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sábado, 7 de noviembre de 2015

EUGENIO SUAREZ


EUGENIO SUÁREZ Y EL HOLOCAUSTO

 

 

 

Murió Eugenio Suárez (Daimiel 1919-Salinas 2014) ha pasado a la historia como el director del “Caso” ganó mucho dinero se hizo millonario obtuvo en la profesión fama de tacaño jamás pagaba un café. Sin embargo en su primera etapa de la renegaría escribió a mi juicio un libro importante “Corresponsal en Budapest” (lo fue del “Arriba” cuando los alemanes se retiraban de Hungría y de Rumania) que viene a decir que el régimen de Franco  salvó la vida a muchísimos judíos. Testigo de cargo. Estuvo en el ojo del huracán. No fue solamente Sanz Briz el impulsor de la ayuda en trance de aniquilación por genocidio ni se trata de una iniciativa personal sino de todo el gobierno español en conjunto.

 

La lectura de aquella obra descatalogada me animó a redactar “Franco y Sefarad un amor secreto”. En sus páginas se hacen muchas reservas y se colocan “caveats” a la historia de los campos de concentración nazis algo que hay que aceptar como un dogma de fe. Si lo niegas vas a la cárcel pero el deber de todo historiador es evitar la parcialidad sólo apasionarse por la verdad y la verdad está por encima de los intereses económicos los prejuicios políticos o las claves de un pensamiento único universal. Además de las cónicas húngaras de Eugenio Suárez cotejé los relatos personales de divisionarios de la Azul (Rodrigo Royo, Tomás Salvador, Dionisio Ridruejo, Laín, Berlanga, el mismo Sanchez Covisa hombre integérrimo abogado y fiscal) que disentían de la versión oficial que dieron los ingleses grandes propagandistas del “Shoah” cosa curiosa porque no fueron los británicos los liberadores de Auschwitz sino los rusos que se mostraron más comedidos al respecto, acaso porque los soviéticos en revancha cometieron tantas o más atrocidades que los nazis. España fue el puerto de salvación a los perseguidos de entonces y se mostró generosa y derramó su ayuda jugándose muchas veces la vida y el prestigio precisamente cuando ni Roosevelt ni Churchill movieron un músculo o pagaron un centavo por salvar a un judío y esa es la tesis que expongo en mi libro. No obtuve sino disgustos amenazas incomprensiones relevamientos sospechas ataques personales (los espías del general Manglano y del general Sanz anduvieron al copo los tuve pegados a mis calcaños) y persecuciones. Suárez se olvidó pronto de su libro renunció a sus principios josé-antonianos y se dedicó a ganar dinero. 

 

En los años del estraperlo pasó a ser el típico señorito de derechas modelo de tránsfugas que renunciando a sus ideales de juventud pidió el ingreso en el PC. Se lo negó Semprun. Está claro que no era ningún pensador de Falange ningún idealista. Sólo un plumilla el clásico individuo antipático del bigotito de la camisa azul y mirada altanera que se lucraba un buen pasar a costa de la revolución pendiente. Como otros muchos que se beneficiaron de la irrupción providencial de don Juan Aparicio que abrió las puertas del periodismo a cantidad de jóvenes, el manchego entró en los periódicos de la cadena y pronto se especializó en sucesos una sección que daba pocos quebraderos de cabeza.

 

Mal se lo pagaron pues a don Juan Aparicio aquel gordo bonachón de Guadix al que otros del gremio recordamos con veneración por su benevolencia.  Pero este es el pais de la ingratitud y el chaqueterismo de cloaca. Cuando cambiaron las tornas a partir del año 58 de aquel prócer accitano fundador de la revista el Español y promotor de la Prensa del Movimiento que fue el afrecho donde abrevaron los progres de salón no quisieron saber nada, mudaron la camisa azul por la blanca o se hicieron del Opus. Juan Aparicio trajo de Guadix un jonsismo generoso y perdonador obsesionado con la cuestión social el pan el trabajo y la justicia – sus héroes eran Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo- que tenía que ver poco con José Antonio el Eterno Ausente mucho más citado que leído por sus pedisecuos que fueron precisamente los padres de la casta política que manda en la actualidad.

 

Para mí este manchego de Daimiel recalado en Asturias era el epitome de la trashumancia  política de mal gusto  chaquetera. Nunca conviene hablar mal de los muertos y Dios me libre del día de las alabanzas pero el colega que acaba de fallecer la víspera de san Silvestre siempre me pareció un poco cara dura. Dios lo haya perdonado.

 

Tuvo negros y lamerones que le bailaban el agua: Juan Caño y Julio Camarero; con ambos tuve yo encontronazos y anécdotas desagradables.

 

De la misma manera que Emilio Romero tenía sus incondicionales capaces de partirse la cara por él (Julio Merino, Raúl del Pozo, La Torre etc.) el director de “Sábado Grafico” el que introdujo la prensa de colorines el bulevar las tetas los culos y los divorcios las comidillas de quien se ha muerto quien se acuesta y con quien se levanta y el morbo vende todo su afán era que leyeran sus publicaciones la porteras, practicaba un cierto vasallaje paternalista. Morbo al canto y en esas seguimos hoy. En esta profesión me he encontrado a lo largo de mi luenga vida profesional con los mejores y con los peores lo selecto y lo canalla. No en vano la llamaban la “canallesca” y el conde de Romanones decía:

 

-Pasen los periodistas y coman

 

Alguna vez le vi pasear por el malecón de Salinas cara siempre de jefe de mala leche, nariz ganchuda de sabueso de la información y ojos que se te clavaban pues era un gran escéptico y mejor indagador. Grafómano de las 24 redondas blancas cabalgando sobre el teclado de su “Olivetti”. Era refractario al ordenador. Escribió un libro importante aunque escupió sobre su memoria. Creo que fue un buen periodista lo que no quiere decir que fuera buena persona. Nos trajo lo tremebundo del “Caso” y lo cursi del “Hola”. Fue un pionero del colorín, la entrepierna y la maté porque era mía. Descanse en paz

 

martes, 20 de octubre de 2015

esto solo pasa en inglaterra inquilino mata a su patrona porque le reprochaba que se bañase dos veces al día

Lodger 'kills landlady' in row over two baths a day

Jesse Harper accused of pushing Joanna Doman down stairs at Bath home when she confronted him over 'expensive habit' of taking bath twice a day


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Joanna Doman died in hospital on 11 May, the day after being admitted with head injuries
Joanna Doman died in hospital on 11 May, the day after being admitted with head injuries 
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A lodger killed his landlady by pushing her down the stairs in a row over using too much hot water by having two baths a day, a court heard.
Jesse Harper, 22, hit out at his landlady Joanna Doman, 55, when she confronted him over his "expensive habit" of taking a bath twice a day.
Prosecutors allege Harper pushed Mrs Doman down the steep staircase of the cottage on May 11 this year causing fatal injuries, from which she died later at Southmead Hospital in Bristol.
She had told friends she was frightened of Harper and wanted him to move out of her two bedroom home in Peasedown St John, near Bath, Somerset.
"She had got to the stage where she was scared of Mr Harper and was frightened of him and how he reacted when she asked him not to use so much water and to pay the rent"
- Anna Vigars, prosecuting

Mrs Doman's elderly mother, Josephine Farr, overheard the alleged attack because she was on the telephone to her daughter at the time, Bristol Crown Court heard. She told police that she heard a muffled sound and then the phone line went dead.
Anna Vigars, prosecuting, said: "Joanna Doman died from severe head injuries and this case is about how she got those injuries. She was pushed down the stairs of her cottage by her lodger Jesse Harper and the prosecution say he meant to push her down the stairs.
"As she was standing at the top of the stairs trying to turn off the hot water Jesse Harper pushed her away in anger and it was that which led to her falling down the stairs and ultimately her death."
Mrs Doman had invited Harper to rent her spare room for £40 a week in November last year, having been introduced to him by her partner Mike Gulliford.
But shortly after Christmas, friends noticed their relationship was deteriorating with "niggly arguments" and by the time of her death Mrs Doman had asked Harper to leave.
A tap in bathroomJesse Harper was accused of using too much hot water  Photo: Alamy
"One area of friction was the rent. He was no longer working and he had no income and he had not yet signed on," Mrs Vigars said. "She noticed he had an expensive habit with the necessity for him to have a couple of baths a day and the need to heat the water.
"Other people had noticed Jesse Harper talking about pushing her down the stairs and talking of killing her. No one is suggesting that he had a plan to kill her - just that it shows how angry he was with her."
Mrs Vigars added: "She had got to the stage where she was scared of Mr Harper and was frightened of him and how he reacted when she asked him not to use so much water and to pay the rent."
On the weekend of her death, Mrs Doman had moved out of the cottage following an argument in which she slapped Harper around the face but returned each morning to feed her cats.
At 8.45am on May 11, next door neighbour Stephen heard raised voices coming from Mrs Doman's home for about five minutes and an hour later Mrs Farr rang her daughter.
"After a few minutes, the conversation just stopped and Mrs Farr heard a muffled sound and the line just went dead," Mrs Vigars said. "She thought she heard a scream and that's the point Joanna Doman was falling down the stairs."

miércoles, 12 de agosto de 2015

juan roldan rip


AQUELLOS AÑOS DE LA ESCUELA DE PERIODISMO DE LA IGLESIA

 

 

La recepción de una carta con membrete oficial del Ministerio de Educación de Gran Bretaña una mañana calurosa de junio fue la noticia más hermosa de aquel verano del 66, mucho más que la victoria del once británico, en una apasionante final contra Alemania de la Copa del Mundo, o la derrota de Cooper a manos de Cassius Clay quien aun no se había convertido al Islam y no se llamaba Mohamed Ali, cuando los Beatles eran la locura de la juventud y dieron un concierto en la plaza las Ventas. Unos decían que les hacía falta a los del quinteto de Liverpool un buen corte de pelo a navaja. Sería un verano de músicas sonando en las emisoras populares la Inter y Radio Madrid en los patios de vecindad. Por las ventanas de los cuartos emanaban las canciones de los melenudos mezclándose con las exhalaciones de las fritangas de tortilla y pimientos frisos. Los domingos había que ponerse el traje nuevo tras del aseo en las pilas de lavar, mira cuanta roña llevas pegada a los calcaños, so cochino. Así olía cuando te apretujabas en el metro contra el culo de alguna jamona en el metro. Las aguas bajaban fétidas por los bajos de la estación de Tribunal. Lo que no mata engorda. Teníamos salud y ganas de reír con los gags del Zorro aquel genio argentino que la había tomado con los talaveranos.

Las tiernas muchachitas en flor se desplomaban histéricas cuando el conjunto apareció sobre el escenario una atardecida de agosto para actuar en la Plaza de las Ventas. Se puso el cartel de entradas agotadas y los grises tuvieron que emplearse a fondo con la porra para mantener a raya a las histéricas que se desmelenaban a los pies de los caballos. Qué noche la de aquel día. A mí me gusta Paúl, a mí Ringo. ¿Y a ti? Todos. Son guapísimos. John Lennon tenía un aire de guru y se expresaba en un inglés con acento del Norte que las volvía locas. La vida era un gran baile. Silvie Vartan y John y Holliday pour aller dancer eran el rey y la reina del microsurco en el idioma de Moliere, los más bellos del baile. Si sa va pas on fait y aller. El inglés estaba desbancando en sus preferencia a las tribus urbanas pero a mí me gustaba Aznavour y Brassens. Empezaba la gran movida. Era la hora del cambio pero a qué ton cambiar si en aquel Madrid con veinte años y treinta duros de huelga en el bolsillo los domingos se vivía tan bien. We never had it so good, nunca lo tuvimos tan a huevo, que dijo Harold Mac Millan y con Franco estábamos tan ricamente.

Hubo un golpe de estado en Argentina. Onganía entró con los tanques en la Casa Rosada. Los del diario hablado se pusieron muy nerviosos con aquel flash de Upi menos mal que él únicamente trabajaba en la sección de Deportes y aquellas trascendencias del revuelto cotarro no le afectaban. El redactor jefe don Francisco Garrote, un falangista rechoncho bajito que fumaba cigarros interminables aquel día se puso la camisa azul para dar el parte. As todas horas estaba llamando a don Camilo Alonso Vega, ministro de gobernación. Hilo directo con el Pardo teléfonos, por aquello del efecto llamada, echaban humo. A cuadrarse. Descanso. Las tropas estaban acuarteladas en Campamento y todo el mundo guardaba un silencio angustioso en la redacción de RN. Arozamena el querido Joaquín Arozamena tartajeaba más de lo habitual. Por poco nos puso el señor Garrote, que pese a su apellido era un gaditano muy buena persona había sido ayudante del general Varela en Brunete y contaba chistes verdes como ninguno, firmes a los redactores. “Este ahora ya verás lo que digo nos va a poner a cantar el cara al sol”·. Tampoco fue necesario aquel gesto. Estábanse celebrando los XXV años de paz y no iba a ser cosa de que volvieran los rojos. Pero nosotros pasábamos o empezábamos a pasar de política. Queríamos vivir. La mayor parte de los redactores eran rebotados seminaristas que se habían matriculado en Filosofía y Letras o en Periodismo y arrastraban algún trauma y bastantes complejos a causa de lo que algunos denominaban la colgadura de los hábitos y otros la gran decisión de su vida que les indujo a dejar de ir a misa los domingos, ya habían escuchado bastantes en el seminario y se adhirieron a la cultura laica o se afiliaron al PC como fue el caso de Jesús Torbado aquel leonés de Gordaliza del Pino que fue compañero de estudios en la escuela de periodismo autor de una enorme y ancha novela un caso de precocidad y genialidad literaria que nos definió a los de la generación del 68: “Las Corrupciones”.

Moreno con el pelo rizado algo cargado de hombros, mirada muy viva y penetrante algo cansada. Muy enamorado por aquel entonces de la novia que había de ser su mujer y creo que para toda la vida aunque sus libros estén descatalogados y su personalidad un tanto missing después de haber dado a la imprenta grandes libros sobre peregrinos y caídas del caballo, era un especialista como Lutero en la epístolas de san Pablo, Jesús hablaba poco y observaba mucho. Había estado en un noviciado de los dominicos y, a punto de cantar misa, optó por la vida civil. Lo suyo tenía bastante mérito. Venía a clase con los dedos tiznados de yeso, abiertas por el cemento pues arrimaba material en una obra de las afueras como peón albañil. Un caso parecido al de José Luis Gutiérrez al que apodaban el Lobo otro de León que sería brillante corresponsal y director de periódicos y revistas de la transición. Era muy amigo de Pepe Oneto otro simpático andaluz, un tipo muy fino de los que ven crecer la hierba y se dejó crecer ese flequillo que le pinga ahora ante las cámaras y antes no tenía. Le copí la idea a nuestro profesor de inglés que también se hacía un egregio recorrido por la calva tiñéndose de rubio.

También falleció hace un bienio en extrañas circunstancias. De aquellos viejos colegas en la época del cambio dos que yo se sepa se suicidaron, otros desaparecieron en el exilio interior, se dieron al alcohol o la droga, o se conformaron con la nueva situación de proscritos porque la democracia nos talló a todos por un mismo rasero sois unos nazis unos fascistas, no os adheristeis al pensamiento único. Nuestros hermanos nos echaron de casa cosa habitual en una España tan dada a los despilfarros cainitas. Padecimos el síndrome de la guerra que ellos perdieron pero que luego ganaron cuando vinieron pidiendo paso los mandiles y triángulos, pero otros medraron los más afortunados y subieron como la espuma adornados en el olimpo mediático con la corona de laurel y los dineros.

Se vino el Lobo a Madrid desde Vizcaya donde aprendió el oficio de fresador. Con las prisas no le vagaba para cambiarse de ropa y quitarse el mono para asistir a las clases de inglés mr. Peter Miles

Sus manos encallecidas eran un orgullo para todos nosotros y él se las miraba llenas de callios, orgulloso como biuen leonés. Su semblanza podía cotejarse por lo bien bragado con la de un anarquista. No en vano provenía de la tierra de Buenaventura Durruti,.

Miles un tipo extraño que por entonces se escondía en el armario, misterioso personaje, que no era inglés sino polaco pero que hablaba un inglés con acento de los barrios de Londres, con sus americanas cobalto que hacían aguas, hombreadas para realzar el busto, el perfil de cachas y corcho en los tacones al objeto de alzar unos codos de estatura. Siempre con pajarita o bow tie. Sus clases en lugar de lecciones de inglés parecían actuaciones festivaleras, se movía por la tarima con mucho garbo y mandaba sentar en los primeros bancos a los más guapos.

Sus clases interesantes eran todo un show de gestos, era nuestro ídolo. Buen comunicador nos entusiasmó con la lengua inglesa y con aquel país que sedujo a la juventud española de los 60 estábamos acomplejados por no parlarlo fluido. Era la estrella de la escuela de Periodismo de la Iglesia. Pobre Peter Miles; cuando cerraron la escuela de periodismo quedó sin empleo, fue abandonado por su novio y se abrió las venas en la bañera. No aguardó a conocer los tiempos del esplendor del arco iris. No se atrevió a salir del armario.

Rafael de Salazar, Nicolás González Ruiz, Bartolomé Mostaza, Antonio Ortiz Muñoz y Alejandro Fernández Pombo, un bondadoso manchego de la escuela del “Debate”, formaban un experto e ilustre tándem en el cuadro de profesores. Entre clase y clases leyendo su breviario veíamos pasear por el patinillo reducto de una pequeña huerta en las dependencias a un cura alto y delgado que lucía sotanas impecables de cachemir —detalle nada desdeñable y corajudo pues los aires renovadores postconciliares habían barrido del mapa los alzacuellos y manteos y los curas iban de traje aunque en nuestro curso el P. Abel Hernández y Pepe Freixenet uno de Murcia no se la habían quitado aún pero sí el P. Urciti un navarro muy simpático que venía de una conocida familia carlista— era el director. Olvidé su nombre pero creo que llegó a obispo y formó parte a regañadientes como un elefante en la cacharrería de la Conferencia Episcopal o poderoso sindicato de obispos que siguen mandando tanto en España. Juan Roldán otro ex seminarista malagueño discípulos del lectoral de la catedral malacitana el P. Ruiz, se ganaba la vida como profesor de latín en un colegio mayor.

Roldán, un muchacho agradable rubiales bien parecido y de un estilo muy norteamericano ocuparía las corresponsalías de Efe en Londres época Fraga y en Washington  durante la transición, sería director de la Asociación de la Prensa y se casaría con otra colega Encarnación Valenzuela que no era guapa pero demostró ser mujer de mucho tronío. Curri. ¿Dónde curra ahora Curri? Juan acaba de fallecer este julio de 2015 no sé si de melancolía o de asco a los 72 años. Él era un periodista de los pies a la cabeza y no ha sobrevivido a las purgas que orquestaron contra nosotros los de la vieja ola los nuevos instalados en ese periodismo baladí de las tertulias que se pronuncian ex cáthedra a todas horas con un gesto solemne y aires de gángster.  Forman parte de un circuito cerrado una mafia en la que no dejan entrar a nadie. Closed shop, numerus claussus, compañero; el que venga atrás que arree. Son los grandes acaparadores de esta democracia llena de resabios dictatoriales. Son los vigilantes de la playa los comisarios del sistema siempre guardando la línea y a la que salta, parecen haber pegado un brinco a nuestra actualidad, a la que miran, remiran, comentan y hasta soban explotando el morbo con gesto algo despectivo y canalla pues no les duele la patria. España se las refanfinflar.  Sólo les importa el dinero. El que más gana (se embolsó cerca de cuarenta mil euros del ala el año pasado, lo colocó en la tele pública ese espantapájaros que habitó en la Moncloa durante un lustro siniestro y al que llaman ZP (pasen y coman los de León y a llenarse los bolsillos), un tal Maraña, el hermanísimo de un canalla que amargó mi existencia en Nueva York y dijo en una conferencia de Prensa en la ONU oficiada por Felipe González que había que acabar con la Prensa del Movimiento. Jugaban al viejo juego del robaterrenos quítate tú que me pongo yo y donde no hay harina todo es mohína y así se hicieron amos de la TV pública y vendieron los periódicos de la Cadena a los ingleses. Se produjo una auténtica involución de las rotativas. Algunos de ellos, sólo unos pocos porque los estudiantes de periodismo lo tienen crudo para obtener un puesto de trabajo y si lo logran les pagan miserias de becarios. Encontraron en su remunerativo, milagros de la publicidad, blablablá una fórmula de enriquecimiento.

El encono la envidia la emulación y el odio constituyeron los peldaños de la escalera por donde subieron para alzarse con el santo y la limosna estos trepas. La corrupción imperante les brindó la oportunidad de su existencia dentro de un oficio noble aunque menesteroso como fue el de juntar palabras en España. A fuerza de adular a los políticos con sus torrenciales parrafadas y sus conclusiones de pata de banco, al objeto de enajenar o cabrear al lector o al telespectador. Es una literatura hablada no de información ni de educación elemental sino de provocación. Ganan con esto millonadas. Y ahí está para muestra valga un botón Alfonso Rojo el “exsísimo” o ex maridísimo de la Anaconda. Que después de echarlo de su tálamo hay que ver lo bien que lo colocó.

Este viejo oficio por aquellos días abundaba en epígonos notables como David Cubedo [la voz carismática la locución de terciopelo del “parte” de las tres de la tarde], Fernández de Asís, Pedro de Lorenzo, Álvaro de la Iglesia, Torcuato Luca de Tena, Tomás Salvador, Félix Ortega todos los cuales murieron pobres. O el mismo Juan Roldán que se nos acaba de marchar.

Voluntariosa y con buenos contactos, la Valenzuela hija de un general laureado según creo, se ha convertido en la musa del PP habitual de las tertulias de la tele. Estábamos angustiados y confusos dentro de nuestros traumas y el cascarón de un pasado del que había que salir para enfrentarse a la modernidad. Ésta estaba hecha de canciones y de apuntes y de papeletas de exámenes. Dentro de lo que cabe, nunca como entonces había sido Bermejo tan feliz. Los de la Eta no habían aparecido, los curas seguían llevando sotana y se decían misas en latín pese a las admoniciones renovadoras del concilio. Se podía ir a esquiar a Navacerrada los fines de semana del invierno o bañarse gratis en el charco del obrero como llamaban al parque sindical.

Leyó la carta cincuenta veces y se compró un pequeño diccionario de bolsillo el Collins para traducir las palabras que no entendía. El comunicado le informaba que le había sido concedido un puesto como profesor asistente en la ciudad de Hull como ayudante del catedrático de lengua castellana en dos colegios: El colegio Marista y un instituto de segunda enseñanza el Kingston upon Hull. Informó a sus parientes amigos de irse a Inglaterra el próximo curso. Muchos vituperaron su decisión:

—Tú estás tonto. Has conseguido un puesto fijo en radio Nacional y ahora haces la tontería de largarte a un pueblo de una lejana provincia a pasar hambre.

Bermejo estaba tan embebido con la idea de aprender la lengua de Shakespeare que puso oídos de mercader a tan sabios consejos. El mecanismo de la utopía volvió a vagar por sus meninges atolondradas. Le estaban vendiendo la burra mal capada. Era la decisión más importante de su vida pero Bermejo le dio la ventolera y (entonces pensaba así hoy no) se puso el mundo por montera, tiraba la casa por la ventana. Claro que le habían enseñado desde pequeñito a renunciar al mundo sus pompas y vanidades. Es la idea que gira en torno al libro de cabecera “Las imitación de Cristo y menoscabo del mundo” de Tomás de Kempis tantas veces manoseado y leído a lo largo de su adolescencia. Un lector subido a un púlpito declamaba sus capítulos a la hora del desayuno durante sus años de seminaria.

—Te comportas como un gilipollas, Remigio— fue la sentencia de su hermano Xanti el que siempre estaba calculando sus pasos.

Le contestó él con el título de una película de Bing Crosby que echaban por aquellos días en el Cine Cristal de Cuatro Caminos:

 —Siguiendo mi camino.

A lo mejor estaba en un yerro pero interiormente sentía que al renunciar al trabajo en la radio estaba respondiendo a una poderosa llamada. Su vida en adelante estaría entretejida de renuncios de grandes triunfos y grandes fracasos. El destino suele ser inexorable. Todo está escrito. Hasta el número de los pelos están contados en nuestra cabeza. Al menos, es lo que se dice y yo no me desdigo de nada ni renuncio a nada, seguiré en mis trece. No vendo mi pluma ni la vendí a nadie que es baluarte de libertad. No tengo vocación de mercenario

 

sábado, 8 de agosto de 2015

romería asturiana en honor de santa ana


















Santana 2015

 

Todos los cojos van pa Santana y arriba subo yo con mi pata galana. Ay santa Anita de Montarés que guapina yés. Ermita blanca en lo alto de un cerro mirando para Cudillero con amorosos ojos marineros. Danos tú protección ruega por nos. Cuando atisbaban las lanchas que embocan la rada del puerto pixueto toda la tripulación cantaban alegres su himno. Pasaron la marola y tuvieron buena pesca y navegación.

Ella estaba en lo alto en el trono que tiene en aquella ermita blanca y buen dibujada sobre un paisaje de ensueño que hace pensar que estamos en el paraíso los días de sol como este 26 de julio del año de gracia 2015.

Otra vez acometimos las vargas de las pistas madereras como todos los años, tantos años ya. Quico el alcalde de la villa de Cudillero, tan calumniado, fue el que hizo posible que la maravillosa autopista que cruza el valle de Artedo y las Luiñas sobre grandes puentes arbotantes y macizos pilares, no destruyera las vistas y el monte de Montarés al cual los romanos llamaban Betulia (abedules) se salvó al trazar la vía sin detrimento a los pueblos circundantes. Una grandiosa obra de ingeniería.

Muchos no se lo reconocen. Yo sí que para eso he vivido cuatro años en Norteamérica y de allí regresé por primera vez en 1975 y subí a la romería que se celebra a finales de julio.

Me sentí tan impresionado y feliz que no deseaba volverme para Nueva York. Aquello no era civilización. La Asturias de mis sueños sí.

Ha querido Yahvé en sus inescrutables designios que este pobre pecador fuera a aparcar la boina en un “ñero” a pie del monte sagrado de Betulia anidando con el miruello la golondrina el avefría la collalba y el ruiseñor astur que es el pájaro que mejor canta del mundo.

Media hora zarceando por la calella entre tojos y zarzamoras y a las doce ya estábamos arriba cuando tocaban a misa. El tañido de la campana se mezclaba con los sones de la gaita. Dos guapas gaiteras vestidas con sayas de vuelo, jubón y pañoleta, atacaban la marcha real mientras un gallardo gaitero buen mozo hacía arpegios maravillosos que me ponían los pelos de punta con el roncón. Me recordaban a Demetria la heroína de Palacio Valdés en la Aldea Perdida. Una misa entrañable de tambor y gaita. Hijas mías de mi vida y corazón con esos capisayos lucís más guapas y atractivas que las “girls” de Telecinco en porreta viva, les dije.

El cura ay don José mucho madruga usted nos recordó en aquella iglesia aldeana de toscos bancos y de una piedad de sencillez rústica en la cual el cristianismo se combina con las viejas creencias sincretistas y paganas que el templo fue reconstruido en 1886 y a él alude Armando Palacio Valdés en alguno de sus cuentos. Esto forma parte de la Asturias mágica. Los fieles se ciñen las partes doloridas de su cuerpo con los eslabones de la cadena de la santa y sanan —es fe— de sus enfermedades: el reuma, la artritis, litiasis, dolor de aguijada fiebres pauperales el terror de las parturientas desde tiempo inmemorial encomendadas a Santa Ana en espera de una hora corta. El tabardillo el baile de san vito y las bubas porque la ermita está en emplazada en plena ruta jacobea y me da a mí que fuera antiguamente una iglesia de asilo integran parte de la lista “inter alia” de las dolamas que curaba milagrosamente la gloriosa Santa Ana.

De las paredes cuelgan exvotos de los “quebraos” a los que se les mitigó la hernia al hacer un esfuerzo con la fesoria que aquí se trajo lo suyo, compañero; gorras de plato de soldaditos de la armada que regresaron con bien de la marina o de la guerra, muletas de “coxus” y bragueros de baldados y hasta observo entre las colgaduras el pecho de cera de una operada de cáncer de mamá.

Uno a la fuerza tiene que creer en los milagros que “si non la vida non vale pa nada”, me dice una paisana de cerca de ochenta años y que viene subiendo al monte santo desde niña.

Montarés es para los cudillerenses el monte Horeb donde Jehová le dio a Moisés las Tablas, el monte Moria o el Carmelo, el monte de las Bienaventuranzas o el Tabor donde se transfiguró Cristo Salvador patrono de Oviedo y cuya fiesta ayer celebrábamos.

Es posible que antes de nuestra Era ya los astures veneraran en este lugar a la diosa Volutia la que les mandaba estar callados como en misa. Chist… en las iglesias hay que estar callados como en misa, y puede que también a Dionisios.

La fiesta se compadece con reminiscencias paganas. Empina el codo la muchachada, son jóvenes, hacen bien y una vez al año no hace daño. El señor cura no baila porque tiene corona, baile, señor cura baile que Dios todo lo perdona. Estos cantares así como el gusto por las libaciones báquicas evidencian un aire de relajo pero que siga la fiesta.

Sin embargo ya no hay peleas ni navajazos, como antaño, por una moza, por una mirada de través o por un simple pisotón que entonces se armaba la de Dios y las peleas eran homéricas (consultar de nuevo a don Armando Palacio Valdés). Algo progresamos.

Uno de los cofrades va repartiendo azumbres y herradas de tintorro. Observo que algunas chicas beben a morro aunque sin ganas. Como si honrar a la Abuela de Jesús fuese una obligación avalada por tradición milenaria. Cantemos a Baco sus alabanzas.

Toda España es una fiesta de Virgen a Virgen esto es desde el Carmen hasta la Asunta, del 15 de julio al 15 de agosto y entre medias, la Virgen Blanca cuando baja hasta Vitoria el aldeano Celedonio con su paraguas.

Bulle medio país a pesar de la crisis con el toletole de las verbenas las ruedas de tiro al plato, los tiovivos, los caballitos, las pistas de coches eléctricos o las carreras de saco sin que falten encierros y corridas de toros. Por San Fermín siete de julio los navarros lanzan el primer chupinazo y sigue la fiesta por todo el verano.

Creo que estas ganas de vivir y el dinamismo característico al mocerío hispano es una prueba de la superioridad del catolicismo sobre sus religiones hermanas. En el Islam el vino está prohibido. El Talmud veda el acceso de los judíos a las bebidas fermentadas excepto una vez al año. Entre nosotros que bebemos lo que nos legó Noé y nos deleitamos con la sidra que no quiso probar el Bautista como buen nazareno, cuando se tercie, nos podrán llamar borrachos pero somos más tolerantes y humanos.

Además el vino es sangre de Cristo.  Y eso lo saben bien los ingleses entusiastas secuaces de Dionisios el dios oscuro traidor y jovial y no hay más que darse una vuelta por Mallorca. Cómo soplan esos tíos hasta caer redondos.

Ello tiene una explicación: de los sacramentos sólo admiten dos el bautismo y el Supper of the Lord aunque sin transustanciación. Así y todo son un pueblo de lo más eucarístico. El vino de la cena del Señor es uno de los 48 Artículos de la Fe según la reforma protestante que mandó practicar la Reina Virgen a fines del siglo XVI.

Este articulista que también pasó diez años de su vida en Reino Unido da testimonio de esta pasión por las bebidas espiritosas y por la gran devoción que siempre tuvieron los ingleses hacia la Abuela de Cristo.

Una bula del papa Calisto III de junio de 1426 estableció el Día de Santa Ana como fiesta nacional en Inglaterra. No se trabajaba y ese día se organizaban peregrinaciones a la catedral de Lincoln donde se venera una imagen milagrosa de la Madre de Santa María. Su devoción fue difundida por san Hugo y los agustinos recoletos a través de las Islas Británicas.

Es una tradición que se remonta a la alta edad media y tiene relación con la mujer como ama de casa que pare los hijos cuida al marido y ordena el hogar. Administra. Mulierem fortem quis inveniet

Por más que las citas a esta buena mujer cuyo nombre en hebreo signifique la “llena de gracia”, sean mínimas en la Escritura, la escasez de datos biográficos se remplaza, como acontece, con el fervor de la fe y los sueños del corazón que acarician el mito soteriológico, en demanda de la intercesión divina ante nuestras necesidades.

En España es un culto que se relaciona con el de hiperdulía y con el  culto miguelino, el más antiguo en Occidente. En mi pueblo, Sacramenia, hay una iglesia románica dedicada a su advocación que se emplaza en lo alto de un cerro. El de Santa Ana.

Toda aquella zona fue repoblada por asturianos, de acuerdo con el Fuero de Avilés, y es posible que este culto estuviera muy arraigado en el pueblo visigodo.

En los barcos de nuestra escuadra siempre acompañaba a la imagen de Nuestra Señora otra de su madre y un galeón que salvó del naufragio de la Invencible se llamaba el “San Ana”. Seguramente que los pixuetos buenos mareantes sintieran hacia la santita de Montarés una especial veneración en la creencia de que ella siempre les acompañaba al surcar las olas y les devolvía a puerto seguro.

El 26 de julio del año que viene, si dios me da vida, volveré a ascender la cumbre de Montarés. A besar su manto de airosos caireles, porque la imagen siempre fue muy prestosa y atalajada, pasarme las cadenas, y poner una vela por la paz de España, por mis hijos por mi mujer. Y a todos paz y bien. De hoy en un año.  

lunes, 1 de junio de 2015

SAN FROILÁN

San Froilán se alza al cielo

Valdepiélago honró ayer a su antiguo vecino, el obispo montañés, como lo viene haciendo cada primer día de mayo desde tiempos inmemoriales .

  • El mozo encargado de subir y bajar al santo de su ermita en lo alto de la montaña posa junto a la imagen. - jesús f. salvadores
    El mozo encargado de subir y bajar al santo de su ermita en lo alto de la montaña posa junto a la imagen. - jesús f. salvadores
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BARRIO PLANILLO | VALDORRIA 02/05/2015
Un año más y siguiendo una vieja tradición ya consolidada, el patrón San Froilán bajó de su altar ubicado en el alto de la montaña de Valdorria para ser procesionado y honrado en su romería del día 1 de mayo. Desde primeras horas de la mañana tuvo lugar la procesión desde Valdepiélago hasta Nocedo de Curueño, para después iniciar la subida hasta el alto de la montaña en Valdorria.
Desde allí, en su ermita, un lugar privilegiado en la naturaleza cuya belleza asombra a vecinos y forasteros por estar encerrada entre peñas y tan cerca del cielo, el patrón desciende —gracias a la fortaleza de algunos de los mozos del pueblo o de los alrededores— los 365 escalones, tantos como días tiene el año. Y es que los cientos de romeros que se concentran alrededor de la bonita localidad de Valdorria volvieron a pedir al santo que evite las tempestades, aunque ayer la celebración de la eucaristía tuvo que desplazarse hasta el interior de la iglesia parroquial ya que el tiempo no quiso acompañar a los romeros. Finalizada la liturgia las autoridades, vecinos y romeros disfrutaron de un espléndido vino español a la hora del mediodía.
Todos los asistentes a esta emotiva romería, declarada como fiesta de Interés Provincial, coinciden en la emoción que se vive en la ermita a la hora de bajar y subir al patrón San Froilán por los escalones que acceden hasta el templo. El arraigo popular de esta fiesta también se refleja en el santoral leonés, donde San Froilán fue amigo, patrono y obispo y montañés y personaje muy ilustre de la provincia leonesa

martes, 26 de mayo de 2015

gil y carrasco


Congreso sobre Gil y Carrasco

Confirmados especialistas del Reino Unido, Francia, EE UU, Suiza, Italia y Bégica .


Ediciones de ‘El Señor de Bembibre’ coleccionadas por Andina. - afb

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C. FIDALGO | PONFERRADA 26/05/2015

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A punto de cerrar el programa definitivo del Congreso Internacional sobre Enrique Gil y Carrasco y el Romanticismo, el comité organizador ha confirmado la presencia de expertos de una veintena de universidades, la mitad de ellas del extranjero. La presencia de especialistas en literatura romántica de universidades como la de Exeter (Reino Unido), Friburgo (Suiza), Trento (Italia) París IV, Pau et des Pays de l’Adour, Toulouse 2 Jean Jaurès (Francia) KU Leuven (Gante, Bélgica), Coe College de Iowa y Valparaíso University de Indiana (EE UU) suponen un espaldarazo para el carácter internacional de la reunión —que se celebrará en el Bierzo entre los días 15 y 18 de julio— y para consolidar la difusión de la obra de Gil y Carrasco fuera de nuestras fronteras.

Bajo la presidencia honorífica del profesor francés Jean Louis-Picoche, y del especialista Enrique Rubio Cremades, autor de la edición de El Señor de Bembibre en Cátedra, el Congreso también cuenta con la presencia confirmada de profesores invitados de universidades españolas como la Complutense de Madrid, Santiago de Compostela, Uned, Alicante, Cádiz, Cantabria, Vigo y Zaragoza, además de la Universidad de León.

«Va a ser toda una toma de temperatura del Romanticismo y con la publicación de las actas del Congreso en un libro de unas cuatrocientas o quinientas páginas que aparecerá citado a partir de ahora en las bibliografías sobre el autor, vamos a conseguir que despertar el interés por el estudio de Gil y Carrasco», decía ayer, satisfecho por las buenas perspectivas del encuentro internacional, el periodista y escritor Valentín Carrera, responsable de la última edición de las obras completas del villafranquino en el año de su bicentenario y coordinador del encuentro internacional.

La organización ha cuidado además la presencia local en un congreso donde no faltarán investigadores bercianos y autores como el poeta villafranquino Juan Carlos Mestre, autor de uno de los ensayos de referencia sobre la obra de su paisano, o el ponferradino César Gavela, entre otros.

El Congreso ha dividido las ponencias en ocho sesione con las que pretende ofrecer una perspectiva completa de la transcendencia del autor en nuestros días: Enrique Gil y el Romanticismo europeo. La Poesía de Gil y Carrasco. La narrativa de Gil y Carrasco. En torno al Señor de Bembibre. Elementos visuales y cinematográficos en la obra de Gil y Carrasco. El último viaje de Enrique Gil. Enrique Gil, periodista y crítico literario. Enrique Gil, un autor para el siglo XXI.