¿Dónde ESTÁ EL PERDÓN?
ANTIAYER vi por TV2 un reportaje sobre el Holocausto que me turbó profundamente. Uno de los supuestos supervivientes de los K.L ex militante del Mossad dijo que Israel ha montado o tenía montado un operativo para matar a seis millones de alemanes. Do ut des. Es justicia retributiva al modo del Estado hebreo cuyo poder hoy en el mundo nadie discute porque en la propia América el famosos lobby israelita manda más que Obama. Es el ojo por ojo y el diente. Tal vez la justicia ciertamente pero la proclamación del odio. Con tales razonamientos los españoles tendríamos que matar a dos mil etarras porque esa organización terrorista asesinó por la espalda esto es alevosamente a dos millares de inocentes. ¿Pero me pregunto donde está el perdón? ¿Dónde queda el mandamiento nuevo de Jesús? Amad a vuestros enemigos, perdonad a los que os persiguen. Las alegaciones de los israelíes – no dejan de pasar por la segunda cadena española newsreels y reportajes sobre los horrores de los campos que en parte me parecen razonables si fueren inequívocos-en mi vida no he hecho sino encontrarme con supervivientes de Ausschwitz desde aquel casero mío londinense un tal mister Weil hasta el agente de la inmobiliaria que en New York me facilitó un piso en una rascacielos por el que tuve que pagar más de lo que ganaba- me parecen razonables y nadie se atreve a rebatirlas. Franco mismamente encontró a los perseguidos el camino de California como digo en mi libro. No es aconsejable matar a nadie y menos a un judío pero aquella fue una guerra de exterminio. Murieron casi doce millones de alemanes y 27 millones de rusos. Americanos, franceses e ingleses en menor medida pero unos cuantos. La espiral de odio no nos lleva a ninguna parte porque el que a hierro mata a hierro muere. No es cristiano ya digo y por esa regla de tres. España tendría que dar mulé a de Juana el hijo de un brigada amigo mío y a otros muchos asesinos de Esukalerría tan valientes que matan por la espalda a victimas inocentes. El holocausto del Pais Vasco moralmente y aunque en menor número es tan señalado como el de Buchenwald. Claro que nosotros no somos judíos. No rije la regla del Talión. Dicen los entendidos que la violencia es la partera de la historia pero yo creo en el Dios del amor. El dios que construye y no destruye. ¿Dónde pues está el perdón en estos tiempos aciagos?
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