En defensa del obispo
Reig
El señor cura no baila porque
gasta corona baile señor cura baile que dios todo lo perdona. Este cantar
asturiano refleja la gran perdonanza que ha caracterizado a la iglesia y era
lema de los confesores de manga ancha. El hombre hecho del barro tiene
inclinaciones al mal y el pecado es gaje del oficio de vivir de la humanidad y
sólo la gracia lava la culpa. Este es el axioma teológico eje sobre el que gira
el mensaje de la redención.
Por desgracia los que critican,
vilipendian, injurian- acabo de leer un artículo de un fulano en LNE que me
llenó de indignación pues estos de la católica y clariniana Oviedo como se las
gastan- no creen en la gracia ni en el pecado ni en la salvación.
Lo que el obispo de Alcalá, un obispo como
Dios manda,hizo, ha sido ponerle dedo en la llaga de esta sociedad. Su sermón de las
siete palabras puso en el punto de mira el terrible pecado del aborto
normalizado entre las costumbres de esta sociedad y pasó sobre el asunto de la
homofilia como de pasada, a sabiendas de que la cáscara amarga forma parte del
lote que recibimos y que es un alijo de tendencias imperfecto y de hecho hubo
una época en la que en los seminarios nos educaron en la poca virilidad como
señalo en mi SEMINARIO VACÏO pero la norma de la iglesia es condena el pecado y
compadece al pecador y así ha sido.
A mi juicio la base de la religión
cristiana no es el sexto mandamiento ni la cuestión genésica como pretenden
nuestros eminentes periodistas y cristofóbicos ministros de la cosa
encaramados en buenos sueldos, mejores bicocas, muchos muermos. El poderoso
clan Gay puso el grito en el cielo y tuvo que acudir un bisbe catalán creo que el cardenal de Barcelona dándoles la razón a
los maricas. Catalán tenía que ser
El mitrado lemosín muestra como
poco cierta falta de caridad cristiana. La marranería contrataca, pero este plumífero
pecador, este alojero está con monseñor Reig que como buen alicantino no se
anda por las ramas. Esta gentuza quieren papas y obispos hechos a su medida anticristiana.
Este digno sucesor de Cisneros ha
salido en defensa de la caridad y la ortodoxia leyéndole la cartilla a esos
nuevos curas posconciliares de doble vida (que se casen, Caray y ahora recuerdo
una vez que me puse yo a cantar en la iglesia de Cudillero el salve Regina, creí
que estaba solo en la iglesia pero en la sacristía estaba el cura echándole la
siesta el arcipreste con el ama, salieron los dos con malos pelos a decirme que
en la iglesia no se canta, tampoco se fornica estuve por decirles muy entre
risas pues el tal tonsurado pasa por ser un cura muy de izquierdas, en Asturias
todos los curas por lo general han tenido moza como el famoso párroco de Piñera
cuyo nombre anda en cantares como el de Víctor Manuel ¿y qué? Ponen cargas
pesadas a los demás y ellos van con el caneco más ligero a sus espaldas) a los empresarios
opresores del obreros a los adúlteros y adulteras, a los del pecado nefando.
Todo sigue igual que en los
tiempos del Arcipreste de Hita. Lo de la jodienda no tiene enmienda. Aquí las
cosas no cambian pero la Iglesia tiene que seguir insistiendo en su mensaje de
perdón y de gracia y si no fuese por ella aquí en España viviríamos como gochos
y nos mataríamos a lanzadas. Es una misión soteriológica. Salvífica. Lo que
pretende la marranería disfrazada de democracia y regentada por demócratas de
toda la vida es que seamos esclavos de todas las pasiones. Muy bien, monseñor
Reig. Así se habla.
sábado, 14 de abril de 2012