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jueves, 24 de febrero de 2011

Las festividades movibles de la Iglesia Ortodoxa constituyen dos ciclos: cuaresmal y pascual. El ciclo cuaresmal incluye en él los tres domingos que preceden a la Cuaresma misma (y que sirven de preparación), la Cuaresma y la Semana Santa.


En el tiempo preparatorio de la Cuaresma comienza a cambiar el aspecto de los servicios litúrgicos y siempre resuenan más los cantos que llaman a la penitencia. En este período, durante las misas se conmemora el Juicio Final, las parábolas del publicano y el fariseo y del hijo pródigo. El último día antes del inicio de la Cuaresma la celebración se dedica a la expulsión de Adán y Eva del paraíso. Así la Iglesia aviva en sus hijos el anhelo de Dios y el deseo de conversión. Antes de comenzar la Cuaresma, en la vigilia, se celebra un rito del perdón, durante el cual los miembros de la comunidad se reconcilian los unos con los otros, por lo que este día se llama Domingo de Perdón.

Las celebraciones cuaresmales se realizan según normas especiales y se distinguen de las demás por su severidad y concentración. Después de cada celebración, se lee una oración del venerado Efraín el Sirio. Su contenido está dedicado a la acción más importante y central de la cuaresma: cambiar y mejorar el alma del hombre, algo que sólo es posible gracias a la ayuda de Dios.

Durante la Cuaresma, la Eucaristía sólo se celebra el sábado y el domingo. El miércoles y el viernes se celebra una liturgia de adoración de las Santas Especies, durante la cual se puede comulgar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, reservados en la última misa.

Todos los domingos de Cuaresma tienen sus temas litúrgicos.

El primer domingo se llama “Triunfo de la ortodoxia”. La iglesia festeja en este día la victoria sobre la última de las grandes herejías: la iconoclastia. El segundo domingo está dedicado a san Gregorio Palamás, el gran maestro que se pronunció sobre la naturaleza divina de la Luz del Monte Tabor, aquel esplendor que vieron los apóstoles sobre el monte de la Trasfiguración, cuando Cristo se transfiguró ante ellos. El tercer domingo indica la mitad de la Cuaresma y recibe el nombre de "Domingo de la Adoración de la Cruz”. En el cuarto domingo se conmemora al venerado Juan Lestvichnik, y en el quinto a la venerada María de Egipto; los hechos y las vidas de estos santos pueden enseñar mejor que nada la conversión y ayudar al arrepentimiento.

Transcurridas seis de las siete semanas de la Cuaresma, se inicia el tiempo especial de los últimos días previos a la Pascua. El último día de la sexta —penúltima— semana se llama “Sábado de Lázaro”. No mucho tiempo antes de ser crucificado, Jesús resucitó de entre los muertos a Lázaro de Betania, mostrando su fuerza divina y su poder sobre la muerte.

El día siguiente se dedica a la Entrada del Señor en Jerusalén. Cristo sube a Jerusalén, aunque sabe que en esta ciudad le espera la muerte. El pueblo sale al encuentro de Jesús con alegría y solemnidad, saludándole como rey terrestre, sin entender que es el Rey del Cielo. En este domingo se llevan al templo ramos de palma, en recuerdo de que el pueblo extendía estos ramos a los pies de Cristo. En Rusia, en esta época florece sólo el sauce, cuyas ramas se bendicen durante el servicio litúrgico; este día se llama “Domingo de Ramos”.

Comienza la Semana Santa. El Miércoles Santo se conmemora la traición de Judas, uno de los apóstoles, que decidió vender a Cristo a sus enemigos por 30 denarios. El jueves es el día de la Última Cena, durante la cual fue constituido el sacramento de la Eucaristía. En este día todos los cristianos comulgan el cáliz eucarístico. El viernes se celebra una liturgia denominada “Seguir la pasión del Señor”. En este servicio litúrgico se leen 12 lecturas del evangelio, dedicadas a las últimas horas de la vida de Jesucristo: la Última Cena, la oración en el huerto de Getsemani, el beso con el cual lo traicionaba Judas, el juicio, la condenación a morir en la cruz, la flagelación, la muerte en la cruz y el descendimiento.

El Sábado Santo es un día grandioso, en el que Cristo, aun cuando su cuerpo se encuentra en el sepulcro, con el alma desciende a los infiernos y los vence, liberando a cuantos estaban allí. La liturgia en este día no es aún pascual, pero ya está iluminada por la luz de la fiesta inminente.

En la noche de Pascua se hace una procesión que parece llevar a todos hacia la tumba, al encuentro del Señor resucitado. La celebración del primer día de Pascua lo es también de toda la Octava Pascual y está llena de ímpetu, alegría y exultación. Un infinito número de veces se repite la antífona de Pascua: “Cristo ha resucitado de entre los muertos, con su muerte ha vencido a la muerte y ha dado la vida a todos los que estaban en los infiernos”.

El domingo después de Pascua se conoce como Antipascua (“en lugar de la Pascua”) y también como “Domingo de Tomás”. En este día Cristo se ha aparecido a sus discípulos y ha convencido de su resurrección al apóstol Tomás, que estaba lleno de dudas.

El tiempo de Pascua continúa hasta la Ascensión, que se conmemora en el cuadragésimo día. Cristo ha ascendido al cielo y está sentado a la derecha del Padre. Ha ordenado a sus discípulos que no se alejen de Jerusalén hasta que el Consolador —nes decir, el Espíritu Santo— no descienda sobre ellos, acontecimiento que se consuma el día de Pentecostés. Los apóstoles, sobre los que ha descendido el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego, han recibido dones y carismas, y han comenzado a predicar a Cristo, dirigiéndose a miles de personas. En Rusia, esta festividad se llama también la “Trinidad”.

Cumpliendo el mandamiento de su Maestro, los apóstoles han predicado en muchas partes del mundo; gracias a su obra, la Iglesia de Cristo crecía y se fortalecía. El domingo que sigue al de Pentecostés se llama “Domingo de todos los santos”.

lunes, 21 de febrero de 2011

Rudolf Hess

RUDOLPH HESS




Derechos humanos decía usted… pues les voy a contar a Vds. una historia: 20N de 1945 comienzan los juicios de Nuremberg, fatídica fecha, que nos hace dudar sobre el pensamiento de los caldeos en su teoría acerca de Marfuz y Ahrimán, las dos deidades que sostienen el mundo, el bien y el mal y que el espíritu del mal gana la puja. Los historiadores de los nazismos son contestes en afirmar- y Hess no era sólo el edecán, también el moldeador del pensamiento único de aquella ideología, seguido directamente por Rosemberg, el muñidor de ese engendro equivocado que se llama raza aria, sino el que resucitó el culto a la Valhala. Pero las deidades teutónicas a las que invocaban los sacerdotes druidas del Reich no hicieron caso. Un veinte de noviembre muere Franco, Primo de Rivera es fusilado. También Buenaventura Durruti y es que hay fechas que cuando uno mira para el calendario habría con cierta aprehensión, que tentarse los machos antes de pasar hoja porque son idus y calendas nefastas compinches del horror y de la desgracia. Los romanos que eran bastante supersticiosos y miraban para los cuatro elementos (aires, aguas, vientos, el terreno) sabían mucho de estas cosas. Su teoría sobre el Fatum en el caso de la enigmática e incomprensible gira del vicecaudillo a Alemania se cumple en todo rigor. Los germanitos a esta fueraza oculta de las potestades telúricas la denomina “Schicksal” y los rusos la convierten en Sudba que los italianos interpretan como “jettatura” y para los andaluces es fario. Este proceso, el más largo de la historia de la humanidad, duró casi un año, pero el más farragoso, toneladas de papel en el sumario, miles de testigos deponiendo ante el juez americano que interpreta a las mil maravillas Spencer Tracy en la película “Vencedores y Vencidos”. Sólo Göering al masticar la cápsula de cianuro que ocultó en el ombligo desde caer prisionero de los aliados y Hess se libraron del patíbulo. El edecán del “Führer” fue condenado a cadena perpetua, sentencia que cumplió hasta su muerte en 1985 en la prisión de Spandau vigilado por todo un ejército de soldados de las cuatro potencias victoriosas. El penal fue volado inmediatamente a la muerte del reo para que no quedara ni rastro a los efectos de borrar la memoria no fuera a ser que quedase el centro penitenciario como lugar de peregrinación de los nostálgicos. Es justamente lo que pretendió ZP con el Valle de los caídos sin que hasta el momento su gobierno socialista que se mantiene en sus trece haya podido salirse con la suya. Comparar el presidio berlinés con la cruz de Cuelgamuros aparte de un anacronismo es una ucronía. No obstante la historia la escriben los vencedores. Estudiando la vida de este bávaro hijo de un comerciante modesto a los historiadores se les pondrá la carne de gallina. Pasó la mitad de su vida entre rejas desde aquel fatídico 10 de mayo de 1941 hasta su óbito. Iba a pactar con el rey Alberto de Gran Bretaña un acuerdo de paz anglo germano. Su misión no era sólo increíble sino imposible. Por aquellas fechas las “pavas” alemanas estaban reduciendo a escombros mediante bombardeos intensivos las calles de Londres. Su paracaídas se abrió en plena batalla de Inglaterra pero era tal la pericia de Rudolph Hess como piloto que consiguió burlar la vigilancia de los antiaéreos volando a muy baja altura de esquivar a un Spitfire que salió en su persecución y de hacer un trompo colocando la carlinga de su Messerschmidt boca abajo al percibir que no funcionaba el mecanismo de eyección. Al fin saltó y consiguió aterrizar en un campo de patatas escocés. Fue detenido por miembros de las milicias de Dad´´ s Army. Fue interrogado al parecer mediante procedimientos antihumanos: el reflector, el tercer grado, la ducha fría, la tortura ilegal y todo eso que saben hacer también los anglosajones, tan expeditivos y contundentes a la hora de conseguir que cante un prisionero. Parece ser que el electroschock y el confinamiento en régimen de aislamiento minaron su salud mental y al final de sus días su mirada era la de un pobre demente. Por lo visto hay pecados que las democracias no perdonan. En ningún momento el gobierno de Churchill aceptó su calidad de plenipotenciario de Berlín. Fue tratado como un criminal de guerra y el tribunal de Nuremberg le sentenció por el delito de crímenes contra la humanidad precisamente cuando el acusado ya no estaba en Alemania y no tuvo parte en los pogromos ni los campos de concentración. Esa fue la labor de Himmler. La gran equivocación del Führer fue la operación Barbarroja. Quería sino la colaboración de GB al menos su aquiescencia para invadir Rusia. Aquí se nota un poco su anglofilia. Poco después de la primera guerra mundial el cabo Adolfo viaja a Londres donde queda fascinado por la cortesía, por el English way of life que colmaba sus apetencias de austriaco pequeño burgués y sus disparatadas teorías sobre la superioridad de la raza aria con arreglo a la cual los ingleses – él confundía a los celtas con los germanos y sólo en el este de Inglaterra se observa una cierta concentración de pueblos de origen vikingo- serían primos hermanos de los alemanes. Y ese fue en origen el trazado de su acuerdo marco del tratado de Munich. Al parecer se entendió con Chamberlain. Pero detrás estaba Churchill el bulldog que le declararía la guerra secundado por Lord Beaverbrook el magnate de Fleet Street, un Rotschild. Hitler no sabía en qué tremedales se metía. Su idea de destruir Rusia nacía de la idea de que había sido el poder judío el que había provocado la revolución soviética. Eso era verdad sólo en parte. En el primer presidium todos los capitostes (Beria, Trostky, Zinoviev, Kamaniev etc) eran de esta ascendencia excepto Stalin que era un ex seminarista georgiano. Rusia tampoco era judía. El cristianismo había permanecido intacto pese a los bolcheviques. Algo que desconocía el pequeño gran hombre o no había estudiado era el inusitado poder de los Rochild tanto en Francia como en Inglaterra, Italia, Alemania y España. El gran negocio judaico es el dinero y la revolución. Todo este cataclismo que se advierte a la hora de escribir en el Magreb y en los disturbios egipcios delatan una lacra zionista a más no poder. El objetivo es el dominio del mundo. Por eso atacan desde todos los flancos. Campan por las derechas y por las izquierdas. Desde todos los flancos. De lo que también era ignorante Hitler era del poder de los barones de la cuenca del Rhin (Krupp, Siemens, Von Thyssen, éste último un judío que después de la guerra hizo grandes negocios en España bajo el halda de franco) le promocionaron, le llenaron la cabeza a pájaros al diseñar la Wermacht y la Luftwaffe el ejercito más poderoso de la tierra. Estafaría a los alemanes con la entelequia de un imperio que duraría mil años y la superioridad de la raza aria. No duró ni un lustro y la cosecha fue cerca de diez millones de muertos y una multitud de lisiados, mancos, cojos de las dos piernas, vidas destrozadas y cuerpos rehechos. En la posguerra los franceses soltaron a pandas de soldados sengaleses para forzar a las mujeres alemanas. Un gran porcentaje de las tropas yanquis que ocuparon Berlín eran negras y los rusos llegaron con sus avanzadas de primera linea constituidas por calmucos y tártaros. El terror amarillo se ensañó mediante el estupro arrollador con aquellas Ilse y Friedas y las valkirias del Este. ¿Dónde estaba la superioridad del ario? Alguien le segaba la hierba bajo los pies. La larga cárcel de Hess, sus torturas en la Torre de Londres- hay que tener cuidado con los ingleses que con su cara de no haber roto un plato pueden resultar unos bestias y en la guerra verdaderos animales- abren la interrogante de si la segunda guerra mundial, al igual que la guerra civil española, no fuese la consecuencia de una conspiración larga y tenaz de los poderes ocultos. En cualquier caso sus muñidores y dedos expertos hicieron encaje de bolillos cambiando y manipulando los hechos históricos a conveniencia de tal forma que las nuevas generaciones se tragan sus trolas convencidos de ser dogma de fe… demócrata. A poco más de un cuarto de siglo de la muerte de Hess no puede decirse que sus linchadotes usaran con este personaje, un pobre demente, el “fair play” como tampoco la tuvieron con Milosevic al que envenenaron después de unas sesiones de electroshock. Para Karadzic tampoco parece haber remisión. Sin embargo, Javier Solana el carnicero de Belgrado, no tendrá un juicio justo ni otro Nuremberg. Se irá de rositas. Para eso es socialista y amigo de los Rotschild (Boyer anda por ahí) que han vuelto a mandar en España. Pobre España. Vae victis. Quieren cargarse a un empresario modélico y emprendedor como Ruiz Mateos. No les bastó con fusilar a don Zoilo el padre de don José María en la guerra civil. Venga ahí el caballo jerezano. No te rindas, Rumasa.



21/02/2011

sábado, 5 de febrero de 2011

DE MEMOS, DE MONARCAS Y ESTAFERMOS EN LA HORA DEL CAPADOR

Ciclán




Bartolo tenía una flauta con un agujero solo y esta es la historia de un rey que tenía dos hijas, la tiró río abajo y dijo


-Carajo, carajo, carajo.


-Allá van leyes do quieren reyes, decíase.


-Y que lo digas. Por eso han hecho marqués a Vargas Llosa para que toque la flauta en Perú.


-Deben de ser por méritos de haberse puesto el mandilón.


-¿Qué grado?


-El 33.


-Tiempos corren de ciclanes y de ciclones. Que no son la misma cosa ¿Eh?


-No.


Hay situaciones límite cuando se produce una conjunción específica en las estrellas en que los gafes ciñen corona, empuñan cetro, visten manto de armiño pero como son malages hacen a los vasallos de sus reinos ir a la pata coja.


-Bien lo advertía la corazota popular cuando éramos niños y se esparcía la voz de que venía el rey por los corrillos, la gente achantaba la mui y creía que venía el mismo sacamantecas.


-Este empezó mal. Mató al hermano en un dudoso accidente cuando limpiaba la pistola. Le vimos aparecer por la puerta de palacio y todos empezamos a tocar madera temiendo el mal fario de los palomos cojos y de los cuervos secesionistas.


-Cenas y condes en Barcelona, venganzas catalanas y otra vez la campana de Huesca. Rey que dicen que reina pero no gobierna aunque borbonea cantidad. Le atraviesa el mal de ojo por la punta del mandil.


-Toquemos madera.


-Tiene la cara de memo


-Sonríe como un estafermo o la tarasca a la que llevan a hombros los chavales mañana del corpus.


Bueno va.


-Para unos es el Deseado y para otros el Halo mirífico


-Debe de ser porque anda mal de las cañerías.


Ciclán en español legítimo significa todo aquel que tiene un solo testículo y ahora ha venido Peñafiel a confirmarnos lo que todo suponíamos que Su Majestad no tiene un par, anda el hombre quebrado de compañones. Two is company-refiere un adagio inglés- and three is a crowd pero uno solo no es más que un corazón solitario. Unos dicen que se lo extirparon después de una cacería por un accidente y otros evalúan que el tema apunta hacia una orquitis cancerigena. Como quiera que fuere, el hecho es que los españoles nos hemos convertido en un pueblo monárquico y monorquídico. Ya se decía que uno de los hermanos Antón adolecía de la misma merma y por eso tenía voz de vicetiple. Ni entro ni salgo en el tema pero en este país andamos un poco a medias en todas las cosas. Puede que la enfermedad real sea un síntoma que padecen estos reinos con cinco millones de parados, Cataluña que quiere independizarse, los vascos iden de lienzo aunque quieren vivir a nuestra costa. Son los pecheros castellanos los que tienen que portar en andas el paso de las gabelas. Los arbitrios fiscales y el recaudador que nos exaciona y acojona hasta dejarnos con un huevo solo. En más de mil años de monarquía hispánica no hubo un reinado tan calamitoso. Un tiempo de ciclanes y de ciclones que superan el pavor de Carlos II el Hechizado y el propio Fernando VII. Sin embargo, dicen que una monarquía blindada. La Zarzuela ha amarrado una buena fortuna en los bancos suizos y le pasa lo que a muchas o gran parte de las instituciones españoles que mucho bombo y platillo pero sin competencias porque se ha vaciado el Estado para engordar a las autonómicas con el consiguiente peligro de duplicaciones del trabajo administrativo, se ha vendido el país, hemos pignorado una hijuela de siglos. Los miñones y los mozos de escuadra duplican a la policía nacional y a la guardia civil pero cobrando casi el doble que los sufridos hombres de la Benemérita y de la antigua policía armada.


España ha vuelto a los reinos de taifas que son la ruina del sistema e incentivo a toda esa sanies parasitaria de funcionarios locales, autonómicos, regionales que no pegan golpes. Y es que tener un rey ciclán puede ser determinante de tales cosas. El mal español es la macrocefalia: una cabeza muy grande: la monarquía, la clase política, los jornalistos y periodistos politiqueros, un ejercito que va a ejercer la filantropía a tierras lejanas y unas fuerzas aéreas- el otro día me avergonzaba casi de ser español- que se ufanaban a través de sus pilotos de los cazas F18 de haber machacado con sus bombas poblaciones yugoslavas. Aquí los bancos con el señor Botín a la cabeza hacen caja y acaban con las cajas y los montepíos. Una democracia real sería aquella en la cual el pueblo tendría voz y voto en los asuntos de gobierno pero aquí el pueblo no es más que un sufridor y un “pagano” manipulado por los trusts y consorcios del gran capitalismo que imperan a través de las cadenas mediáticas. Entretanto casi la mitad de nuestra población juvenil está en paro o tiene que marcharse a Alemania mientras los políticos nos dan charlas y los contertulios odiosos de las diferentes estaciones de radio o en los platós garlan y garlan.


Juan Carlos I de Borbón debiera hacerse cargo de a qué conducen las buenas relaciones de amistad o de servilismo para con los americanos. A ese Mubarak lo van a dar la patada como hicieron con otros mustafás. Está a punto de producirse una verdadera rebelión de las masas. Hay una juventud irredenta que pide paso. Bien es cierto que se la supo castrar políticamente pero el hambre y la necesidad mueven montañas y nadie puede asegurar que lo que acontece en Egipto o pueda ocurrir en Marruecos no se pueda producir en Madrid. Aquí se gobierna con un solo testículo desde luego y el personal aguanta lo que le echen. Este pueblo de estirpe comunera que se alzó contra el emperador y contra la Iglesia ahora parece resignado a su suerte de desaparecer como nación histórica, convertirse a escala global en una colonia estadounidense siempre que pague Alemania, claro está.


Nunca estuvo la tradicional altanería hispana, el sentido del honor, el derecho a opinar y a discutir tan por los suelos. Entre unos y otros han puesto el espíritu nacional en barbecho.


¿Qué ha pasado con lo español? ¿Dónde están sus poetas, sus escritores, sus grandes pensadores? El síndrome monorquídico mojó toda la pólvora echando a perder el semen de la escopeta nacional. Un rey ciclán y una turba de plebeyos que si les mandaran bajar los pantalones como en el cuento del Rey Arturo enseñarían sus vergüenzas tronzadas. Esto ha sido como la gran emasculación general. La monarquía, la pàrtitocracia, el tertulianismo, los rabulas pleitistas que proliferan por los juzgados a la búsqueda de litigios y querellas han acabado con el ser de este gran país.


Antes teníamos un par. Ahora muchos un huevo solo y hay muchos a los que le faltan los dos parientes del campo testicular. Finis hispaniae. La culpa la tuvo ese condenado ciclán. ¡Qué perillán!



sábado, 05 de febrero de 2011