A MARIA DULCINEA DEL
SOTRONDIO DAMA DEL ALBA YA PEREGRINA A
LAS TERCERA ESTRELLA
Tú mirabas al mar
Y te quedaste pensativa
Las barbas de ola y espuma de NEPTUNO
Estaban reflejándose en tus flavos ojos de atardecida
Mujer que ya me miras desde la distancia infinita
Y mi pensamiento se acurruca
Entre cantiles
Escucha, alma, con el bullir de olas, el fragor de las
estrellas.
Así suena la eternidad.
Para siempre…. para siempre jamás.
Que poco es el hombre en un atardecer de su vida
Eras de la cuenca minera tu padre un entibador
Y mi alma es marinera.
No pudo ser
Mujer de agua y aire lejana y etérea
Elegante
Tus trajes de chaqueta no se manchaban en los bancos del
aula
Ni en las mesas del bar de Filosofía
Y pasaste por mi vida como un rayo del atardecer
LUZ que fenece en el ángulo del cabo y esparce sombras.
Tu nombre me arrastró hacia estos verdes valle, María
Ha pasado tanto tiempo
Una vida y todo parece que fue ayer
Sirenas ahora cantando están en la ribera
Fuiste fuerza de la mar y barca que me arrastró
Y7 me hiciste naufrago de tu nombre
Argonauta de aquel beso que nunca estalló.
Se cubren de sombras altas los montes
El Aramo imponente me mira
Tridente de la muerte amenazante.
Queronte aguarda.
Una xana se peina en las bravías aguas del río UNCÍN
Mientras me tomo un culin
En el BAR de Alfredo
Cantemos alegres a la sidra que ye mexu d´anxelin
COMO QUERIENDO abrir la compuerta de la alegre senectud.
Vengo a la recherche du temps perdu
A ti vuelvo cargado de años, de afanes y de días.
Joven fui y un día tuve un amor que no granara pero amo
aquella flor no desflorada que dejó en mi ser un poso de belleza. Es la calta
que alza su blanco cáliz en mi jardín...
Dama del alba no me ofrezcas el refugio gélido de tu regazo
y tu esclavina
Quiero vivir para llevar flores a la tumba de mi amada.
Se llamaba María
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