LA TRAGEDIA DE
CANALEJAS PRESIDENTE DE GOBIERNO ASESINADO POR UN TERRORISTA. SU HIJO PEPE
SERÍA PASEADO EN LA CHECA DE FOMENTO EN 1936
Dos fechas fatídicas
en nuestros anales: 12-XI-1912 y 12-XI-1936. Yo tomaba el metro en Moncloa y
emergía en Sol. La Fuente de Mariblanca ya había desaparecido pero el oso de
Madrid ramoneaba empinado sobre las hojas del madroño de Madrid justo en la
esquina de Puerta del Sol y Carretas estaba la librería ─ cerró a últimos de
los 80─ donde asesinaron a don José Canalejas y Méndez presidente de gobierno.
Con frecuencia me paraba ante el escaparate de la Librería Sanmartín para ver
las novedades literarias (se especializaba en historia de España y temas
militares) y recordaba el infausto magnicidio. Hoy la librería es un tienda de
moda casual para la mujer pero al pasar por allí camino de mi trabajo en la hemeroteca
en la calle La Magdalena se me ocurría pensar que los españoles llevamos un tigre
en la cabeza y en el corazón un león que saca la zarpa devoradora y nos sumerge
cada cierto tiempo en guerras civiles. Canalejas presidía un partido liberal
moderado que preconizaba una reforma de la beneficencia, se preocupaba por el
obrero y decretó la conscripción obligatoria o servicio militar para promover
la subida de status de las clases menos favorecidas que encontraron en el ejército
una forma de empleo mediante el alistamiento. Esto no lo tuvo en cuenta su
asesino el catalán Manuel Pardiñas que le disparó tres tiros a quemarropa.
Falló dos pero el tercero le destrozó la cabeza. La muerte del tribuno se suma
a la de Prim, la de CÁNOVAS, la de EDUARDO
DATO y la de Carrero Blanco. Luctuoso palmarés. Como las desgracias no vienen solas el hijo del
insigne premier José CANALEJAS Fernández sería años adelante uno de los muchos
fusilados en Paracuellos después de haber sido torturado en la cárcel de
Fomento. Las hordas marxistas arrasaron la casa del insigne abogado recién
llegado de la universidad de Oxford arrasaron su piso en la calle Huertas e
incendiaron la finca de la familia en Otero de Herreros al pie del Monte
segoviano de la Mujer Muerta. La viuda de Canalejas Purificación Fernández
Cadenas se salvó de la saca gracias a una miliciana que había sido aya de la
familia. Entrambos hoy son dos nombres olvidados porque la memoria histórica
unilateralmente promociona a los muertos de un bando olvidando a los otros.
Tenemos los españoles un tigre en la cabeza. Esos zarpazos frutos de la
desmemoria y la inconsciencia pueden resultar peligrosos.
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