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martes, 18 de junio de 2013

LUZ DE ISRAEL


ISRAEL HA GANADO LA PARTIDA PERO NOS CRECEN LOS ENANOS
Antonio Parra
“Los putos nazis - me explicaba mi casero londinense del 37 Westminster Road y del que ya les hablé en algún otro lugar de estas páginas electrónicas- primero caparon a los curas por aquello de nadie puede decir que este cura no sea mi padre y es posible que todos seamos hijos de un mismo párroco, luego esterilizaron a los pederastas, lo que no me parece del todo mal,  y a los tarados mentales; la emprendieron acto seguido con los judíos y con los marxistas. Querían quedarse ellos raza aria dueños del cotarro. Sólo los camisas pardas podrían fecundar muchachas alemanas. No querían que nadie les escupiera en la sopa. Pero el tiro les salió por la culata. No se puede colocar puertas al campo, ni arreglar lo que nunca tuvo enmienda, poniendo orden a la pasión y al deseo. Misterios de la condición humana. Cada uno “la mete” donde puede y donde le dejan”.
Y aquel Mr. Weil, superviviente de Auschwitz, hijo de un rabino, me miraba con su cara de niño travieso. La verdad es que se parecía un poco al famoso comediante Benny Hill que con su típico humor judío sumió a Inglaterra de los setenta en una perenne carcajada. Dios tenga a los dos en el Seno de Abraham.
Frederick Weil que seguía hablando el inglés con un acento yiddish que tiraba para atrás y me hacía lavar veinte veces las manos cada vez que lo visitaba en su aposento para pagarle la renta pues yo era un goim impuro (aunque luego indagando-indagando resultó que no tanto) me contó cosas tremendas de su peregrinación por Dachau, Oranienburg, Mooshack y posteriormente el peor de todos, la cumbre del horror, Auschwitz. En mi memoria las palabras de aquel exilado alemán que se ganaba la vida arrendando cuartos  en los chamizos del Soho y siendo él el epítome de la típica castidad judía había alquilado sus “premisas” a unos italianos para que pusieran un burdel en Marylabone, resuenan proféticas.


Israel con su voluntad de vencer irresistible, con su fe en la vida, crispando los puños por la libertad y plantando cara a los tiranos, ha ganado la partida. Sin embargo, nos crecen los enanos. Hay un antisemitismo latente, el ambiente está crispado y la incubadora de la violencia está funcionando a toda mecha. “El mundo se ha vuelto muy feo, Mr. Parra” me decía aquel judío alemán de cara risueña al que nunca le vi cabreado frente a las taras que lo dejaron marcado para toda la vida, ni exhibió revanchismo ninguno. Era la vera efigie del manso cordero de Isaías al quien llevaron a esquilar y no prorrumpió en una sola queja. Aun mostraba al que tuviese ganas de refrescar la memoria del horror sin pagar entrada en el Museo de Madame Tusseaud en el antebrazo el número de tatuaje en el Läger. Todo un ser humano con cara de pillo que me contaba los sobornos a los guardianes y cómo temía a los soplones de su propio clan. Creía en Adonai y en el negocio. Guardaba los sábados estrictos y pronunciaba de una forma encantadora con un fuerte deje alemán la palabra “property”. Tocaba el violín con maestría pero la mejor música, el sonido más grato a sus sentidos era el que producían los chelines al caer en la boca de la alcancía o el de las máquinas registradoras antiguas. Hay que hacer caja.


A pesar de esto que he dicho y como lo describo no era un shylock ni tenía mentalidad de Scrooges. Al contario, era generoso y caritativo con los pobres. Sabía darle valor y uso al oro que para un judío, acostumbrado a sufrir y a vivir a salto de mata y con los petates hechos, constituye  salvoconducto. El dinero compra la libertad y es el mejor medio para llegar al corazón de los príncipes en los palacios y al de los menestrales en las chozas. Su lema era: “look after the pennies cos the pounds look aftert hemsleves” (mira por el penique que las libras ya se saben cuidar por sí solas). Se dedicó a la especulación inmobiliaria. Lucró, y hoy creo que es uno de los más ricos del cementerio hebreo de Golders Green. ¡Pobre don Federico, alma bondadosa la suya, que me ayudó en mis dificultades dandome cobijo! Siempre me guarecieron y en ellos encontré valimiento y protección en los ratos amargos de mi existencia estos queridos hebreos con los que he mantenido siempre una relación de amor y odio; deben de ser las luces y las sombras de Israel y ya se sabe donde dos judíos se juntan crecen tres opiniones.
-Siempre sufriendo y penando.
-Echa mano de un abogado de Israel si te ves con el agua al cuello.
-Eso. ¡Viva el general Sharon!  Ese pueblo tiene algo. Bendito Israel.
 Cuando regrese a Londres, lo mismo que visito su sepultura y le canto un kadish.
Todas estas consideraciones me vienen a la mente precisamente al hilo de los responsos que se cantaron en Berlín y en Moscú con motivo del sexagenario de la terminación de la segunda guerra mundial, el baño de masas de Bush que incluso se permitió en Tiflis unos pasos de baile, la cara de poker de Gospodin Putín y los ojos de pasmo de Schroedder en la sinagoga. ¿No estará el mundo a las puertas de un nuevo Munich? Con la diferencia de que entonces los totalitarismos tenían pelos y señales; en la actualidad se han hecho invisibles.
 Los poderosos de la tierra rindieron pleitesía a las víctimas del Holocausto. Israel ha ganado la partida y está en el corazón de todos. Con su recta estimativa ha vencido y ha convencido pero nos siguen creciendo los enanos. Se respira un ambiente de miedo, recelo y de violencia muy parecido al que dio pábulo a la salida de sus madrigueras de aquellos cabezas cuadradas que sembraron de pavor por las calles de Berlín cantando el “Horst Wessel” la noche de los cristales rotos y los cuchillos largos. Ahí están, si no, esos nacionalismos cortos de alcance y esa exaltación rabiosa de los separatismos de campanario. Si a esto agregamos el nuevo paganismo y la depravación de costumbres, o el embrutecimiento de la masa, tendremos una receta para el desastre.


Otra vez el hedonismo, la supremacía del músculo sobre la inteligencia, la incomunicación de los seres (nos enteramos de la muerte del vecino del quinto por los periódicos o porque ya hiede en la escalera), el incesante cloqueo de los políticos cada vez más encastillados en sus apriorismos, el alejamiento del pueblo de la res pública, a las masas se les da sexo, morbo en papel estucado, fútbol, el separatismo belicoso y antihistórico, el feminismo radical, la destrucción de la familia, el caos inmigratorio que está adquiriendo en España tenor apocalíptico, la cultura de usar y tirar como si fuera una botella de Coca-Cola, el tremendismo, los revolcaderos televisivos, la banalización y relativización de todo lo que era importante en la vida. Todo eso y más. También el nazismo hizo caer las fronteras. Decía Goethe que lo que más teme la gentuza es la inteligencia pero si ella comprendiera lo que es verdaderamente temible debería temblar ante la estupidez que nos apabulla. El que vale, vale, y al que no le hacen primer ministro, incluso por tercera vez como ha ocurrido con Tony Twit Blair. Hoy se premia a la vulgaridad, a la falta de ideas. Los más ramplones son los que se encaraman.
Este desencanto puede incitar a los juansintierra al linchamiento moral y físico de los tribunos de la plebe. Cada vez nos aburre más la política. Estuvo a punto de pasar esta semana en Villaverde Bajo. ¿Pero no fue siempre así?
En fin todo esa inconsecuencia e incongruencia que le hacen a uno preguntarse si no estaremos en los prodromos de un IV Reich de la mano de la utopía orwelliana. Nos meten por los ojos un mundo feliz que no es más que una caja de truenos. Las páginas de las cabeceras periodísticas borden el esperpento. Unos se acojonan pero a otros lectores les da risa. Y a vivir que son dos días como dice la canción.
-¡Qué risa, tía Felisa!


Es la hilaridad del Rey Salomón ante el boato y magnificencia de la reina de Saba cargada de presentes, que se transforma en los Santos Padres latinos en “contemptu mundi”, desprecio de las cosas del mundo, huida al desierto. Todo es vanidad. El ser humano no es nada más que la mota del arenal. A partir del Vaticano II la Iglesia empezó a transformar de esta visión particular e intimista del Dios afectivo y sensiblero por otro de carácter más colectivo y vibrando en la onda del concepto bíblico de Pueblo de Dios.
El pueblo judío que siempre camina en vanguardia de la historia cae y se levanta. A veces mete las manos en un avispero y a todos los demás nos abrasan las abejas a picotazos. Pero su visión del mundo tiene lados colaterales a la profecía. Responde al cumplimiento de un plan deífico que sólo conocen los cabalistas. Su teología, muy diferente a la católica, rechaza el concepto de la gracia y se afianza en la garantía de convertir lo imposible en posible. Los hombres pasan como las olas pero es eterna como la roca de Israel la voluntad judía. Sus esquemas se centran más en lo colectivo que en lo individual porque, dicen, el pensamiento y los sentimientos del hombre son vanidad. Puede más la masa. Hay una forma de hablar con un “yo” histórico que distingue al pueblo elegido. Santa Teresa, la conversa, lo plasmaba en una frase muy mística y que había aprendido de sus abuelos lectores habituales del talmud, que en sus tiempos era un descomulgado libro rezumando herética pravedad: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
-Haz lo que yo digo y no hagas lo que yo hago.


El hombre es mortal pero puede configurar en piedra, en sonido o en palabra ese halo de eternidad que emana de la conciencia. Esta concepción e interpretación de la Creación ha llevado lejos a los hebreos en el mundo de la ciencia, el arte, la literatura, el dinero. Estoy en la persuasión de que Yavé es un dios matemático y geómetra, muy diferente del Padre Eterno y benevolente según la creencia y la estética  agustiniana de Dios - Amor. Uno muere en una cruz, lo que a los talmúdicos suena a blasfemia, y otro atruena en el Sinaí ¿Pero donde estaba cuando lo de Auschwitz? ¿Por qué ocultó su rostro? Siempre me ha interesado la teología del Holocausto con sus luces y con sus sombras y éste es uno de los enigmas inexplicables. Nosotros decimos que sus caminos son inexplicables. Marcha a otro ritmo, sus pasos son lentos, pero es matemático,  invisible, y poco facticio desde el momento de que no está hecho a la medida de nuestros pensamientos porque campa en otra dimensión, lejos del alcance de nuestro calibre.
 Lamentablemente carecemos de un kilométrico para medir la distancia de la andadura de Dios. Tampoco la senda  es demasiado recta que digamos, sino que tiene multiplicidad de curvas y de cambios de rasantes. Dice el Talmud que nos ha sido encomendado trabajar en una obra pero no se nos permite acabarla. Esa obra imperfecta es el hombre, ser curioso y misterioso. Contradictorio. Contradicciones de Israel.  Hasta siete veces peca el Justo. Contradicciones de la Biblia. Marchas para adelante.  Retrocesos. ¿Cómo fue posible aquella barbarie en un pueblo como el germano, de músicos y de filósofos, el de Lutero, Lessing, Schopenhauer, Mozart, Zeppelin? Poco antes de subir Hitler al poder en Alemania se editaban y vendían hasta un millón de ejemplares de Goethe. El nivel de lectura era el más alto del mundo.
Los judíos cosmopolitas y descreídos se resistían a aprender el arameo, una lengua de viejas pero acabaron inmigrando a Palestina cuando arreciaron los pogromos. En los 43 Läger que se habilitaron en el Reich, al principio, sólo como correccionales para la “descontaminación” ideológica de desafectos y, después cuando se recrudecieron las condiciones bélicas y el avance aliado sobre Sajonia, convertidos en hornos crematorios donde se administró con una crueldad sistemática y un refinamiento científico nunca visto desde Adán, la muerte infligida de forma inhumana y bestial a inocentes. ¿Voluntad asesina de exterminio o simple accidente determinado por las represalias de quienes iban perdiendo la guerra? ¿Cómo cribar en el harnero específico el tamo de las granzas, la verdad de los hechos objetivos, con el subterfugio propagandístico bien a sabiendas de que la historia la narran siempre los vencedores? 


 El sufrimiento y las humillaciones de los desgraciados que acuñaron una irónica plegaria “Señor, hazme mudo y sordo para no caer en la trampa de Dachau” pues los que se iban de la lengua eran los que con más frecuencia caían en garras de la Gestapo, hoy vuelven a la palestra.
El “deus absconditus” se aborregó detrás de las nubes. Prevalecieron las puertas del infierno. Los sufrimientos y humillaciones, increíbles. Vistieron el uniforme a cuadros abogados, intelectuales, comerciantes, miembros de la alta burguesía, se les peló al cero y se les estigmatizó la cabeza rapada con una cruz gamada para mayor ignominia. Se les sacaba al patio a hacer gimnasia en gélidas temperaturas y se les obligaba a recitar pasajes de Mi lucha o cantar el himno nazi que se pavoneaban de haber emprendido la marcha sobre Jerusalén y de haber fundado el imperio de los mil años. ¡Qué ironía!
 Lo perdieron todo. Algunas fuentes consultadas atestiguan que muchos usaban gafas, tenían cara de intelectuales y se les forzó a trabajos físicos a gentes que nunca habían tenido en sus manos un pico y una pala jamás. A los médicos, abogados y periodistas se les desposeyó de lo que más estiman aquellos que viven conforme a las leyes del espíritu: sus libros. Hubo autos de fe. Grandes bibliotecas fueron arrasadas o quemadas. Me pongo en su piel. Sin sus papeles queridos siempre naufraga un escritor.  Es el tormento más cruel que se puede inferir al Pueblo del Libro. De esta forma se adelantaron un poco a la barbarie que se venía encima, a una sociedad ágrafa pues aun hoy los gusanos goebbelsianos que diría el llorado Pedro Rodríguez nos trepanan la cabeza. Hay vicios ocultos de entonces que aun habitan entre nosotros. Luego está también la incomprensible pasividad de las potencias occidentales ante aquellos horrores. Es la insolencia del poder. Ni Churchill ni Roosevelt movieron un dedo por los perseguidos ni tampoco los jaques de la banca neoyorquina instalados en sus rascacielos y a los que no conmovió el sufrimiento de sus hermanos de raza y de credo. La gran política internacional bajo el Pacto de Munich jugaba a las prendas con el destino de millones de vidas. Únicamente, Franco- quizás hasta feo esté decirlo- fue el único que tuvo mano tendida hacia el pueblo hebreo cuando nadie daba un duro por los perseguidos.


 Estos son enigmas y misterios contra los que se topa el investigador objetivo cuando enfrenta un asunto tan horroroso como el holocausto. Se ha vuelto a repetir la crónica de aquellos luctuosos sucesos que iniciados en Burgos en 1390 con el asalto a las aljamas remataron en la constitución de la Inquisición casi un siglo más tarde por Sixto IV y los alborotos y saqueos en Sevilla y el gran auto de fe, los sambenitillos y corozas, algunos hasta para un señor deán catedralicio que fue paseado en mula cara atrás por la Tablada. Cierto, los judíos sufrieron mucho y padecieron escarnio. Sus sufrimientos son los míos. Por eso ahora también sus triunfos - un judío Guillermito Puertas es el inventor de Internet y gracias a él podemos hacer rodar nuestros pensamientos, buenos o malos, los que sean, por el mundo- son los nuestros; el avance tecnológico supone  la entronización de los que creemos en la libertad. A todos nos toca un poco y todos somos partícipes.
 Aún a sabiendas de que este mundo es imperfecto y de que lo habita mucha gentuza va para adelante.  Con los elegidos en vanguardia, los parias de la tierra y los perseguidos se regocijan. Se han cumplido las palabras del Magnificat o Shemá católica: et exaltavit humiles.
Recuerdo a finales de los setenta la hagada de un Seder neoyorquino con sus escarolas frescas, el pan cenceño y las carnes tajales (kosher) y un cabeza de familia con cara contento luciendo su mejor traje y gesto apresurado que pronunció el treno solemne: “Hoy comemos el ácimo de la esclavitud pero al año que viene comeremos el pan de la manumisión en Jerusalén. Gloria a Adonai”, palabras de la cena pascual a la cual fui invitado. [Para los judíos el nombre de Dios o tetragrámaton tiene cuatro letras (Yavé) y no se atreven a pronunciarlo de forma directa. Por eso dicen Adonai]


Se les persiguió por no comer jalufo. Ay, ese olor típicamente hebreo resultante de sus hábitos culinarios de no mezclar sabores; lacticinios con aves de pluma o con la de animal sin pezuña y todo animal muerto y desangrado. Cierto la ingestión de fritos en aceite hace que el aliento huela de una forma especial. También se les persiguió injustamente por su aversión a la confesión oral y su escasa veneración por las imágenes. Y ciertamente estos días viendo por Radio María prosternarse a esos palurdos eslavos prosternarse ante una imagen de escayola con los ojos de cristal y cantar hasta el paroxismo me he dado cuenta de que en la hiperdulía subyacen resabios de la idolatría pagana. Si algo nos han enseñado nuestros hermanos mayores, aparte de ese espacio de amor solemne a la libertad, es a mantener unas relaciones personales y privadas con la divinidad. Uno mira para atrás y no ve más que errores, caídas, lágrimas. Saltos adelante y derrumbes. Además, creo que la Iglesia ya ha pedido perdón. ¿Será posible una reconciliación entre Iglesia y Sinagoga tal y conforme esperaba san Pablo? ¿Cómo será llevada a cabo sin la anulación de la una por la otra? Ese es uno de los misterios inherentes a la Teología del Holocausto que para mí no anula la Crucifixión sino que es un apéndice o complemento.
 En el anticlericalismo español que nos embarga hay que buscar ciertos barruntos de nuestros antecedentes semitas.
Nunca más. Que nunca se repitan pero las fuerzas oscuras en la trastienda parecen utilizar a los tiranos para siniestros planes de dominación. En cierto modo Hitler les vino como anillo al dedo. Siempre son los de abajo los que sufren. Los poderosos, los instalados, siempre encontraron un salvoconducto para marcharse al extranjero mientras atrás dejaron a los pobres que quedaron atrapados en la pesadilla. Arriba Israel pero ante estas consideraciones los dedos se me vuelven huéspedes. No lo entiendo demasiado como tampoco cabe en mi cabeza esos pujos tan intensos que detectamos a cada paso por destruir la civilización cristiana que fue rama desgajada del árbol de Jetsé y los judíos son nuestros hermanos mayores, como nos ha recordado el Papa parafraseando al bendito Agustín.


Sin embargo, el ataque no viene de fuera sino que hay que achacarlo a nuestro propio egoísmo, a nuestra insolaridad, nuestra intolerancia. Acusamos a los judíos de nuestra poltronería. La gente espera que le llueva del cielo el maná y no hace nada por ir a buscarlo. Es una nueva travesía por el desierto pero la nube que guió a Moisés se divisa en lontananza. De Jerusalén saldrá la ley y de Sión la palabra. Eso lo he cantado yo muchas veces.

-Señor, abre mis ojos. Que vea

 

11 de mayo de 2005

EL AMOR HUMANO ES UNA TRAMPA DE LA NATURALEZA


NORBERTA

 

 

 

Hoy 6 de junio es san Norberto y cumple años, si vive con una media novieta que tuve primer amor en las dulces aulas de filosofía. Olía muy bien. Era dulce, discreta, alegre, muy morena, el rostro aguileño y unos ojos moros.

Todas aquellas idas y venidas a la facultad, aquel pásame los apuntes que servían de pretexto para salir, terminada la clase, a tomar una copa en Rosales desde cuyas terrazas mirando al parque del oeste se columbraban las montañas nevadas del Guadarrama limpio y puro, como por aquel entonces eran limpias y puras nuestras ilusiones, son légamo de olvido en nuestros anales y en nuestras conciencias.

De aquellos amores perdidos, de aquellas inseguridades manifiestas, hemos de dar cuenta al Justo Juez cuando nos requiera a capítulo. Recuerdo la cara guapa siempre limpia y fresca de Norberta, aunque por dentro tuviera bicho y me quería poco. Vivía en la calle Goya el número no lo digo pero se correspondía con un guarismo triunfal en mi existencia y una cifra que hizo cambiar el rumbo. Todo ella era un guarismo sexual y yo, tonto de mí, sin darme cuenta, le regalaba las Rimas de Bécquer. A ella lo que le gustaba era el 69. Nada de ripios ni de versos platónicos y las posturas del Kamasutra, pero aquel amor platónico no fue más que un beso negro. En casa a las diez.

Fumaba tabaco negro cigarrillos superlargos. A mí me gustaban aquellos cigarrillos canarios y a mí me gustaba ella, pero fui un amante tímido víctima de aquella mala educación sentimental que nos dieron en mi época.

 Entre arrumacos y algún beso furtivo en el cine o paseando por el Retiro nos juramos fidelidad. No “encentamos el pastel”, me decía sin acertar yo a entender el lenguaje femenino pues cuando mujer dice que no es que sí.

Por tanto, nos consolábamos con el pensamiento de que quedaban muchos días de longaniza porque a las novias se las respetaba hasta el altar o al menos esa era la creencia. Era moda in diebus Illis ir virgen al matrimonio.

-Piensa en cuantos cigarrillos nos quedan-me decía- por fumar después de “eso”[1].

No me fumé ningún cigarrillo en tan augusta y amorosa compañía, aparte de que ella había dejado de fumar treinta años atrás.

Es una historia larga que contar y algo rocambolesca que para entenderla habría que acudir al romance de la pobre Adela... una niña se ha muerto del mar de amores y tuvo la culpa Juan y la Dolores[2] ¡Pobre Norberta! El recuerdo de aquel tabaco marca Goya me sabe a gloria y a remordimientos. Porque al echar la vista atrás encuentro errores, pecados, ofensas a mucha gente.

Volví a encontrarla el año 2009 en un simposium sobre archivistica. Era profesora de inglés en Alcalá. Comimos juntos y me contó la historia de su vida que se parecía a una novela de Chejov. Casó con un labrador rico de su pueblo que murió electrocutado mientras manipulaba una cosechadora.

Quedó sola y con tres hijos y con muchos deseos de amar. Así que se apuntó a una agencia matrimonial donde contactó con un asturiano del que se enamoró y aquel amor fue un amor trágico e ineluctable.

Se trataba de un pintor que la hizo su amante. El individuo padre de nueve hijos con su legítima se encargó de sus negocios, suplantó su firma y ella quedó arruinada y en la calle. También la maltrataba pero nunca lo denunció.

¡Cuanto sufrí cuando me enteré de aquel lío! pero cuando le pregunté a mi ex si seguía enamorada de Basilides que así se llamaba el individuo, y me dijo que en parte sí aunque habían roto a despecho de las palizas. Percibí un cierto masoquismo.

-Soy una adicta sexual.

-¿Tú?

-Sí yo. Aquella moza a la que tú ponías por las nubes y escribías poemas rimbombantes como un caballero andante jurándome amor eterno… tu Berta, como me llamabas con todo el cariño de que eras capaz.

-Pues vaya.

-Escribías poemas, me respetabas… esto para después… no empecemos el pastel y lo que en verdad estábamos deseando era la atracción de la carne. Esa trampa que nos tiende la naturaleza. Yo estaba salvaje. Descubrí que lo más me gusta en esta vida es follar. Cuando quedé viuda tuve una relación con un compañero de colegio. Le iba a visitar todos los miércoles a su piso pero José Mari a veces fallaba y Basilides nunca dio gatillazo. Así que me fui con él

.El alma de la mujer-repuse- es un pozo sin fondo

-Yo era un pozo sin fondo pero en la cama. ¿Cómo lo ves? Ahora soy una mujer liberada. Una señora de mi tiempo y tú veo que vives en el pasado. Mala cosa.

Mi Norberta no sólo se había alzado de patas traseras sino que me estaba dando una lección magistral haciéndome quedar como un mindundi. Un iluso. Trágame, tierra. El libro de cabecera de aquella mi dulcinea durante estos años fue “The fucking machine” de un californiano de cuyo nombre no me acuerdo, creo que era un tal Miller el que escribió “Trópico Capicornio”... joder.

-Y yo que me creía que… Anda… mira la mosquita muerta.

-Pues creías mal.

El asunto a la par de horrorizarme porque se cayeron los palos del sombrajo me divertía. Norberta se había vuelto muy devota, y decía que era vidente. Ahora lo que más le preocupaba no era el sexo sino la salud. Llámela un par de veces por teléfono y fuimos juntos unos cuantos domingos a San Ginés. Era la moza bien plantada y bien hecha que yo conocí allá por el 68, dulce y atractiva cuando quería serlo. Se agarraba a mi brazo y a mí me ilusionaba rozar aquellos senos poderosísimos. Eran las tetas más grandes que había visto en mi vida y le habían aumentado con el paso de los años y el amamantamiento de sus tres críos.

-Sabes que eres muy sexy.

-Ya te veo, Timoteo, pero no vayas por ahí.

Entramos a tomar un café en la calle Arenal y en media hora que duró la charla bajó dos veces al mingitorio.

-Eres de fuelle flojo. Pero no te preocupes ya a todos nos empiezan a gotear las cañerías.

-Sí. Me operaron de ovarios.

La vi muy preocupada casi angustiada por su salud. Y era vidente pues me reveló aspectos secretos de mi vida que yo desconocía. Después de aquel encuentro la telefoneé. Creo que estaba en un hospital recauchutándose como ella diría en ese lenguaje castizo y poderoso, aquel remango, que tenía Norberta para expresarse.

-No me llames más.

-¿Has vuelto con tu pareja?

-No te lo puedo decir.

Y aquí se acabó. Espero que Norberta siga en este mundo vivita y coleando. Hoy cumpliría 68 tacos bien hermosos como estos inigualables días de la primavera en Madrid. Espero que san Norberto aquel santo alemán que luego de vivir una vida disipada como canónigo lectoral de Magderburgo (1080-1134) se metió a monje y fundó a los Premonstratenses que es una orden muy severa, guíe los pasos de mi antigua novia, vele por su salud e interceda por este pecador de mí.

Fui un modorro toda mi vida que nunca acertó a lidiar con las peculiaridades y con las cosas inauditas e inexplicables que nos brinda la realidad. Por ejemplo, leyendo la vida de san Norberto quien vio morir a un compañero de viaje a causa de una centella Martín Lutero sintió vocación y se metió agustino. ¡Madre mía la que luego preparó!

Un caso parecido al tuyo, Norberta. Espero que no hayas guardado rencor ni haberte servido como debieras… era mucho arroz para un pollo y “yo quiero más y más, nunca sacio” me decías. Para de contar.

Nuestra relación hubiera sido el tormento de las Danaides y hubiese acabado como el rosario de la aurora… en el divorcio, en la lucha genérica. Nunca hundí mi rostro entre tus dos augustos senos de matrona, no me fumé aquel cigarrillo tan apetitoso después de…, aunque de buena me libré. Así y todo la vida es bella y gracias por aquel amor. El peregrino pasa de largo. No se detiene a contemplar el paisaje ni se sienta sobre las piedras del camino. Somos seres transitivos por más que muchos crean que son intransitivos y a durar tantos años como las pilas  Duracel. Cachonda historia. Eros es compañero de viaje de Tanatos. La vida y la muerte cabalgan juntas en un mismo caballo como Castor y Póllux los dos mellizos de la mitología. Ah, se me olvidó decir que Norberta nació bajo el signo de Géminis la constelación con dos caras. Puede que a aquella rapaza hoy toda una matrona de busto exuberante les gustase contar “batallitas”



[1] La palabra sexo se evitaba y para denominar lo que hoy vulgarmente se denomina un casquete se decía vagamente… eso
[2] esta canción no se ha de cantar nunca en Zaragoza

JUNIO 18. MARCOS Y MARCELIANO mártires (del breviario romano)

oración

Concede nos, señor omnipotente, el que por la gracia de tus santos mártires Marcos y Marceliano cuyo natalicio celebramos, seamos libres de todos los males, te lo pedimos por NSJ

cruel martirio

Marcos y Marceliano eran dos hermanos mielgos que vivían en Roma y asiduos de las catacumbas, que a causa de su fe fueron detenidos por orden del cónsul Fabiano y ligados a una columna sus pies fueron taladrados con clavos.

El juez dirigiéndose a ellos les dijo:

-arrepentíos, miserables, y os soltaré.

respondieron los mellizos:

-Nunca hemos sido más felices que en este momento de tormento siendo nuestro sacrificio el banquete de bodas por manifestar la fe de Cristo al que amamos y ojalá se nos permita padecer más de lo que nos permita este cuerpo corruptible por gloria del crucificado. Estando encadenados al tarugo del verdugo dos días y dos noches y cantando salmos al tercero entregaron su espíritu al criador y recibieron la corona del martirio siendo sus cadáveres enterrados en el columbario de la Vía Arcadatina.

Te Deum laudamus

Son abogados contra las varices y los dolores reumáticos

viernes, 7 de junio de 2013

ARRECIA CAMPÀÑA ANTIPUTIN QUE SE SEPARA DE SU MUJER LUDMILA

Todo lo que viene de Rusia ha de ser negativo, es una consigna que preside la mesa de los redactores jefes de los países de la NATO. En tal sentido, Volodia Putin, el personaje más odiado y difamado por los medios occidentes- es odiado y difamado porque se las tiene tiesas y aparte de eso es un creyente cristiano- se separa de su mujer la bella Ludmila, consorte de 40 años.
Para los rusos esto no es importante. Los líos de faldas y los deslices por alcoholismo no suelen encontrar el mismo eco que en la gazmoña Inglaterra, o en el mundo americano tan taimado, habitual de la ley del embudo y el doble lenguaje, donde las convicciones victorianas y el espíritu de los padres peregrinos prevalecen.
Las primeras damas en el Kremlin eligieron siempre un segundo plano y no suelen aparecer al lado de sus maridos en los saraos, convenciones y giras por el extranjero. No son lo que se dice la reina de los ingleses o nuestra Sofi que le roba cacho al Juanqui y siempre anda por ahí besando niños con cida en giras benéficas chupando cámara y cobrando dietas, claro; o la propia Angelita Merkel que es la que lleva los pantalones alemanes, todos con tirantes.
El hecho es sin embargo un detonante de que Vladimir Putin se encuentra en el punto de mira. No hizo bien los deberes que le encomendaron ni se pliega a los imperativos de la Casa Blanca. Sencillamente van a por él.
Y en esta lucha todo vale pero Volodia es tan compacto como opaco. Todo un judoka que resiste el gran combate.
Obama buscándole las cosquillas le quiere marcar un ipon. Putin sin embargo tiene cara de bloque. Es un tipo sólido, petreo y muy prieto de andares. Parece un gladiador romano.
Ahora bien, el peligro no le viene de adentro sino desde la propia casa.
Como hombre del KGB, sabe muy bien que estas organizaciones secretas suelen ser implacables, se estructuran en anillos convergentes independientes unos de otros y en eso se basa su eficacia, pero también su flojera. Carecen de sentimientos, son cabezas frías. Me fifuro que dentro de los muros del Kremlin la lucha por el poder debe de estar haciendo correr la swangre. Se trata de una lucha sorda y sórdida. 
A mí lo que haga el lider moscovita en su vida social me la trae floja, es un asunto privado y cada uno "la mete donde puede y donde le dejan".
Lo que verdaderamente me preocupa es la paz del mundo, y la cierta libertad personal qie gozo en la actualidad ante tenga que escribir para Google que no me paga un centavo, espía mis movimientos, me escruta y me acojona hablando en plata porque esto del Internet pese a la cacareada transpariencia forma para de una red de espìonaje universal, pues las redes contra lo que muchos suponen no son transparentes y todas tienen "bicho".
Saben hasta los pedos que te tiras y los polvos quie echas con tu señora o con tu novia de fin de semana. Nosy bastards. Sin embargo, yo les digo :"soy periodista, sólo periodista,  no me rindo" y le recuerdo la fase que pronunciaban mis antepasados judíos cuando los acercaban al brasero: contra verdad no cabe fuerza 

LAUREL PARA RAÚL DEL POZO

Raúl del Pozo, como el vino mejora con el tiempo. sus libros, sus artículos merecen hoja de laurel. Acabo de leer dos, uno en que habla de Gallardón ese poliédrico señor de las cejas espesas que va a resucitar de nuevo la Inquisición estableciendo la censura periodística.

Esto ya existe para ciertas cuestiones pero a lo que aspira el hijo de aquel insigne notario, vasallo de Serrano Suñer y nieto de El Tebib, el gran corresponsal de guerra de Franco, es blindar a la clase política que está siendo lapidada por la corrupción, el nepotismo, la insolencia puesto que la razón no es partera de la historia sino la violencia y violento es el mundo en que vivimos.

Con tasas judiciales que han puesto los pleitos, las minutas de abogados, procuradores y rábulas por las nubes el españolito de abajo oprimido por la tiranía va a pedir árnica. Vuelve el SIM el fatídico organigrama de represión y espionaje fundado por Indalecio Prieto, hay oídos que escuchan, hable usted bajo, la palabra al oído.

Del Pozo, que es un libertario de raza, auténtico lebrel del periodismo que barrunta la caza a tres kilómetros, ex comunista y uno de los pocos colegas que no me ha maltratrado mientras otros me desuellan vivo, tuvo la gentileza de regalarme un Vega Sicilia que yo me bebí unas navidades a su salud y a la de su mujer la querida Natalia (detrás de un  gran hombre hay una gran mujer), ha denunciado esta farsa del inclito ministro de Gracia y Justicia, obtuso personaje.

Aquí el que más chifla capador y el que se lleva los palos es Wert que lo está haciendo bien y se ha convertido en el chivo expiatorio del gabinete de don Tancredo que es como llaman a Rajoy.

Mientras, la Mato, la Fátima y el propio Gallardón se van de rositas. ¿Quien los emboza? ¿Quien les ampara? Yo tengo mi teoría formulada al respecto. Raúl por su parte que es muy listo se guarda de decir qué es lo que hay detrás del curioso fenómeno Gallardón. Por último, el que dedica a Alfonso Guerra merece un pulitzer.

El conquense escribe el mejor castellano que puede leerse hoy en España. Su nombre debiera estar en la Academia y sus artículos y novelas nos reconcilian con esta profesión que volvió a ser canallesca y él lo denuncia con su oído fino para auscultar los vientos de la calle pero Ruli, camarada, si no nos dejan escribir estos mendas acabaremos pintarrajeando las paredes. Ya sabemos que siempre serán palabras en el muro pero al menos nos concede un desahogo del derecho al pataleo. ¿60 € por llamarle a un tío hijoputa? Firmo ahora mismo.  La cosa está que arde y tú te quejas de la violencia de ciertos plumillas pero la violencia la quieren ellos.

Lo malo que las costas del proceso se elevarían a más de 500, según la nueva Ley Gallardón y el sofoco nos saldría por un ojo la cara. el único sitio donde no se nos veda es la pared y la puerta del retrete porque nos han echado de los periódicos, nos cerraron las editoriales y han prostituido esta profesión que hasta hace poco era con sus mermas y dificultades un oficio duro pero honorable. El patio está algo revuelto y Gallardón nunca podrá amordazarnos en libertad. Le podrían quemar la sinagoga mañana mismo y esto no es una amenaza sino un barrunto. Dios no lo permita. Por el momento disfruto con los artículos de Raúl del Pozo, hontanal de sabiduría y de ironía -tanto en su mala leche contra los poderosos y su bondad con los irredentos se semeja a Cela- estas magistrales columnas que publica en el Mundo

jueves, 6 de junio de 2013

AY MARISOL... MARISOL


MARISOL DE ESPAÑA

 

Antonio Parra

 

 

Dallo mi hierba trillo mi parva muelo mi trigo y me como mi pan. Y me pago mis copas. Y como el Gijón ya no hay quien lo toque porque la nostalgia se apodera de los espejos y de los paneles embonados de madera noble aunque las musas siguen correteando por los veladores de mármol donde escribieran los poetas o los bancos de crepé donde alguna vez yo vi con un dedalico de más de borgoña en las tripas a las ninfas pegando brincos y no era más que Carlos Oroza que trataba de ligar a dos noruegas y les contaba un chiste que ellas entendían chapurreando el lenguaje universal de las manos (creo que era el de las novicias mudas que hablaban del padre Juan...) busco barras al otro lado de la M30 donde Madrid pierde el cinturón de los convencionalismos provincianos y se convierte en Kansas City. Por ejemplo en el Valtins que regenta mi amigo Moncho un vasco de las encartaciones mayores no sé si de Ondarraoa Lequio Lequeito o Echanove pues vizcaíno es el hierro de todas formas vizcaíno es el hierro que os encargo corto en palabras en hechos largos. Así es también un poco el vasco de mi barrio. Pero con esa simpatía que sólo tienen los de Bilbao y esa llaneza de los que tomaron chiquitos por la siete calles anda la ostia. Mucho señorío, sí. Mucho señorío. Mis mejores amigos nunca fueron de derecha. A la derecha la encuentro hostil suspicaz muy maricomplejines y aburrirá a las ovejas y a la izquierda poco más o menos pero los bohemios en la España indiferente siguen siendo los de siempre. Ya se sabe al amigo el culo al enemigo por el culo y al indiferente pues que se le aplique la legislación vigente. Y la Derechona se ha vuelto masoquista y majadera vigila su tapia y le va la marcha. ¿Es que por detrás les gusta más? Tiro siempre la boina entre rojos y parto mi hogaza con los menesterosos de afecto y los huérfanos y huérfanas del amor. Ramón es un anfitrión con sabiduría de calle que dicen por Nueva York. Las ve venir de largo y tiene esa delicadeza y exquisitez los buenos mesoneros del país que solo pueden tener todos aquellos que han formado parte de un orfeón. Canta primoroso. Esa experiencia les da un sentido interpretativo y coral de la existencia. Tiene una calva prematura unos ojos grandes una nariz perfecta y tallada a cincel y toda esa displicencia de los euskaldunes que ven la vida cantar y correr. Así que el burladero que yo tenía en el Gijón lo he trasladado al Valtin. Albergue seguro. Sus talanqueras de cristal tapan mi próstata renqueante y mi taleguilla ya para no demasiados trotes. Uno en medio del ardor del vino puede cantar mal, ver visiones, mandar a tomar vientos a un coronel de Estado Mayor que se va a Bosnia a cobrar dietas y encontrarse con el almirante tunante que no resulta tal sino un remero. Cía. Cía. marinero. Ramon ese nos tomó por isidros el otro día. Decía que había mandado una flota y no era más que un bravonel que sólo se había embarcado en el estanque del Retiro para pasear coimas ninfas de toldo y arandela o mozas de fortuna que guardan el cantón. Pero a veces en estas travesías del desierto que son mis hégiras polvorancas uno tiene un sentido eucarístico de la vida y de la solidaridad humana y eucarístico es el vino. Sangre de Cristo. En él y en el pan quiso quedarse con nosotros N.S., aunque yo más de una vez he visto al diablo más perverso en cuclillas dentro de una botella. Uno busca asideros y talanqueras donde refugiarse. De mis dolencias físicas ni por pienso y no voy a darle aquí al lector entretenimiento haciéndole una relación circunstanciada de mis alifafes dolamas y de las cazcarrias que me afligen al vadear las salas de los hospitales. Seguramente daría el do de pecho. Prefiero hablar de Pepa Flores. La Marisol de mi adolescencia. Por aquello de que la vida es una tómbola me la encuentro elegante y comunera alta y delgada y eximia sentada en majestad igual que una madona en una tajuela junto a la barra. Fuma discretamente. Gestos de novia antigua. Uno entiende a la vista de esta mujer que tuvo chispa y tuvo ángel cómo puso a media España y a media Hispanoamérica boca abajo. Recuerdo cuando vivía yo en Staten Island mi vecino colombiano Arnaldo emigrante en Nueva York tenía en un trono su fotografía como si fuese una virgen o una diosa y puso a tres de sus hijas con su nombre Marisol Pepa I y Pepa II. Fue el mito de nuestra infancia y de nuestra inocencia. Después quiso desdecirse del mito de la imagen o del cliché que la sambenitaron con el franquismo no sé por qué porque en este país de camándulas hay gente que le saca punta y partido a todo y se nos hizo roja pero ella tambien es gualda y muy española. Y en este periodo – María Pineda, Bodas de Sangre, Caso Cerrado- demostró ser una primerísima actriz de recursos felicísimos. Para empezar esos ojos. Yo no sé si Pepa se sentía comunista lo que sí sé es que habla un buen ruso y que sus películas de la primera incubación tuvieron gancho y mucho éxito en la Unión Soviética tampoco sé si llegó a amar tan profundamente a Antonio Gades padre de sus tres hijas como algunos dijeron lo que me consta es que es toda una señora amante de su discreción de su privacidad y de su libertad. Venía de los Coros Danzas y fue un festival de la Casa de Campo donde la reclutó Goyanes después de verla actuar pero ella nunca quiso que la confundieran con el Platanito ni con la Carmen Sevilla ni con la Lola ni con la Nietísima ni con esa parte truculenta del franquismo que a golpe de talonario de la prensa de la entrepierna ha vendido su dignidad. Ella triunfó y no tuvo que volver su alma al diablo para volver a triunfar. No cedió la piel a Esaú por un plato de lentejas. Delgada elegante con los mismos ojos azul celeste que a mí me recuerda las primaveras incandescentes del 63 o del 64 y su voz estallando por todos los patios de luces de las viviendas de España sigue haciendo la esfinge pero a lo que más recuerda por su rostro esbelto e iluminado es a una cariátide griega. Ramón detrás de la barra vigila sus movimientos y la protege. Olía a guiso y a familiaridad al mediodía y las madres llamaban desde la ventana a los niños que jugaban en la calle. Ese grito de llamada hoy sería imposible... “Cayetano, Palomita... a comer en los dichosos años. Como no subáis en dos minutos bajo y os caneo una paliza.”. La voz de aquella niña de Málaga sonaba en todas las radios peticiones del oyente. La vida es una tómbola.. Tómbola. Y su cara aparecía en todas las pantallas. La íbamos a ver al cine Montija. Cintas ciertamente de no mucha calidad artística a lo mejor pero que tallaron nuestras almas. Yo me entusiasmé con Santiago de Compostela por aquella película Ha llegado un ángel en que trabajaba Marisol y había un profesor cascarrabias y un estudiante de la casa de la Troya de Pérez Lujín que tenía un flequillo que se subía para arriba con solo soplarlo(el pobre ya ha muerto)  la vida es una tómbola. Sí. Sí. ¿Lo habrá sido también para Pepa Flores? No me atrevo a formular esa pregunta a mi ídolo por temor a romper la magia de una arcano. Baste decir que todos tuvimos trece años y nos enamoriscamos de una ojizarca con coletas de plisada falda y calcetines negros a la que de trimestre en trimestre veíamos crecer. Los abrigos les caían todos grandes y hacía mucho más frío los inviernos pero eran más hermosas las primaveras y hasta más ardientes los veranos. Ahora ahí sentada tiene Marisol la majestad y dignidad de una Madona o de una española que afronta sin alharacas ni fervorines el reto del climaterio evoca a la impasibilidad de la gloria, el taburete del Valtins es su verdadero trono. Marisol ha llegado un ángel acaba de cumplir los 59 y la mayor parte de sus admiradores somos sesentones o setentones. Pero no pude por menos de darle las gracias a esta señora y un beso en la mano. Ella es una de nosotros. Una española de verdad con el nórdico mirar ojos claros y serenos. Una mujer del pueblo. Este encuentro en el Valtins de mi amigo el vasco ha sido como una epifanía. Por lo que a mí respecta seguiré siendo un escritor bohemio aunque me gustaría que esta noche hubiera estado conmigo Juan  Pla. Este tipo de situaciones y de reportajes él las bordaba. No he pretendido hacer una exclusiva ni un panegírico. Además entrevistas a Pepa para qué. Esta mujer te daría para escribir un libro con sus reflexiones. Lo titularía La prudencia en la mujer o la Lozana andaluza pero me pierdo por tales esquinas. Esta exclusiva quedó en una mirada de agradecimiento unas palabras en ruso y este articulito. El mito de mi adolescencia al año que viene cumplirá sesenta años. Esa es la noticia y la maula.

 

13/02/2007

A Muñoz Molina le dan un premio y el libro más vendido en la Feria el Libro es "Cómo cagar en el campo sin manchar las amapolas". Chupate eso. Play that again, Sam

MUÑOZ MOLINA UN PALETO EN NUEVA YORK

Dieronle el premio principe de Asturias, pero esto es una filfa. Los que mandan quieren tener sus propios perritos falderos, los que le bailan el agua y le rien los pedos al señor ministro, aduladores y cortesanos del sistema. Creo que al conceder tan significado galardón a un trepa el nombre de Asturias no sólo se empocilga - acabo de llegar del Principado, el personal anda un poco triste y desvaído, cabizbajo, falta "traballu" y la actualidad que se nos brinda no puede ser más trabajosa; ellos se lo guisan y ellos se lo comen, y esto es lo que hay como dice la "xente"- sino que también es testimonio elocuente de la penuria intelectual por la cual atraviesa la cultura española, que con decir que el título más vendido en la Feria del Libro del Paseo del Retiro es "Cómo cagar en el campo" imaginen mis pacientes lectores como anda el panorama.

España ha sido una potencia librera e intelectual de primer orden y la tratan de destruir los demiurgos. Por ahí van los tiros. "Play that again, Sam" creo que es el título de una novela de este sujeto publicada hará como 25 años. Se pasó un invierno en Lisboa para parrir tal cagada, subvencionado eso sí por el Ministerio de Cultura.

Luego le nombraron director del Cervantes en la Ciudad de los Rascacielos. Menuda carrera que llevas, chico. ¿Merito? Tener el carné del PSOE en el bolsillo y hacerle las gracias a Polanco a Felipón y a toda su cuadrilla, pero Muñoz Molina no deja de ser un trepa que vino de Jaen, LA PROVINCIA DEL RONQUIDO, dicho con todos los respetos para la ciudad del Santo Rostro y donde han prohibido tocar las campanas porque el sonido les asusta a los moros... ¡Ay cuatro morillas me enamoran en Jaen!

No se le quitó el pelo de la dehesa al buen Muñoz y sigue siendo un paleto en Nueva York, la ciudad que reune más paletos por metro cuadrado en todo el planeta y yo he vivido en Manhattan y sé lo que me digo. Pues eso, ya tenemos un paleto en la academia, no conozco tampoco un escritor más cursi, por otra parte, casado y formando tandem literario con otra del gremio la Elvira Lindo, que fue amante de Juan Luis Cebrián. Manolito gafotas. Que matrimonio más cursi, pero se lo han montado muy bien a lo que parece. Con todo y eso, los laureles, los premios que les dan a estos tienen todos bicho y en esas estamos ante un paleto de Jaen que se ha subido a la cúpula de un rascacielos para hacer de almuédano

miércoles, 5 de junio de 2013

luz de Trento


Concilio de Trento grandezas y mermas de la iglesia romana

 

12 de diciembre 1563: en el debate de clausura del concilio de Trento los 275 padres conciliares hablan sobre los novísimos y el debate se centra en el Purgatorio. En tema tan resbaladizo no se define al purgatorio como dogma sino como creencia y devoción piadosa alimentada por la iglesia durante siglos. Precisamente, esa preocupación por el más allá movió las bielas de los fieles cristianos. Desde el ciclo merovingio hasta el siglo XVIII fueron las oraciones por los difuntos, las donaciones pro anima de los reyes astures, leoneses y castellanos que hacen mandas para que se digan misas por sus almas, constituyeron una fuente de ingresos y la idea de las fundaciones monásticas o la erección de templos. Lo primero que llamó mi atención cuando visité por primera vez a Inglaterra fueron aquellas iglesias góticas o románicas rodeadas de cementerios abiertos como parques.

Los niños jugaban entre las tumbas y los amantes por primavera se besaban tumbados sobre el césped al pie de los mausoleos. Allí hasta hace poco a los duelos se iba de blanco y existía una sorprendente familiaridad con la muerte que los ingleses no consideran como algo demasiado trágico sino un simple acto de la naturaleza; uno de tantos.

Así eran los primitivos dormitorios del descanso eterno (que es lo que significa la palabra cementerio en griego) en toda la cristiandad. Los difuntos, siempre cerca de lugar sagrado aguardando la trompeta del Juicio. Entretanto, en cada aniversario en el día de la muerte los prestes de capa pluvial negra entonaban el dies irae o el libérame. La devoción a los que murieron en la fe, el toque de animas, las entregas de mandas, misas y bodigos arraigaron muy fuerte en la catolicidad. Había en la iglesia de San José un cuadro en relieve sonde aparecían las almas del Purgatorio implorantes y entre las llamas al Señor para que les abriera las puertas del paraíso pero el párroco mandó quitarla. Quizás las Animas Benditas no sean algo políticamente correcto en estos tiempos nuestros tan inmanentes donde se teme a la muerte aunque se la oculta.

El papa anterior suprimió el limbo de los justos o seno de Abrahán donde van los niños no bautizados según nos informaba el padre Astete en el catecismo que de niños aprendíamos de coro. Con respecto al Purgatorio, Benedicto XVI no fue demasiado preciso. Pero ¿cómo se dirime la culpa? ¿Cuál es el destino del alma cuando deja el cuerpo suponiendo que estas dos mitades del hilomorfismo aristotélico no entrañen un todo inextricable? Misterios de la existencia humana. La teología del Purgatorio en la que creían los medievales a pie juntillas se relaciona con la teoría de la reencarnación o metempsicosis. El alma tiene que andar un camino de largo recorrido pues al fin y al cabo no somos más que peregrinos hasta recabar un estado de perfección y, libre de sus impurezas y vanidades, poder contemplar el rostro de dios. El Maestro Jesús nunca habló del Purgatorio y la iglesia oriental sostiene que en el mismo instante de expirar nos presentamos ante el trono del Juez para escuchar palabras de bienaventuranza o de condena. No hay medias tintas; para los justos, el cielo. Para los pecadores la gehena.

Fue este de la sesión final uno de los debates de la mencionada reunión que marca el punto álgido de la iglesia, su plena apoteosis y en la conclusión se percibe la sabiduría de esta iglesia asistida por el Espíritu.

A instancias  en 1542 del emperador Carlos V que lo convoca pensando en los electores flamencos y alemanes pero ninguno de ellos se presentó y los ingleses enviaron a uno, el cardenal Walpole que acabaría en la torre de Londres, la primera sesión no tiene lugar hasta 1545. lo abrió Paulo III un Borgia que fallece a los cinco años y el concilio cuando sobreviene la peste a esta ciudad de la Italia septentrional donde se hablaba alemán se traslada a Bolonia. A la muerte de Paulo lo reanuda Julio III y es Pío IV el que pone el broche final.

Las vicisitudes infinitas. Siempre esperando a los alemanes a los que el pontífice envía legados y salvoconductos. La herejía luterana (en algunas cosas el rebelde fraile agustino de Erfurt llevaba razón había arraigados profundamente incendiando a toda la cristiandad. El rey de Francia Francisco I fue remiso y reluctante. Los padres franceses fueron poco. Sine embargo, España manda a sus mejores teólogos e Italia a todos. Dentro de todos estos caveats o reservas y diferenciaciones en Trento se fija la fe. Se esculpe un programa de vida, se fija el dogma como son los siete sacramentos y las siete ordenes clericales, y se reimplante el credo de Nicea (los padres griegos se querellan por una conjunción copulativa pospositiva, el famosos filioque) . la parte más banal se refiere a las porciones, beneficios, prestameras, reforma del clero regular y secular. Es la parte más árida. Los delegados españoles con el obispo de Segovia, el de Tarragona, los dos del Reino de Galicia que asistieron, Compostela y Mondoñedo se opusieron a las leyes que eliminaban el absentismo episcopal. Aquí era costumbre que los obispos no residieran en sus sedes y una de las razones por las cuales Carranza el primado de Toledo fue depuesto porque predicaba la obligatoriedad de que los prelados resistieran en sus cátedras, lo que molestó al arzobispo de Sevilla el asturiano Fernando Valdés que lo acusó de hereje y erasmista. Se condena la simonía y se recomienda el celibato sacerdotal aunque bajo cuerda no elimina ni declara irritas las órdenes de los clérigos casados a sabiendas que el ideal pese inalcanzable, cifra la vida perfecta basada en la continencia, la doma de los instintos y reconocimiento de nuestra condición pecadora. Se limita a prohibir que los curas tengan barraganas.

La SRI es un orden jerárquico pero se organiza desde una base democrática, tolera la autocritica, no se precipita en sus decisiones y en su estructura se compendia en el estudio, la sabiduría, la belleza y en todo aquello que dignifica a la persona humana como ser libre y redimido por la pasión de Cristo. Partiendo de la filosofía griega cuyos postulados son la ética y la estética. Trento representa un programa, una estructura de vida, algo a que atenerse y en este campo jugó un rol ineludible la mentalidad jesuítica cuyo Prepósito General el soriano Diego Laínez machaca en sus intersecciones el AMDG, el hombre ha nacido para amar a Dios y servir a sus semejantes proponiendo una iglesia monolítica y sin fisuras sometida a la obediencia del romano pontífice. Fueron los obispos españoles los más refractarios a dicha peculiaridad porque, decían, la iglesia es una y varia. A las disposiciones contra el absentismo de los obispos y así como a la implantación del rito romano suprimiendo el toledano o mozárabe se sumaron los titulares de la archidiócesis primada, el obispo tarraconense, el de Segorbe, el de Tuy, Segovia, Coria y Uxama (Burgo de Osma), el de Ávila y el de Córdoba. De la discusión sale la luz, reza un viejo apotegma escolástico, pero la tesis hispana no medró y todo el episcopado en bloque aceptaría la rigurosa decisión conciliar sumándose a la obediencia al Papa y al dogma de la Trinidad. Dios es uno y trino y no único como predica el mosaísmo y el Islam. No se suprime el antiguo testamento pero se mejora con el nuevo. El bautismo dirime a la circuncisión y todos los hombres tanto gentiles como judíos son hijos de Dios. He ahí una de las grandezas de Trento. España inventora del Derecho de Gentes según los postulados de la escuela salmantina hizo suya esa idea y por ella luchó en Flandes, en Alemania o contra Inglaterra y por ella envió sus misioneros a América. Es así como catolicidad e hispanidad son el vértice donde se coloca la bisagra de la entidad española como nación mesiánica, el nuevo Israel, la gloriosa utopía. Suprimido el catolicismo, España, dice Menéndez y Pelayo, se desintegrará en las taifas, volverá a la tribu, a la esclavitud, las guerras civiles incesantes, al faltarle el elemento de cohesión.

Otra gloria de Trento sería el misal romano, una verdadera obra de arte de una calidad literaria de primera magnitud que otorga una visión optimista y trascendente  con su devoción a los santos y estableciendo el culto de hiperdulía. Las fuerzas diabólicas lo suprimieron con el Vaticano II.

 Se proclama a la Virgen intercesora y madre de la iglesia. Merced a tan alta señora muchos nos convertimos en caballeros andantes, la invocamos en los peligros y nos empapamos de esperanza en medio de la aflicción.

 El canon recoge la tradición de Oriente e incorpora a la liturgia romana homilías y antifonas de san Basilio y de San Juan Crisostomo. Define la Eucaristía como sacrificio   propiciatorio, incruento, un acto impetratorio, suplicatorio y adoratorio de la presencia real de Cristo en la eucaristía, no ya meramente como una conmemoración de la cena de Jueves Santo como pretendían los protestantes. El dogma de la transubstanciación que se origina en Oriente, precisamente en Antioquía donde por primera vez los cristianos empezamos a llamarnos cristianos, pero a diferencia de los católicos los ortodoxos manducan y liban la sangre de Cristo en el sacrificio de la misa sin hacer reserva de las dos especies a causa del peligro de las profanaciones. Conservan el dogma de la Eucaristía añadiendo a la comunión la Eulogía al final de la misa. los griegos administran la comunión a los niños e incluso a los lactantes, no existiendo en aquellas iglesias la costumbre de la primera comunión que se practica entre nosotros y que es copia de la tradición hebrea del bat mitrah. Admiten el bautismo por inmersión no por efusión, el matrimonio de los clérigos, la extremaunción. En cuanto a la confesión auricular, que ha sido un pretexto con el que cargan los enemigos de la iglesia latina, por los abusos a los que ha dado lugar, ésta suele ser pública y general pero el sacerdote escucha privadamente a los fieles que lo deseen sin internarse en particularidades ni torturas psicológicas.

Este sacramento no puede convertirse en un instrumento de control y de poder sino un acto de servicio a los pecadores que quieran volver al redil libremente.

Leyendo las actas se saca la impresión de que nuestra fe es  del todo optimista pese a que los católicos tengamos que pechar con la cruz, proclama la libertad y el derecho a exponer el criterio según una tradición que se remonta a la era apostólica. Excomulga a aquellos que no acepten los libros del Antiguo Testamento según la tradición de la Vulgata y los del Nuevo. Determina una disciplina y regla de vida basada en la tolerancia y la longanimidad con los enemigos de la iglesia atreviéndose a condenar los errores de Mahoma y a anatematizar al agustino de Erfurt.

Con respecto a los judíos no hay excomunión, se sostiene el criterio agustiniano del pueblo elegido y de nuestros hermanos mayores aunque no exime a los sacerdotes y jerarcas de Israel de culpables de la muerte del Señor como establece el “ordo misae” del Viernes Santo en que se piden oraciones para que Dios se aplaque ante la perfidia de los judíos de la misa de Pío V que fueron abolidas, declaradas irritas e inoperantes.

Con respecto a la colación de ordenes sagradas, el Concilio establece los primeros seminarios aunque por el momento sólo se exige a los aspirantes al sacerdocio que sean humildes y probos, que sepan latín y canto coral. Uno de los apartados de estos cánones lidia con los curas ignorantes o imperitos que no sabían leer y escribir. Prescriben que se esfuercen y aprendan cuanto antes. Edad: la tonsura puede ser conferida a los 14 años; las otras ordenes menores, lector, acolito, exorcista y ostiario a los 18; el subdiaconado a los 21; el diaconado a los 22 y el presbiterado a los 23. con profundo rigor los arbitrios establecen que se hagan averiguaciones por el obispo sobre la vida de los aspirantes, que no hayan cometido homicidio voluntario, que no jueguen a cartas ni sean vinosos, que no asistan a las corridas de toros ni monten tenderetes en los nundinales (días de mercado cada nueve días) que no practiquen el préstamo ni la usura. Que las monjas no abandonen la clausura por ningún motivo ni viajen de aquí para allá y recomienda que los monasterios femeninos nunca estén alejados a más de media legua de las poblaciones, que los frailes estén sujetos a la voluntad del abad. Trento esa es su grandeza sistematiza el dogma, todo aquel aparato del que hay que revestirse si queremos salvarnos. “Tengan el orgullos los obispos y arzobispos de ser elegidos pastores de la grey de Dios y de no humillarse ni achantarse ante los príncipes de la tierra porque se estima que su labor es convivir pero nunca doblegarse al poder seculares. Transcurrieron 450 años y en muchos casos aquella iglesia donde todo estaba encaminado a la vida eterna confiada a una misión espiritual no se parece nada a la de hoy, muda, cariacontecida, entregada a la rutina, en manos de una asociación como Caritas que podrá ser muy filantrópica pero nada caritativa en la plena acepción cristiana de la palabra. Es la cura del cuerpo lo que preocupa, entonces los clérigos, los obispos entendían sobre todo de la salvación y de la vida eterna, alzando la voz contra los tiranos aun jugándose el pellejo.  Ciertamente, Trento fue una utopía pero un católico no puede renunciar a ella. Nuestra mirada está en las estrellas pero sin perder de vista las precariedades y mermas de acá abajo. “Un ojo en el cielo y otro en el cielo” como enseñaba uno de los grandes padres del Concilio de Trento, el jesuita Diego Laínez.