Translate

jueves, 12 de abril de 2018

EL AMOR A LA IGLESIA ANGLICANA ME LLEVÓ A LA ORTODOXIA

EL ENIGMA DE LA RESURRECCIÓN EN LA IGLESIA ANGLICANA

Resucitó no resucitó si no resucitó lo digo con san Pablo vana es nuestra Fe. El arcano de la resurrección de Cristo ha seguido mis pasos desde la infancia. Al igual que el de la procesión trinitaria el misterio de la Encarnación o el acertijo de los novísimos. Pero de este mar de dudas me sacó un buen arcipreste anglicano. Era el párroco de la iglesia de san Esteban en South Ken a cuya congregación pertenecí por algún tiempo. Todos los domingos maitines la Eucaristía a renglón seguido y al oscurecer vísperas (Evening Song) en una iglesia semidesértica y congelada. “Mira, Antonio, me dijo el que resucitara o no es indiferente y está por encima de la realidad de nosotros mismos; se trata de una cuestión histórica, los apóstoles fueron los primeros escépticos y Tomás no creyó hasta que metió el dedo en la llaga. Lo importante se centra en creer en Cristo. Si miras alrededor te darás cuenta de que el Redentor es nuestro alfa y omega el principio y el fin de la historia.”
El lenguaje bíblico es anfibológico y metafórico escritura dirigida a mentes rudas incapaces de asir en su entendimiento el pensamiento de Dios. “An existential commitment to Christ as Lord is what matters ▬ la aceptación del cometido existencial de Cristo como nuestro Señor”.
Aquel buen capellán me sacó de atascos, puso en mis manos una brújula para caminar por el laberinto. La iglesia militante es un anticipo de la iglesia triunfante. Extra Eclessiam nulla salus[1] había aprendido yo en el seminario de Segovia.
Inglaterra, por su parte, me alejó del dogmatismo autoritario y tajante del católico, aunque al igual que Blanco White añora la grandeza de la liturgia romana en Sevilla.
Encontré en el anglicanismo y en los 39 artículos de la Fe ▬ un expurgo de la poliantea barroca y de esa hojarasca de ciertas creencias católicas los árboles no nos permiten ver el bosque; el purgatorio, las peregrinaciones, la confesión auricular, la devoción a ciertos santos, las indulgencias, comulgar por pascua florida, llevarse bien con el vecindario como eje fundamental de la vida cristiana en comunidad, etc. ▬. La máxima agustiniana de ama y haz cuanto quieras impregna la espiritualidad anglicana.
Al menos aquel parson[2] que se llama Fr. Avril me trató con más caridad y tolerancia que todos los curas católicos que conocí. La iglesia anglicana no es una iglesia reformada sino readaptada a la idiosincrasia nacional. Guarda las esencias del catolicismo y a sí misma se proclama católica (universal) como la romana pero no cree en la primacía papal. En la cúspide está la reina de Inglaterra asistida por los obispos de Cantorbery y York junto con el Santo Sínodo.
Cree en la comunión de los santos y en la efusión de la gracia sacramental pero de su epacta elimina a la mayor parte de los santos de la lista del año quedando reducida a unos pocos como san Juan Bautista y san Esteban. Suprime el culto de hiperdulía a la Virgen María. Se cerraron las capillas de la Madona en las grandes catedrales inglesas ▬ Lady Chapel ▬ conservan la mayor parte del canon pero sin consagración. No creen los ingleses en la transubstanciación.
Fue desterrado el latín, se suprimieron todas las ordenes religiosas excepto algunos monasterios de frailes benitos. La gran flexibilidad y pragmatismo de los británicos permite dentro del anglicanismo dos ramas: La high church sus sacerdotes se revisten de casulla y capa pluvial en la sacristía y la low church o iglesia de la predela sus sacerdotes aparecen con roquetes blancos y la estola presbiteral de color negro.
Aquellos domingos de hace poco más de  cuenta años de mi vida londinense un vaho de tristeza me invadía al asistir a los ritos. Tenía el presentimiento de estar asistiendo al final de una era. Barruntaba el síndrome de la iglesia y de los seminarios vacíos. En la actualidad muchas de aquellos hermosos templos (rural churches) de estilo normando diseminadas por toda la geografía de las islas fueron cerradas al culto han sido vendidas para transformarlas en hoteles, viviendas comunales o en ▬ lo que es peor ▬ mezquitas. El cristianismo padece como en toda Europa una fuerte crisis en Reino Unido.
Paradójicamente en Rusia ocurre todo lo contrario. Es la tierra de la resurrección y allí gracias a Putin parece haber resucitado y esto es algo más que una metáfora para aliento de esperanza de los creyentes




[1] Fuera de la iglesia no cabe salvación posible
[2] Cura de pueblo

No hay comentarios:

Publicar un comentario