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viernes, 17 de febrero de 2012

HISTORIAS DEL PROTOMÁRTIR. NO VOLVAMOS A LAS ANDADAS

POR QUÉ MATARON A CALVO SOTELO




Una pregunta que está de actualidad en la España de 2012 tanto como en la de 1936, cambian los paisajes, corre la historia en el frenesí de las modas y de los nuevos inventos pero el ser humano acuciado por las pasiones no cambia: la avaricia, la inconstancia, el afán de dominio, la lujuria, la ira, la contumelia, la ignorancia, la gula, la soberbia y la protervia de algunos tribunos de la plebe que hoy son muchos más mediocres que cuando el Protomártir parlamentaba en las Cortes.

Resuenan en mi memoria las amenazas que profirió Casares Quiroga que era una mala persona, las calumnias de don Salvador de Madariaga que era un bicho y un “tonto en siete lenguas” embajador de la Republica en París para que lo echaran de Francia. Coronó el “ramillete de guirnaldas y escupitajos” una invectiva de la Pasionaria cerrando los puños-hijos sí maridos no-:

-Es la última vez que ha hablado en esta cámara

A lo que el líder de la oposición por el partido de Gil Robles respondió con una serenidad soberbia y olímpico desprecio:

-Señora, tengo anchas espaldas

Efectivamente, a los pocos días de aquella tormentosa sesión de junio en la Carrera de San Jerónimo fue asesinado por un comunista guardia de Asalto: el teniente Castillo.

Fueron a por él de madrugada, lo sacaron de la cama con el pretexto de que había de presentarse en la DGS para responder a unas requisitorias rutinarias. Y a la altura de Velázquez con la calle Ayala le pegaron un tiro en la nuca cobarde asesinato. La formula que reservaba la checa incendiaria para los españoles de bien. Luego desfiguraron su cadáver para simular que el interfecto había perecido en una trifulca tabernaria. Era el 13 de julio de 1936.

La cosa venía de mucho antes. Puede que los asesinos materiales de aquel gallego inmenso cuya figura y relevancia cobra una categoría gigantesca tal y conforme vienen los tiempos por las cosas que hizo, por su renuencia al parlamentarismo vanilocuazo, por su fe en España.

Cuando era ministro de Hacienda de la Dictadura de Primo de Rivera- el mejor ministro de Hacienda que ha tenido España porque saneó el erario público, financió la red de carreteras que hoy disfrutamos los españoles, fundó las Mutualidades Laborales y el Seguro de Desempleo, se opuso al capitalismo salvaje y al demoliberalismo torcaz que hoy campa por sus respetos- de R. Detterling que vino a Madrid hecho una furia en representación de la British Petroleum.

La nacionalización de la gasolina y el monopolio de Tabacalera, de CAMPSA, empresa creada bajo su mandato como fórmula de tributación beneficiosa para las arcas del Estado y origen del despegue económico de los años 20- a pedirle que liberalizara la industria petroquímica. Inglés tenía que ser el tal mister Detterling. En calidad de plenipotenciario de la City y de Wall Street traía un ultimátum:

-You ought to get rid of the monopoly. (Nada de monopolios)- le dijo el hijo de la Gran Bretaña.

La respuesta del ministro fue clara y contundente pero diplomática y en español:

-Señor, haré lo que crea conveniente para los intereses de mi patria.

-There will be consequences. It is after you Habrá consecuencias.

Salió hecho una furia el inglés y pegando un portazo del palacio de Buenavista. La anécdota la cuenta Eduardo Aunós el político de la Restauración encargado de la cartera de Trabajo durante el decenio consular de don Miguel en sus Memorias y explica que esas “consecuencias” nefastas formaban parte de un plan de liquidarlo utilizando los métodos de la masonería: el encargo y la agitación. En realidad la guerra de España como los orígenes de la segunda guerra mundial permanecen en la oscuridad y no han sido escudriñados por los historiadores sobre todo anglosajones que manejan la confusión, la demagogia y la falacia.

Stalin y Hitler oficiaron de acólitos en una misa negra cuajada de pus y de sangre- ¡Dios mío cuánto dolor!- a las órdenes de un gran sacerdote macabro a quien no se le porque consagra detrás de un iconostasio donde nadie puede penetrar. Moloj es la bestia sin rostro. Los que manejaban los hilos del marxismo leninismo y del fascismo permanecían en retaguardia y esta opacidad le vuelve temibles e invencibles porque nunca dan la cara.

A lo largo de los 42 años de su existencia Calvo Sotelo fue un intelectual honrado, católico que profesaba una fe singular en la doctrina social de la Iglesia formulada por León XIII que condenó el capitalismo financiero pero admitió el capitalismo industrial y agrícola. Con tales planteamientos don José desde la cartera de Hacienda propugnó una economía mixta entre capitalismo y socialismo que beneficiase a los obreros.

Políticamente su doctrina estaba basada en el Municipio impulsor de las clases medias. Se opuso a los separatismos de toda laya. Había que levantar fábricas, crear empresas, teniendo siempre por nombre la justicia equitativa y distributiva.

Defendía una España sin lucha de clases, culta, esperanzada que sin renunciar a su pasado glorioso como uno de los grandes imperios y culturas que ha dado la humanidad acometiese la construcción de un futuro de mejoras tecnológicas dentro de un marco de bienestar social ahondando siempre en las raíces espirituales que dan sentido a la vida humana. Sin lucha de clases y sin ideas totalitarias. Era un verdadero demócrata y monárquico.

Desde las cortes –fue uno de los oradores más conspicuos, temible para Azaña, a Casares Quiroga sus discursos le producían desazón, Largo Caballero y Dolores Ibarruri montaban en cólera cuando le veían producirse desde su escaño- presentó toda esta propuesta de regeneración nacional.

Fue eximio escritor, publicista y periodista incansable. En la casa de Paris donde estuvo exilado tres años atestada de libros como luego la de Madrid en la calle Velázquez, sus amigos encontraban al prócer entregado a la lectura o con un libro en la mano. Hombre de anchas espaldas, sí, y como el Cid un buen vasallo si hubiera un buen señor. Creía en la libertad y aborrecía los totalitarismos. Desgraciadamente estos gigantes que de vez en cuando aparecen en la historia española causan la irritabilidad y el cainismo de los mediocres. Cuando tuvo noticia de su asesinato, Ortega y Gasset pronunció la célebre frase:

-No han matado a un hombre. Han eliminado a la inteligencia.

Debía referirse a la verdadera inteligencia española, el pensamiento serio y la vocación de servicio a la verdad y a la belleza y fue lo que quiso decir Millán Astray en Salamanca cuando contestó a Unamuno que era un bocazas con un “viva la muerte”. Quiso decir viva la vida en realidad porque hay plumíferos y pensadores que nos la destruyen. El cálamo y la espada.

Y he aquí que han regresado los demonios familiares disfrazados de un atroz demoliberalismo genuflexo ante el capitalismo salvaje.

Capitalismo a toda máquina que postulan las derechas de Rajoy con sus chicas ( no quiero citar a Schopenhauer: la mujer es un ser que tiene los cabellos largos y las ideas cortas; la Sorayita, la Sesquipedal, la de la nariz de gavilán esa gallega, la Esperanza Aguirre epatando al personal con la riqueza de su vestuario, cuanta desfachatez y nuestras hijas han de ponerse los pingos que encuentran en los mercadillos) y ese ministro de Hacienda el tal Guindos que no es lo que se dice una eminencia, el de Lehmon Brothers, un tapado de Wall Street mogul de las finanzas y una aliado resurrecto de Sir Deterding el que mandó fusilar a Calvo Sotelo por poderes.

Nos van a meter a los españoles un brazo por una manga. Vigilen la cartera. This is a rip off. Un atraco a nuestros bolsillos. Un atraco a mano armada a la inteligencia. El gobierno Rajoy parece un comité de vendepatrias que hasta da primacía a las lechugas marroquíes sobre las españolas. Va a arruinar nuestra agricultura. Jopé.



(continuará)

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