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sábado, 7 de febrero de 2015

Nikita Sergievitch Jruchov nació en la fronteriza ciudad de Kalinovka  1894, pero desde 1909 fue residente en la ciudad ucraniana de Donetsk que está siendo convertida en el nuevo Stalingrado para muchos rusos –un error de cálculo en el que están cayendo Obama frau Merkel/ferkel y Holland- porque hay que conocer un poco de literatura  y del pasado rusos para saber que Ucrania para los eslavos constituye el fulcro de la palanca y Kiev epicentro de la ortodoxia la madre de las ciudades rusas.
 Un desliz de Nikita Jruchev, llevado por la buena voluntad, su campechanía y su condescendencia, han abocado a este proceso demoniaco y devastador del equilibrio europeo que empezó con el embuste y el putsch de la plaza de Maidan hace año y medio y de entonces acá ha muerto mucha gente.
Considero libremente que doña Margarita Albright la carnicera de Belgrado, don Javier Solana el tonto útil, el chico para todo the fucking Spaniard, que han vuelto a aparecer “on the news” como asistentes al nuevo pacto de Munich, han cometido una felonía que podemos pagar cara los europeos como ocurrió en Yugoslavia.
El Kremlin, cualquiera que sea el color del gobierno que lo domine, considera a Kiev el cuarto de atrás. Obama, la Merkel (esa alemán con aspecto de cerdita o cara de jabalí más bien), Holland el de la sinagoga de Paris, encontraron en Ucrania el talón de Aquiles y atacan por ahí siguiendo la vieja tradición talmúdica donde todo es deja vu nada está inventado. Usos y costumbvres y malos hábitos que lejos de dar modernidad al mundo están provocando el regreso a lka edad media y a las guerras de religión.
 Poco novedosos los nuevos capitostes trillan una vieja parva, con rodeznos que rechinan y patrones de comportamiento que apestan a alcanfor y naftalina.
 Putin se defiende y es de agradecer su contención, porque, de empeorar las cosas, los migs y los T62 rusos serían capaces de presentarse en Paris en menos de una semana. Podría en el peor de los casos arder California y a Benjamín Netanyahu se le bajarían los humos. El que a hierro mata a hierro muere.
En 1927 Jruchov, un hijo del pueblo cuyo apellido en eslavónico significa canastero fue nombrado secretario del comité central del partido comunista en Kiev y desde este cargo inicia el primer plan quinquenal  y la formación de los cuadros dirigentes                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                En Ucrania adalid de la lucha revolucionario y donde se iniciaron las grandes transformaciones sociales soviéticas fue el ariete de la conquista de Stalingrado, arsenal de las armas atómicas y de la tecnología de la Urss. Con tales prolegómenos en perspectiva que el guante cruza el aire y el reto está servido.
Nikita Sergievich cruzó la historia con su aspecto de mujik aquellos trajes mal cortados y el tosco zapato que se quitó en la ONU yo me acuerdo de aquella movida el año 55 tenía yo once años. Sin embargo, por debajo de tales histrionismo latía un corazón humanitario. Creo que fue un gran estadista a la vieja usanza de la guerra fría: acabó con el culto a la personalidad y a la infalibilidad del mandamás (algo que deberían copiar los católicos romanos que siguen adorando al papa como a un dios aunque sea Bergoglio y el pontífice que media entre la tierra y dios… nunca se equivoca… ¡puaf, ¡que terrible perversión del espíritu evangélico!) y mejoró la calidad de vida del pueblo ruso que entonces era soviético, no existiendo grandes diferencias entre un calmuco, un bielorruso o un letón. Siguiendo una política razonable y que han olvidado gentes tan inexpertas e ineptas como Aznar que se cargó el servicio militar obligatorio instituido por Eduardo Dato en España, los servidores del estado soviético eran enviados a lugares distantes de donde habían nacido con lo que curaban su apego al terruño y los pruritos nacionalistas que en parte son la maldición de los estados modernos desde napoleón hasta nuestros días.
De lo que se trataba era de una sociedad nueva, de crear un hombre nuevo. En parte fracasaron pero en parte triunfaron. Querían otorgar a la humanidad otra visión universal de la historia y de adscripción al lema de soy ciudadano del mundo que los globalitas de hora traducen como “soy sujeto que ama y practica las virtudes de los Estados Unidos”.
Fue un intento meritorio del PCS de acabar con la multiplicidad de razas y de la confusión de lenguas la diversidad de costumbre. Espíritu mesiánico que invocamos los españoles en América al pie de la cruz y que milagrosamente  cuajó. Un reto de unidad contra el diablo porque no en vano el pateta es designado con la palabra griega “∂iabolos” (separador, introductor de discordias) y Nikita fue un personaje de unión y de aglutinar fuerzas muy querido en Ucrania. Hizo de Kiev una ciudad moderna. Los moscovitas le debieron la construcción del metro de la capital rusa el más amplio y lujoso del mundo.
(continuará)

martes, 3 de febrero de 2015


BULGAKOV Y EL APOCALIPSIS. LA GRAN CONJURA PARA ACABAR CON LOS ROMANOV

 

¿Cómo será el fin de los tiempos? ¿Quién será el anticristo… una persona real o un sistema político? Ukrania la tierra feraz donde los arados se hundían en un suelo de labranza de las tierras negras hasta tres metros de profundidad, el granero de Europa, y todo ese légamo de civilización que arrastra sus dos grandes ríos el Don y el Dnieper hacia Kiev, la santa, la madre de las ciudades rusas con la gran cruz de san Vladimiro presidiendo la bocana va a acabar en la catástrofe de Chernobil que parece anunciar y presentir en su gran novela la guardia blanca Mixail Bulgakov casi un heraldo del fin de los tiempos. Y en su planteamiento coincide con lo que dice Bertrand Russel quien en 1918 visita la URSS y asegura que la revolución bolchevique fue obra de judíos rusos americanizados y los hechos de esta novela se desarrollan aquel invierno trágico de 1918 y en Kiev entre grandes celliscas de nieve.

 La tierra feraz se transforma en feroz erial. Se secan las fuentes, resucitan los gigantes, cunde el desamor, las costumbres se corrompen. Arden los bosques... toda Rusia era un incendio aquel verano de 1918 el año que se desarrolla esta novela.

 A lo largo de sus capítulos se escucha el tintineo de las espuelas de los cosacos que se cuadran ante su atamán y el repique-canto-metálico de los teléfonos móviles la irrupción de los bustos parlantes que se entregan a una vacarme o borrachera de letanías insufribles para contar la actualidad con una sonrisa  mefistofélica en sus rostros, perfectamente atildados la cara lavada pero el alma negra insensible al dolor ajeno grandes representantes del sistemas como anunciando a todos habéis de pasar por el aro besareis mi látigo y todo eso sin descomponer el gesto de hombres-anuncio y la mirada azul de las nuevas sibilas de la tele.

Las sibilas vuelven y es un mundo sibilino  de grandes avances tecnológicos y de una gran pobreza espiritual dominado por las técnicas de la propaganda el que intuyeron los rusos que vivieron o contaron aquellos días de octubre.

Han ganado los americanos subraya un capitán artillero que aguarda el ataque de los bolcheviques al edificio del Liceo donde los partidarios de la autocracia y la ortodoxia se han hecho fuertes. Sin embargo el coronel que manda la posición a la vista de la inferioridad numérica ordena izar bandera blanca.

 Suenan los gritos de traición… traición pero nadie se atreve a desobedecer los hechos consumados. No se puede hacer nada. Rompan filas.

 Se deshace la guardia blanca y los cadetes, el oficial de dragones, los húsares y los alanos se vuelven a casa con sus botas bruñidas las espuelas de plata, el sable reluciente y el colman impecable terciado sobre las charreteras. Todo eso ya no sirve para nada. Después de rendirse los coraceros piden vodka para mitigar los efectos del clima bajo cero y se entregan a una orgía pero no hay aguardiente en el mundo que pueda aplacar las heridas del alma congelada.

 Es la debacle. Es el fin de una era. Sin caballería las guerras ni son guerras ni son nada. Se acabó el honor, la nobleza, las maneras exquisitas y ese concepto de castas que permitió concebir la existencia desde un punto de vista estético. Se acabó la literatura. Lo que viene es la lucha de clases, la vulgaridad, el encefalograma plano.

Llegan los sindiós que traen sus propios profetas, sus escritores, sus panegiristas y publicistas. El materialismo dialéctico de Marx que permitió por lo menos la educación de las clases más desfavorecidas abocará al materialismo de los globalizadotes donde la persona humana no es más que un número, una unidad de consumo bajo el control de la red de redes.

 En definitiva Bulgakov nos vaticina un mundo feliz al igual que los grandes utopistas ingleses pero insufribles. Un judío que es pillado con las manos en el cajón durante un progrom le ruega a un húsar que ha desenvainado la espada todo el dinero te lo daré todo esto será tuyo y le señala la caja de caudales si me perdonas la vida. Gracia denegada. El ulano hunde su sable en el cuello del rabino y le corta la cabeza. El rabí muere mártir de la causa invocando a Yahvé.

 Chema Israel pero tenemos que ajustar cuentas mientras los caballos del Apocalipsis galopan por las riberas del Dnieper. Se terminó aquel mundo que creíamos mejor. Rompan filas, sálvese el que pueda. El santo y seña del final de los tiempos es que la caridad se enfría, las palabras ya no significan lo que significaban antes.

No hay canon ni medida. Se hunde la barca de Piotr mientras los bateleros del Volga reman y reman saludando con el sombrero cocidos de vodka al que ha de venir. Este es Petliura. Quien es Potliura? Según Bulkgakov el que ha de venir el interpuesto al que dicen que han visto alojarse en la habitación numero 666 en un hotel de la calle Lovitskaya pero esta presencia es fantasmal o by hearsay.

 Se narra mediante el oído no mediante la vista y por esto mismo la novela tiene un aire musical más que fotográfica. La trama no es lineal y el estilo participa de la velocidad y contundencia de la vida actual.

La “guardia blanca” es narración de muchas preguntas ninguna respuesta en esta novela de guerra antimilitarista donde se ridiculiza a los prusianos y a los estados mayores. No hay combates ni escenas de guerra. Sólo se escucha el estampido, lejano, de los cañones y se anuncia que el nuevo orden entrará con sangre y en medio de grandes estertores. Verdún significará una nueva catástrofe para Rusia la dejarán sola sus aliados a merced de la gran conjura de los impíos.

 El asesinato del zar será el epílogo a una historia trágica de furores. El hombre de las patillas largas- Trotzky- se atusa los bigotes tiene una gran cabeza y proclama la revolución permanente. Nuevos dolores y convulsiones para el pueblo ruso. Los cielos refulgen con la estrella roja de los comisarios y el ángel de la muerte escribe sobre las nubes negras el número de la bestia: 666.

En medio del caos se abren camino muchas traiciones ejecuciones sumarias deportaciones en masa. Los alemanes dejarán a los blancos de Ucrania a merced de los bolcheviques. Bulgakov les llama felones.

Cunde el desamor y el relato de las vencidas mujeres violadas campesinos arrojados de su tierra y por todos los dominios del zar se esparce la enfermedad rosa la sífilis como un flagelo bíblico. El autor era médico especialista en venéreas y el relato que hace de la enfermedad es puntual. Aparecen unas pústulas en las ingles (chancro) manchas de color rosa en la epidermis, después subseguirá la ceguera y la artrosis si no se ataja la epidemia con inyecciones de permanganato. Fue la enfermedad que sacude a Europa en los años 20.

Dios no escucha, está lejos muy a gusto lejos de la humanidad que sufre rodeado de una escolta de ángeles en el paraíso. En uno de los pasajes, sin embargo, aparece un pope que predica contra la desesperación. Es la desesperanza el mayor de los pecados a ojos del Altísimo puesto que viene impregnado de la soberbia satánica y sólo puede desesperarse los condenados del infierno. No conocéis sus misteriosos designios, se lamenta el padre Vladimiro puesto que el corazón de Dios es fuente de toda misericordia. El dolor y el sufrimiento colectivo tienen un carácter expiatorio y abrirán las puertas de la purificación. Este sermón que recuerda el discurso del padre Zosimo de Dostoyevsky pone una nota de claridad esperanzada en medio de la niebla de pesimismo de todo el relato. 1918 fue un tiempo de tinieblas y su mes de diciembre fue el más perverso en fríos y en crueldades humanas durante siglos.

Desde luego, se acabó la literatura, todo concepto de honor y de estética es pisoteado para dejar paso al lucro. Mucha gente irá a la cárcel o será marginado por pensar por su cuenta nos profetiza Bulgakov. Ya se escuchan las pisadas del ángel del Apocalipsis. La idea central del libro es que hubo una conspiración universal para acabar con la ortodoxia proyectada desde el odio a la cruz misericordiosa, una conjura que es tramada por los que son siempre los mismos los apóstoles del odio y la revancha pero al final vencerá el amor. El autor del Diablo y Margarita era uno de los autores preferidos de Stalín hasta que perdió el favor. Bulgakov muere en Moscú en un bombardeo de los alemanes a los que tanto despreciara en 1942.

 

Sábado, 01 de agosto de 2009

domingo, 7 de diciembre de 2014

FRAY tOMAS DE KEMPIS UN BUEN ALEMÁN


TOMÁS DE KEMPIS: IMITACIÓN DE CRISTO COMPUESTA POR FRAY LUIS DE GRANADA

 

Por los rinconcitos y entre los libritos. Este apotegma máximo fue lema de mi vida discurrida por cauces tortuosos, caídas y levantadas, yo pecador dentro de la mentalidad católica en la que nuestras almas se forjaron; Poco tiene que ver aquel misticismo al uso trascendente  de antaño con la secularidad y descreencia  del hogaño que nos pervade. Ahora lo único que vale es el hic et nunc de la rabiosa actualidad que cada día se devora en disparates y amenazas. Entonces lo más importante era el “postea” (después) con sus cuatro novísimos: Muerte,  juicio, infierno y gloria, ten cristiano en tu memoria. A aquellos tiempos tranquilos cada cosa en su sitio y un sitio para cada cosa sobrevino el vértigo de la hora oscura. ¿Estará el mundo a punto de reventar o es que se ha acelerado la historia?

Parece que estoy escuchando a aquellos lectores hebdomadarios (cada uno estaba de servicio de semana un poco como los sargentos al cuidado de la tropa, y eran gente importante en el seminario pues cuidaban el alma dándonos alimento espiritual en cápsulas, íbamos para curas, éramos unos ilusos tal vez unos iluminados, nos tragábamos todo lo que nos decían, vivíamos en un mundo de puntillas y de mentirijillas,  creíamos que todo el mundo es bueno, no fumábamos ni bebamos ni tomábamos café ni nos había nacido todavía el colmillo retorcido de los desengaños aunque a algunos de mis compañeros les apuntaba ya el bozo y los granos que presagiaban una revolución de sus hormonas)  abrir las páginas del Kempis al cabo de proclamar la lista de los santos del día según el martirologio romano con su voz recia y adolescente troquelada de latines y de entonación retórica porque por aquellas fechas se enseñaba en los internados elocución y oratoria sagrada – Antonio Valdivieso y un chaval pequeñito que casi no alcanzaba con la mano los paños del púlpito, procedente de Valdesimonte que luego andando el tiempo remataría en canónigo de la catedral, no sé si magistral o deán que de eso no me acuerdo pero aquel muchacho iba para magistral tenía una voz rotunda y estentórea en contraste con su escasa estatura- decir con mucha prosopopeya y tornavoz: “De la Imitación de Cristo y menosprecio del mundo por el  venerable Tomás de Kempis” y casi todos los pasajes que se leían mientras la comunidad con las primeras claras del día atacaba a la leche en polvo y la taza de achicoria que se servía en grandes cafeteras humeantes por los fámulos  de semana.

Los días de fiesta había churros o tostadas pero a diario el yantar consistía en rebanadas de pan revenido con  mantequilla entreverado de buenos consejos.

A lo largo de los capítulos de este librito leído mil veces  Jesucristo hablaba a las almas. “Hijo, el que procura etc. …” Y sin saber por qué uno se sentía protegido y lleno de esperanza para acometer las tareas de una nueva jornada. La manduca espiritual era mucho más consistente que la corporal. En aquel tiempo nos alimentábamos del Kempis que eran lonchas  eucarísticas obleas celestes para compensar otras carestías: poco afecto, escasas condiciones higiénicas a causa del hacinamiento, magra pitanza. Por enero sabañones y a ver si nos mandaban algo de casa en el talego de los jueves.

Nuestro frugal almuerzo se compensaba con el copioso afrecho espiritual. Terminaba el martirologio romano con la frase “y en otras muchas partes otros muchos mártires confesores y santas vírgenes” y empezaba la lectura del Kempis “ Imitación de Cristo y menoscabo del mundo por el venerable Tomás de Kempis”. Este tratado de espiritualidad, vivero de santos tristes y almacén de tristes santos, un tanto repetitivo pero dulcísimo y rezumando una suavidad que no era de este mundo, tan sencillo como conciso representa la cifra y compendio del pensamiento occidental.

Era, empero, un tiempo con fundamento. Sabíamos a que amarrarnos. Lo blanco era blanco y lo negro, negro. Había una ley y unos principios, baremos, una cierta tolerancia ilusionada.  A los jueces, a diferencia de hoy que son los protagonistas de esta triste republica o monarquía bananera, coronada de corrupción donde se suelta a los asesinos y se encarcela a humildes ciudadanos por un delito de tráfico o por el mal uso de una tarjeta de crédito, no se les veía, comían solos y muy gorda tenías que hacerla para acabar ante un tribunal. Actualmente te pueden sentar en el banquillo por nada, se rasgan las vestiduras democráticas los fariseos del sanedrín y tú vas a chirona como está mandado porque hoy todo puede ser delito si te aplican el reglamento de la democracia. Hoy está todo más confuso y los perfiles muy buidos aparentemente tan amables por fuera por dentro esconden un envés atroz. No hay libertad. Nos han echado las cadenas del anticristo y entonces creíamos a pie juntillas de la mano de aquellos jesuitas que nos daban ejercicios en el reinado de Cristo. Corazón Santo, tu reinarás…

A través de los ventanales del comedor penetraba la luz de un nuevo día; allá en lontananza la Mujer Muerta  andaba luciendo los armiños de su manto invernal o en primavera llegaba junto a los buenos consejos del Kempis el canto de las aves que piaban en la morera secular la que estaba en un rincón cabe el frontón de la huerta (el hastial donde jugaban a la pelota los del seminario mayor era el proscenio del teatro Cervantes) Se desayunaba en absoluto silencio. Así que entre los libritos y por los rinconcitos. El Kempis ha sido uno de los libros más traducidos después de la Biblia. El afrecho o “frumentum” de los que rumian altos pensamientos. Es un manual de perfección. ¿Qué es la perfección? Sed perfectos como vuestro Padre que está en los cielos. Sálvanos, Señor, que perecemos anegados en el mar de rencillas en un océano de perversiones.

A tanto no llego. Posee este opúsculo el candor y la eficaz poesía del Evangelio, siendo el producto de una época cuando Europa era joven y se anunciaban los grandes cambios que vendrían arrastrados por la invención de la imprenta y los descubrimientos de nuevos continentes. El siglo XV es el siglo de Europa encarna el triunfo de la iglesia católica. Abocaba un tiempo nuevo. Los monasterios estaban llenos. Iglesias catedrales cabildos presbiterios se desparramaban por la geografía del viejo continente. Precisamente a causa de esta eclosión eclesial se va a producir la crisis y aquel fervor que empieza con los dictados de los “pequeños alemanes” va a terminar con Erasmo el gran escéptico y con Lutero el heresiarca. La iglesia va a morir de su propio éxito tras su apoteosis medieval. Se camina hacia la unidad y a la aparición de monarquías absolutas todo ello combinado con un resurgir de los nacionalistas que determinaría las guerras religiosas que abocaron a baños de sangre intramuros de  burgos villas y ciudades que se desuncen del yugo feudal tanto como cuestionan la prelación del obispo de Roma sobre la cristiandad.

El marco de los grandes cambios es la desintegración del Sacro Imperio Germánico. Carlomagno se había erigido mentor del papado otorgándole la potestad de las llaves y tiene por escenario el norte de Europa donde aparece esta juvenil pujanza alrededor de los condados de Brabante, Brujas, Amberes a la sazón muy pobladas; a estas tierras llamaban “oficina gentium”.

De Tomás de Kempis (1380-1471) poco se sabía: que era flamenco nacido en la ciudad alemana de Hemerken como hammer (martillo) donde su padre era el herrero del pueblo y que en toda su vida abandonó el claustro. Sería enviado a estudiar a Denveter (Holanda) allí ingresa en una institución fundada por un diacono Gerardo Groot: Hermanos y Hermanas de la Vida Común. Se ordena sacerdote en 1413 y canta misa en 1414 cuando es nombrado canónigo de Agnetenberg Utrech según la regla eremítica de san Agustín.

Su oficio fue el de amanuense habiendo dedicado su vida a copiar misales y libros de devoción poco antes de que los pendolistas monacales le dieran la vez a Guttemberg para honra y gloria de dios y difusión del pensamiento. Muere en su convento de Agnetenberg a los 92 años (si quieres llegar a viejo metete a fraile) el día de Santiago de 1471.  No sería canonizado. Sólo es Venerable. Se le incoaría proceso de beatificación que quedó parado cuando al desenterrar sus restos se descubrió en el rostro un gesto macabro. Había sido seguramente sepultado vivo y la desesperación del último instante no se compadece con la aureola intachable que han de tener los que van a subir a los altares. Al traductor de sus obras al castellano el P. Granada sorprendentemente le ocurriría el mismo caso y tampoco su nombre sería inscrito en la nómina de la bienaventuranza.

Este detalle que a mí me contó uno de nuestros tres presidentes, don Eloy, (¿qué habrá sido de aquel rubiales mientras deambulaba camino de Baterías un jueves por la tarde a jugar al fútbol me impresionó al narrar con todo lujo de detalles cómo fue la exhumación de los frailes?). Yo también quise ser un santo de adolescente, ganar almas para dios, servir a la iglesia.

De modo que el autor de una de las escuelas más importantes de espiritualidad (se dice que el Kempis ha sido una forja de santos y animó a adentrarse por la senda de abrojos que lleva al camino de perfección a lo largo de los siglos) no pudo ver coronado sus sueños de unión con Dios y se condenó para siempre… para siempre. Esto a mí no me cabía en la cabeza pero los designios del Señor son inescrutables. Empecé a darle vueltas a la cosa y no encontré solución. Un sacerdote al que consulté mis escrúpulos me dijo que en eso había sido tentado por Satanás. Había caído en lo que los ascetas denominan círculo diabólico del pensamiento. Deja de comerte el coco. Las ideas dentro de la mente los más disparatados pensamientos se devoran unos a otros. Mejor no pensar, no especular, no escudriñar los misterios de la Trinidad, no abrir el portón a la loca de la casa que es la imaginación, y sea lo que Dios quiera. Infancia espiritual. Arrójate en el abismo de la divinidad. Abandónate. Sí padre ¿Pero cómo? No me supieron dar respuesta. Por ese camino acabaría por convertirme en un alumbrado. Andando el tiempo la salvación la encontré en la literatura nunca en la filosofía, tampoco en la teosofía.

Todo cuanto sube baja y todo lo que nace muere. Las cosas son del cristal del que se mira y con frecuencia no todo es como parece. Abrazar dogmas es correr muchos riesgos, conviene dejar pasar y dejar hacer. Este laxismo denso en melancolía es de designio divino. Muy grandiosa resulta la teodicea amartillada en tesis y en silogismos que enseñaron en sus aulas magnas el Angélico el Doctor Melifluo y san Buenaventura. Pero ¿cómo llevarlas a la practica? Esa es la fija. El misticismo neoplatónico termina en la superstición y en la Cábala. No hay vuelta de hoja. La decimoquinta centuria pone colofón a la gran teología especulativa que irradiaron las famosas universidades (Alcalá, Oxford Salamanca, la Sorbona, Bolonia) y como resultado de esta decadencia surge la mística. Con el objetivo de una búsqueda de dios intimo y en el interior. Ojo. Estamos a un paso de la herejía. Fruto maldito de este principio loable pero que degeneró en aberración cerrando la puerta a la vida en común el menoscabo de la oración mental y de la liturgia fue el libre examen. Teresa de Jesús: el que tiene a dios nada le falta. Lutero: los santos no pecan nunca al ser vaso de elección del altísimo. En otras palabras: si con Él tratamos podemos hacer lo que nos venga en gana. De manera que el concepto de la divinidad objetiva de la sapiencia medieval cede el turno a la gran subjetividad moderna. El hombre como medida de todas las cosas y “suum cuique”. Eso es el humanismo. El renacimiento. Sin querer y deduciendo por una regla de tres encontré en este corolario la causa por la cual el Kempis no subió a los altares y esta interpretación de por qué no llegó a santo y se le considera sólo venerable me satisfizo más que el gesto de desesperación que encontraron los exhumadores de su sepulcro en su cara arañada.

Fray Tomás había querido robarle el fuego a los dioses. Claro está siempre nos queda el consuelo del consejo del cura de mi aldea haz lo que yo te digo no hagas lo que yo hago y el Kempis es un dechado de perfecciones ascéticas, verdadero tesoro de normas de comportamiento que sólo los héroes serían capaces de poner en práctica.

No esta probado, en contra de lo dicho, que la Imitación fuese escrita por este fraile holandés. Porque apareció sin firma en 1418. A Gerson a Eckhart y a Ruysbroeck se ha atribuido el opúsculo y siguiendo el principio de ascensión y caída nacimiento y muerte la pléyade de autores religiosos que buscan nuevas fórmulas de espiritualidad degenerarían en los iluminados y alumbrados de la centuria siguiente.

 

(II)

 

Gnosce te ipsum conócete a ti mismo despréndete de lo que te sobra, únete al sacramento, conversa con Cristo. He aquí el método de santificación propuesto por la Imititatio Christi et contemptus mundi. Es el camino de la infancia espiritual descubierto por Teresa de Lissieux cuatro siglos más tarde. El abandono.  Somos carne de dolor. Habrá que refocilarse en la propia miseria, tener conciencia de lo poco que valemos. Hay en esa obsesión un cierto masoquismo. Se trata de unos predicados a día de la fecha en los umbrales del 2015 poco asequibles pero es lo mismo que postulaba Job con san Pablo en sus epístolas: que todo es vanidad. Este cristocentrismo (vivir sin Jesús es un infierno, vivir con Jesús un dulce paraíso o el que a dios tiene nada le falta de Teresa de Ávila) hoy no se comprende porque va unido a cierto misoneísmo y desdén de todo lo terreno.

El Kempis es oscurantista. Apartase de toda ciencia que no tenga como fundamento el estudio de los dichos y hechos de Cristo. ¿Qué te aprovecha disputar altas cosas de la Trinidad si careces de humildad por donde desagradas a la Trinidad? Si supiera toda la Biblia a la letra y los dichos de todos los filósofos ¿qué aprovecharía sin la caridad? Vanidad de vanidades. Vanidad es desear larga vida y no cuidar que sea buena. El Kempis suelta verdades de a puño sobre la fugacidad de la vida la inanidad de los honores la volatilidad de las riquezas las mudanzas de la fortuna. Tan sesudas consideraciones nacidas de la misantropía, sin embargo, no creo que sean lectura recomendable en la actualidad. En aquellos días nuestros pedagogos considerasen los capítulos del libro edificante para adolescentes entre doce o quince años. En cierto modo la iglesia pecó contra nosotros de grave al arrebatarnos las alegrías de nuestra juventud. Quisieron hacer de nosotros santicos de retablo individuos anormales que arrastrarían tales taras a lo largo de su existencia. Algo vale que yo que soy algo anárquico tengo por costumbre tirar siempre por la senda contraria a la que indican los postes de dirección o por la trocha de en medio pero es preciso reconocer que el Kempis convirtió en tarados mentales a muchos de mis compañeros. Algunos irrecuperables. Había que estudiar para vivir no para saber. Tienes que vencerte a ti mismo hacerte la guerra cambiar lo visible por lo invisible y lo sobrenatural por lo natural pero tales diferencias no se entendían muy bien. El tono elegíaco, oscurantista, deletéreo, filosófico y desdeñoso para con la vida humana esa que nos dio dios nos hacía sufrir y decíamos para qué; ¿ubi sunt? Tal vez influyó sobre el pensamiento del siglo XV y repercute en las coplas de Jorge Manrique a la muerte de su padre. Mas, nosotros no éramos  como el poeta castellano que había vivido lo suyo y en sus famosos versos se mostraba desengañado sino unos niños que estábamos aprendiendo a vivir y se nos torturaba cada noche con el pensamiento de las penas del infierno y por la mañana nos desayunábamos con el dies Irae por los difuntos y nos acostábamos lanzando exorcismos contra los nocturnos fantasmas que podían rondar nuestro habitáculo.

Se ha de buscar la verdad no la elocuencia. Hay que despreciar los honores mundanos ¿pero los papas y cardenales leerían las sentencias de este fraile hipocondríaco y medio hereje? La imagen de Bergoglio representa casi lo contrario de lo que predicaba fray Tomás en sus sermones. La ascética de los jesuitas y nada se diga de los del Opus está impregnada de mundanal ruido.  Son un poder fáctico.

No te ensalces de la hermosura y gallardía del cuerpo que una enfermedad destruye y afea. Pues es verdad. Pero que se lo digan la Igartiburu ni a la Campos con sus pases de modelos y bellezones a la hora de comer. Predica la humildad y la obediencia pero verdaderos humildes hay pocos aunque abunden los falsos humildes y de la sujeción de los monjes al abad no conviene extenderse largamente.  Para los místicos que aspiran a lo sobrenatural lo natural es un trauma.  Y de ahí las conductas aberrantes la hipocresía dureza de corazón e incluso idolatría de los profesos en ordenes religiosas. Al querer ser divinos se convierten en apartidas antihumanos tarados mentales de una psicología difícil al considerarse ellos mismos casta aparte y unos escogidos. El valor divino de lo humano decía un cursillista del Opus que venía a darnos charlas el p. Urteaga aunque yo prefiero el valor humano de lo divino si es que lo hay. Además, suelen incurrir en un error gravísimo: malinterpretar el evangelio. Gente muy pertinaz y con bastante retranca. No hay cosa peor que creerse dueños de la verdad. Si cada año desarraigáramos un vicio, presto seríamos perfectos. Largo nos lo fiáis. Esta idea está tomada de Ovidio quien que atajar al principio el mal, el bien procura. Prevenir antes que curar. Principis obsta; sero medicina paratur. Quum mal per longas invaluere moras.

Hay que sufrir con paciencia los defectos de los otros. Si quieres paz con los otros tendrás que aprender a quebrantarte en muchas cosas. Es sana virtud la de la mortificación que se traduce en fatigas persecuciones y oprobios de toda índole.

Septuagenario ya, he vuelto a leer el Kempis que de niño  meditaba a diario entre el horror, los escrúpulos, las muchas dudas planteadas por mi inocencia a la sazón, la compunción y el anhelo de perfección, hoy ya de vuelta de todo lo comprendo mejor. Estamos acá de paso. Somos de esta vida terrena peregrinos. Ubi sunt? ¿Dónde estan?. ¿Qué fue de aquello? ¿En qué acabó tanto frenesí? Refrena la gula. Nunca estés ocioso, lee con compunción mas que con curiosidad. Los mayores santos evitaban la compañía de los hombres y preferían vivir para dios en su retiro. Tantos desengaños cuantos fracasos y decepciones infinidad de traiciones. Ahora entiendo lo que no comprendía entonces. Sin embargo, ha merecido la pena esta aventura. Me siento gozoso de haber vivido. No me cuadra que un calígrafo un amanuense que siempre andaba entre los rinconcitos y por los libritos se muestre tan despectivo hacia el saber y la especulación. Ha de buscarse la verdad no la elocuencia. No querer la nombradía y adquirir fama de letrado. El monacato es anonimato. Cuando se toma el hábito de una orden contemplativa se muere al mundo y a la vanagloria. Sin embargo la ciencia y el mundo progresa gracias a los libros y no hay vida más perfecta que la de la idea. La especulación nos libra de las particularidades físicas y nuestras mermas corporales

 

III

Consideraba yo un desafecto a la buena educación sentimental estas lecturas mañaneras con la cruz a cuestas de la muerte la obsesión sexual de que todo es pecaminoso precisamente cuando nuestras hormonas estaban reventando y todo aquel terrorismo mental tanta hipocresía circulando cual aire viciado por aquellos caserones destartalados. Tengo para mí que el librito en cuestión yodo un centón de ideas arrancadas del Viejo Testamento de los autores clásicos y de los Padres del Yermo no fue una fábrica de santos sino un vivero de tarados mentales, pervertiros sexuales que serian incapaces de establecer una relación sin traumas con una mujer.

Este verano visitamos la Aceitera y con algunos supervivientes y ex condiscípulos recorrimos la huerta que albergó nuestros juegos infantiles la muralla adonde nos asomábamos para ver la sierra o contemplar el acueducto, los tránsitos donde estaba el edículo de la Pilarica a la que rezábamos los días de retiro, la capilla, la iglesia del Mayor, los dormitorios y las camarillas las escaleras que daban a la planta noble y las que bajaban a la leñera y al Patio de  Filósofos.

El refectorio estaba igual que lo dejamos hace sesenta años. Valdivieso no sin emoción subió para hacer que leía algún versículo del martirologio o un capitulo de las novelas de Emilio Salgari. Aun estamos vivos y hay que dar gracias al Altísimo. Lamento tener que decir que los más sanos fuimos los que ahorcamos los hábitos mientras los que alcanzaron el sacerdocio me parecieron gente muy complicada. Es un poco la tesis que explayo en mi novela. Algunos de estos curas no han barrido las telarañas de su mente. En aquella iglesia había mucha mariconería y algunos prefectos y directores espirituales había que darles el título de corruptores de menores. ¿Cómo borrar la culpa? ¿Quién perdonará los pecados mortales de la iglesia? Esa es la pregunta y que el Señor se apiade.

Todos nos emocionamos un poco con la visita nostálgica. La iglesia a la que amamos y servimos no nos ha hecho a los ex ni puto caso. Nos considera hombres nulos. Los curas siguen a lo suyo amarrándose a las boyas del Poder aunque para ello tengan que dar la vuelta a todo lo que enseñaron y creímos durante centurias enteras. Ninguna disculpa o excusa, ningún melindre, ninguna caricia para con nosotros. Sois unos rebotados. ¿Alma mater o madrastra? Mig16 seguía allí esgrimiendo el artículo primero del reglamento serán expulsados los díscolos los incorregibles… etc.

  Don Federico, mire este chico.

  ¿Qué pasa ahora? ¿Qué tripa se te ha roto, Clodoaldo? ¿Te volvieron a cascar?

  No, que este niño tiene un blog

  ¿Y qué es eso?

  Un mural electrónico donde se dedica a escribir mariconadas. Son páginas en las que se desahogan los escritores fracasados los autores inéditos los que no llegaron a nada en la vida.

  Eso le pasa por tonto. Mejor hubiera estado de cura. Ahora sería un señor respetable y no un bohemio de esos que van por el Gijón a darse tono y para que les ponga la cara colorada don Pepito.

  O no. Eso ¡quien lo sabe don Federico! A lo mejor se hubiera tirado al monte uniéndose a los guerrilleros de Camilo Torres en Colombia o engrosado las hordas asesinas etarras.

  Y ahora estaría en la calle mira tú y con una buena paga.

Los años vienen y van. No hay nada fijo. Todo es mudable excepto los contertulios de la tele y esa chica del telediario la Cleopatra que lleva años apalancada en la silla y ha sido generaciones enteras el busto parlante de las malas noticias que proclama desde su ambón privilegiado con gesto impávido y sin trabucarse excepto cuando la información se refiere al nuevo rey don Felipillo y a doña Ficticia la nieta del camionero que entonces exhibe una sonrisa de liebre para anunciar que todo va bien que las instituciones funcionan y que la ley será aplicada caiga el que caiga (eso ya se decía en los tiempos de Franco de los que estos monarcas son herederos) y en consecuencia ojito, mucho cuidado, y oído al parche.

El diablo no duerme. Siempre anda merodeando el aprisco en la majada buscando a la oveja incauta y descolgada a la que devorar. Pero estos prójimos han pactado con él. Como son el consenso puro y duro se van de rositas, con tal que no les quiten la silla o el trono, la tiara, el momio o el puesto de trabajo.

Al Kempis, por tanto, lo leemos hoy sólo los extraterrestres. Estos que están en la cresta de la ola se inflaman de Maquiavelo páginas y más páginas de inviernos en Lisboa y tócala otra vez, Sam. El fin justifica los medios. Los jesuitas etc.

  ¿Y Bergoglio? ¿Cree Vm. que meditará cada mañana con este librito)

  Dúdolo mucho. Es del bando maquiavelista. No desdeña el poder y la gloria y se rige por la sagacidad del siglo. No creo que este pontífice quiera ser tenido por poca cosa y ser despreciado humillado y escupido por seguir a Jesucristo. Antes bien busca el halago y las bendiciones del mundanal.

  Esto es; que quiere ser políticamente correcto, no salirse de madre.

  Posee todos los vicios y ninguna virtud de los jesuitas

  ¿A quien le amarga un dulce?

 

IV

Por uno de los balcones de la memoria al escuchar estos diálogos de mi conciencia de septuagenario he visto a aquel adolescente tímido y confuso que en aquella capilla tras la muralla bañada por la luz de la sierra leía estupefacto aquel manual de espiritualidad que le regaló una tía monja en papel biblia y tapas de piel. También quería él vivir por los rinconcitos y entre los libritos. Quería ser santo. Luego todo serían desventuras incertidumbres pesares y fracasos. La gloria no le llegó jamás y la santidad a la que aspiraba es un vacuo territorio comanche. No hay ya hornacinas ni aureolas ni sonrisitas melifluas en estatuas de escayola, más bien coronas de espinas y el látigo de tarascas del Corpus o del sayón de Semana Santa.

Clodoaldo Verumtamen [que así lo llaman y se apellida] a sus setenta años reconoce que aquellas lecturas desordenadas de algo que no entendía y que le ocasionaba un cierto malestar interior incentivó la semilla de su capacidad de sufrimiento, aguantar mecha, no contestar a la pedrada con otro golpe de honda no devolver la bofetada y afrontar el oprobio y menoscabo de tu persona con una forzada sonrisa.

En la educación para el sufrimiento es imbatible este fraile flamenco en los consejos que imparte. El que quiera venir en pos de mí tome su cruz y me siga. ¡Oh bona cruz salvum me fac! Ayúdame, señor, en todo lugar y tiempo. Pedid y recibiréis buscar y hallareis. Llamad y se os abrirá. Esto por desgracia no ha sido así.  Encontré muchas puertas cerradas, cegados muchos caminos. Sería que mis suplicas al Dador de vida iban mal encauzados o pedía lo que no me conviene. O que no sabía pedir. A dios rogando y con el mazo dando.

He aprendido a obedecer, a humillarme y ser lodo a los pies de la gente. Ven en mi auxilio que estoy atollado en el fango ¿El infierno? Puede que exista. No le tengo miedo; yo lo he pasado a lo largo de mis días. Confío en la promesa de resurrección. Mudables somos pero en Ti estamos firmes… ojalá dios fuerte de Israel celador de las almas fieles mires el trabajo y el dolor de tu siervo y le asistas en todo doquiera que fuere.

Recibimos los que nos dedicamos a juntar verbos el consuelo de la Escritura. Y por ahí deben de andar revoloteando las alas del Divino Paráclito. El oscurantismo del que hace alarde fray Tomás no puede ser más falso y contradictorio pero ¿qué es la existencia sino perpetua contradicción y espasmo? No faltarán miserias y tribulaciones. No obstante, asidos al remo de la gracia, no naufragaremos en medio de la tempestad. Cristo es el camino de la paz y la verdadera libertad. Por eso le denomina el Gran Eleuterio o libertador. Este concepto iluminó mi vida y se agranda con el paso de los años. En cristo vivo y respiro. La enseñanza evangélica configura el ideario de una religión perfecta la del amor que nunca se cumple, o se ha materializado en el mundo de forma invisible. Puede que las apariencias engañen pero aparentemente los anticristos llevan la voz cantante sobre los pobres nazarenos de espinas coronados a los que dan a beber hiel y vinagre. Así que ellos andan escondidos por los rinconcitos y entre los libritos. Ninguno levanta el gallo. Nadie quiere engrosar la nómina de los mártires. Quedémonos  en casa calientitos.

El cristianismo está traspasado y mecido en esa tensión hacia el ideal. Esta es mi esperanza y mi consuelo acudir a Ti en toda tribulación y esperar pacientemente el consuelo. Frases tan maravillosas como estan constituyen el decálogo sapiente de la Imitación de Cristo. Un aura de luz baña sus páginas que explican una filosofía y pautas de comportamiento a redropelo de lo que hoy se estila y se aconseja para triunfar. Pero nos encontramos ante un opúsculo políticamente incorrecto el mejor apólogo jamás escrito de los cuatro evangelios. He aquí una muestra de ese ·contemptus mundi”: Ninguna cosa criada basta para aquietar mi apetito. No sentir alguna tribulación ni sufrir fatiga no es de este siglo sino propio del descanso eterno. Nacemos para sufrir. Por todo ello, los cristianos fuimos acusados de masoquistas. No has de inquietarte por ser feliz ni vivir mucho porque la vida larga aumenta las posibilidades de pecar. Es preciso vivir con templanza en abstinencia de manjares y en esperanza. La virtud de la templanza vuelve longevo al hombre. Un axioma incontestable. Los eremitas suelen alcanzar edad muy provecta. La frugalidad es madre de la sabiduría: no moverse a todo viento de palabras ni tampoco dar oídos a la halagadora sirena de la adulación. No te enojes si algunos tuvieren mala opinión de ti y dijeren lo que no quisieras oír. Pues si andas dentro de ti no harás caso de las palabras que vuelan que no poca prudencia es callar en el tiempo adverso y no turbarse por los juicios humanos. Del desordenado amor y vano temor nace todo desasosiego y toda distracción de los sentidos. Ven a Mí cuando no te hallares bien. Cada jornada tiene su afán y bástele a cada día su trabajo (Mt. 6,34) no se turbe ni tema tu corazón (Jn. 14,27) Cree en Mi y ten confianza en mi misericordia pues cuando tú piensas que estás lejos de Mí yo estoy cerca de ti. ¡Maravilloso! No está todo perdido cuando alguna cosa te sucede contraria.

V

Predica el desasimiento de las cosas terrenas y el abandono en el Dador de Vida con esa ingenuidad que caracteriza a la decimoquinta centuria cuando a Europa le salía el acné de la adolescencia y pletórica de fuerzas se adentraba en una crisis de crecimiento. El catolicismo moriría de su propio éxito. El Kempis da los primeros pasos del libre examen que sería el punto de arranque de la herejía luterana y en sus dieciocho capítulos crepita una acerada crítica a la disipación laxista de las ordenes religiosas que darían paso a la reforma y a la contrarreforma. Sus páginas resuman el candor de la pintura de los pequeños alemanes. Es una miniatura o cuadro al minio de la vida monacal en Flandes donde se plasman interiores y paisajes floridos en combinación con estados de ánimo y una inquietud religiosa que anticipa el advenimiento del Renacimiento. Con criticas a los poderosos de la tierra. Ni los reyes ni los papas se libran de las tribulaciones. Esto es un valle de lágrimas un lugar de tránsito donde la única manera de ser feliz es el dominio de los apetitos la moderación en la mesa y en los afectos. Ne quid nimis pero por esos mismos predicados andaban ya Séneca y los peripatéticos griegos. La verdadera vida comienza en el más allá. Cumple de tejas abajo llevar con paciencia las adversidades soportar los insultos y calumnias de nuestros prójimos. Los pobres y desvalidos los humillados y ofendidos serán recompensados y obtendrán su desquite el Día del Juicio. Largo nos lo fiáis. A causa de esa esperanza o expectación mesiánica los cristianos son tachados de locos por los librepensadores y zionistas que laboran por construir el reino de dios en el suelo o en el subsuelo y no en la buhardilla del rascacielos.

Dentro de sus hallazgos literarios y la dulzura que imprime a la traducción castellana el P. Fray Luis de Granada quien hizo convirtió al Kempis en el devocionario más popular durante siglos la obra también tiene sus mermas: la machaconería y la repetición y las contradicciones que nos descubren la psique de un fraile apocado y confundido, algo deprimido y no demasiado simpático o popular dentro de su monasterio. Le gustaba llevar la contraria. ¿Era un soberbio so capa de falsa humildad?

Da la impresión de ser un amargado que se refugia en Jesucristo para hablar con un dios que acaso sea la prolongación de sí mismo. En él encuentra valimiento para su apocamiento quietista casi al margen de la ortodoxia. Dentro está la luz de la sabiduría de Cristo. Como valedor y consolador de sus desgracias y paliativo a nuestros sufrimientos. Ahora ya no hay luz. La pantalla se nos fue a negro aunque es posible que la luz se esconda debajo del celemín. Son palabras que vuelan por el aire sin hacer mella. Tras de tiempos vendrán tiempos de mayor dulzura quedando confundida la astucia diabólica y la vanagloria los prestigios las falsas expectativas los capciosos reclamos irán de cabeza a las calderas de Pedro Botero. Un cirio nuevo iluminará otra época.

 

domingo, 07 de diciembre de 2014

 

 

 

sábado, 29 de noviembre de 2014


Thank you, Mr. Cameron. Wish I was British

English people taught me to me polite, never supercilious, to love my fatherland at all costs, never complain never explain, to have lukewarm attitudes to life, never too much enthusiasm, the benefit of doubt, a certain dose of skepticism and fair play. Whatever might happen never show your feelings. Keep the upper lip, answer the letters, and if things come to the worse, close your eyes and think of England. Do not trust strangers. If you talk to a person without being introduced that is rude. Avoid ill manners. Neither speak of  your own privacy not discuss religions or politics except Sunday afternoon at Hyde Park Speech Corner. I learned to mistrust Popery. Thus,  I discovered real Christianity and reconciliation with myself not being dogmatic but practical and full of commonsense.

The English could be polite in the super grade, but also rude and tough. Be aware when they say that is, mate, they become the best fighters in the world. Real beasts they are at war.

The zest for politics, and reason, common sense are virtues of the Bulldog striped with the union jack and common sense is what Mr. Cameron has displayed curtailing the big rush of immigrants to the British Isles. Sorry, Mr. Pope, but we don’t want to be neither ripped off nor invaded. Cameron also is the only European politician who has spoken against the secession of Cataluña. He wants a united and strong Spain. The British premier raised his voice clear and loud against that oddity. Our king and our president by contrast soft and meek did not open their mouths on that crucial matter. If accomplished,  that will mean the destruction of Spain. In  the UK Mas and his cronies at this time of the day should be behind bars, in the Tower, or shot and perhaps the tanks and the British Army should have been seen patrolling  Barcelona´s streets, as I saw them in Belfast in 1968.

My country with or without reason is always right. A motto that our politicians never learnt from the British. Shame! What a pity! But many thanks and long time to you, David Cameron. I wish I were British. I love England. Little England shall be always in my heart.

martes, 25 de noviembre de 2014

LENÓN DE LA MANCEBÍA CORIBANTES Y SACERDOTES DE JUPITER CIDARIA Y ESTOLA HISOPO EN RISTRE

miércoles, 12 de noviembre de 2014


LIBRERIAS DONDE ESTAN A LA VENTA LOS LIBROS DE ANTONIO PARRA

 

Madrid

 

Librería Romo

Luis Cabrera 64

Madrid 28002

Tel. 91 561 13 81

 

EL BUSCÓN

Cardenal Siliceo 8

Madrid 28002

TEL 91 413 01 32

 

Kiosco de prensa

Glorieta Ruiz Jiménez

TEL 91 448 88 37

 

Dykison Editor Librero

Meléndez Valdés 61

28015

TEL 91 544 28 46

 

Visor

Isaac Peral 18

28015

TEL 91 543 61 34

 

Librería Moncloa

Meléndez Valdés 65

28015

Tel. 91 544 04 82

               

sábado, 8 de noviembre de 2014

Teniente Escobedo ¡¡¡¡ presente!!!

 
 
.José Escobedo Ruíz natural de La Carolina, Jaén, fue llevado a Porcuna, Jaén, cuando era muy pequeño. Su padre fue propietario de un establecimiento de tejidos, siendo su madre de honorable familia porcunense. Fue enviado al Seminario Conciliar de San Felipe Neri, de Baeza, Jaén. Abandonó más tarde los estudios y, al liberarse la ciudad en 1937, se enroló en las Milicias Locales de Falange. Aprovechando la incomunicación con La Carolina, falseó la edad, y pudo realizar el Curso correspondiente de Alférez Provisional, saliendo con dicho empleo. 
 
   Terminada la Cruzada, fue destinado al Batallón Ciclista de Jaén. Al formarse el Batallón de Voluntarios de la División Azul, por el heroico Comandante Miguel Román Garrido, se alistó como Combatiente Falangista Voluntario en el mismo, marchando a combatir el comunismo en Rusia, como Alférez. Se incorporó el 1 de julio de 1941, procedente de la II Región Militar, Batallón Ciclista número 2, siendo destinado, el 1 de agosto, a la 6ª Compañía, del  II Batallón, del Regimiento de Infantería 269. El 23 de octubre de 1941, fue herido en combate, siendo enviado al Hospital de Campaña de Grigorowo, concediéndosele, el día 25, la Cruz de Hierro de 2ª Clase. Ascendió a Teniente.
 
   Sin estar aún repuesto de las heridas, escapó del Hospital y se incorporó al Frente de Batalla, con la consiguiente amonestación paternal del General Agustín Muñoz Grandes, que entendió perfectamente la intención de “aquel Teniente imberbe de veintiún años”, como lo señaló un célebre Cronista de Guerra alemán. Fue herido una segunda vez, al establecer una cabeza de puente en el Río Volchov, el día 27 de diciembre de 1941, cruzando el río a nado y poniendo en fuga al enemigo ruso. Más tarde, cayó prisionero y logró evadirse, tras una sangrienta lucha con sus guardianes, a los que fue eliminando, uno por uno, a punta de bayoneta, auxiliado por su Asistente andaluz y manteniendo dicha Cabeza de Puente, a pesar de estar muy mal herido, el Embajador de España en Alemania, José Finat y Escrivá de Romaní, Conde de Mayalde, acudió rápidamente a visitarlo y, en presencia de los Jefes de la División Azul, le impuso la Medalla Militar Individual, utilizando la que dicho diplomático había ganado en la Cruzada de Liberación Nacional, en Chapinería, que arrancó de su pecho para imponérsela a Escobedo. El Mando alemán le impuso en ese mismo momento la Cruz de Hierro de 1ª Clase. 
 
   También fue propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando. Otro célebre cronista de guerra alemán difundió por toda la prensa la siguiente crónica:
 
   “El Teniente español Escobedo, acapara sobre todos la admiración, con sus veintiún años apenas estrenados. Convaleciente aún, de las heridas sufridas no hace mucho, fue el primero en lanzarse al combate, en persecución del enemigo, arrastrando en pos de si a sus camaradas. Este joven español es casi un héroe legendario”. 
 
   Repatriado a España con su Unidad, volvió a prestar Servicio en el Batallón Ciclista de Jaén, a cuya capital llegó el día 27 de febrero de 1942, donde le fue rendido un gran homenaje popular y uno muy singular de su Batallón. Víctima de las heridas recibidas en el Frente ruso, murió gloriosamente por Dios y por España, en el Hospital Militar de Jaén, el día 27 de abril de 1944, rodeado de familiares y amigos y del Jefe de su Batallón, Comandante Miguel Román Garrido, constituyendo su entierro una impresionante manifestación de duelo.
 

sábado, 1 de noviembre de 2014

LA BESTIA MANDA EN ESPAÑA


EN LA CALLE 666 LA HORA DE LA BESTIA


Hoy Día de todos los santos, de todos aquellos que vertieron su sangre por el Cordero y se santificaron siguiendo la senda estrecha y el camino recto de la virtud que recomienda el Evangelio pongo a la venta mi último libro 666 LA HORA DE LA BESTIA un denso y misceláneo libro en que demuestro la presencia del diablo en el mundo, muy presente en esta España afligida por el vértigo de la provocación política, el secesionismo, los políticos trincones, los jueces inquisidores, la falta de solidaridad y el amor al Becerro de Oro. El dinero es el nuevo dios de la vieja y católica España. Este dios nefasto nos conduce a Marte, y, posteriormente, a Tanatos. Algunas librerías como Moncloa han rehusado colocarlo en los escaparates pero otros lo han aceptado. Inicia este texto su andadura enigmática y problemática con gran disgusto de la bestia que chilla escupe se vuelve loca y prevarica ante el rigor de la información y la belleza de la razón artística. Los que la opugnamos ya estamos acostumbrados a semejante tácticas. Hay quienes hablan de exorcismos, pero no hay que fiarse mucho de los exorcistas que nos muestran a diablos energúmenos que sienten la quemazón del agua bendita y enloquecen a la vista de la cruz. Paradójicamente Satanás en esta hora XXV en este año del catorce tan traumático escoge otras apariencias mucho más sutiles y convencionales, se disfraza de mujer. Domina a las chicas de los telediarios que constituyen una casta de harpías de guante blanco luciendo tocados a la última moda y modelos de los mejores modistos, extiende su dominio sobre los bancos, una de sus armas de perversión son las tarjetas de crédito y creo que la biblia ya anticipó algo acerca de las monedas de plástico. La idea de escribir este libro surgió con motivo de una visita a Segovia y en los jardines del 18 de Julio donde estaba el monumento a los caídos a la puerta de una iglesia en ruinas del antiguo convento de agustinos observé y fotografié esta Cruz Inversa así como otros letreros infames que emborronaban con hedionda vileza la lista funeraria de los segovianos miembros de la División Azul que murieron en Rusia. La idea germinó en mí que soy eslavófilo y conozco bastante bien la literatura rusa  girando en torno a la actual marcha de los acontecimientos en Ucrania, una guerra en la que siguen muriendo inocentes (la cifra alcanza los cinco mil caídos) Desde luego Rusia siempre fue un enigma un país incoercible e inabarcable que siempre se guarda una carta escondida bajo la manga. Es el rostro oculto  de las muñecas "ninotckas". Putin es también hombre enigmático pero no lo es el cristianismo de rito bizantino a través de la ortodoxia. Con los popes resurge el canto y la palabra mientras aquí destruimos nuestra literatura y nos entregamos a los excesos del rock y del pop inglés que son el opio de nuestras masas y envenenan a una juventud a la que no la han educado en los valores patrios. Los políticos, las fuerzas oscuras, quieren "desespañolizarla" a marchas aceleradas. ¿Habla la bestia en inglés? ¿Porta Obama y sus cuates sobre la frente el signo de la ignominia que abre titulares en mi extraño libro y digo extraño porque no se parece a ninguno de los que el lector avezado o de buena voluntad va a encontrar en el mercado.
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