Ay Madrid que te quedas sin gente castillo famoso que al rey moro prendió un día hoy convertido en emporio de la mundial mariconería. Dicen que el que va no vuelve pero yo pienso que la alcaldesa Carmena no se ha cambiado de bragas desde que asumió el bastón de mando tratando de imitar pero al revés a la Reina Católica que no quiso cambiarse de camisa hasta ver flamear el pabellón cristiano en la Alhambra. Esta fulana mundialista haciendo caso omiso de sus orígenes de cuando era de la Sección Femenina no tiene la ropa interior nada limpia y se dedica a poner la cruz inversa sobre la gran vía. Ay Madrid que te quedas sin gente. Te quieren dar por donde amargan los pepinos pero no te dejes. Siempre habrá pervertidos sexuales porque ello va con la naturaleza humana pero convertir esta merma en una nueva religión flameante bajo el arco iris es una aberración mayúscula. Nada tengo contra los homosexuales, de hecho me eduqué en una iglesia española plagada de perversos y de maricones espirituales pero de ahí a que los canonicen no me parece de recibo. Quizá el catolicismo sea una religión de afeminados torturadores y de hipócritas que nada tienen que ver con Jesucristo ni con el papa Francisco. Cristo es la verdad el perdón y la vida y nada tiene que ver con estos ácratas que hacen el amor amargo y son amargos como los pepinos como ellos solos. Señora alcaldesa, que se cambie las bragas, las lleva muy sucias y el olor llega hasta aquí
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