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lunes, 21 de febrero de 2011

Rudolf Hess

RUDOLPH HESS




Derechos humanos decía usted… pues les voy a contar a Vds. una historia: 20N de 1945 comienzan los juicios de Nuremberg, fatídica fecha, que nos hace dudar sobre el pensamiento de los caldeos en su teoría acerca de Marfuz y Ahrimán, las dos deidades que sostienen el mundo, el bien y el mal y que el espíritu del mal gana la puja. Los historiadores de los nazismos son contestes en afirmar- y Hess no era sólo el edecán, también el moldeador del pensamiento único de aquella ideología, seguido directamente por Rosemberg, el muñidor de ese engendro equivocado que se llama raza aria, sino el que resucitó el culto a la Valhala. Pero las deidades teutónicas a las que invocaban los sacerdotes druidas del Reich no hicieron caso. Un veinte de noviembre muere Franco, Primo de Rivera es fusilado. También Buenaventura Durruti y es que hay fechas que cuando uno mira para el calendario habría con cierta aprehensión, que tentarse los machos antes de pasar hoja porque son idus y calendas nefastas compinches del horror y de la desgracia. Los romanos que eran bastante supersticiosos y miraban para los cuatro elementos (aires, aguas, vientos, el terreno) sabían mucho de estas cosas. Su teoría sobre el Fatum en el caso de la enigmática e incomprensible gira del vicecaudillo a Alemania se cumple en todo rigor. Los germanitos a esta fueraza oculta de las potestades telúricas la denomina “Schicksal” y los rusos la convierten en Sudba que los italianos interpretan como “jettatura” y para los andaluces es fario. Este proceso, el más largo de la historia de la humanidad, duró casi un año, pero el más farragoso, toneladas de papel en el sumario, miles de testigos deponiendo ante el juez americano que interpreta a las mil maravillas Spencer Tracy en la película “Vencedores y Vencidos”. Sólo Göering al masticar la cápsula de cianuro que ocultó en el ombligo desde caer prisionero de los aliados y Hess se libraron del patíbulo. El edecán del “Führer” fue condenado a cadena perpetua, sentencia que cumplió hasta su muerte en 1985 en la prisión de Spandau vigilado por todo un ejército de soldados de las cuatro potencias victoriosas. El penal fue volado inmediatamente a la muerte del reo para que no quedara ni rastro a los efectos de borrar la memoria no fuera a ser que quedase el centro penitenciario como lugar de peregrinación de los nostálgicos. Es justamente lo que pretendió ZP con el Valle de los caídos sin que hasta el momento su gobierno socialista que se mantiene en sus trece haya podido salirse con la suya. Comparar el presidio berlinés con la cruz de Cuelgamuros aparte de un anacronismo es una ucronía. No obstante la historia la escriben los vencedores. Estudiando la vida de este bávaro hijo de un comerciante modesto a los historiadores se les pondrá la carne de gallina. Pasó la mitad de su vida entre rejas desde aquel fatídico 10 de mayo de 1941 hasta su óbito. Iba a pactar con el rey Alberto de Gran Bretaña un acuerdo de paz anglo germano. Su misión no era sólo increíble sino imposible. Por aquellas fechas las “pavas” alemanas estaban reduciendo a escombros mediante bombardeos intensivos las calles de Londres. Su paracaídas se abrió en plena batalla de Inglaterra pero era tal la pericia de Rudolph Hess como piloto que consiguió burlar la vigilancia de los antiaéreos volando a muy baja altura de esquivar a un Spitfire que salió en su persecución y de hacer un trompo colocando la carlinga de su Messerschmidt boca abajo al percibir que no funcionaba el mecanismo de eyección. Al fin saltó y consiguió aterrizar en un campo de patatas escocés. Fue detenido por miembros de las milicias de Dad´´ s Army. Fue interrogado al parecer mediante procedimientos antihumanos: el reflector, el tercer grado, la ducha fría, la tortura ilegal y todo eso que saben hacer también los anglosajones, tan expeditivos y contundentes a la hora de conseguir que cante un prisionero. Parece ser que el electroschock y el confinamiento en régimen de aislamiento minaron su salud mental y al final de sus días su mirada era la de un pobre demente. Por lo visto hay pecados que las democracias no perdonan. En ningún momento el gobierno de Churchill aceptó su calidad de plenipotenciario de Berlín. Fue tratado como un criminal de guerra y el tribunal de Nuremberg le sentenció por el delito de crímenes contra la humanidad precisamente cuando el acusado ya no estaba en Alemania y no tuvo parte en los pogromos ni los campos de concentración. Esa fue la labor de Himmler. La gran equivocación del Führer fue la operación Barbarroja. Quería sino la colaboración de GB al menos su aquiescencia para invadir Rusia. Aquí se nota un poco su anglofilia. Poco después de la primera guerra mundial el cabo Adolfo viaja a Londres donde queda fascinado por la cortesía, por el English way of life que colmaba sus apetencias de austriaco pequeño burgués y sus disparatadas teorías sobre la superioridad de la raza aria con arreglo a la cual los ingleses – él confundía a los celtas con los germanos y sólo en el este de Inglaterra se observa una cierta concentración de pueblos de origen vikingo- serían primos hermanos de los alemanes. Y ese fue en origen el trazado de su acuerdo marco del tratado de Munich. Al parecer se entendió con Chamberlain. Pero detrás estaba Churchill el bulldog que le declararía la guerra secundado por Lord Beaverbrook el magnate de Fleet Street, un Rotschild. Hitler no sabía en qué tremedales se metía. Su idea de destruir Rusia nacía de la idea de que había sido el poder judío el que había provocado la revolución soviética. Eso era verdad sólo en parte. En el primer presidium todos los capitostes (Beria, Trostky, Zinoviev, Kamaniev etc) eran de esta ascendencia excepto Stalin que era un ex seminarista georgiano. Rusia tampoco era judía. El cristianismo había permanecido intacto pese a los bolcheviques. Algo que desconocía el pequeño gran hombre o no había estudiado era el inusitado poder de los Rochild tanto en Francia como en Inglaterra, Italia, Alemania y España. El gran negocio judaico es el dinero y la revolución. Todo este cataclismo que se advierte a la hora de escribir en el Magreb y en los disturbios egipcios delatan una lacra zionista a más no poder. El objetivo es el dominio del mundo. Por eso atacan desde todos los flancos. Campan por las derechas y por las izquierdas. Desde todos los flancos. De lo que también era ignorante Hitler era del poder de los barones de la cuenca del Rhin (Krupp, Siemens, Von Thyssen, éste último un judío que después de la guerra hizo grandes negocios en España bajo el halda de franco) le promocionaron, le llenaron la cabeza a pájaros al diseñar la Wermacht y la Luftwaffe el ejercito más poderoso de la tierra. Estafaría a los alemanes con la entelequia de un imperio que duraría mil años y la superioridad de la raza aria. No duró ni un lustro y la cosecha fue cerca de diez millones de muertos y una multitud de lisiados, mancos, cojos de las dos piernas, vidas destrozadas y cuerpos rehechos. En la posguerra los franceses soltaron a pandas de soldados sengaleses para forzar a las mujeres alemanas. Un gran porcentaje de las tropas yanquis que ocuparon Berlín eran negras y los rusos llegaron con sus avanzadas de primera linea constituidas por calmucos y tártaros. El terror amarillo se ensañó mediante el estupro arrollador con aquellas Ilse y Friedas y las valkirias del Este. ¿Dónde estaba la superioridad del ario? Alguien le segaba la hierba bajo los pies. La larga cárcel de Hess, sus torturas en la Torre de Londres- hay que tener cuidado con los ingleses que con su cara de no haber roto un plato pueden resultar unos bestias y en la guerra verdaderos animales- abren la interrogante de si la segunda guerra mundial, al igual que la guerra civil española, no fuese la consecuencia de una conspiración larga y tenaz de los poderes ocultos. En cualquier caso sus muñidores y dedos expertos hicieron encaje de bolillos cambiando y manipulando los hechos históricos a conveniencia de tal forma que las nuevas generaciones se tragan sus trolas convencidos de ser dogma de fe… demócrata. A poco más de un cuarto de siglo de la muerte de Hess no puede decirse que sus linchadotes usaran con este personaje, un pobre demente, el “fair play” como tampoco la tuvieron con Milosevic al que envenenaron después de unas sesiones de electroshock. Para Karadzic tampoco parece haber remisión. Sin embargo, Javier Solana el carnicero de Belgrado, no tendrá un juicio justo ni otro Nuremberg. Se irá de rositas. Para eso es socialista y amigo de los Rotschild (Boyer anda por ahí) que han vuelto a mandar en España. Pobre España. Vae victis. Quieren cargarse a un empresario modélico y emprendedor como Ruiz Mateos. No les bastó con fusilar a don Zoilo el padre de don José María en la guerra civil. Venga ahí el caballo jerezano. No te rindas, Rumasa.



21/02/2011

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