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miércoles, 28 de septiembre de 2011

españa es un puticlú

..CONSUETA VILESCUNT

La rutina envilece, reza un antiguo aforismo latino y vivimos acostumbrados a una normalidad de hechos consumados en la que se advierten atisbos de psicología satánica caracterizada por la mentira, el fariseísmo de los mendas que mandan e informan engañando al pueblo. Ya sabemos que el padre de la mentira es el diablo. De ello subsigue el afán homicida. Todo lo que tiene que ver con el asesinato – el aborto por ejemplo y las guerras que engordan el ego del gran jefe, Afganistán, Irak, cada día de dios montañas de cadáveres, la violencia de género que parece atizar doña Bibi desde su ministerio de Igualdades Desiguales, y ahora parece que se prepara otra guerrita en el Cono Sur a costa de Colombia, y su presidente que quiere invadir Venezuela para derrocar a Hugo Chávez- ocupa las primeras páginas del New York Times y es cabecera de la CNN. A Moloch le engorda la sangre. Y lo de los toros en Cataluña mejor no hablar. Ha sido un ejercicio de hipocresía a gran escala. Ahí en los conatos separatistas puede encontrarse el germen de otra guerra carlista. Vamos que los españoles hemos tenido que aguantar mecha subidos a la noria del cara picada ese don Jordi hurgador de la mierda democráticamente capitalista y democrática que genera ese ex jardinero con cara de bestia, el suave Montilla y el caganet Pujol que está a todas las horas a los españoles de buena voluntad haciéndonos un calvo con sus proclamas independentistas. Aquí se puede montar un Belén y recordarles a esas bestias del Parlament que suprimen las corridas pero dan su visto bueno a lo de los toros embolados de las salvajes fiestas de pueblo porque a su decir eso de martirizar erales es muy catalán pues que le pongan teas ardiendo en sus cuernos a Jorge Puchol Al jardinero y a toda su cuadrilla de montillas, de guindillas con don Luis Foix el ponderado y diserto corresponsal de la Vanguardia con el que tuve yo algún rifirrafe en London. Todos esos fulanos merecen llevar candelabros incandescentes en su testuz en toda su arbolada cornamenta. A veces a la civilización la salva tan sólo un pelotón de soldados. Cierto consueta vilescunt. Y estamos hartos y cansados de tanta mentira y manipulación en nombre de la Constitución y las libertades. El diablo es mentiroso porque es homicida y es homicida porque es deicida. Lucifer quiso matar a Dios y estos quieren cargarse a España. Lo ultimo que me indigna es un artículo aparecido en el cultural del abecé. Glosa un libro publicado por un tal Villanueva que enseña en una universidad americana español y dice una blasfemia: que Cervantes era morisco. Don Miguel debe de estar revolviéndose en su tumba ante semejantes pujos de maurofilia. El que perdió la mano en Lepanto a la que calificara la ocasión más grande que vieran los siglos, y estuviera cinco años en un campo de concentración de Argel, rescatado gracias a la paciencia de un alfaqueque cristiano que se quedó preso en su lugar el buen mercedario arevalense fray Juan Gil y el que escribiera "ribaldo eres amor en crueldad el turco no se alcanza" y el que motejara de cerriles e intolerantes- con un moro de por medio nunca se podrá hacer gavilla porque quieren imponer a su dios mediante la espada (lean por favor la Gitanilla, los Trabajos de Persiles, el Licenciado Vidriera y allí podrán empaparse de ese sentido del humor y esa tolerancia cristiana que el autor del Quijote sólo compartirá con los rusos, los cuales confirman esa observación cervantina: Aguantar a los muslines pero juntos nunca revueltos)ahora resulta que fue un heraldo de Zapatero y su descangayado dialogo de las civilizaciones. Este pensamiento más que enfurecerme me entristece, comprobando que para estos historiadores, estos políticos y estos escribidores jornalistos todo vale, hasta la tergiversación de la verdad, hacerle zalemas a Mahoma, cantar sus lilailas, bendecir la espada que nos degollará, todo con tal de escupir contra la cruz. Hablan de la España que pudo ser y no fue como si la historia fuera una novela por entregas del Reverte, o de la bandera tridentina que empuñó el emperador de Castilla en defensa de la cristiandad- un papel asumido como búsqueda del idealismo en perpetuo choque con la realidad que es el asunto sobre el que giran las hazañas del desventurado caballero de la triste figura. El ínclito autor que sale en defensa la islamofilia de nuestro primer literato al que califica poco menos que de aljamiado se llama Francisco Márquez Villanueva and he teaches in Harvard. Pues yo le digo con todos sus jodidos títulos y sus puñeteros masteres de esas universidades norteamericanas que no valen para otra cosa que para papel higiénico con que se limpia sus cazcarrias el Tío Sam, y a sus jodios morros que es un jodío bolo. Copia a Américo Castro, ese renegado de la historia de España, que ha esparcido el veneno de la nueva leyenda negra. Ha sido don Américo peor que don Opas y peor que Las Casas. Los tres eran de la misma raza. Es una verdadera calamidad nacional que, al contrario, los libros de don Claudio Sánchez Albornoz estén descatalogados. Pero don Claudio fue todo un señor, republicano, consecuente con sus ideas, que jamás aduló a los nefastos borbones, y estos unos perfectos malsines. Yo no sé si serán galgos o serán podencos pero muerden y sacan tajada. En estos autores se enseña que la Reconquista fue una partida de parchís con mucho besuqueo, sin aceifas, sin razzia, sin cosechas enteras quemadas y pueblos enteros pasados a cuchillo, y no una aguerrida y contumaz batalla de una guerra de exterminio que se prolongó durante ocho siglos, como demuestra el autor abulense en sus libros.

Y venció la Cruz a la Media Luna. El hecho es irrefragable. No se le puede dar la vuelta por mucho tesón que en ello pongan los tenaces revisionistas. La cosa no tiene vuelta de hoja pero estos postulantes de la anti-España, prácticos en la mentira y profesos en un odio africano contra ella por ser símbolo de aquel al que crucificaron (luego le cargaron el mochuelo a Pilatos pero la voz de crucifícale partió del sanedrín)y como dijeron caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos de ahí su pasión deicida que no esconde la manipulación de los textos bíblicos y su aguerrida enemiga que sienten hacia la SRI a la que pretenden dominar, o tal vez dominen ya porque ningún Papa desde el pobre Caraffa ha tenido redaños suficientes como para llamarles a capitulo porque controlan el oro de la Santa Sede. El problema de todo esto es que la civilización la tendrá que salvar un pelotón de soldados, una centuria de triarios o de jinetes de la Legio VII, de la Victrix, de la Fulminatriz o de la propia Legión Tebana que fue la primera que colocó el Crismón eucarístico en su lábaro. Y han sido innumerables los que han muerto por esa bandera o marcaron a sangre y fuego la insignia en el pecho. No habrá capitulación o "deditio". Las legiones romanas no solían hacer prisioneros. Fue una costumbre instituido por los generales de Vespasiano que arrasaron Jerusalén. El cerco costó millón y medio de vidas. Desde entonces andan errantes por el mundo sin una patria fija los viejos adoradores de la serpiente, contumaces en su ofidiolatría y empeñados en la destrucción de las otras razas, de la corrupción de las religiones, y rebeldes contra Dios . Consueta vilescunt y con esto ya está todo dicho.

Y ahora en corroboración de lo dicho y para denunciar la manipulación de la historia nuestra y en desagravio del Manco de Lepanto al que insultan estos pedisecuos de don Americo el judaizante inserto estas acotaciones cervantinas dentro de una artículo mío de hace alguno tiempo. Vean los aljamiados lo que pensaba de moros e islamistas: eran usureros, falaces –Ricote, el morisco se disfraza de peregrino para regresar al Toboso, guardan a sus mujeres que paren como conejas, son incontrovertibles y desdeñan al cristianismo al que consideran un credo inferior al de Mahoma y muy cercano al paganismo. A la vista de estas prueba el libro sobre los moros y los turcos en Cervantes del ínclito Villanueva no tiene donde tenerse en pie ni donde caerse muerto. Pero esta gentuza ya digo, como controlan los torculos de todo lo que se publica, pues son herederos de los padres de la Jewish Inquisition, dan la vuelta a la historia. They twist the arguments, a la inglesa. Si Márquez Villanueva atraca a Cervantes Suárez Fernández, otro judío, entra a saco con la figura del caudillo Franco cuya fundación ha presidido para más coña. "Consueta vilescunt". Pero ya los conocemos desde hace bastantes siglos.

Estamos en Pravia, cuna de las Españas. Por aquí también hay moros en la costa. Sopla el Nordeste que es un aire traidor, el que trajo la peste a Asturias, seca las calas, pone mustios los geranios, incuba melancolías y pulmonías y es hiel que se te mete en la piel. Las calles del pueblo están vacías. El amanuense y su mujer entran un momento a rezar una salve en la colegiata. Luego se retratan al pie de la estatua del Rey Silo, padre de la monarquía. Buscan en la tarde desapacible la de Mauregato al que tambien subieron al palenque pero la estatua de Mauregato no ha sido construida. En la de su padre hay un jeroglífico descubierto en la piedra basal. Este abracadabra es un vademécum para los iniciados en el enigma de la historia de España. Propedéutica iniciatica de los que fu es y será. Mauregato no aparece. No es más que un nombre en la larga lista de los reyes godos que el amanuense y su señora aprendieron en el colegio. Mauregato el moro. Ya hay moros en la costa. Una niñas con velo griñón y zaragüelles, típica vestimenta morisca, juegan en el parque de las manzanas. Los otros compañeros de juego les miran como con prevención y ellas hacen rancho aparte. no quieren españolizarse. Visten a su modo, hablan en árabe. Esto nos garantiza el hecho de que si los españoles desconocemos nuestra propia historia ellos se la saben de memoria y estan empezando a repoblar los lugares emblemáticos. Pravia fue el epicentro de la reconquista. El alárabe es testarudo y no da jamás su brazo a torcer. Don Saga y su mujer la Conce, al venir para Asturias, en atravesando el Escorial se cruzaron con una mora cubierta de los pies a la cabeza en ropa talar la cara tapada con una gurka que miró a los viajeros de forma insolente y desafiante. Los ojos negros de la morisca nos fulminaron como dos centellas disparadas desde el antifaz.

-Mira esa, Conce. Con ella los fabricantes de minifaldas darían en quiebra. Jesús que pudores

-A lo mejor al moro le gusta, chico.

La berberisca siguió su camino empujando el cochecito donde viajaba un niño y otros dos churumbeles acogiéndose de sus sayas. Total tres. Una buienalechigada que entre todos no sumarían los ocho de su edad

-La verdad es que paren como conejas y no parece que se adapten a nuestras costumbres-dijo la Aðsanta@ð del amanuense.

Pravia. El Escorial y en Medina (todas las medinas las de Castilla y Andalucía) ha aumentado la población musulmana de forma preocupante. Estos saben muy bien lo que hacen. Se sienten orgullosos de su pasado- en 1609 se cumple el centenario de su expulsión por Felipe III pero no lo digamos muy alto- y han iniciado su propia reconquista. Cervantes conocía bien al moro, pechero del pachá turco, buen soldado de Lepanto, se pasó su juventud al remo bregando contra el arraez de Constantinopla. Turcos, moriscos y corsarios ingleses son los grandes enemigos de España. Esto dice en el pasaje del Quijote en el que Sancho se encuentra con Ricote el tendero morisco de su lugar al que no reconoce pues ha entrado encubierto en España y viaja disfrazado de peregrino a Compostela:

AðOh cuantas y cuales cosas te pudiera decir, Cipión amigo, de esta morisca canalla, si no temiera darlas fin en dos semanas! ... por maravillas se hallará entre tantos uno que crea que crea derechamente en la ley cristiana. Todo su intento es ACUÑAR Y GUARDAR DINERO ACUÑADO y para conseguirlo trabajan y no comen. Entrando un real en su poder lo condenan a cárcel perpetua y a oscuridad eterna, de manera que, ganando siempre y gastando nunca, llegan y amontonan la mayor parte del dinero que hay en España. Ellos son su hucha, su polillas y sus picazas y sus comadrejas. Todo lo allegan. Todo lo esconden. Considérese que ellos son muchos y que cada día ganan y esconden poco o mucho y que una calentura lenta acaba con la vida como la de un tabardillo, y como van creciendo, se van aumentando los escondederos, que crecen y han de crecer en infinito, como la experiencia muestra. Entre ellos no hay castidad ni entran en religión ellos ni ellas: todos se casan, todos se multiplican, porque el vivir sobriamente aumenta la causa de su generación. No los consume la guerra ni el ejercicio que demasiadamente los trabaje. Róbennos a pie quedo y con el fruto de nuestras propias heredades, que nos revenden, se hacen ricos, dejándonos a nosotros pobres. No tienen criados porque todos lo son de sí mismos. No gastan con sus hijos en los estudios porque su ciencia no es otra que robarnos y ésta fácilmente . De los doce hijos de Jacob que he oído decir que entraron en Egipto cuando les sacó Moysén de aquel cautiverio, salieron seiscientos mil varones sin niños y sin mujeres; de ahí se podrá lo que multiplicarán las de estos, que, sin comparación, son en mayor número... pero celadores prudentísimos tiene nuestra república que considerando que España cría y tiene en su seno tantas víboras como moriscos, ayudados de Dios, hallarán a tanto daño cierta y presta solución.@ð



Cervantes, clarividente, no puede estar más atinado a vislumbrar un problema que sigue siendo tan de hoy. ,la superpoblación, dada la salacidad de los varones y el recato con que guardan a sus legítimas para ellos no hay modernidad las ponen el velo y la pata quebrada y en casa les ha hecho crecer y ,multiplicarse cuando por estos pagos tanto se habla del aborto. Los israelíes lo padecen en sus propias carnes en la franja de Gaza y aunque hemos criticado la acción llevada a cabo por el gobierno hebreo las pasadas navidades no hay que dejar de reconocer sin justificar la desproporción del uso de su fuerza que ese problema ya lo apuntaba nuestro querido don Miguel. donde planta Mahoma su pezuña no vuelve a crecer la hierba y se multiplican como ratas. El moro no se integra, ni cambia ni se reforma ni se bautiza sencillamente porque consideran que su religión es mejor y ellos se sienten superiores a nosotros. Nos crecen los enanos y estamos criando víboras. Víboras moriscas que decía Cervantes. Y lo mismo pensaba de los judíos a los que confunde en este pasaje.

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