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viernes, 3 de junio de 2011

PEPINOS ENVENENADOS

EN DEFENSA DE FRANCISCO FRANCO




Alborotose el gallinero y por mor de un adjetivo toda la faramalla mediatica pusose en pie de guerra. ¿Fue Franco autoritario? ¿Fue Franco dictador? Estos bizantinismos me recuerdan aquellos discutinios en Constantinopla sobre si meaban o no los angeles – los espiritus puros dice la escritura carecen de pito- “utrum angeles migeant necnon”. Le gustan mucho a la pecorea farisaica tales cuestiones y ayer Fernando Jauregui ese contertulio que estuvo conmigo en la Pyresa y me insultó todo lo que le dio la gana sin que yo sacara la navaja o el naranjero porque sabía que se moría de envidia porque yo hablaba inglés como un lord y estaba en Londres y él no era más que un pobre etarra al servicio de la causa socialista, se rasgaba las vestiduras en la tele pública que pagamos todos y dijo:

-Ha blasfemado. Franco no sólo era un dictadura, era un carnicero, un asesino.

Pues vaya amigo Jáuregui, un mediocre etarra de esos que cuando los detienen se van por la pata abajo. El diccionario de la Real Academia de la Historia no desbarra cuando llama Franco autoritario y eso habría que verlo, porque nunca tuvimos más libertad en España, nunca estuvimos tan seguro, siempre podríamos escribir lo que nos diese la gana y ahora váyase usted a la feria del libro, don Fernandito, caguen su alma, que el libro que más vende se titula “Como cagar en el campo”. A estos demócratas de toda la vida, los encaramados en una tertulia fija y bien pagada, que le dan al hilo de la cometa de la blasfemia, les asusta la libertad, son los opresores del pueblo, juegan al chito con nuestros pareceres y hacen lo que les da la gana. No Franco era un político de talla que sacó a España de la pobreza y la puso en el carril de la modernización. Claro que tuvo sus defectos, quien no los tiene, pues nadie es perfecto, pero lo que dijo anoche Fernandito en el programa de un tal Vicentete en el Canal 24 horas no tiene cojones para decírmelo a mí a la cara. Este fulano amigo de etarras ahora va con guardaespaldas.

Por lo que veo mi libro sobre Franco ha armado el taco y ahí tenemos a don Luis Suarez Fernández el supuesto historiador judeo-asturiano templando gaitas. Él tampoco podrá negarme que el que ellos llaman dictador salvó a muchos judíos y hasta Churchill le reconoció como un héroe porque sin su concurso no se hubiesen salvado las democracias. Ahora la marranería desagradecida tampoco le agradece los servicios prestados y así está España, la ciudad alegre y confiada donde toda corrupción tiene su asiento, lleno de violencia doméstica, y de gente que utiliza la radio pública para decir chorradas. Y a tanto llegan que se les suben a las barbas a Alemania. De pepinos y cohombros va la cosa y la avaricia rompe el saco. Por desgracia estos agricultores que hacen un pepino en tres semanas nos están llenando el coleto de bacterias, le ponen veneno a los tomates y duro exportar cantidades industriales de fruta, cohombros, zanahorias, rábanos, berenjenas que los judíos y moros tanto amaban, para su pote del viernes, la adafina unos y el cuscús, que sabe a rayos, los otros, y es que no se puede a la naturaleza llevarle la contraria. El pepino era una cucurbitácea que se recogía por el verano en los tiempos de mi infancia y ahora los del plástico de Almería siembran, abonan y qué echarán ahí esos señores, en pocas semanas. Esto con Franco don Fernando Jáuregui el etarra de Pyresa no pasaba. A los magnates de la industria alimentaria con tal ellos de hacer caja no les importa meternos beleño y mandrágora, dos flores venenosas, en la cesta de la compra. Se ríen de nosotros. Nos dan gato por liebre

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