ESCRIBO AL CARDENAL DE ESPAÑA EN EL DÍA DE SAN LUCAS
Querido fray Francisco:
Jubiloso por celebrar un lustro de mi jubilación en el Archivo de Alcalá al que llaman AGA (felicidades y larga vida a dña Pepi que fue allí mi ángel guardián) hoy dia de san Lucas, cuando se inauguraba desde tiempo ancestral el curso académico en la vieja universidad, acudo reverente a postrarme ante vuestra tumba como lo hice tantas mañanas y a saludar tu estatua frente al gran paramento de la madre de las universidades filigrana en piedra que labró Juan Guas en gótico tardío.
Decir Complutum es para mí decir madre y alma, esencia viva que encarriló mi existencia por la senda oculta y la palabra viva de la letra muerta.
Alcalá nombre rotundo que suena a requiebro árabe y a veredicto triunfal, irrefutable. Son palabras mayores que llenan mi alma de ilusión y de recuerdos de otras amanecidas, como lo hacía todas las mañanas en los últimos meses de mi vida laboral, al bajar del tren, cruzar la plaza de la estación, dejando a mano izquierda el gran convento vacío que ahora usan los rumanos para sus cultos y combatir el frio de las madrugadas con algún carajillo en casa Fernando y después de rezar el iam lucis ortus sidere ante el Cristo y una salve a la Virgen del Val resonando en mi memoria las voces alegres de generaciones de estudiantes que acudían al viejo campamento romano estamental cruzando puentes y nieblas del Henares con sus mulas hacaneas, las artolas rebosantes de libros llenos de sapiencia y de sabiduría de calle porque Complutum fue la madre de la ciencia y la picaresca que Alcalá putas que viene San Lucas y allí acudían de todas partes y cañadas las ninfas cantonales de Castilla Asturias Galicia y Vascongadas a atender a las necesidades y desahogos corporales de los estudiantes que las del alma no había menester porque de ello se encargaban sus preceptores, me plantaba ante los tornos del alto edificio del Archivo General de la Administración. Un centinela de plantón me saludaba.
-Sin novedad, archivero general, todos los mamotretos, todas las ligarzas en su sitio.
Sonaba la campana de las monjas clarisas que a las siete y media entonan maitines. Piafaban en las cuadras de Alfeo todos los potros de la Remonta en los establos del primer regimiento de Caballería el Villaviciosa 14 y el mundo estaba bien. Las cuentas cuadraban el primer café y la primera pipada. La cachimba es el último refugio de la libertad para un escritor. Empecemos la jornada. Berreaban las radios sus consignas noticiadas y a mí me dolía España pero allí estaba el Cardenal subido al pedestal de su estatua dejando mansamente que las palomas ciudadanas pusieran perdido su cerquillo de gallinácea.
Ya venemos, aquí estamos todos a dar lición con una misa y una plática antes de desayunar después la clase de prima que allí estaba el gran cancerbero con la vara de pies quietos vigilando al alumnado que se sentaba a la morisca sobre el santo suelo escuchando las palabras del catedrático los libros y calepinos amarrados en blanca a una argolla en la pared para que no se les llevase tomando apuntes y escribiendo códices todos con sus sotanas y becas distintivas con arreglo a los colegios mayores de los que procedían verde beca y manto negro para los de san Julián colores de la inquisición y de la santa hermandad mangas verdes hopalandas negras y la banda colorada de los santiaguistas la azul de los de San Ildefonso y color ceniza de los oblatos siendo cuadrado el bonete de los mantistas hijos de gente de viso o prelación y bisunto el de los sopistas o escuderos que les servían. Por un hueco de la escalera del cielo vi llegar a don Francisco de Quevedo Villegas cojeando cagaprisas y sacudiendo las moscas del vino de la zambra la noche anterior y a don Lope y a fray Tirso y al de Loyola saliendo de una cárcel de la inquisición mozo de espuelas de un vizcaíno y después fámulo del hospital de menesterosos de las Atarazanas un friso de la cultura castellana España viva. Don Miguel alzaba glorioso con una mano el muñón de Lepanto mientras con otra escribía el Quijote. Iba en la comitiva del duque de Alba siguiendo los pasos de Escobedo y don Juan Austria. Don Pedro de Alarcón venía postrero de aquella procesión poeta entre dos platos.
Doy gracias a Dios, mi reverendo padre Francisco, por esta España una grande y libre una gran patria un enorme país que nos legaste y que ahora nos la desloman los enemigos seculares. Son los de siempre, los que nos odian, los que nos tienen rabia. cuatro pelagatos pero ¡qué bulla meten oye, casi igual que cuando Su Reverencia era guardián de la Salceda y el arzobispo don Alonso Carrillo, ahí está el prelado tan airoso, guardándole distancias a sus espaldas en otra plazoleta de Alcalá, le metió en una mazmorra trece años acusándole de "judío converso peligroso".
El moro que vuestra paternidad fue a combatir venció y humilló en la batalla de Oran está intramuros. Por la calle real suben y bajan las moritas que te enamoraron en Jaén en Ceuta y te leyeron la buenaventura en Gibraltar tocadas con el velo y la almohaza. Son tercos los secuaces del falso profeta Mahoma aferrados a sus ancestrales hábitos y a sus supersticiones mahometanas. No entran por el aro no hacemos gavilla de ellos y por el sur el gran turco nos envía remesas de desharrapados. El enemigo lo tenemos dentro no fuera porque a los mismos corchetes que guardan la frontera y a los alguaciles (GC) los de la prensa canallesca que tenemos les critica a estos nobles operarios del bien común, y nos los ponen en berlina y, colocándose de parte del enemigo, defiende al invasor y del lado de las herejes enejes que bendice la Iglesia. Un desastre, querido cardenal Cisneros, una verdadera hecatombe. Los de siempre adoran al cristo por la peana y la cruz volcaron y todo anda aquí manga por hombro y del revés.
¡Qué iglesia tenemos fray Francisco! Me dicen que en un convento de observantes aquellos que quiso meter en vereda vuestra paternidad en Medina del Campo los frailes se van de putas y no salen del claustro sin una caja de condones en el bolsillo y el propio papa sucesor de aquel León X que a vuestra reverencia le dio cantonada cuando acudió a Roma a pedir dispensas y bulas por el negocio de una parroquia y un pleito en la Salceda y desde aquel fracaso siempre tuvo ciertas reservas hacia la sede romana defendiendo la equidad o el primus inter pares de la silla toledana cuya primacía ocupó, ha dado la vuelta a los cánones y hasta está revisando los santos evangelios que sus escribas vertieron del arameo a la vulgata con grande esfuerzo y gastos de dineros que hubo de pagarse a los copistas y comprar manuscritos de las primeras versiones de las Escrituras en Siria, Capadocia, Libia pero las glosas y traslados fidedignos que del texto sagrado realizara san Jerónimo ahora algunos ponen en duda y se han sacado de la manga esos Rollos del Mar Muerto que son apócrifos y que desmitifican la figura de Jesucristo como un judío helenizante amigo de los romanos y al que el sanedrín mandó crucificar por terrorista.
En quinientos años, querido cardenal Cisneros, antorcha de mi fe y baluarte de mi España torre que defendió nuestra unidad y nuestro acerbo común dio la vuelta el aire y mucho cambió el mundo. Van las moras paseando su almohazas y sus cofias de gasa velos que les tapan la cara por la calle de Alcalá, y hay ciertos clérigos que rescatando viejas filosofías sobre el irenismo predican en sus ambones porque ya no hay púlpitos que todo el mundo es bueno e incluso Bergoglio ha dicho que hay que pedir perdón a bujarrones y bardajes. ¿Habrase visto cosa: que el Papa romano profiera herejías?
Yo en esas cosas no me meto, eminencia, porque aprendí de labios de mis mayores fustiga el pecado y compadece al pecador y que cada uno la mete donde puede y donde le dejan porque somos hechos de barro y la carne el débil pero nunca se podrá proponer el pecado contra natura o el asesinato de inocentes que promulgan aviesos abortistas como modelo. ¡Pobres maricones! Son los renglones torcidos de Dios si nacieron con esa imperfección pero, si por vicio, la práctica del sexo cara atrás es asquerosa y condenable.
Volvieron los litigios a estos reinos y Cataluña quiere separarse como otrora Portugal y las axarquías o anarquías moriscas que vuestra eminencia combatió y fulminó quemando alcoranes en Granada pero recogiendo los libros científicos y traducciones al árabe de los clásicos llevándolos a Alcalá. Todo está manga por hombro, fray Francisco. A ese Artur Más, malos garfios lo desuellen le ha dado por quebrar la patria en taifas.
Se menoscaba todo lo español, los escritores no podemos publicar ni echar nuestro cuarto a espadas, la justicia está en manos de unos jueces que obran al dictado del gobierno, imponen fuertes cargas y multas descomunales con las que vejan a la población. y lo mismo que con la judicatura ocurre con otras esferas de la vida nacional. España empantanada, culturalmente es un paramo colonizado por los globales que se expresan en inglés. Da casi miedo y vergüenza decir que eres español.
El gerifalte Obama dicen que lleva en la frente el emblema del 666 considera a España una de sus taifas un lugar con derecho de pernada imponiendo gobiernos títeres y haciendo que el nuevo rey nos recuerde al pelele de Arévalo un monigote coronado al frente de una monarquía bananera. Sin más ni más se nos persigue, veta o silencia a los españoles de paz y verdad y España vuelve por donde solía a ser dulce encarte de extranjeros a río revuelto para nuestra perdición.
Aceptemos, a secas, con humildad franciscana y ceñidos a vuestro cordón y al de vuestro siervo fray Junípero, la voluntad de Dios y sea lo que Él quiera porque tales castigos nos envía el Altísimo por pecadores.
Hoy no quedan amanuenses. Los nuevos inventos permiten dialogar con las antípodas y hacer retratos instantáneos y publicarlos en la red exportar imágenes correr a la velocidad del sonido, cosa que desconocían sus contemporáneos, Eminencia, pero ¿tenemos por tales adelantos un mundo mejor?
Quedaron para el arrastre los carros y la mulas, y los figones se trasmudaron a hoteles de lujo; ya no se escribe en pergaminos, sino en tabletas y ordenadores, como en los tiempos de vuestra paternidad pero toda esta modernidad no le quita méritos a la publicación de vuestra obra políglota un trabajo que comenzasteis en 1502 y no concluyó hasta veinte años después de que vos eminente cardenal de España bajaseis al sepulcro. El primer tomo se dio a conocer al mundo tal día como hoy en la fiesta de San Lucas de 1514.
Vi como celebrasteis la misa de la Virgen “cum jubilo” y os asistió como diácono Diego Coronel el clérigo de Segovia que era helenista y tradujo todo el Antiguo Testamento del hebreo al latín y Alonso de Zamora ovetense que hablaba el arameo oficiaba de subdiácono y cantó la epístola.
Predicó Antonio Eneo de Lebrija un hermoso sermón en latín en el que entre otras cosas dijo primores y con acento andaluz de la lengua castellana como la “compañera del imperio y escudo donde el alma española se abroquela”. Gozoso día aquel, hermoso pontifical. ¡Cuando le hubiera gustado a la reina veros, cardenal Cisneros, aunque ya estabais algo viejo pero erais el mismo de siempre una galga en pieles: alto, los ojos vivaces, el mentón tieso la gran nariz y el perfil numismático de vuestra testa con cerquillo los labios finos y el continente adusto que escondía bondad so capa de su austeridad, oficiar aquella eucaristía pues decía doña Isabel que gloria haya “Préstame en alto grado ver a la dueña en su estrado, al caballero en batalla y al obispo de pontifical”.
Vibra siempre este recuerdo cuando paseo por el contorno almenado de la ciudad del Henares, me asaltan las brisas y dichas de un gran pasado que empezó con la traducción de la Biblia aquella obra ingente en siete tomos y del que se editaron 600 ejemplares cuatrilingüe (latín griego hebreo arameo cada texto en su casilla) hubieron de importarse tipos de Alemania porque en hebreo y en letra cúfica no los había. Noble y dilatado empeño que duró muchos años que algunos españoles (nunca el que suscribe estas líneas de homenaje a vuestra memoria) no han olvidado pero que la cultura universal y el corpus magno de la teología cristiana os lo agradecerá infinito. Ese fervor y ese recuerdo me han llevado hoy hasta vuestra estatua radiante por la luz del entrelubricán de la aurora y gritar al pie del monumento:
-Viva el Cardenal Cisneros
Y a Alcalá putas que viene san Lucas. Alcalá fue siempre cuna de libertades de excelencias y utopías, gran aposento de las nueve musas. Alcalá inmortal. No estemos tristes, hispanos, tengamos esperanza. A pesar de todo la vida es bella, están hermosos los campos por la otoñada y este es el mundo mejor de los posibles. Así pensamos muchos de los que desde lo de Cisneros vamos borrachos de letra impresa por la vida y esa cupiditas sapientiae que no nos deja vivir ardores que calmamos con el traguillo de la tolerancia tan española y el sorbete de la benevolencia