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jueves, 14 de diciembre de 2017


CATEDRAL DE TOLEDO. A MÁS RICA: DIVES TOLETANA

 

La catedral de Toledo sede primada es misteriosa y encaramo bosque de piedra alzada fantasmagórica que se alza sobre el cerro sueño del Greco. Se me apareció sobre el paisaje un día de mi adolescencia. Luego en los 60 se puso de moda entre los estudiantes los viajes a Toledo el cigarral donde escribía y trabajaba sin parar Gregorio Marañón.

Es un pecado mortal para un endocrinólogo la perdida del tiempo. A mí Toledo se me clavó en la mirada. Canté su garbo en algunos de mis poemas. Posee toda la grandeza y ese furor de los obispos guerreros que se calaban la celada prevenidos en frontera Gil de Albornoz o el arzobispo Gelmirez el de las Navas.

A Gil de Albornoz le echaba en cara un papa de Aviñón cuando regresaba de Bolonia donde acababa de fundar el colegio de los españoles sus pasiones bélicas. Ni corto ni perezoso Su Eminencia mandó traer un carro lleno de cadenas y de cerrojos:

          Mirad, Santidad. Ese carro de guerra cargado de cadenas y de candados. Son las puertas de las ciudades que gané para vuestra tiara.

Don Alonso Carrillo cuando recibe un breve de Aljandro VI amonestándole por su mal comportamiento con Cisneros rasgó el papel en cien pedazos y metió en la cárcel al que había de ser uno de sus sucesores en la silla primada.

Vuelvo a visitar la catedral para abstraerme de este ambiente deprimente que nos invade a los españoles por las mentiras y desacatos e insultos contra España. La sombra de don Opas vuelve a pasearse sobre la piel de toro.

Aspirar el perfume de los siglos le viene bien a mis pulmones saturados de humo y de los aires mefíticos de la actualidad española. Busco el anonadamiento místico.

Los boceles del tímpano de la Puerta del Perdón elevan mi mente a la serenidad del pantocrátor. Busco la abstracción solemne del airoso botarel, la gárgola de boca monstruosa y los arbotantes que hacen equilibrismo sobre los muros encaramados.

Quisiera escalar el más alto pináculo para tocar la trompeta del juicio final como ese ángel estampado en una de las cresterías.

Voy huyendo de los azotes con que nos disciplinan las noticias de las breve y esta sordidez castrante de los comentaristas políticos con bocas de sapo y desagradables voces de chicharra. Mi alma está sedienta de armonía. Es lo que hoy no acontece.

Busco en los diccionarios la palabra “eutrapelia” que es el resultado del hablar bien y sentirse bien como resultado del goce contemplativo.

 Quise reencontrarme con esa historia de que cuyas enseñanzas se abstraen la educación canalla de esas constituciones que negaron a España. Por el Miradero bajaban los estafermos gigantones y cabezudos y en Zocodover ya instalaron sus reales las carrozas de la tarasca de Corpus. Toledo tres culturas cosmopolita, ciudad. Tres misterios trinitarios, tres maneras de adorar a Dios a veces no de manera constructiva pero yo pienso que el Menorah y la Media Luna siempre habrán de situarse a la sombra de la cruz en contra de lo que afirman los irenistas. Las antiguas herejías (pelagianos, donatistas, maniqueos, materialistas, saduceos que no creen en la otra vida, adopcionista del obispo Eugenio primado de esta misma sede catedralicia que pensaba que Jesucristo no era más que un profeta adoptado por el Padre Eterno) forman parte de la mentalidad moderna.

La paz nunca será posible sin admitir que Jesucristo fue el hijo de Dios verdadero.

Sale a pasear por las calles empinadas mi alma en busca de la melancólica belleza de algo que se fue. Escucho los acordes de la novena sinfonía conjugados con el rabel y las tiorbas de los juglares. Toledo es un gran romance arquitectónico. En cualquier esquina uno puede toparse con los ojos rasgados y misteriosos, ojos de fuego, de las tapadas.

Por estas cuestas subía la mora Zaida el amor de uno de los grandes reyes de Castilla.

Hago mis escorzos novelísticos; recuerdo mi pasado y el ambiente levítico de mi niñez. Yo también fui niño de coro en otra catedral. Me rindo de hinojos ante la Virgen del Sagrario. Junto al tímpano de la Puerta del Mollete sentados en cuclillas piden limosna tres mendigos runabas. Rejas doradas de Villalpando cierran el paso a las capillas.

La catedral de Toledo atrae como un imán a los hombres de iglesia, se agita ese morbo o ese duende de la utopía que llevamos dentro y hay que menear el incensario de los recuerdos pensando en lo que pudimos ser y no fuimos.

Los canónigos cantan vísperas en el coro igual que hace diez siglos delante de un facistol enorme donde se reclinan los becerros forrados de piel de toro con letras capitulares y las pautas del contrapunto. Nuestra vida debiera de ser un salmo de alabanza al Criador. Pero últimamente rezamos pocos. Sille et psalle era la norma de aquellos prestes: (guarda silencio y piensa que la mejor oración es la cantada.)

 Cantar y rezar eso es la vida, o debiera ser. Hoy nos embargan las noticias dirimentes y la angustia de los nuevos tiempos. Teníamos madera de santos pero el mundo nos hipnotizó con su mirada de lobo. Quedó, con todo y eso, como un estigma indeleble, esa ternura ese amor a la ciencia, esa belicosidad del guerrero implacable poco sensible ante las miserias humanas.

En las aulas de los seminarios adquirimos esa dureza eclesiástica que tiene en menoscabo los afectos humanos. Vaya lo uno por lo otro. Toledo siempre me dio algo de vértigo; el vértigo de sentirse español. Me hubiera gustado decir misa en la capilla muzárabe que conserva el rito visigótico bajo la mirada del cardenal Cisneros.

El transparente barroco de santo Tomé en la girola es una apertura invleible que causa pasmo. Los rizxos de la capilla de san Ildefonso la puerta del Reloj, la de la Feria y la de los Leones un torrente de armonía sube a la bóveda desde la panza del gran órgano catedralicio accionado desde la tramoya por un manchador o palanquero que carga los fuelles rompiendo la quietud las augustas soledades templo. Colgados de alguna capilla y listados por el polvo de centurias pingan los petasos o sombreros de los titulares de la silla toledana. Aquí van algunos nombres: Wistremiro, Montano, Eulogio, luz de España, Ildefonso que era tan devoto de María que una mañana la Virgen bajó del cielo a colocarle la casulla con que se disponía a cantar misa —

entrañable cuadro que puede admirarse en la sacristía del monasterio de Guadalupe—.

 Patruno, Pelagio, Melancio se llamaron los primeros obispos de Toledo.  Después de Roma, Compostela, Canterbury y Constantinopla la iglesia toledana fue la más importante de la cristiandad. Pesa la historia.

Actualmente es uno de los monumentos más visitados por el viajero. La ciudad vive del turismo Ello no es óbice para que siga celebrando el culto divino con el esplendor de los tiempos antiguos. Terminado el canto de vísperas una fila de canónigos marcha detrás del deán con la cruz procesional. La luz de la tarde que se cuela por el ventanal de las vidrieras del transepto trazando encajes maravillosos sobre el ándito de acceso al altar mayor. Se dibujan en el suelo alfombras de colores. Y cada uno de los clérigos tras la cruz procesional caminan pisando como una alfombra de luz; unas son rojas, otras verdes, otras de azul. Calma augusta. El canónigo silenciario a una indicación del pertiguero da una palmada al concluir el oficio y todos entran en la sacristía por el portón de Claverías. Me embarga un aroma de misticismo. Esta tarde no sé si la he vivido o es el reflejo de una imagen que tengo en la cabeza porque la catedral de Toledo padece también el síndrome de “seminario vacío”. Actualmente, aparece no como un lugar de devoción sino como un museo. Los turistas atendiendo a las explicaciones del cicerone miran para arriba

 

martes, 24 de octubre de 2017

ALGUN DIA VOLVERÉ A YORK EL VIEJO EBORACUM









YORK Y SEGOVIA



Viajé a York por estos días a reencontrarme con mi pasado adolescente y soñador, amante profesor de inveterado de la Anglística. Años y sueños de juventud que no volverán.

El resultado: un libro de poemas que yo guardaba en un cajón cuando era lector de español en aquella universidad.

El departamento de castellano había tomado la delantera entre los humanistas del Reino Unido. "Nunca lo tuvimos mejor" y como recapitulación de aquellos años maravillosos acabamos de dar a la estampa "Sobre los puentes de York".

Escribir poesía en Inglaterra en los comienzos de los 70 era vibrar con los registros de T. S Elliot, el vate que influyó a toda una generación. Sin embargo York a la vera del río Ouse, con sus molinos, su castillo y sus murallas sus oficinistas que salían a tomar café a las once de la mañana no tenía nada de "Wasteland" (desolación).

No era una tierra devastada. York siempre me recordó a mi Segovia. Las dos tienen el sello romano característico: esa altivez sólida y señorial. Los romanos un pueblo practico construían acueductos, libaban incienso a los dioses y hacían conjuros. York viene de Eboracum (marfil). Cesar conquistó las galias con un afán mercantilista.

En Eboracum la tierra de los picti tribus salvajes que se pintaban la cara para inspirar pavor al adversario, la última frontera de la itinerario de Antonino, Roma buscaba el marfil (el elefante era un animal doméstico muy apreciado por los militares del que todo se aprovechaba, con el marfil se confeccionaban astas y saetas) de la misma forma que en Segovia y en toda la Hispania ulterior buscaba las rutas del oro y la plata.

Ha quedado consignada en algún millar en de la zona de Beverly cerca del Mar del Norte en la que aparecían nombres de legionarios "hispánicos"

"Hic jacet Flavius ex Emerita Augusta". Este Flavio debió de ser un soldado de la Legión Séptima Gemina que peleó contra los picti antes de ser enviada a Rumania por Vespasiano. Porque el itinerario de Antonino acababa en York después de atravesar toda la Galia y surcar el mar del norte y del canal de la mancha. La arqueología y la romanidad en los dos años que viví en aquel corregimiento del Yorkshire me hicieron pensar en el paralelo que existe entre estas dos ciudades romanas y que con la llegada del cristianismo se transformaron en dos ciudades levíticas con una fuerte impronta católica.

La silla de York se mostró renuente aceptar la postura regalista de Cantorbery y sus arzobispos hicieron lo indecible por evitar la ruptura con Roma.

York fue la patria de santa Helena la madre de Constantino la que rescató la cruz del Gólgota y vio en lo alto del cielo aquel signáculo de in hoc signo vences… De York era Guido Fox, el conspirador de la Pólvora que quiso hacer volar la cámara de los comunes en un compló alentado por los jesuitas del Yorkshire, reducto católico en la cismática Inglaterra, y de York o de una localidad más próxima era Daniel Defoe el padre genial de Robinson Crusoe. Todos somos un poco robinsones en los tiempos que vivimos.

Todos volvemos a York ciudad volandera con muchos puentes y muchas torres sobre el rio Ouse que luego se casa con el Ivel cerca de Cambridge para acabar sumiendo sus aguas en el Támesis.

Todo esto lo canto en estos versos de juventud de aquel poeta recién casado que ante las torres de la catedral de York soñaba en los sillares y piedras que besa el Eresma. ¡Ah, tempus fugit"



SOROS ¿ESPONSOR DE UN FRENTE POPULAR EN CATALUÑA?
 


Georges Soros Budapest 1930 tuvo una frase para mí cuando lo entrevisté en su apartamento piso 35 de Wall Street "I´ll buy you out" (os compraré a todos) y esa sentencia categorética se clavó en mi memoria con tanta fuerza que escribí una novela.
Lo que dijo aquel creso millonario que por único lunch se comía una manzana, REGADA SU COLACIÓN BREVE NO CON GUISQUI SINO CON UNOS LENGUETAZOS A UN CAFÉ DE TERMO, me invitó por cierto y yo le dije no gracias, me martillea en la memoria.


Era la América de Carter la guerra fría la detente pero aquel rey Midas ya preparaba the big move desde el alto edificios con vistas al East River.


Vendría la guerra de las galaxias, la globalidad y la caída del muro de Berlín. Mao era nada más que un tigre de papel y la Unión Soviética un gigante con los pies de barro.
El refugiado húngaro judío de raza fracasó como filosofo pero como economista con sus teorías iconoclastas antiacadémicas que lo hicieron malquisto en Downtown, era un brujo. Un verdadero adivino del porvenir.


Lanzó su fórmula desde la ciudadela del capitalismo. Sacaba conejos de su chistera, inventaba cosas basándose en el axioma talmúdico de que el dinero es sólo papel. I buy you out. Fue el patrocinador de UCD, y se inventó una formula mágica para acabar con los estados históricos: las enejes vías de penetración mediante la filantropía, el adamismo y el buenismo y el padre Ángel con su sonrisa mefistofélica mensajeros de la paz significaba en verdad heraldos de la guerra. Publicaba entonces libros que no leía nadie con títulos como "El peso de la conciencia" y "Hacia la aurora global".
Un asquenazí de aspecto humilde e insignificante, americano de conveniencia, desde 1948 y humilde nadie podría creer que albergaba grandes proyectos para su fundación a la sombra de Rockefeller. Subvencionó el levantamiento de Maidan y dicen que urdió planes para asesinar a Putin pero Putin es ahora amigo y ha firmado un pacto al estilo del que llevó a Europa a la guerra el  acuerdo Malenkoff /Ribbentropp con Netanyahu para triturar Europa.


Ahora se habla de Cataluña como ruedo estratégico de dominio del Mediterráneo algo que le interesa en especial al estado hebreo al alimón con su aliado ruso. Creo que aquella manzana que se zampó mi interlocutor durante la entrevista con su parco yantar debió de estar envenenada.
Uno tiene la impresión de que algunos políticos catalanes y los elches felones que gastan coleta son unos bocazas, no saben nada de geoestrategia y están jugando con fuego. Son los tontos útiles, criminalmente irresponsables. La bestia sin rostro tiene muchas caras las más terribles son las que oculta. ases y triunfos bajo la manga. Un frente popular en España is in the offing sufragado por es este archimillonario sin patria al que seguramente no le queden muchos afeitados

sábado, 21 de octubre de 2017

meditacion ante un cuadro supremo


 MEDITACIÓN ANTE EL ENTIERRO DEL CONDE ORGAZ

 



Antonio Parra

Dado lo cargado y la crispación del ambiente y como dicen que es llegada la hora de la bestia y el funeral para nuestra patria, marché la otra tarde a Toledo y me planté ante el insigne lienzo en el cual está encerrada buena parte del genio singular de lo español y al regreso me senté a escribir con calma, mucha calma, mi alma sedienta de belleza y tratando de evitar las contiendas que nos afligen pues ya los pasos de la aurora andan pisando la incierta luz del día y a batallas de amor campos de pluma que decía Góngora que equivale en poesía a lo que era el Greco en la pintura, quiero decir: un genio. El genio de los genios. No estaba ante un cuadro sino ante el molde de un enigma. Allí pasé dos horas de la tarde dándole a la cometa de mis sueños.

"Tal galardón recibe quien a Dios y a sus santos sirve". Esta frase murmurada entre dientes por los prestes que ofician las exequias, san Agustín revestido de capa pluvial y mitra de obispo y san Esteban con la dalmática diaconal, sirve para poner música de fondo a la escena que da marco al entierro del conde Orgaz, lienzo donde se estampa con auténtica veracidad una de las páginas más realistas de la historia de España y un cuadro de costumbres. El Greco junto a Velázquez es pintor poco decorativo. Ambos buscan el alma de las cosas y su arte es el arte de la síntesis. Con tales mimbres que servirán de materia prima de lo sublime [una leyenda local consistente en las mandas que dejara a una iglesia de la ciudad, la de santo Tomé: unas cántaras de vino, unas cargas de leña, unas hogazas de pan a los pobres, y algunas monedas para misas gregorianas] se enhebra el enternecedor milagro.

 Existe de más de eso una gran familiaridad con la muerte, de acuerdo con la mentalidad de la propia época, y la necrofilia de una monarquía como la de Carlos V quien en los últimos años de su vida en Yuste gustaba de asistir a la celebración de sus propias exequias, sin que el gesto tuviera nada de macabro; antes bien se veía como lo más natural del mundo. Allí estuvo, nada más y nada menos que fr. Bartolomé Carranza, dominico, que luego sería primado de Toledo durante un año hasta que le echasen mano en Torrelaguna los corchetes del santo oficio que lo incriminaron de herejía por un cierto catecismo que había dado a la estampa en Flandes y por sus conexiones - una pura calumnia- con Carlos de Seso, el fautor del luteranismo en España, un italiano que fungía como corregidor en Toro, y los conventículos reformistas de Sevilla y Valladolid.

 

Pero así se las gastaban entonces. Eran los tiempos recios a los que alude santa Teresa en sus escritos elípticos, y los difficilia habemus témpora de Luis Vives. Toda esa reciedumbre, esa tortura de una época cuando temas como la existencia del purgatorio y la teología de la justificación por la fe eran de tanto monto, pues hasta las verduleras en Covent Garden y en Zocodover, duchas en teología debatían con tanto ahínco esos temas como ahora lo hacen nuestros contertulios de la radio sobre la guerra en el Golfo Pérsico, el sexo con garantías o la violencia de género, sujeto muy del agrado de los articulistas en sus coloquios tribunicios. Al socaire de estas cuestiones sobre la vida futura, el fin del hombre, sus relaciones con la divinidad, plasmadas en las fimbrias de esas casullas que con tanto gusto pinta el Greco con su arte minucioso aprendido en el trabajo de los artistas de iconos orientales, los cuerpos pierden peso en sus magníficas producciones para dejar que se alcen hacia arriba, la mirada transfigurada, los espíritus. Son en él recios los trazos, espectaculares las caras iluminadas por una luz que emana de adentro.

Parece extraño que en este tiempo tan iconoclasta como el nuestro pueda ser entendida y admirada la iconodulía del Cretense, que, a contrapelo de sus delicadezas y exquisiteces formales del pudibundo recato en que va a caer la sociedad de su tiempo, sabe interpretar en sus briosos desnudos las donosuras del cuerpo.

El chipriota vive este tiempo 1541- 1614 a caballo de los reinados de Carlos V y de Felipe II. Es contemporáneo del concilio de Trento. Ahora se trata de relacionar su pintura con el modernismo. Incluso, con motivo de su exposición en la National Gallery, se ha propalado la nueva de que su "Visión del Apocalipsis" inspirara a las "Señoritas de Aviñón". Ya es mucho pedir pero todo lo que sube el Greco de cotización va en desdoro y menoscabo de la de Velázquez. Y eso, tampoco. Vaya lo uno por lo otro pero esta prelación del chipriota con respecto al sevillano quizás tenga que ver con los tiempos que corren, más relacionados con las angustias y torturas, la luz fantasmal y los desnudos deformes y hasta homofobos, que con la placidez de don Diego que no se busca complicaciones en su pintura.

 

 Al fin y al cabo era pintor de corte, una aspiración que Domenico no alcanzara nunca porque sus desgarradas visiones no encontraron plácida acogida en la retina del monarca, y mira que Felipe II era un experto en el Arte de Apeles. Pero el rey no llegó a entender al griego que se adelantó a su tiempo.  Y no es reivindicado hasta los románticos del siglo XIX. Es sólo a principios de 1900 cuando empieza a ser conocido y andar su nombre en boca de eruditos y  críticos. Hoy es uno de los pintores más estudiados del universo y los entendidos resaltan la su peculiar macropia que le hacen ver caras alargadas y el mundo irreal.  

 Que dos bienaventurados ausentándose por unos instantes del paraíso bajasen a Toledo, la capital del imperio, hasta que Felipe II en 1561 decide trasladar la capitalidad a Madrid, para dar sepultura al noble y cristiano caballero entra dentro de esa cotidianidad ante la presencia de la muerte.  Y casi se concibe como un hecho corriente y moliente esta intervención del más allá.

 En el arte de Greco hay algo de órfico;  la pintura se hace música y es imposible entenderla sin el acompañamiento de esa gran polifonía, como reverberando en el fondo, que engozna sus composiciones. No hay que perder de vista este carácter que tienen sus cuadros de "trotparios"  de la himnodia polifónica  bizantina. Los brochazos en sus cuadros se convierten en melodía

El Greco en este lienzo del Conde Orgaz que supone el triunfo de la misericordia y del amor, esenciales al cristianismo, pinta dos cuadros; el superior y el inferior. Los cielos y la tierra se dan cita en el acontecimiento. Ambos planos son estancos y para bien o para mal no llegarán nunca a juntarse.

Paradójicamente el plano terrenal gana la batalla al celestial. El Greco pinta las cosas como son o debían ser según los cánones del ideal platónico pero se cohíbe ante los tremendismos y las ficciones del más allá. En eso se parece un poco a Velázquez quien tampoco supo pintar a los dioses. Y hasta supo reírse dellos como demuestran su fragua de Vulcano y el Baco figurativo. Uno y otro, empero, saben dislocar el dibujo para transmitir el movimiento de las cosas, "dando espíritu al leño y vida al lino" que diría Góngora.

 

En el Entierro lo que está arriba es inferior en calidad a lo que está abajo. Es mucho más desdibujado e imperfecto. Pues para él lo que acontece de tejas abajo es mucho más importante que lo que pudiera dilucidar el más allá.  Sin embargo, la moderna crítica - me refiero a un artículo de John Updike- dice que es al revés. Todas una galería de rostros comparece haciendo corro ante los dos insignes fosores o enterradores revestidos de dalmáticas y capa pluvial quienes sujetan por los sobacos y las piernas al difunto amortajado con toda la regalía. ¡Cómo brillan los aceros de su armadura!

 A la vista está que por una vez el espacio tridimensional gana la batalla al tiempo continuo. Los ojos posan ante todos y cada uno de los asistentes al duelo. Afloran una serie de personajes que, tristes y enlutados, hacen rueda de respeto. Muy engolados, pero serenos. El blanco de sus gorgueras rizadas contrasta con el negro de sus tiesos jubones. En la capa llevan algunos bordados la cruz de la Orden de Santiago. Admirable es la técnica de paños mojados, que acentúa la trasparencia, con la que está bordado la sobrepelliz de uno de los oficiantes, mientras un franciscano y un dominico rezan los responsos, y un monaguillo, el hijo del propio Domíngo Theotocopoulos, Jorge Manuel, mira "para la cámara". Hay un cierto exacerbamiento de la silueta a lo que se une el proverbial estrabismo estético de este autor. La vida no es más que un perenne destello o un instantáneo fulgor. Hace de preste oficiante don Diego de Covarrubias. En la pechera de la pañosa de los circunstantes se borda la cruz colorada de los maestres de Santiago. Ni que decir tiene que estamos entre caballeros.

 

¿Podrá haber en el mundo algo más melancólico que un entierro?  Los dos frailes explican a la posterioridad el augusto suceso sin parar mientes en lo que acontece sobre sus cabezas puesto que ya va dicho que el Greco, pese a ser un pintor virgíneo, lo es más de la tierra que de los cielos. Toda su vida fue una ascensión incandescente hacia ese plano superior, un regusto por la quimera. Plasma el maestro con mayor acierto el cielo en la tierra que al revés, pues su realismo no le permite transubstanciar lo que sus ojos, poros del alma, no visualizan. De esta manera el ángel de la guarda llevando al cielo el alma del conde Orgaz, representada en la forma de un niño, es mucho menos creíble que las caras de los caballeros que asisten impertérritos al desarrollo del milagroso acontecimiento que dos santos bajasen del cielo para asistir al sepelio del maravilloso caballero. No cabe cosa tan extraordinaria en medio de un hecho paranormal. Tanta familiaridad ante lo que es poco consuetudinario resulta francamente portentosa como si los circunstantes estuvieran habituados a vivir con el prodigio. Ninguno de ellos muestra ninguna sorpresa ante la presencia de los dos santos bajados del cielo para hacer las veces de enterradores. Estos son dos aparecidos y sin embargo su aspecto no puede ser más real. Acaban de irrumpir en escena un anciano obispo y un joven misacantano. Sosegaos. Sabe trasladar al lienzo la España de Felipe II en plena apoteosis de una ciudad: Toledo. El pintor, que borda primorosamente las fimbrias de sus ornamentos, pues ni la capa pluvial de san Agustín ni la dalmática del primer diácono dan pasmos, tampoco se sobresalta al narrar los acontecimientos. La piedad melancólica es el hilo conductor del suceso narrado con toda la majestad pero al mismo tiempo con toda la sencillez.

El Greco es el pintor del catolicismo universal al que aspiró España en su siglo de oro, en el que cupieran bajo la vara de Cristo sin exclusiones nacionalistas o chovinismos todos los pueblos. No puede haber entonces pintor más insigne de la ortodoxia. Que dos santos bajen del cielo para dar sepultura a un caballero que era legatario de esos ideales de universalidad nada tiene de extraño. La sociedad española a la sazón estaba acostumbrada a vivir con el milagro. El Entierro es la faz emblemática de todo aquel pensamiento. Ni ante la vida ni ante la muerte un hidalgo español ha de perder la compostura. Dicen que el enlosado de Santo Tomé al recibir la visita de los dos santos se llenó de fragancias celestiales pese a lo cual todos los que asistían a la ceremonia permanecieron quietos e impertérritos.

Entre los figurantes estaban don Juan de Austria, Góngora, los hermanos Covarruvias, el hijo del artista y el propio Greco que deja su firma estampada en griego en los vuelos del pañuelo de uno de los personajes, cabe la hopalanda.

 

No es un cuadro lo que pinta, sino una idea, un estado de ánimo. Estos caballeros, que se apiñan circunspectos con sus rostros ligeramente buidos por la tristeza colmada de serenidad ante la paleta del artista asisten ensimismados al portento. Héticos, silentes, con una punta de desequilibrio en el mirar - ¿para dónde miran esos ojos que parece que están viendo lo que acontece más allá?- los personajes que retrata el Greco bien pudieran ser alguno de aquellos hidalgos que vagaban por la Imperial Ciudad arriba y abajo de Zocodover y que para disimular el hambre publicando que habían comido salpicaban la barba de unas migajas de pan. Almas ardientes embutidas en estómagos vacíos vivían una segunda vida interior de absoluta indiferencia frente a las cosas de este mundo. El autor se desentiende de su obra y el Greco tiene poco que ver con esta austeridad. Sus biógrafos afirman que gracias a sus cuadros nadó en la abundancia y se condujo munificente como  Creso en una Toledo empobrecida y demacrada pese a ser entonces la corte. Murió arruinado y en la Ciudad Imperial las farras que se corrió y la fama de juerguista, cosa que poco tiene que ver con su arte, hicieron época

 Es el pintor de cámara de la "dives toletana"[1] llevando una existencia regalada en aquel palacio de alquiler, que contaba con veinticuatro estancias, propiedad del quiromántico marqués de Villena, del que decían las crónicas que ni palabra mala ni obra buena. El tren de vida y la fastuosidad del candiota, que ganó muchos ducados con el arte de Apeles, casan poco con la  frugalidad de los personajes a los que traslada al lienzo. Todo arte emboza ya de por sí una contradicción. Aunque el Greco se asimiló plenamente a las costumbres y al espíritu de Toledo, identificándose con él, vivía como un veneciano. Incluso, contrataba músicos para que le amenizasen las comidas. Insistimos: la música es muy importante en la pintura solemne y celeste de este genio del cristianismo.

No hay según eso una identidad plena entre retratista y retratados. Su forma de pintar es una manera diferente de entender el mundo, a través de esos semblantes con traza de llama, dotados de un singular dramatismo escénico.

 

El estrabismo estético del autor les confirma una alargadera que algunos atribuyen a determinado defecto óptico del propio Theotocopoulos quien, según referencias, en los últimos años de su vida cayó en la locura. Pero tal extremo no ha podido ser  probado y contiende con la envergadura de este griego transferido y trastornado a Castilla que pintó Toledo como un verdadero sueño lunar bajo una luz lívida de ocres. Parece ser que la tesis sobre la enajenación mental del Greco se sustenta el haber pasado por la casa de locos del hospital del Nuncio de donde extrae los modelos para perfilar sus doce cuadros sobre el apostolado, cuadros conservados todos ellos en el monasterio de las Pelayas de Oviedo. El Greco es un pintor de las almas y en todo alma hay un eco del infinito que se plasma en un cierto grado de enajenación.

Tuvo infinidad de detractores. El más insigne fue el propio Felipe II, todo un conocedor y en lides pictóricas peritísimo pero que nunca llegó a entender su manejo de los colores. Tuvo un pleito con el cabildo de Toledo porque en el Expolio, inicio de la pintura de la edad moderna, se resiste a pintar a las tres marías a longe, como nos relata el Evangelio.  De hecho, el propio monarca, que entendía de pintura, pero de gustos absolutamente convencionales, que no le permitía entender ni su estrabismo ni su tendencia a descoyuntar las figuras, como tampoco el áspero colorido con que formula las escenas de sus personajes atormentados - el Greco es una sabia combinación de lo ponderado y de lo desmedido-, mandó que fuese colgado en la sacristía del Escorial el famoso  martirio de san Mauricio y la Legión Tebana encargando otro lienzo sobre el mismo tema y del que ahora apenas se habla a un tal Cincinatti. Este fracaso yuguló las aspiraciones del candiota a convertirse en pintor de cámara.

Pero él, pintor de eternidades, nunca podría ser un pintor de cámara al uso. No han comprendido sus detractores que era un pintor de eternidades. Su obra permaneció minusvalorada sin un reconocimiento categórico hasta bien entrado el siglo XX.

 

Domínicos Theotocopoulos ( lit. El muy hijo de la madre de Dios) nacido en Candía en 1541 hace honor al título de su apellido. Rompe con los moldes clásicos y ya en Castilla abjura de su romanismo y de su helenismo para erguirse en portavoz del tétrico y a la vez sereno misticismo hispano. En su obra se presenta una antinomia entre lo real y lo ideal. Y pinta a base de crueles borrones impresionistas, muy poco convenidos pero que son de un gran efecto sobre todo en los paisajes de Toledo bajo la luna, cuando la luz circunfleja y espectral se derrama hasta derrumbarse sobre lo gollizos y cuchillares del Tajo. El Greco es poesía marial, el triunfo del bien sobre las fuerzas oscuras. Manuel B. Cossío, su indiscutible biógrafo, señala que en el Expolio nace la pintura moderna. Hay en él un exacerbamiento de la silueta, por lo que resulta uno de los tres grandes retratistas de todos los tiempos junto a Leonardo y Velázquez.

 

Exégeta de los paraísos perdidos viene de la filocalía de los bizantinos. Es su obra  mezcla de un platonismo excéntrico y de un cristianismo melancólico. El Greco en España  se desentiende de sus maestros venecianos y queda transfijo ante los iconos fanariotas que lo vieron nacer. El resultado de esta mezcla de sangres es algo profundamente español: sus cuadros se entienden mejor mientras se escucha en lontananza a los coros del monte Athos. Carece por ejemplo de la desesperación y pathos del arte protestante. De Rembrandt pongamos por caso.

 Desconoce, asimismo, las estridencias de los bufones. Es un arte enteramente aristócrata, pero de un exotismo criollo, por lo de mezcla de credos, cuasi abrazador. Hasta en los locos del Apostolado se deja translucir un poso de cordura. Supo pintar a los locos de Cristo. El Caballero de la Mano en el Pecho y el busto de san Juan de Ávila refrendan ese supuesto. Arte incorrecto que rezuma corrección. Pinta las esencias, va al grano. Por eso se denomina pintor de pintores. De la vida del greco-chipriota poco es lo que se sabe. Que provenía de una familia de recia estirpe cristiana que huyó de Constantinopla el año de la invasión de los turcos, 1453. Que antes de afincarse en Toledo, donde se casó y tuvo un hijo, Jorge Manuel, anduvo por Italia aprendiendo dibujo del Tizziano y de Rafael. Que supo transmitir al lienzo toda la carga de grandeza del alma de Castilla. Que tuvo muchos pleitos con el cabildo de la catedral, con la dirección del Hospital de Illescas por cuestiones que no hacen al caso y que murió en Toledo en 1614. Otros autores dicen que en 1516

 

 

 

Antonio Parra Galindo, periodista y licenciado en Filología.  

14 de diciembre de 2002

 

 

 
[1].Dives toletana, sancta ovetensis, pulcra leonina, fortis salamantina, ebúrnea burgalensis. Un adagio que se atribuía en la España medieval a a las antiguas catedrales.




octubre de 2017







PELIGRO DE ATENTADO EN MADRID
La reacción de los gobiernos de Europa a la suspensión de la autonomía catalana ha sido acogida con beneplacito. No así la prensa canalla sobre todo la británica y la belga.
El Daily Telegraph diario de los fascistas ingleses pues en sus paginas escribía Lord How How amigo de Hitler vierte su bilis contra España. Publican contra nosotros las mismas barbaridades que en tiempor de Franco. Luego está la subversión interna. Al Coletas habria que auitarle el pasaporte y al "Muñeco" expulsarle de España que se vaya a Argentina nadando en silla ruedas.
No importa quien sea nuestro rey o presidente que el Telegraph administrará su capsulas de belladona o de cianuro en forma de comentario y esto me recuerda las peleas que yo tuve con Harold Sieve a la sazón corresponsal de dicho rotativo en Madrid y enemigo de España acerrimo en los años 70. Debe de ser el espiritu de Guy Fawkes y los prejuicios históricos que sienten hacia nosotros los Hijos de Gran Bretaña. El Telegraph londinense obedece a consignas sionistas y como es sabido Israel es el que secunda la secesión catalana.
Nuestro CNI vigila al circulo operativo del Mossad en España. Existe una alerta maxima en los aeropuertos. Las pistas de despegue y aterrizaje han de estar bien controladas ejerciendose máxima atención sobre vehiculos sospechosos que circulen cerca de la empalizada del aerodromo  por carreteras aledañas. El enemigo  cuenta con un arma letal que disparada con rayos laser (ola de calor) inmoviliza al piloto y perturba todo el cuadro de mandos en el momento crítico de take off o landing. Existe el temor en esta capital que el terrorismo internacinal volverá a ponerse el turbante en cualquier instante. Pero debajo del turbante subyace una kippa. El principe de la mentira sabe engañar muy bien. Hay que estar ojo avizor pero no preocuparse demasiado. Estos asesinos no ganarán. España aun en apariencia débil puede llegar a convertirse en un pais muy fuerte. Nosotros hemos inventado la guerrilla, el alzamineto y la acción directa

jueves, 19 de octubre de 2017

LA DE MOCRFACIA ESPAÑOLA FRENTE A LA Z DE ZION

Dos aviones de las modernísima fuerzas aérea españolas que caen en despegue o en aterrizaje ¿abatidos?, media Galicia y media Asturias que arden de repente, fuegos deliberados, terror ecológico, vuelve a España la mano negra. Ocurrió también en la Rusia zarista de 1917 (el diablo es viejo en sus planteamientos, no cambia de actitud y se repite) inflamada por los discursos de Lenin y las teas de una mano negra que incendió los bosques. La prensa  internacional afila el dalle y amenaza con cortarnos la cabeza, coreada por TV3, la Cuatro y la Seis, cadenas españolas que secundan la ruptura y la revolución controlada por la masonería judaica que se nos echa encima y cuando la policía española trata de controlar a los revoltosos de Barcelona de una forma sosegada y de bajo perfil son tildados de asesinos. Las cancillerías pagan el “lip service” esto es dicen con la boca pequeña lo que no quieren decir con la grande. Querían un "bloody Sunday" como en el Ulster en 1970 que yo lo vi: los paracaidistas ingleses disparando contra la multitud norirlandesa con fuego real pero no lo tuvieron. Querían un Maidan en Cataluña. Lo que sí tuvimos fue una sarta de mentiras y “fake news”  imágenes trucadas de posibles enfrentamientos con los guardias de falsas lesiones de ojos morados y de heridas que eran microbiana o pintura roja dieron la vuelta al mundo. Ante estas falsas informaciones y acusaciones torticeras del New York Times del Guardián y de la prensa alemana o la francesa controlada por judíos yo pensaba en una frase de Erasmo "non placet mihi Hispania" este grito daría origen a la leyenda negra. Muchos españoles piensan que Israel es un país amigo pero sus agentes están detrás de la revuelta de Cataluña de la subversión de loes escraches y se ocultan debajo de la coleta del pijofaluta de Podemos. También se esconde entre las bragas sucias de la alcaldesa de Madrid la de "bienvenidos refugiados" mano oculta de Podemos en la corporación municipal. Todos ellos asisten barra libre a los cocteles de la embajada israelí. Cuya tecnología última generación creo que estuvo detrás del derribo de nuestros aviones. Dios tenga en su gloria a estos dos jóvenes pilotos el capitán Aybar y al teniente Moreno. Hoy llevo luto por ambos valientes.

  Se hacen pasar por amigos pero ocultan su alfanje a la espalda con el que quieren apuñalarnos.  El estado gánster sionista respalda la secesión catalana y lo más grave es que está poniendo a las cristiandades europeas contra las cuerdas organizando la emigración masiva hacia nuestras fronteras. Israel es el gran patrono de las enejes. Sus intereses de quebrantar la unidad hispana deben de obedecer a una venganza histórica que desconoce el gobierno y que el hombre de la calle ignora, El CNI debiera de tener la respuesta de por qué caen nuestros aviones y andar prevenido contra otros eventuales ataques

lunes, 16 de octubre de 2017

SE CONFORMAN LAS SUPOSICIONES DE QUE LA CAIDA DEL EUROFIGHTER FUE UN SABOTAJE ISRAELÍ

¿FUE EL ACCIDENTE DEL EURO-FIGHTER DE ANTEAYER FRUTO DE UN ATAQUE INTENCIONADO?

Momento en que el capitán Borja Aybar pierde el control del EuroFighter que
pilota y se sale de la formación para acabar estrellándose cerca de la base aé-
rea de Los Llanos (Albacete)

Según fuentes preliminares de la investigación, mantenidas en secreto, el Eurofighter que se estrelló en la base aérea de Albacete tras participar en el desfile del 12 de octubre, recibió el ataque de una DEW (directed-energy weapon), o arma de energía dirigida portátil.

Se estima que el dispositivo de interferencia electrónica, sería de fabricación israelí, concretamente un prototipo evolucionado y miniaturizado basado en el Keren Barzel de Rafael Advanced Defense Systems, lo que evidenciaria un ataque sionista destinado a enturbiar el éxito del desfile militar del 12 de octubre y la gran festividad nacional española, enmedio del actual estado de guerra soterrada entre el régimen sionista israelí y el Reino de España, en el que se circunscribe la conspiración sionista-separatista catalana.

Los datos preliminares obtenidos de la caja negra de la aeronave, indicarían un apagón súbito de todos los sistemas electrónicos del Eurofighter, lo que explicaría también que el piloto no pudiera eyectarse y escapar del avión en caída libre.

Otro de los factores que confirmarían el uso de un dispositivo DEW portátil, sería que el ataque se realizara a baja altura, cuando la aeronave se aproximaba a la zona de aterrizaje. El arma de energía dirigida habría elegido de forma aleatoria a una de las 4 naves en formación.

Testigos de la zona han declarado a los investigadores militares que detectaron la presencia de un todoterreno negro en las inmediaciones de la base aérea de Los Llanos, que escapó a gran velocidad de la zona tras el accidente.

Dicho todoterreno fue visto posteriormente en la población de La Roda y se especula con que se estaría dirigiendo hacia una gran urbe como Madrid, donde sus ocupantes podrían tener un piso franco.

(Fuente: https://redadler.wordpress.com/)

domingo, 15 de octubre de 2017


 

 

 

Hoy fiesta de Sta Teresa convendría recordar a Francisco de Quevedo y la gran polémica que dividió a las dos Españas entre santiaguistas y teresianos. Y la pugna sigue. Santiago representaba la alcurnia de los hidalgos de sangre limpia. La andariega carmelita por su parte abandera el estandarte de los conversos. Cristianos viejos contra cristianos nuevos. Absurda controversia porque tanto Santiago como Teresa eran judíos. Las palabras como truenos de los Caballeros del Habito de la Cruz Colorada retumban contra el sayal descalzo de los que venían de la judería. Recomiendo a mis compatriotas la lectura de los libros del autor de los Sueños. Porque allí podemos encontrar una explicación a nuestra dicotomía a nuestra personalidad escindida. En parte llevaba razón cuando Francisco de Quevedo descubre en la psicología de la monja abulense inquieta arrobadiza y andariega (fue siempre muy exagerada y mujer muy lista) aspectos menos plausibles de lo que ven ella sus devotos incondicionales. Los que añoran al franquismo siguen soñando en el brazo incorrupto de la fundadora carmelita del cual el dictador, tambien judío de raza aunque no de nación, nunca se separaba. El tema se remonta bastante atrás al siglo de Oro y de ahí pudiera emanar la desazón de nuestro inquieto e inquietante pasado. Parece que los españoles caminan por la historia como si pisaran arenas movedizas. Ello forma parte del juego de la exaltación conversa que cuenta con historiadores incondicionales como Américo Castro refractario a tener en cuenta lo que Quevedo desvela en sus escritos.

 

 

 

 

 

QUEVEDO PASIÓN Y MUERTE

 

“VIVIMOS CON LA BARBA AL HOMBRO” escribía don Francisco de Quevedo el caballero de las espuelas de oro  (así llamaba Casona) desde su mazmorra en el convento de San Marcos de León.

El delito cometido debió de ser grave de lesa majestad dicen que por una coplilla contra su Majestad otros autores señalan las veleidades políticas del escritor y las posibilidades de ser esculca de los franceses. La causa de su prendimiento una noche de diciembre de 1639 no ha podido ser esclarecida. Hay otras muchas lagunas en la personalidad enigmática y contradictoria del mejor y más diestro en el manejo de la lengua castellana de los escritores españoles. Gran parte de su ingente obra se perdió. Otra sigue inédita. ¿Era verdaderamente un echadizo de Richelieu al que por otra parte fustiga sin conmiseración? El espionaje fue una de sus muchas facetas. Urdió la conjura de Venecia y la policía del Dux quiso aprehenderlo. Se salvó por parlar italiano sin acento.

El señor de la Torre de Juan Abad era un gigante en un país de enanos.

Aquí la envidia y la mentira me tuvieron preso conviene recordar la quintilla de fray Luis de León, al salir del presidio de la Inquisición en Cuenca.

Quevedo conoció la amargura del calabozo en tres ocasiones. Las dos primeras por no hacer traición al duque de Osuna, y la tercera, por defender, como patrón de España al apóstol Santiago, ▬ fue larga y virulenta en el siglo XVII la controversia sobre el compatronato porque ahí las dos Españas entraron en juego y la polémica sigue aún, pues esto parece el cuento de nunca acabar ▬ en lugar del de Santa Teresa de Jesús, como pretendían los conversos. Santiaguistas contra teresianos.

 Parece ser que él conocía el enigma de la santa andariega sus mentiras y camelos sus arrimos al dinero de los cristianos nuevos y los devaneos de esta santa tan arrobadiza que sublima el sexo haciendo creer a los inquisidores que había sido penetrada vaginalmente por el propio Jesucristo. Locura de amor. España es país de locos.

Aquellos que descubren satíricamente estas obsesiones son condenados al silencio, al escarnio a o a la horca.

Olivares muere el 22 de julio 1645 en Toro en plena crisis separatista con Portugal y Cataluña. Se había puesto al frente de un ejercito que iba contra Lisboa tras salir de su heredad de Loeches. El conde duque que admiraba a Quevedo y lo protegió acabó odiándole y es posible que una de las causas de ese odio fuera que creía que el autor de Los Sueños se entendía con los franceses que habían invadido Cataluña con un ejercito bajo cuerda. Durante sus días de presidio que minaron su agotada salud no pierde el humor:

“A modo de cachidiablos

me cercan tres cachirríos

Órbigo, Castro y Bernesga

Que son del Duero meninos” y eso que estaba ciego del ojo izquierdo tullido y cancerado con una herida abierta en la pierna.

De este tiempo son sus obras piadosas con místicos resabios donde demuestra sus conocimientos bíblicos su longanimidad y paciencia de nuevo Job.

El frío leonés inhóspito y salvaje que lo convierten en una de las ciudades más antipáticas de España, gente arisca con mal vino y que come mucho conejo “que vivo en este sepulcro ensayándome de muerto”. 

Sin embargo, su consuelo son los libros y la amistad con los jesuitas. El padre Juan de Tarsis iba a ser su gran biógrafo y llega a suponer una virtud heroica en aquel hombre que le haría digno de los autores. Dicen que Quevedo resignado y paciente murió como un santo.

La literatura es para el preso además de consuelo una terapia, no un placebo. Quevedo era alto bien proporcionado de cuerpo de cintura para arriba, frente despejada, narices gruesas y corto de vista. Los pies los metía hacia dentro y cojeaba de ambos remos. En el retrato que hace dél Pacheco se nos muestra esa nariz sensual judaica y los mostachos de mosqueteros. Que no falte la cruz colorada al pecho como ostentación de su limpio linaje. ¿Era tambien de antecesores marranos? Muchas páginas de su obra así como su perfecto conocimiento del hebreo nos hacen sospechar que sí. ¿Entonces cómo es que se coloca del bando de los santiaguistas y brama contra los teresianitas el bando de los cristianos nuevos? Se encuentran muchas contradicciones y lagunas en la vida del escritor que aun no se han resuelto. El caso puede obedecer a sus múltiples complejos y trastornos de personalidad.

Velázquez lo pinta en 1628 cuando tenía 48 años quien le hizo un retrato más favorable; debió de existir amistad entre él y don Diego

Retirado en la paz de estos desiertos

Con pocos pero doctos libros juntos

Vivo en conversación con los difuntos

Y escucho con mis ojos a los muertos

Si no siempre entendidos siempre abiertos

O enmiendan o fecundan mis asuntos

Y en músicos callados contrapuntos

Al sueño de la vida hablan despiertos

Las grandes almas que la muerte ausenta

De injuria de los años vengadora

Libra oh gran  don José docta la imprenta

En fuga irrevocable huye la hora

Pero aquella el mejor calculo cuenta

Que en la lección y estudios nos mejora” de tan inmortal soneto los que vivimos una vida libresca donde el alma vence su trifulca eterna contra la carne.

El duque de Medinaceli se lo llevó a Cogolludo cuando fue excarcelado. Tenía 63 años el cuerpo le fallaba pero la cabeza le regía. Aquel otoño de 1643 publica Vida de Marco Bruto que plantea el interrogante eterno si es lícito asesinar o no al tirano. ¿Tu quoque filii mihi? (¿Tú tambien hijo mío eres de los que están en la conjura?)

Bruto asesinó a su padre Julio Cesar. Plantea la cuestión del tiranicidio. Quevedo recoge el guante del reto lanzado por El  Padre Mariana dando lugar a una gran polémica entre los juristas de la escuela de Salamanca y determina que el que mata al opresor del pueblo no es culpable y lo exime de culpa en su libro De regis institutione  data de 1599.

En la Torre de Juan Abad adonde llega en el otoño de 1644 se queja de la soledad que es la tortura del viejo no tener amigos. Se cartea con Francisco de Oviedo y con Sancho de Sandoval. “Sin apartarme de la chimenea me quemo y no me caliento”. El frío de la cárcel leonesa le penetró los huesos. Es trasladado al convento de los dominicos de Villanueva de los Infantes. Un criado gallego Diego de Lugo le roba cuanto tenía y se da a la fuga. Vienen los sobrinos a la cabecera del moribundo al husmo de la herencia. La noche del 30 de mayo el galeno le manda fumar una pipa y el pobre enfermo con el humo se intoxica. Pésimo remedio. El 25 de julio anota en una de sus cartas (Quevedo murió con la pluma en la mano como los grandes escritores periodistas) “Hoy fiesta de Santiago mi patrón y único de España se me abrió la postema del lado del corazón. Espero buen suceso” el día de la Magdalena llega la noticia de la muerte del valido Olivares su verdugo. Tercia este comentario despectivo: “Yo que estuve muerto en prisiones viví para ver el fin del hombre que me aherrojó… unos dicen que le hallaron sapos y culebras en el buche, otros encontraron cal y arena; yo creo que había de todo”.

El 8 de septiembre de 1645 moriría el genio, de una paroxismo, congestión cerebral, poco después de escribir una carta a su fautor Bernardo de Oviedo. Fue enterrado en la iglesia de san Andrés.

Vuelve el polvo al polvo que es polvo enamorado. Amor constante más allá de la muerte. Sus huesos se perdieron en una exhumación de la francesada “pues que de nieve están las cumbres llenas, la boca de los años saqueada, la vista enferma… salid a recibir la sepultura acariciad la tumba y monumento que morir viviendo es la última cordura” escribió los poemas cinerarios más sublimes de la lengua castellana. La vida tiene mucho de cruel y bastante de escatológico. Es un viaje a través de la mierda. Abrumador por lo pesimista el pensamiento quevedesco.

Alguien detrás del biombo, se carcajea de nuestros pasos; el ambiente de la comedia del mundo es delirante. “Médulas que han ardido gloriosamente”. Et ossa mea non conteretur, clamaba Ezequiel. No disperses, Señor, mis huesos.

The windmills of my mind. El Molino de su cerebro no paró el trajín durante sus 65 años de vida. “Mi corazón es reino el espanto”. Un clásico universal que retrató no sólo a la sociedad de su tiempo a golpe de sátira sino también la vida misma.
octubre de 2017

MARAVILLOSO ENCUENTRO EN LA FUENCISLA





























































 










MEDIO SIGLO DE SACERDOCIO DE LOS DEL 55

 

Una misa concelebrada por algunos de los seminaristas que fueron ordenados presbíteros en las Temporas de Pentecostés de 1967 marcó la efemérides jubilar de medio siglo de sacerdocio.

A la cual asistimos un grupo de compañeros de aula ingresados en el seminario conciliar de Segovia el primero de octubre de 1955.

Con ello tanto los ordenando como los que no fuimos llamados hemos querido en la Fuencisla mostrar a la Iglesia nuestra madre y maestra el agradecimiento y expresar la alegría que sentimos por estos años de vida que fueron una dádiva del Altísimo y así lo expresamos a los pies de la querida Virgen de la Fuencisla. Pronunció una emocionante homilía don José María López colaborador del Adelantado de Segovia y gran teólogo que habló de la humanidad de Cristo que es caridad y perdón.

Concelebraron con don José María López esta liturgia solemne nuestros condiscípulos Julio Alonso, Hipólito Prieto, Ángel San Vicente, Anastasio Montes.

Que fueron arropados en torno al altar del presbiterio por sus compañeros de terna: Antonio Valdivieso, Gaspar Herguedas, Jesús de Pablos, Ángel Serrano, Jaime Olmos, José Luis Tovar, Felipe Sanz, Gonzalo de Mercado "Nieva", y Antonio Parra entre otros.

Recordamos a nuestros difuntos, y, como fue la última promoción ordenada conforme al ritual romano antiguo por el obispo don Daniel Llorente de Federico que Dios haya ▬ y la más nutrida puesto que de ochenta aspirantes que entraron en el seminario alcanzaron el sacerdocio 25, a partir de ahí empezó la desbandada y la gran crisis vocacional▬ durante la ceremonia se cantaron los kyries de la misa de Ángeles, el sanctus y el agnus Dei en latín.

Fue para todos un día muy feliz a los pies de nuestra amada Virgen de la Fuencisla