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viernes, 26 de agosto de 2011

FAULKNER CUMPLE 110 AÑOS




Antonio Parra Galindo



El 22 de julio de 1962 moriría en Oxford (Mississippi) William Faulkner el novelista estadounidense que mejor supo plasmar a decir de los expertos la realidad del mundo moderno, y un innovador del género narrativo acaso uno de los más imitados junto con Kafka Joyce Dos Passos y Hemingway. Asimismo crece a lo largo de su dilatada una contemplación del mundo muy personal. Otro dato por el que es diferenciado Faulkner dentro de cupo de escritores de Norteamérica es por haberse erigido en rapsoda del Sur profundo y violento, segregacionista y atrasado. Para ello crea un país imaginario que algunos han imitado (estoy pensando en Juan Benet y su región). En el caso de Faulkner es Yoknapatwha – el nombrecito se las trae- y allí desarrolla gran parte de la trama de sus historias. El lugar es una especie de ínsula Barataria de las pasiones con sus crímenes, declives familiares, quiebras de las fortunas, el cierre y decadencia de las antiguas plantaciones de tabacos. El surgir y declinar de la estrella. La creación y profanación del mito porque más que un escritor es un mito. El mito de América. El sueño americano.

Yoknapatwha estaba en alguna parte del estado de Mississippi donde nació el novelista en 1897. hoy tendría William 110 años. Era hijo de unos colonos tabaqueros y algodoneros procedentes de Irlanda. Su abuelo había sido militar surista. Era coronel. Mandó un regimiento. Mal estudiante y bajo de estatura no daría la entrada para alistarse a filas por lo que expediente de cupo se libró de marchar a pelear a Europa en 1914. sin embargo lo admitieron en la aviación canadiense. La primera gran guerra es el hecho más importante de su existencia eje de marcha sobre el que gira a veces su novelística onírica hechas de jirones de realidad y de peldaños en la escalera del recuerdo. Otro tanto le ocurriría a sus contemporáneos: Dos Passos, Hemingway y Fitzgerald.

Su aparato fue derribado en la batalla del Somme. A consecuencia de las heridas tendría muchos dolores y acudiría a las anfetaminas la morfina y al alcohol que lo destruyó para mitigarlos. La metralla se le movía en piernas y brazos al cambiar el tiempo. Por eso bebe. Se matricula en la universidad de Mississippi. Lo echan por borracho. Tampoco era capaz de concentrarse. Recorre toda una gama de oficios: carteros, albañil, maletero de estación, guarda nocturno o lo que se llamaría hoy securata de unos grandes almacenes. Pronto descubre que el escribir sirve de terapia a su cuerpo y calma la sensación de vacío de una vida fracasada. En sus noches de vigilante se entretiene emborronando cuartillas.

Asi surge The Sound And The Fury. Una de las novelas señeras del presente siglo casualmente llega empapada de alcohol y de congoja. El título se lo había tomado al Macbeth de Shakespeare. La vida es una historia llena de sonidos y de furia contada por un idiota. En este caso la contaba un guardabosque. La critica acoge la novela con entusiasmo y todos son unánimes de calificarla de hallazgo definitivo. Un cuadro anímico del espiritu de la América de entreguerras. John dos Pasos, Hemingway forman con Faulkner la terna atacante de la generación perdida. Todos volvieron de la guerra, fracasados. Faulkner está considerado como el de mayor talla. Se había aficionado a las letras al poco de regresar del frente. Su primer trabajo la paga del soldado es de 1926. tres años más tarde y con motivo del hundimiento de Wall Street su humor no puede ser más pesimista: While I lie dying.

Es la novela de un suicida. Posteriormente vienen Santuario, Luz De Agosto, Absalón Absalon y Réquiem Por Una Monja. Ninguno de estos trabajos le reporta ningún lucro. Por lo que decide hacerse guionista de Hollywood. Lo mismo que otros escritores famosos como Aldous Huxley, Woodhouse etc. Tambien sin excesiva fortuna. A la Meca del cine le venían grande los genios. Estruja mejor la cabeza de los mediocres. Con lo que en su país sería prácticamente un desconocido hasta los comedios de los años cuarenta. Su prosa era desgarrada, críptica y algo en clave, penosa de leer salvo a los buenos paladares con bouquet para la literatura y a veces ni a estos mismos. Parece que sus novelas están escritos a caballo. No es el espejo que Flaubert larga a través del camino sino crónicas galope. Cabalga entre la desesperación y la esperanza.

En 1949 le conceden el Nobel y hace declaraciones. Entre ellas la siguiente: “Creo en el hombre en su nobleza para el sufrimiento y la supervivencia. La raza humana sobrevivirá incluso a un holocausto nuclear. El ser humano es inmortal y esa inmortalidad dimana de su capacidad para adaptarse al medio. En los saltos que da el progreso a lo largo de la historia”.

Faulkner llega del profundo sur donde el sentido de la existencia es fatalista. El ser humano no podrá escapar a us propio destino. Al Fatum de los romanos y que Nietzsche llama Schiksal. En la vida hay tres vertientes ineluctables: derrota-condena-fatalidad. Estamos sin embargo ante un escritor cristiano. Como la mayor parte de los anglosajones formó su estilo en la Biblia.

Y considera que los Sinópticos es la historia mejor contada. Ningún escritor conseguirá vencer a los cuatro evangelistas en el arte de narrar. Y aplica este cristianismo a su temática. Por ejemplo en Fábula que se desarrolla en las trincheras del Somme cuenta la historia de un pobre soldado desertor que encara la muerte por fusilamiento. El pobre muchacho encarna la pasión de Cristo otra vez y Faulkner intenta abordar el tema como si fuera san Mateo el cronista de este lance. El autor se nos muestra muy antimilitarista lo que no deja de ser parodia. No creo que su paisano Bush otro sureño y un autentico warmonger haya pasado más de cinco minutos ante un texto de Faulkner.

Con todo, su obra mayor es the Sound And The Fury. La vida no significa nada. Sin la fe todo pierde sentido. Y el ser humano caminará siempre rodeado de sombras. En esta novela el argumento no puede ser más crudo: el hundimiento de una familia en medio del alcohol, la codicia, el incesto, las cálidas noches de sofoco en la veranda entre el aullido lejano de los chacales, el zumbar de los mosquitos y el rítmico balanceo de la tumbona en la veranda. The Sound And The Fury calificada como una de las mayores obras de arte literarias del pasado siglo formula la profecía de un tiempo que habría de venir: la decadencia del sur que es la decadencia de América en definitiva.

Pero Faulkner sigue vivo campeando el temporal de las modas y de los gustos literarios. La literatura también rinde tributo a la novedad pero los hombres pasan y también las modas. Es el ápice y el punto de referencia del gran friso de la literatura estadounidense. Ha tenido muchos émulos e imitadores pero es un autor inimitable. Como todo aquel que habla con voz propia. Como todo profeta que señala el camino. El pequeño demonio del sur sigue marcando el rumbo y eso que su prosa no es convencional sino muy enrevesada como la de Samuel Beckett, Kafka,o Proust. Es un escritor de escritores. Denso y con una protuberante cargazón intelectual, un maestro de lenguaje y así da gusto leer y también escribir. Sus frases siguen retumbando en mi memoria como el eco de los derrubios que se lanzan al vacío desde el cañón del Colorado. Un aviso. “Absalon, Absalon” y que no se os enrosquen los cabellos en la rama de una encina como le ocurrió al fatuo y apuesto personaje bíblico.



S26/08/2011

















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