La acrotera impresionante
paramento tiene una disposición triangular en función de la cruz de la espadaña
- estilo herreriano neto y granito escurialense- que señala el cielo de la
recoleta Plaza del Seminario que desemboca a través de un callejón frío y batido
por todos los vientos en la de los Espejos. Más allá la de San Martín que tiene
delante del abside un impresionante rincón medieval. Segovia ciudad mística y
guerrera. Al fondo de la exedra se alza la estatua del comunero dando sombra al
escaparate de la tienda de Blas Carpintero el alfayate que me cosió la primer
sotana. Me retrotraigo a las tardes solaneras del otoño: becas rojas y
esclavinas al viento y un chusco bajo la hopalanda que teníamos hambre y cuando
nos daban ganas de comer le pedíamos pan en los paseos a uno que llamaban
Penjamo y en lo alto la cabeza el bonete terceronado o juniorado según el curso
académico del alumno. Este gorro en determinadas testas era bisunto. Y tú qué
me das, Nicolás? Te echarán del seminario y te darán la carta de despido en el
trabajo pues no eres archivero. En este país de carnets lo que importa es tener
un título. Es clasista como la madre que lo parió. Se iba a estudiar para ser
no para saber y mi equivocación máxima que yo me comía los libros con este
segundo propósito teniendo en cuenta de que la sangre si no entra con sangre al
mismo sirve de purificación. Aprendíamos música coral y canciones viejas al
compás de compasillo. No sé si éramos felices pero nos enseñaban el concepto de
la disciplina desde un primer momento. El bonete se alzaba a compás manos
arriba cuando nos cruzábamos con algún sacerdote. Los canónigos que acompañaban
al deán don Fernando Revuelta o el cura de Santa Eulalia que deambulaba solo y
era algo zampo quiero decir que andaba con los pies para adentro.- aparca aquí.
No me da la gana. Buena la hiciste. Llenaste el tanque de diesel con gasolina y
el auto se te quedó en medio de la autopista. El cura de Santa Eulalia se
llamaba don Benito y caminaba escoltado por su madre, una tía y el ama que era
una moza de buenas partes a la cual lis coadjutores miraban de reojo y Mas de
un cura la haría un favor por soñar que no quede )De pensamiento también se peca? Pues sí parece que
sí. El ama de llaves del cura de Santa Eulalia se llamaba Cirila y unos
carnavales la cantaron la parrala bajo el alfeizar de su ventana. Sin embargo,
pelillos a la mar. Recordemos que la iglesia siempre fue tolerante con todas
estas flaquezas de la condición humana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario