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miércoles, 4 de abril de 2012

LA IGLESIA CATÓLICA ES LA ÚNICA INSTITUCIÓN SEGURA QUE NOS QUEDA A LOS HISPANOS


Obispos españoles compran mi libro

In testimonium gratitudinis vaya esta reseña con mi agradecimiento total a los ordinarios de las diócesis españolas que tuvieron la bondad de adquirir mi SEMINARIO VACÍO. Aunque ya he hablado dello es una defensa total de la SRI basada en fundamentos teológicos.
 La Iglesia no puede rendirse al poder temporal ni permitir que viajes como los del papa sean utilizados y manipulados por una clase política y una media comunicativa que se muestra firmemente atea o anticatólico. A los españoles sólo nos queda la Iglesia la única institución en esta España nuestra que permanece ajena a la corrupción ambiente que ha sido vilmente atacada y vilipendiada a causa de los escándalos sexuales que pudo haberlos por causas de la fragilidad pero, insisto, el eje de marcha de mi libro es que el cristianismo no es un asunto de faldas ni braguetas.
 Está ahí, eterno, para dar testimonio del evangelio hasta el fin de los siglos y a los españoles es lo único que nos queda en medio de la vorágine. Las monjitas de la Caridad nos dan la sopa boba de los conventos otra vez como antaño. Visten al desnudo, abren sus puertas al desesperado, reciben al alcohólico, consuelan al enfermo. Su misión no es temporal ni  meramente humanitarista. Me duele que algunos la utilicen como una ONG al servicio del mundialismo. Pero el humanitarismo no empece a la caridad. Hay dos ideas que propongo que a lo mejor suenan heréticas como son la ordenación de presbíteros de cierta edad echando mano de la tradición mozárabe y que el poder de las sedes episcopados recupere una cierta autonomía frente al Vaticano sin menoscabo de la potestas clavium ni la primacía del romano Pontífice.
Una cierta fragmentación daría mayor cohesión porque el enemigo que nos ataca dispara contra la cabeza y no hace prisioneros. Una revitalización de una institución apostólica como es el episcopado dispersaría los objetivos y a los malos su ataque les sería más difícil.
 La idea la tomo de la tradición siríaca y de grandes escritores como los damascenos y ha permitido a los ortodoxos conservar las esencias de la fe trinitaria en medio de los avatares y convulsiones seculares. Pero todo esto es harina de otro costal. Uno se siente periodista, escritor, polígrafo y en esta esgrima en esta pelotera eterna que lucha el cristianismo contra los fuerzas del mal haciendo uso de la libertad y el discutinio que albergó los grandes movimientos teológicos de Salamanca, de Alcalá –donde nacieron los jesuitas- me acojo a altana.
La orden de predicadores tiene por uno de sus lemas “ex disputationi claritas” y san Agustín, el gran retórico, afirma su fe en la discrepancia y en la tolerancia cuando dice Opportet esse haeresias” (conviene que haya herejías, esto es: es preciso que surjan las opiniones diversas)
La Iglesia en el peregrinar a lo largo de los tiempos no se asusta de nada. Y a los españoles es la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana la que nos hizo grandes porque la idea de España va injerta en ese catolicismo que nos impulsó a combatir a Lutero en Flandes y a misionar en todo América desde California a la Patagonia, la única institución firme que nos queda para reafirmarnos en nuestra españolía como proyecto de futuro, porque la desaparición de Hispania acarreará la destrucción de la fe de nuestros mayores.
Las fuerzas oscuras conocen bien el tema.
 Pero ahí tenemos a nuestros obispos de la Conferencia Episcopal que pelean solos y a la agachadiza con mucha mano izquierda para pechar contra los retos y desafíos del siglo XXI. Yerran los de la New Age cuando afirman que el cristianismo es cosa de la edad media o el poder sionista que está expulsando a las comunidades cristianas de Jerusalén. Utilizan el Islam como una añagaza y una azagaya contundente apuntando al corazón de Europa.
Mi agradecimiento pues a los señores obispos que me han ayudado. A todos ellos mis hermanos les felicito por haber alcanzado la plenitud del sacerdocio. Ojalá mi libro no sea para mis queridos mitrados piedra de escándalo:
Al obispo de Girona MONSEÑOR FRANCESC PARDO ARTIGAS
Al de de Getafe Su ilustrísima y reverendísima MONSEÑOR JOAQUÍN MARÍA LÓPEZ Y CANO
Al deán de la catedral de Compostela el ilustrísimo canónigo DON JOSÉ MARÍA DIAZ FERNÁNDEZ profesor de nuestro seminario de Segovia al que amo en el amor de Xto. Y ruego a mis lectores que eleven una oración por él pues ha sido objeto de una fuerte tribulación a expensas del robo del Códice Calixtino. Don José María siga luchando contra los enemigos de la Iglesia.
Al obispo de Cádiz, MONSEÑOR RAFAEL ZORNOZA
Muy particularmente al obispo de Segovia, nuestro querido prelado EL MUY ILUSTRE Y REVERENDO MONSEÑOR DON ÁNGEL RUBIO que pecha con una ciudad tan difícil y comunera pero de fe muy arraigada como es la sede del antiguo San Hieroteo
Al de Ciudad Real MONSEÑOT ANTONIO ÁNGEL ALCORA HERNANDO, muy ilustre y reverendo
Al de Alicante monseñor RAFAEL PALMERO RAMOS, Ilustrísimo y reverendísimo
Al de Ourense, monseñor LEONARDO LEMOS MONTANET, ilustrísimo y reverendísimo.
Al de la Rioja monseñor Juan José OMELIA OMELIA, ilustrísimo y reverendísimo.
Al de Vizcaya monseñor don Mario ICETA GAVICOGOGEASCOA, apellido difícil pero limpio de alma, muy ilustre y reverendísimo.
Al de Jaén monseñor RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, muy ilustre y reverendísimo
Al de León monseñor JULIAN LÓPEZ MARTIN, muy ilustre y reverendo prelado de la diócesis legionense.
Al ARZOBISPO de Granada monseñor JAVIER MARTINEZ FERNADEZ, FRANCISCO JAVIER MARTÍNEZ FERNÁNDEZ
Al obispo de Mallorca monseñor JESUS MURGUI, muy reverendo e ilustrísimo.
Al obispo de Guadix, titular de la diócesis accitana, la más antigua de España, monseñor GINÉS GARCÍA BELTRÁN, ilustrísimo y reverendísimo.
A todos ellos saludo y mando un efusivo abrazo pidiendo al señor que les llene de fortaleza y les colme de gracias y le conceda largos días y muchos años en el ejercicio de su magisterio episcopal.  Episcopo viene de “episcopein” (el que mira al circuito) pues ellos abren brecha y vigilan con ojos de Argos. Un radar y una linterna es lo que necesitan estos jefes de linea, estos jerarcas tan vituperados pero que siguen ejerciendo la caridad haciendo valer el dicho evangélico que no se entere tu mano izquierda lo que hace la derecha. Y un radar y una linterna es lo que porta en su alcancía este pecador, este hijo pródigo, que trata de volver al buen redil y a la casa paterna. Todos los ex en nuestras reuniones que vine proponiendo aparentemente fallidas – y ello fue el origen de que escribiera el Seminario Vacío- fuimos contestes y coincidimos frente a nuestras discrepancias en una cosa: que los años de seminario nos marcaron de por vida y que en parte todo lo que somos se lo debemos a la Iglesia. Es lo único que nos queda. Algo tendrá el agua cuando la bendicen…

Miércoles santo, 04 de abril de 2012

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