La España callada
I
love you Spain. Amo a la España que no grita ni se despepita, metida
en el obrador silenciosa, humilde y sencilla, afable, cortés, católica y
salesiana, a los pies de don Bosco y de María Auxiliadora. La España que se
desentiende pero que entiende, esa nación a la que Unamuno usando el vocablo en
su correcta interpretación filológica llamaba idiota (como singular, punto y aparte, carácter
propio, y no en la semántica que posee de hombre estúpido).
La huelga.
Oviedo estaba vacío, parecía al Oviedo en el
mediodía de un viernes santo antes de los oficios. Pocos piquetes, algunos
vejetes que cruzan las luces de tráfico de la escandalera o barzonean por el Bombé
[por sus losas paseaba Ripamilán y la Regenta, y el dogo de Palacio Valdés ladraba
a los patos del parque de San Franciscos], te miran como si fueses un marciano
o alguien que les recuerda a alguien que conocieron toda su vida. I love you, Spain.
Pocos
comercios abiertos pero refresco la pestaña en una tienda religiosa de la c/
Magdalena donde se pueden encontrar tres de mis libros “SEMINARIO VACÍO”
“REMEMEBER BRUNETE” “LLOVIENDO ROSAS”. Al fin los aceptan aunque me piden el
aval de un distribuidor pero yo siempre fui por la vida así, escotero, un
francotirador de la literatura, un free lance. No necesito distribuidor. I am
larger than life; me distribuyo a mi mismo, me importa un carajo lo que piensen
de mí mis enemigos: los de arriba, los de abajo, los de las izquierda y la
derecha que son los más peligrosos, porque los colecciono de todos los palos de
la baraja, de todos los colores y de todas las alturas.
Luego
me paso bajando la costanilla de Marqués de Gaztañaga frente al Campillín por
Valdés el mejor librero de lance de este viejo país pero nuevo y abierto al
futuro que ha publicado los mejores libros del mundo y esos están en los plúteos
de la tienda de José Manuel Valdés. Que han rebasado ya los mismos estantes y
se apilan en liños junto a la puerta donde Isabel, la esposa de Valdés,
cataloga y talla.
LA
ESCENA DE ESTE MATRIMONIO ENTRAÑABLE QUE SIEMPRE ME RECIBIÓ CON LOS BRAZOS
ABIERTOS ME RECUERDA LA COTIDIANEIDAD Y MONOTONÍA DE ALGUN CUADRO FLAMENCO O DE
LOS PEQUEÑOS ALEMANES. ELLA SOBRE EL BASTIDOR HACIENDO ENCAJE DE BOLILLOS CON
LAS ETIQUETAS DEL PACAJE. ÉL AL ORDENADOR SUBIENDO TÍTULOS A LA WEB DE
IBERLIBRO.COM.
No resisto a la tentación de un libro de mi ex
camarada Ángel Alcázar de Velasco sobre Serrano Suñer. A Ángel le ocurría lo
que a García Sánchís; que no escribían bien. Lo suyo era la oratoria y
escribían peor que hablaban.
Pese
a todo, A. De Velasco formula unas teorías que arrasan en la España actual al
denunciar la fuerza de los sefarditas en este país que controlan los
periódicos, medios de comunicación y radio. El cine, la moda, el aparato
judicial, el publicitario, las inmobiliarias, los bancos, las cajas, los
ministerios, la tesis y la antítesis, los perroflautas del 15M y Botín con sus fajos de billetes made in
Santander es su acólito, las juanitas de Intereconomía – esa dientazos que se
ha puesto las lentillas- se desparraman por sus listas y su nóminas. Por un
cabo y por otro controlan a los de la Ser y a los del ABC y la radio y la
televisión pública les rinden pleitesía, lo que tú digas, lo que tú juzgues más
preciso, buana, yo te acato, a tus piers yo me rindo. Mandan los de siempre
utilizando los métodos autoritarios delñ régimen pasado. Allí estaba Fernando
Onega, ese gallego que era editorialista del ARRIBA, un día tuvo la
inteligencia, la desfachatez o la carea de decir que Galicia desde que vino hasta
ella el apóstol en una barca de piedra era toda ella golpina y a le tienen
ustedes a Fernandito rey de las mañanas repartiendo doctrina democrática a los
pies de los caballos, quiero decir de una hermosa yegua doña Mariló, algo
abierta de ancas pero con un pie torcido o es que a los mejor le aprietan los
zapatos y ella va bien herrada de tacones; a este fenómeno le llaman en
Sociología colaboración de contrarios.
Los
capitostes de los sindicatos estan a su servicio. Son los libros que leemos,
los pensamientos con que nos desayunamos. ¡Que listos, los cansinos! ¿Dominarán
el mundo ellos o serán los chinos?
Los
europeos tenemos miedo del “peligro amarillo”, pues los zabulones han estado
yendo y viniendo, son de casa como aquel que dice, no nos creamos sus trolas y,
si les falta la simbiosis del cristianismo perecerán, pero los chinos… um
Ángel Alcázar de Velasco [1]
coincidimos. Era algo torero pero más cornadas da el hambre. La conspiración
orquestada contra España a través de las fuerzas oscuras la denuncio en mi Remember
Brunete con una diferencia de matiz. El agit prop estaba dominado por los
comunistas. Se hablaba del oro de Moscú a la sazón y Serrano Suñer pronunció la
famosa frase:
-Rusia
es cúlpale
En
2012 el conspirador ha cambiado de camisa y se ha vuelto ferozmente
capitalista. Juan español que trata de vivir aparcado de la política,
intentando defender casa, hacienda, familia, o su colocación, trata de ser el
lego, el “idiota” al que se refiere don Miguel pero no se lo permiten.
Ha de ser arrastrado por el torbellino. Si
viviera en la actualidad don Ramón Serrano Suñer tendría que trastornar su
invectiva:
-Washington,
Londres, Berlín son culpables
El
hombre de la calle asiste desolado a esta refriega y me recuerda un poco a
aquellos pobres golpinos a los que embarcaban en trenes de ganado por lo visto
a los KZ.
De
ahí esa tristeza que se percibe en las calles de la querida Oviedo. De regreso
a Madrid, formulo una oración al pasar por Santa Cristina de Lena:
-Christe
adjuvanos,
Coronado
el puerto de Pajares, me detengo como siempre en la vieja abadía de Arbás hoy
cerrada, lo mismo que la ermita del Buen Suceso antes de llegar al Rabizo
leonés. Madre del cielo, Virgen de la Esperanza, ruega por nosotros. En la
radio del coche las diferentes emisoras cuentan la historia de la huelga cada
una bajo un prisma diferente.
Lo
que para la SER es un triunfo para la COPE, Punto Radio y otras de la derecha
capitalista, un fracaso.
Mieres, sin embargo, y toda la cuenca minera
recuerda a un preventorio antituberculoso de aquellos de posguerra o un
geriátrico por lo deshabitado y vacío, no gira ya la rueda de las bocaminas.
No es
aquel Mieres que se alzó en armas el año 1934. Aquello sí que fue una huelga en
toda la regla. No sin razón la derecha acusa a los gremios sindicales de ser
instituciones anquilosabas y relicarios del pasado siglo.
Yo
viví las grandes huelgas mineras de Inglaterra en el 72 cuando las TUC pusieron
al gobierno Wilson y después al de Heath contra las cuerdas. Nadie se movía. No
había servicios mínimos. Tuvo que salir el ejército para encargarse del
transporte. Los esquiroles se jugaban la vida y aquí todo el mundo se mofa de
los piquetes informativos. Una huelga general la haces o no la haces, amigo
Menéndez. Estos líderes sindicales hispanos son unos curritos, fichan y están
en nómina. Por eso sus strikes, sus zaboskayas no son más que un paripé, un
reconocimiento de que el capitalismo ha ganado la partida.
El poder el gran poder que se ha quitado la
careta de marxismo leninismo, gasta cuello duro y pajarita (White collar)
frente a los descamisados de antaño, los del mono azul sin corbata, el “blue
collar” proletario
¿Dónde están aquellos Scanlon, Vic Feather, Jack Jones del movimiento Trade Union? Vino Thatcher
y caperucita roja se comió al lobo feroz.
A las comisiones y a las ugetes de Menéndez y F. Tojo les aguarda el mismo
camino. Y esto es una pena y al propio tiempo una usurpación de la utopía.
Porque las grandes conquistas sociales en España se las deben nuestros
ciudadanos a Franco y al movimiento falangista. Las izquierdas siempre
estuvieron manejadas acá por señoritos.
El
sistema de bienestar que tratan ahora de desmontar los neoliberales del
capitalismo montaraz (ABC, COPE, Intereconomía, Onda Cero, la gran Banca) no es
rojo sino azul.
Pensaba yo en estos recuerdos y mentalmente
fui rezando el rosario por mi España encanallada, engañada y emputecida por
unos cuantos esbirros que gallean, amagan y no dan pero están tomando nuestras
fichas; el papanatismo, la indolencia y la ignorancia del idiotismo iliota les
cubre las espaldas. Como católico pienso que la verdad aunque perseguida y
escarnecida nunca será vencida, empero, y eso me infunde esperanzas.
Pero estas cosas hay que escribirlas, ponerlas
negro sobre blanco haciendo una de las obras de misericordia: enseñar al que no
sabe. Es una función de la que se inhiben los curas que pasan de refilón sin
atreverse a tomar el toro por los cuernos en asuntos de tanto monte.
Me
duele que la iglesia exterior haya renunciado a este menester altísimo pero la
interior, la de mis amigos los libreros ovetenses, Valdés, la señora de la
librería San Pablo, sigue operativa. A través de ellos se mueve la callada
fuerza expansiva del Espiritu Santo. La gracia suple las mermas de muestra ruin
naturaleza. Tres vivas por lo tanto, al Paráclito
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