HOJAS de abedul
para los que tienen dificultades para dormirse. Otro bueno pàra los nervios es
te de eneldo. Hojas de abedul recetan los arbolarios para los que se sientan
desganados tras del invierno. El cordial hecho de hinojo absorbe los venenos
del cuerpo al tiempo de ser un cordial carminativo como la menta y el poleo la
manzanilla y la angélica. Buen antidepresivo es el e de tomillo al igual que el
bálsamo de limón los degustadores de tales brebajes afirman sentirse mejor tras
de degustar dicho brebaje que echándose al coleto una botella de vino de
reserva superior son antídoto de melancolías,
ayuda a las facultades mentales. Los que lavan la caspa con manzanilla y con
romero combaten la caspa y el pelo no se les cae; un buen analgésico la ortiga
que calma todos los dolores y la fresa procede contra la migraña. El diente de león
esos humildes tallos que crecen al borde de los caminos con sus algodonosos bucles
guarda en su constitución todas las propiedades de la buena farmacopea. Es
soberano contra la vesícula. La caléndula es buena contra las almorranas y
cuando nos duele algo pedimos árnica. Antisépticos. No hay como el berro para
purgarse de las .inmundicias de la
naturaleza. Para sudar no hay como el sauce y la cerdana. Hierba de san Juan hierba
de sanita catalina hierba de san benito y las de san roberto que limpian el
cuerpo y acaso el alma de uno mismo. El
ruibarbo cárdeno ayuda a corregir el vientre, de esos nos comimos muchos en
Inglaterra. Para los romadizos catarros y gripes el espliego y la mejorana o
bien una infusión y alguna que otra cataplasma. Los enfermos de coronarios y
anginas de pecho han de recurrir a cardiotonicos como los lirios del valle. El
romero es una planta imprescindibles en farmacopea lo mismo que el muérdago y
el espino. Siempre que se trate de enfermedades coronarias por supuesto. Para
los enfermos biliares hay toda una flor la hepática. En fiebres se receta la
flor de las maravillas y la mejorana. Las hiervas no solo dan vida también
muerte, pues sirven para matar y
surtieron remedio a los alquimistas y brujos de toda la vcida. Las venenosas tienen
todas una característica al contar con una materia viscosa como el látex
especie de leche vegetal de color blanquecino. Así el eléboro una de las más deletreas y la mandrágora
fetixca o planta del diablo aunque morfológicamente se parezca al hombre. Con
ella envenenabas a los reyes y vizcondes durante la edad ,media. Bastaba una
dosis sobre la copa en la que bebía para causarle la muerte. El lauroceraso o
lauro cerezo produce una sustancia mortífera. El lauroceraso es uno de los
ingredientes de la antigua triaca medieval. Sustancia contra el envenenamiento
es el almendruco amargo. Y el tabaco una pequeña dosis de nicotina es capaz de
arrebatarle la existencia a un caballo. Al igual que la yuca y la coca.
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