mi tía una segunda madre para mí y ayer la dimos tierra (fuego, quiero decir, fue incinerada) y quiso que sus cenizas reposen en la Torre de San Gregorio junto a los de su padre y mi abuelo Benjamín en ese cementerio que tiene más de mil años y cuyas escaleras para subir a la torre muestran los peldaños desgastados más de una cuarta por las pisadas de los siglos. Son testimonio de nuestra vieja fe cristiana.
Mucho escribí yo y lucubré al pie de este castro que vigila la entrada a Fuentesoto (inscripciones romanas, cruces templarías, hitos y mojones de la Vía Frumentaria, arte gótico combinado con el prerrománico asturiano).
La iglesia al parecer fue arrasada en una razzia de Almanzor. Allí esperan los restos de Paulina, de mi padre Silvino, de mi madre Juanita, del tío Pedro el sacristán, de mi `primo Agustín el sonido de la trompeta de la Resurrección porque fe es creer lo que no vimos y tener por cierto lo que nos han dicho.
Hubo dos personas en el mundo a las que quise con delirio. Mi tía Paulina, mi amor inglés la Suzi. Mis nietos Mario, Laura, Carla, Sofía, Pelayo vinieron después en mi segundo matrimonio, pero sobre todo mi hija Helen a la cual me arrancó el destino.
Culpas y pecados míos que no podrán borrar los ríos de lágrimas que fluyen de mis ojos portando el caudal de mi arrepentimiento. Paulina era la mujer fuerte de la Biblia, la que cuidaba de mí en aquellos tórridos veranos en Fuentesoto en una niñez que marcó la pauta de mis inclinaciones de escritor.
Todo escritor lleva en su alma un niño en su interior y escribir para mí ha sido revertir a aquellos gozos y aquellas sombras de Fuentesoto en su forma de parlar, de llorar, de rezar y de reír.
Paulina se ha ido con 96 años. Y yo quiero expresar mi dolor a sus hijos Juan José, Mariano al cual saqué de pila, a Leónides y sobre todo a Yolanda que la cuidó en su enfermedad (curó de un cáncer de pecho) y luego por el reuma que afectó a su movilidad y estuvo en silla de ruedas largos años. Yolanda ha sido otra mujer fuerte, heroica, calladamente. Descansa en paz querida Paulina. Y que en el cielo te veamos.
viernes, 07 de marzo de 2025
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