- Бlos rusos celebran la fiesta del manto de la virgen protector del genero humano que conculcará a la serpiente. refugiemonos en él. divina liturgiaожественная литургия 4 августа 2019 года
- OVIEDO Y TODA EUROPA HONRAN AL SALVADOR EL SPASITELI EWLL CRISTIANISMO ES RELIGION SOTERIOLOGICA QUE BUSCA LA SALVACIÓN DEL HOMBRE EN LA UNIÓN CON DIOS Y LA ESPERANZA DEL MUNDO FUTURO
- ANOTACIÓN RETROSPECTIVA
- CINCO EN UNA NOCHE
- MI HELEN HUGH THE BABYS LADY CUENTA CON LA PROTECCIÓN MÁGICA DE SAN PEDRO HA HEREDADO LAS VIRTUDES CURATIVAS DE LA FAMILIA. ALIVIA EL DOLOR CON LA IMPOSICIÓN DE MANOIS
- algunas fotos interesantes
- hoy maria magdalena por el calendario juliano cuadro de la santa en museo de leningrado
- hoy es la virgen de las Nieves. rogamos a nuestra Señora sui intercesión que nos aparte de todo mal y nos conforte en la tribulación nos de esperanza y salud
Posted: 05 Aug 2019 02:18 AM PDT ESPAÑA MI NATURA | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 05 Aug 2019 02:13 AM PDT LAS FIESTAS DE LA TRANSFIGURACIÓN Oviedo se viste de gala y acude con ramos de laurel a honrar a Cristo Salvador el cristu de les oreillesque aparece triunfal— dios en majestad gloria del pantocrátor— en una talla de madera labrada en el siglo XI. La fiesta fue instituida en 1457 por Calixto III cuando llegó a Roma la noticia de que las huestes cristianas habían derrotado al turco en la batalla del Mirlo (Serbia) pero se trata de una conmemoración mucho más antigua, retrospectiva a los bizantinos. Es la festividad del Cristo triunfal en el monte Tabor... hagamos una tienda para ti otras para Moisés y otra para Elías, dijo Pedro al Señor… aquí se está tan bien... Los rusos en este día conmemoran una de sus cinco cuaresmas de gran solemnidad. Toda Rusia huele a manzanas (yabloqui) por estos días portando ramos de manzano a las iglesias, como nosotros los astures llevamos enramadas de laurel cuyo fruto grana en este tiempo. Quizás tenga que ver con, las fiestas de las cabañuelas o pascua de cabañas del judaísmo, un tiempo alegre que a las doce tribus les recordaba la huida al desierto egipcio en marcha hacia la Tierra de la Promesa. Sonó una voz en lo alto: “Este es mi hijo muy amado en quien tengo toda mi complacencia". Y Cristo se transfiguró, su cuerpo se llenó de luz. Los tres discípulos se llenos de espanto se desmayaron pero el Maestro les dijo no temáis. Los narra san Mateo 17-1-9 en uno de los pasajes más hermosos y misteriosos del evangelio. Cuando bajaron del Tabor el Señor encareció a sus tres acompañantes Juan, Pedro y Santiago que no se lo dijeran a nadie. En recuerdo de aquel hecho se erigieron catedrales por todo el Ecumene. Resaltando el carácter soteriológico del Mesías. Soteros es para los griegos el que viene a Salvar, el "espasiteli" de los eslavos. El Tabor, abundando en lo dicho, se hermana con los dioses antiguos. Era la fiesta del sol invicto esto es de Cesar Augusto. Los romanos proclamaron dios a aquel emperador que trajo la paz al mundo después de conquistarlo, que murió en Nola el año 14 de nuestra era a la edad de 75 años. Cuentan los sacerdotes de Júpiter que su alma la vieron subir al cielo y doce buitres de descomunales alas volaron sobre el Capitolio. Creo que agosto es uno de los meses más hermosos del año. La tierra parece estar más cerca de las estrellas cuando el sol invicto comienza su declinación. Llueven estrellas que llaman lágrimas de san Lorenzo en las hermosas noches de este mes en los comedios del verano. Cientos de iglesias y catedrales la de Zamora mismamente tiene esta dedicación a la transfiguración. El salvador unió a la humanidad con el sincretismo pagano e ilumina los tímpanos de los arcos del futuro. Es un mes que tiene la grandeza y solidez de los ojos del arco del acueducto de Segovia que Augusto mandó construir. Podrán pasar la Iglesia y ciertos curas pero las palabras de Xto no, puesto que son sólidas e iluminativas para la humanidad que se debate entre el miedo y la esperanza como la cima esplendorosa del monte de la Transfiguración. Mañana acudiré con los laureles de los montes de mi aldea a prosternarme ante el Cristu de les orejillas el que bendice a Oviedo en el estribo del altar mayor apoyado en uno de los responsiones del girola. Y de rodillas cantaré el himno con el cual le veneraba la iglesia desde el medievo: Quicumque Christum quaeritis Oculos in altum tollite Illic licebit visere Signum perennis gloriae[1] Elevad ojos al cielo Allí se os brindará contemplar El signo de su gloria eterna ESPAÑA MI NATURA | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 04 Aug 2019 01:20 PM PDT DIARIO 2002 28 de enero de 2002 I had the flu and got to drink a bottle of Ponche. By the skin of a teeth I escaped. There was that guy threateing eyes so you came here and you are a stranger. Behave yourself dont touch the buttocks of the ladies. The ladies nowdays go to the pub with mandragora complex. Queens of the behive drones their victims men have become idlers and loafers in the sinister sight of the dragooned. The drip stone of the porch bay windows music of the soul I confess that in the beginning was my end. The question is which side are you in? The question is not the Press but success. Look you for stories that are more constructive in character. Why dont you write more about what it is right in America? The handling of news publish and be damned the untouchable essence of American democracy conservative for them deleterious and destructive to other that is the secret formula. 30 de noviembre de 2002 Hoy san Andrés y recurro como Amiel, agostado el filón de la inspiración, al mundo lineal y cuadriculado de esos diarios que uno se propone acometer sin que se materialicen los buenos propósitos. Un año y diez días han transcurrido desde que abrí este archivo. En verdad, no creo que lo conseguiría pero he dejado de fumar y de beber, a resultas de una crisis en la que no hago más que pensar en la muerte y en la que se me demuestra lo baldío de mi existencia. No se puede decir que haya tenido mucha suerte con la literatura siendo yo por otro lado un decoroso factor del cultivo de las eminencias literarias pero los tiros iban por un lado y los estampidos por otro y así no hay manera. He adoptado también otra resolución la de adelgazar, que no es manca a efectos de mi bulimia pero quisiera darle al psiquiatra con una canto en los dientes. MJ dice que cada vez ando más inclinado, que me va a comprar unos tirantes para sujetar esa espalda ladeada a los efectos de una cifosis severa, las radiografías lo muestran, que comenzará como tantas y tantas cosas en la infancia o en la adolescencia. Es cierto cada vez me parece que estoy más vencido. “El Cero y el infinito” en versión de Eugenia Serrano Balnayá (tomé copas con ella en el Gijón) todos tenemos un poco de Rubachof el espía soviético al que canjearon cuando estaba en capilla por el aviador Ruiz de Alda los diplomáticos de Franco en la cárcel de Sevilla, su compañero de celda era el de las sacas del amanecer, que murió cristianamente arrepentido. Todos estamos condenados a muerte. He aquí el poder profético o mesiánico del hecho literario. Rubachof pudiera ser también Gorbachof. Los creadores de la invención ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Muchos textos, es maravilla, al cabo de los años, tomaron aires de presagios cumplidos. Dinamitaron el comunismo desde dentro y ahora nos encontramos en el Efecto Falena que no es otro que el de la mariposa. En la conferencia de Reikiavik un rabino sonreía a los pies del volcán mostrando la Torah envuelta en faldellín. Sonrisa mefistofélica del que ha ganado la partida. Cuando vieron que ya había cumplido su misión en Rusia, cambiaron de senda. Hubieron de pasar por cerca de cincuenta millones de cadáveres. El comunismo tuvo que ver con la Apocalipsis a consecuencia con las guerras que desencadenara pero en esa misma dirección de una forma más deletérea e intensa fue la revolución acontecida en 1989. Un producto del agit prop universal. Como todas las revoluciones tendrá su efecto estrambote. Tendrá que haber muertos. Hoy san Andrés la nieve en los pies. Justo a un año vista de que me salvase por los pelos. Mala cosa el beber. La dictadura libertaria que estamos viviendo es también una mascarada. Ay de los vencidos. Pobres de aquellos a los que la historia hunde en el polvo. Me sigo acomodando a vivir en una campana de silencio. La muerte de Rubachof está descrita de una manera genial. Al cabo de los interrogatorios sólo deseaba una cosa dormir y soñar en la Arlova. La muerte no es más que dormir. Es el letrero que impera en el cementerio de Paris donde están enterrado Robespierre y sus cofrades campea ese letrero. Quizás sea como entrar en una especie de sentido oceánico, unidos todos a la totalidad del ser divino. Hoy sábado conduje hasta Majadahonda, compré unas pastillas. Hacía viento pero se estaba bien al solillo 3 de diciembre de 2002 La soledad es un pájaro de fuego que crece mar adentro. Podría sentar sus reales en el centro asturiano, por ejemplo, que está en la calle Farmacia por donde sacaban a los presos de la cárcel de san Antón. Desolación pero ya pusieron las iluminaciones en las calles madrileñas. De regreso al conducir vuelvo a sentir vértigos. También puede que la batalla con la báscula la tenga que dar por perdidas. ¿A qué escribir si no tengo nadie que me lea? Santos dice que le gusta lo que escribo en un estilo medianamente pasable. Toco los temas que nadie se atreve. Tendría que salir a dar mi paseo diario pero me disuade el viento favonio que pega con fuerzas. Ahora mis noches son mejores, las duermo de un tirón aunque tenga que alzarme a mear varias veces. Jesús omnipotente, ten piedad de este pobre pecador que ha hecho resolución de no fumar y de no beber pero que está anquilosado en un taedium vitae como nunca en su vida. Cansancio y agotamiento. Veo pocas perspectivas como no sea el ir tirando. Mi mujer dice que me siento todas las mañanas en el sofá a aguardar a la pelona. Nos pide el ayuntamiento de Oviedo las tasas atrasadas por el Renault que mandamos al desguace hace siete años y suman casi quinientos euros por atrasos. Tienen que sacar de las gabelas para financiar el costoso premio príncipe de Asturias. No hay que abrir al cartero que ya no es de antemano heraldo de las buenas noticias sino un vulgar recaudador de las contribuciones más impensadas. El estado de las autonomías cobra por todo. Hasta por respirar. Tienes que escribir al desgaire, escribir sea acaso un acto venial para el cual no se exige tanta preparación como acostumbras. ¿Seguirá adelante el diario? No hagas jotter. Batete el cuero con la sabana en blanco del ordenador sin preparación en sucio, ni trabajos a maquina. Tienes que perderles el respeto a las Nueve Musas. No es lo mismo decirlo que hacerlo. Hombre ya. Y si no emborronas a qué te podrías dedicar, yo me pregunto. Has de resignarte a vivir contra las cuerdas y a llevar una existencia anodina, no eres más que un prejubilado. 14 de marzo de 2003 Aquí estoy recién evadido de Asturias, con un vacío interior y con una depresión que alberga el pecho como un runrún. Libo la flor de lo inane. En estos tiempos en que la vileza se prodiga vivir acogotados no es vivir. Se acentúa la vacuidad retórica. Me refugio en la ergoterapia pero soy incapaz de catalogar todos mis libros. Me digo y esto para qué quien me los va a comprar, puesto que acudí al último remedio que es el de vender libros por Internet. Si otros lo hacen, ¿por qué no lo puedo hacer yo? Me pierdo en los floreos del canto de la epístola y enero ocho buen día para matar el gocho. Ando muy machucho o entrado en días. Padezco las dolamas, alifafes y achaques de la incipiente vejez. Tiempo de punditsy tertulianos que se regodean en el deshoje de la margarita con respecto a la vigente guerra en Iraq. Vivimos en una sociedad en la cual la pobreza, la decrepitud y la vejez son pecados capitales. Se estrecha el círculo de la vacuidad y la bestia saca pecho. Parece que le campanea el busto. Prosigue mi ergofobia. No sé cuál puede ser el registro de esta palabra; tal vez ergotismo. Registrase un miedo al tajo y lo demás 22 de octubre de 2003 MISIÓN CERVANTES Cuando el pasado sábado a media mañana se encendió el retroceso de la nave Soyuz TM3 en la base espacial rusa de Baikonur, en la ciudad de las estrellas, en la que viajaban los astronautas el español Pedro Duque, el ruso Alexander Careli y el británico Michael Foale, con destino a la base espacial ISS, en España muchos sentimos que se estaba haciendo historia. El viaje ha sido costeado por el gobierno español que ha pagado a las autoridades rusas la cantidad de doce millones de euros. Esta puesta en órbita ha significado que España hiciera el otro día sus pinitos en el espacio uniéndose al grupo de naciones pioneras en la carrera del espacio aunque para conseguir este objetivo tenga que ir a las ancas de la eficiente tecnología rusa. Se dice que los rusos han demostrado trabajar sobre seguro y que incluso llevan un pie delante con respecto a los norteamericanos en esta parcela. Ya llaman aquí a Pedro Duque el Gagarin español por estos pagos. En el palmarés de la Ciudad de las estrellas en Kazajastán no se registraron sorpresa. No puede decirse lo mismo del proyecto Apolo el cual ha registrado ya más de un par de accidentes espectaculares. De momento la maniobra de atraque con la base espacial Soyuz fue llevada a cabo sin novedad y con el aliciente de una conversación telefónica entre la tripulación y el presidente José María Aznar. En el módulo acompañaba a Pedro Duque una gran bandera española, dato que no hay que dar de lado precisamente en un momento en que la enseña de la patria es ultrajada y está siendo motivo de escarnios y de refitoleos. Pedro Duque, un español que nació en los Estados Unidos la pasea con honor por el espacio durante los días que dure la operación Cervantes que regresará a la Tierra el 28 de octubre. La prensa pone de relieve aquí que mientras los transbordadores de la NASA se encuentran aparcados en sus hangares de Cabo Cañaveral después del percance del “Columbia” las naves Soyuz circunnavegan el empíreo lo que no deja de ser un timbre de gloria para Rusia y una paradoja para los Estados Unidos que dicen haber ganado la guerra de las galaxias. Micahel Foale y el comandante Alexander Kaleri relevarán a la tripulación de la nave TM2 que llevan seis meses en el espacio y que está integrada por el ruso Yuri Malenchenko y el estadounidense Edward Tsan Lu. Mientras Duque que fungirá como ingeniero de vuelo está previsto que aterrice a bordo del transbordador que dejará su órbita en los próximos días. 17 de noviembre de 2001 Afternoon of heavy metal grey skies, I think November is a beautiful month of crops loaded with fruit, in this arva acorns when the oaks exhibit their garlands over the hills, where the ambry of Nature conceals the chalice of the seeds; there was an accident in motor way: a blue car turned down left inside civil guards seemed to panic derouting traffic, must have been people trapped underneath, the Valley of the Cross packed, mass inside the big basilica, the mine excavating the mountains in scoop of piety and perpetual memory, tunnel of greatness, hundreds at the mass for our leaders, XXVI anniversary and LXIV respectively, we are getting old. There was a great liturgy preached by an abbot in full gait, the Benedictines know how to perform all movements counted and every thing here is symbol, has something to do with a bimilenary history, the steps, the signs. For example, the singing of the Passion Christi at Good Friday embraces the postulate of standing up looking towards the North from where Aquilón wind blows. At consecration lights went off and the whole cathedral was in darkness. Only the great and impressive crucifix leading the altar remained illuminated under the big sabbaoth depicting the triumphant procession of saints and martyrs stepping the cupola. That procession of the happy blessed it is an overwhelming feeling from above. Below, lie Franco´s and José Antonio hearses. The base of the cross in the valley of the fallen is flanked by the gigantic statues of the four evangelists. I have gone this year after three of absence, and I found the same people: patriots going in a big ship travelling without a rudder in an empty course heading for disaster. We feel exile in our lands, strange to our people. The chief gone, we are left with the gestures and the big panoply, uniforms showing off, and tomorrow I know the headlines in the papers: “Less people attending Mass for Franco and José Antonio. A bunch of nostalgias” But a young girl in blue shirts and the badge of yoke and arrows over her lap was handing out leaflets shouting out: “We are not the past, we are the future, we belong to the eternal Spain” I don't know. They put all of us on a barrel of dynamite for a lag explosion. All is under control but in spite of all I have not done so bad, though. At the entrance of the church Security scanned all the people who went to gain access. It is the first time I have seen such an scrutiny at the door of a catholic temple, but beforehand they were bomb threats. I walked down. The interior of this cathedral reminds of a cellar of a cave. We go through the tunnel of time. The lines are symetrical, austere and imposing. There are no glass windows. The building was made inside of a mountain, removing the insides of mother earth. I arrived home at last after the influence tried to cure a catarrh with punch typical business as usual and the thread of reason is subtley cut off by Erifos he wants my perdition but it is part of me and not easy as it seems to get rid of his ventures and strategy. 25 de diciembre de 2002 Sigue el miedo al vacío. Llevo sin encender el ordenador más de dos semanas. Una aflicción interna, el dolor de costado y la desalineto de saber que todo cuanto haga será inane me aleja de la tarea que ha sido razón y norma de mi vida, pero fue una noche buena bien pasada con mi madre, mis hijos, mi mujer mi hermano Fernando y Fuencisla. Mi madre la salió un grano en una pierna y creo que era un cáncer, la han tenido que hacer un injerto, fijate un granín cuando sale con mala leche. Temo a la nada, al vacío. Los cadáveres se mojan más en los cementerios en estas noches de lluvia y ese solo pensamiento me hace acorrucar junto a la almohada en espera de que la muerte me sea esquiva. No soy lo que se dice un valiente a tal respecto. El papa de Roma no es más que un ansia consolidada de poder. Sigue impartiendo bendiciones desde su carretón y sonriendo con una sonrisa enigmática cuando se le aclama. Estoy confuso, apenas puedo poner en solfa mis pensamientos pero al menos he podido vencer una resistencia inaudita que dura ya demasiado tiempo. Y ahora me voy a comer. Anduve esta mañana las dos praderas y ya me roe un poco el gusanillo. Es angustia vital lo que siento. Nada más. Tú no te rindas. 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Posted: 04 Aug 2019 07:15 AM PDT QUINQUE IN EADEM NOCTE San Gregorio no le llegó a la parienta mala cosa fuimos a Cuenca y hay cuestiones que afloran horas y lágrimas terribles perversiones traiciones y felonías estrella de cinco puntas y bonetes de cuatro cuernos como el de los retóricos de Alcalá. Veo el rostro alargado de aquel seminarista que era hijo de una guardia civil de Azuqueca minas borrachas tiempos barridos el José le toca el culo a la mujer, odio a este tipo un granadino de mala follá, y para colmo gafe, quien dirá que no son siete seis sotanas y un bonete pelotas hinchadas de viento me pongo en cuclillas para cagar que es como parir un poco mera actividad fisiológica en el ser humano lo excretorio predomina las gallinas rodean al gallo que vela por ella desde el almiar de la albarrada en una mañana hasta 40 kakis a todas las cubre y a todas deja preñadas gallinas y mujeres todas ponemos unas ponen cuernos y otras huevos leo la flos sanctorum libro triunfal que canta 400 kirikies de una sentada. Se pusieron los montes de parto ET QUINQUE IN EADEM NOCTE NO PUDO SER AL QUINTO GATILLAZO y ahora pintan leños porque 48 cartas tiene la baraja en honor a los años que vivió Mahoma que mando que no se disputase su secta sino que se defendiera con la espada el gallo es el áspid de los celos cantando gritos triunfales desde su promontorio muy generoso y solicito con las gallinas. Tocas basquiñas y alfileres. El animal más casto es la mula pues no se deja cubrir. Azotar el trompo con la correa. Bárbara costumbre a la cola. Cola de la universidad, pero en la mañana de enero aquel día de san Antón una cola de estudiantes aguardaban al catedrático de prima que llegó al cabo los mofletes colorados pues se había metido al pecho y espalda tres sorbetes de aguardiente y dio tres besos a la epacta por los figones aledaños a la calle Libreros antes de meterse con Aristóteles haya paz los mis amigos llevaba un jubón de paño viejo bajo la sotana de refino segoviano que había ayunado a la intemperie de más de veinte cuaresmas paz a los míos y gracias al dios de lo alto le sean dadas. Sonó la campana y ateridos de frío pues había carámbanos colgando de los voladizos entramos a prima con Aristóteles, rebuznó un asno en la cuadra de los frailes y domine Iñigo empezó su disertación, preguntó el pensum a un irlandés y este lo recitó en latín con su media voz de trapo. Alguien chascó un pedo en los bancos de atrás y nos reímos quien ha sido quien es el guarro salto como un tigre desde su cátedra domine Iñigo esgrimiendo la caña amenazante. Uno dijo que era el burro del mercedario y lo escuchamos desde aquí. No pudo ser tan lejos. El más aventajado de la clase Claudio Serantes que era hijo del marqués de siete iglesia explicó al maestro de novicios que nos dieron de cenar diamorón la noche antes pues la mancha de moras con moras se quita y sonó otro cuesco que retumbó como un trueno de Júpiter en el aula magna. Las paredes del claustro devolvieron el eco. Uno de Segovia hijo de un peraile supuestamente aunque el pobre tejedor era solo putativo padre de aquel estudiante empezó a hacer la mamola juego que consiste en mover los puños como el que hace puñetas y hacer pedorretas con los labios mientras se recita el confiteor de la cagalera… quien se ha peído que huele a tocino quien se ha cagao que huele a bacalao,,, tú por tú que has sido tú. Don Iñigo hecho un basilisco por el barullo que se preparo en clase empezó a repartir mandobles entre los discípulos y para atemperar el golpe los retóricos se tapaban las melondras con el brazo. Tuvo la culpa de aquel estrago el diamorón que les dieron las monjas. El jarabe de moras optimo remedio a estreñidos, te vas de vareta por la pata abajo, vamos, pero el gatillazo no lo curan hierbas No dio con el culpable el profesor aunque les hizo jurar a parte de la clase poniéndoles una Biblia al alcance o por el candelero eucarístico pie escondía don Iñigo que era sacerdote en una faltriquera de tal forma que en lugar de una lección de prima aquello parecía una iglesia juradera. Así y todo, no dio con el pedorro. El que marchó sin despedirse era el muchacho de aquel tejedor del Acueducto que había salido fino muy refino como el paño que se confecciona en dicha ciudad al que dicen Refino de Segovia, es tela marinera, esto es: limiste, pana obreriza para que nos entendamos. Quédeme sin lena, perdía el huelgo pero muy alborozado, al ver cómo se jaleaban los estudiantes, corriendo el gllo, y mira que todavía no habían empezado los canallas a hacer de las suyas después de cantar el Gaudeamus Igitur. Sonó la campana anunciando el final de prima y salimos a recreo, yo fuime a refugiar junto a un moral que esta cabe el alpende o cobertizo que se oculta detrás de un lavadero en la huerta del colegio. Otrora, aquella especie de alberca cuadrangular había formado parte de unas termas romanas frecuentadas por los legionarios complutenses. De un lado de la pared, de granito toda, aun aparecieran unos hierros en forma de escarpia. Eran las perchas o gándaras donde los usuarios del pediluvio y del caldario colgaban sus galeas, sus morriones empenachados, las túnicas pretextas y los sacerdotes de Júpiter la laticlavia y el cíngulo. Tito Livio nos narra las bárbaras costumbres de aquellos milites y équites de la Legión VII que tenían en Alcalá el campamento cuando esto era Complutum y no habían llegado los moros que la quisieron bautizar con el apodo de Alcalá o ciudad castillo, borrando el origen, y su antiguo circo lo convirtieron en almidana. Allí yo vi solazarse a las púberes canéforas que despabilaban las moscas restregando el nalgatorio con ramas de abedul a grandes sacudidas. Por ser un poco candajón o visitero me entero de todo, pues entro en todos los sitios. Dicen que aojo y que poseo el don de ligadura pero yo creo simplemente que lo que hago es fijarme mucho y corretear por los sitios. Tanto ando y tanto camino que me rozo los muslos y Atenagoras mi esclavo me da una pomada de mejorana que sirve de bálsamo a esa afección que llamaban antaño los castellanos intertrigo, a veces se me levanta la piel y me salen escaras que talmente semejan dos peñas, dos gollizos. El balano yerto, no lo levanta un muerto. Con que no peco y yo en una coaxca haría el ridículo como está dicho. Una de mis jarifas me llamaba tardón y otra me dijo cogujón. Eres un cojugón, cojones y yo le dije m,ira mora Zaiuda unos ensillan y otros cabalgan, unos varean y otros cardan la lana. Uno no tiene una polla sino lana entre las piernas, debe de ser por culpa de la próstata. Con eso en esas condiciones nada tiene de particular que unos buenos tochos en la frente te nazcan, aseguró la Lauriana que vino a hacer la carrera desde Bucarest cuando mataron a Ceucescu. Tú dirás lo que te dé la gana Lauri pero solo en mi cama y villano en mi rincón me pedorreo por las noches a mis anchas et quinque in eadem nocte para eso me he comporado en el Corte Inglés una muñeca hinchable ESPAÑA MI NATURA | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 04 Aug 2019 04:53 AM PDT | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 04 Aug 2019 04:46 AM PDT | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 04 Aug 2019 04:41 AM PDT SAN FRUTOS, ABOGADO CONTRA LOS MALOS TRATOS San Frutos abogado de las malcasadas protector de uxoricidios y que para, clemente, los golpes de los malos tratos y la violencia conyugal. Al que da una vuelta a su ermita no le volverán a doler los dientes Millán Sacramenia Artedo Le llaman "pajarero", seguramente, porque su fiesta, iniciado el otoño, coincide con la oleada de aves que cursan viaje hacia el sur y lo convierten en cangreja de místico velero, donde reposan el vuelo utilizando como descansadero a la impresionante cofa de este peñasco yermo que adquiere la caprichosa forma de portaviones inmóvil surcando la pedriza segoviana. Antes de reemprender el vuelo por el freo paran aquí o utilizan las escotaduras y socarrenas de las paredes cortadas a pico para anidar y quedarse. Abajo se prolonga una sima amenazante, pero por lo alto del risco encuentran posada y cantadero las aves tránsfugas, y sus píos causan embeleso a los ornitólogos. Son como partes de una letanía misteriosa repetida cada 25 de octubre sobre la cumbre que acomete el diácono de las silvas con harta solemnidad y empaque.Señor, misericordia, es el grito que entonan el jilguero, la avutarda, la aguzanieves y el monacillo por estos peñascos donde el alma se eleva y Dios parece estar cerca, casi al alcance de la mano, allí por donde las águilas y las vultúridas vuelan haciendo círculo, más que en ningún otro sitio. San Frutos es un santo que sabe mucho de pájaros y de "pájaras" puesto que conoce algo de las costumbres humanas a redropelo de todo pronóstico, se apartó del mundo no por menosprecio sino por amor a la condición humana cuyas debilidades no le fueron ajenas. Las bodas que se celebran en su altar no terminan en divorcio. Este eremita mozárabe, que nació en Segovia el año 642 y murió setenta y tres años después de vida penitente en el desierto tierras al norte de Sepúlveda - fue contemporáneo del último rey godo, del traidor obispo Opas y del moro Muza que inicia sus algaradas por el Estrecho a bordo de pateras-, brinda amparo, según cuentan, a los que andan en precario por causa de amores que se acedaron, es baluarte de acogida para las mujeres zurradas por la vida, víctimas de la incomprensión, la sospecha, para todos aquellos que andan en trámites de separación o están a punto de cometer un disparate. En fin, larga sería la lista de méritos y los prodigios a cargo de su varita de virtudes poderosa. Su venerable aura sigue ahí, encaramada en lo alto de la roca viva para el que se moleste en venir a rezarle salvando las fragosidades de un áspero camino. Por estas cumbres parece que se respira un aire distinto. Villa y Tierra lo quieren y se le venera en todos los sexmos de esta especie de confederación de judíos, moros y cristianos que era la zona de la provincia de Segovia, el arcifinio de todas las lindes, campos de pan llevar pendones y merindades, palenque de todas las espadas en los agobiados siglos de Reconquista, zona de frontera entre dos culturas diferentes y dos maneras de ver el mundo absolutamente opuestas. ¿Nos habrá nacido desde entonces este complejo de prevenidos en fronteras, de centinelas observantes del cotarro, siempre al acecho que hizo que el alma del pueblo español, acostumbrado a los palos, saetas y sufrimientos del contrario, tenga algo de aspillera? Es el sentimiento que al viajero le embarga cuando rinde visita a estos riscos. La ermita de san Frutos se yergue como un testimonio contra la intolerancia fanática, el desencanto de las cosas del siglo, y una exhortación a los buenos propósitos de la enmienda: lo que acaeció entonces puede volver a repetirse. Fue uno de los grandes santos intercesores hispanos, muy popular a lo largo de la Edad Media. Así lo destaca el Misal Mozárabe donde la fiesta de su tránsito era un día importante. La liturgia de san Isidoro, que es mucho más expresiva y poética, menos concisa y circunspecta que el ritual romano, como se sabe, le dedica nada menos que tres himnos de insólita belleza literaria, lo que indica que no es un santo de tantos en la lista de bienaventurados. Las rúbricas del Oficio Divino que acostumbran a despachar en dos líneas a san Acisclo, pongamos por caso, al anacoreta sepulvedano le apropian tres páginas de panegírico en elegante hipérbaton y salmos. La imaginería barroca nos le pinta con barbas apostólicas, una calva a cincel, el cerquillo penitente, en una mano un libro y en la otra, un cayado, la cachava de la cuchillada con que tajó la roca hurtando así su cuerpo de las gumías sarracenas que le pretendían degollar. Todavía queda la señal. Se abrió una sima entre la hueste agarena y el varón de Dios. Al abismo de san Frutos todavía se podrá asomar el visitante: una enorme garganta, y abajo, las aguas pandas y trucheras del Duratón, no demasiado profundas sobre el álveo calcáreo. Idóneo emplazamiento para ver nidificar al buitre o para suicidarse. Su estatua corona la entrada norte que algunos llaman también como en Burgos la del Sarmental de la catedral de Segovia, toda en granito y obra de Aniceto Mariñas. El ermitaño embebecido en sus meditaciones pero sin porte adusto y casi diríamos que risueño está mirando para un cantoral. La hoja de su libro está a medio pasar. Cuando esta página que pinga del vacío vuelva con las demás, es que se va acabar el mundo, según es crédito de radicación vulgar. La diócesis le tuvo gran devoción por éstas y otras muchas cosas. San Frutos vivió tiempos difíciles de cambios dramáticos y de desasosiego general como son todas las épocas de transición, cuando la historia pasa página. La batalla de Guadalete dio paso a la desbanda del 711. Empezaron las invasiones africanas, los arrasamientos y guerras prolongadas. Aceifas en masa. Venían y venían, cruzaban el Estrecho que desde entonces tan bien conoce el moro en oleadas. Seguramente la peste agarena fue un castigo que nos dio Dios a los godos "por no amarnos unos a otros como Él nos amó", porque las rencillas, discordias y lo que dieron en llamar los historiadores "morbo visigótico" eran la regla. Ya san Isidoro nos lo advertía, pero no hicieron caso. Crisis de valores en todos los sentidos. Época de conmociones sociales, mudas de camisa y cambios de chaqueta. Se pasó del aquí no pasa nada al a ver qué va a pasar aquí. Las fuerzas del moro Muza y de Tarik pilló a los visigodos desprevenidos discutiendo sobre el sexo de los ángeles en medio de la gran refriega religiosa entre trinitarios y anti trinitarios, arrianos y católicos. La Media Luna, que no se anduvo con arrequives ni remilgos, irrumpió por el Estrecho aprovechándose de nuestras banderías, sacando partido de la endémica desunión de la grey cristiana. El lábaro verde del Islam flameó triunfal en los campanarios de las basílicas paleocristianas que fueron asoladas o transformadas en mezquitas. De Despeñaperros para abajo no quedó ni una sola cruz alzada - eso para que ahora digan- y en la Córdoba de san Eulogio y de san Pelayo, éste, el único santo sodomizado de todo el menologio cristiano, por un califa de perversas inclinaciones sexuales, que lo mismo le daba a Abderramán bardaje que bujarrón, pues hacía a pelo y a pluma, ante su negativa a abjurar la fe y luego tirado a un muladar, las aguas del Guadalquivir fluyeron teñidas de sangre de cristianos, según revela el testimonio del santoral mozárabe y las propias Partidas. Los recién llegados no fueron un espejo de tolerancia. Se comportaron como horda invasora y el que crea lo contrario que refresque su memoria leyendo a don Claudio Sánchez Albornoz, que fue otro san Frutos, pero de Ávila, mártir laico de la verdad y por unos y otros perseguido. Debemos nuestro atávico sentido de la vida política a los taifas. Hay los que olvidan que este pueblo estuvo peleando contra el moro nueve siglos. Desde aquella ocasión hemos sido, como individuos y al de por junto, de inclinaciones tornadizas con el forro siempre dispuesto a cambiar de chaqueta. Si se quería conservar la piel, había que practicar una moral de conveniencia. Algunos por eso se fueron por aljamía. Fue el caso de los muladíes cristianos que abrazaban el Islam. O el de los marfuces o renegados muslímicos que se bautizaban. Muchos transigieron aun teniendo que pasar por carros y carretas como aquellos reyes de León compelidos a pagar a los califas la alcabala del viento o tributo de las Cien Doncellas, el primer caso de trato de blancas que se registra en los anales. Pero los más hubieron de liar sus petates y enfilar las rutas norteñas. La España de los mozárabes poco se diferencia de la Grecia ortodoxa que describe Kazanthakis cuando irrumpe el turco en sus lares. Cargaron con los huesos de sus muertos y buscaron la desenfilada de las cuevas inaccesibles y de los caminos no frecuentados. El Poema de Fernán González en dos hemistiquios cuenta cómo fue aquella huida: "Tomaron las reliquias - todas las que hubieron. Fuyeron por Castiella-así la defendieron" Este pudo ser el caso de Frutos, de Casilda, de santa Cristina de Lena, y otros muchos otros. Asqueado de la corte y desilusionado del mundo se apartó de él para mejor servir a sus semejantes y es así que el Señor le otorgó el don de interceder, de curar, de mirar las conciencias por dentro y de profetizar. Es una figura clemente y compasiva, una especie de Sansón mozárabe que derribó el templo de los filisteos sin perder la compostura una sola hebra de su blanca barba. Hombre de fe, al fin y al cabo, que es lo que ahora nos hace falta. Por eso su fiesta, tras una eclipse, y todas estas convulsiones sociológicas que han puesto una interrogante recia sobre la institución matrimonial, después de la crisis, del Concilio y todo lo demás, se ha vuelto a colocar en candelero. El pueblo nunca suele equivocarse en sus corazonadas por todo el racionalismo que le echen y los denuestos percheleros de nuestras celestinas hertzianas, y es así que san Frutos el misericordioso está de moda. No es tan sólo el interés ecologista lo que ha metido a este padre de la patria en los riñones de actualidad sino que también son las vicisitudes que parecen agobiarnos a los españoles de ahora como a los de entonces. Lo que preocupaba a aquellos godos también a nosotros nos preocupa. Su ermita está situada en un lugar escarpado, la espadaña en forma de cruz tiende sus brazos desde castillo roquero de clemencia en la cúspide de un farallón y habitáculo de la última reserva de rapaces que quedan en España, por el predio de Caballar, atravesado por la calzada que conectaba Septem Pública o Sepúlveda con Cesar Augusta. San Frutos funge como abogado de las mujeres vejadas, de los maridos acongojados y pone paz allí donde la celotipia o la infidelidad han instaurado su marca de suplicios. Con su báculo y milagrero, convertido en varita de virtudes, tocará la tierra pedregosa y árida y se abrirá una vía de salida para que lo que humanamente carece de solución -Dios hace otras cuentas- se enmiende o, cuando menos, no empeore, y así seremos salvos. Por una vez vencerá la inocencia y se irán abajo los demonios. Ya era hora de que el mal fracase. Este Moisés de la Tebaida nacional de los castros apartados, tierra cenicienta donde se yerguen el serpol y el hinojo y hunden sus raíces perfumadas la encina y el junípero protege a los que sufren el desamor, nadie sabe por qué razón, pero también es abogado de las que padecen hernia a los que por allí llaman "quebraos". Se le invoca contra toda dolencia o malestar, pero, sobre todo, es como una deidad doméstica, un socorrista de primeros auxilios. En su persona se reúnen todos los manes, lémures y penates de la corte celestial. San Frutos siempre está de guardia tras el mostrador de urgencias. Fijo y perseverante como un tótem de bondad. -¿Qué te pasa, hija? -Pues que él me pegó, que no hacemos más que regañar. -Vaya por Dios. ¿Y eso será irreversible? Un poco de aguante. -Es que -dice la vapuleada titubeante- ya no nos queremos. Hay otro hombre. Se ha roto la relación. Cantinelas como ésta las debe de escuchar el bueno del santo casi a diario desde su tronera del Paraíso, un confesonario que le ha asignado san Pedro para que atienda los casos desesperados del servicio de urgencias. En la actualidad con tanta falta de conllevancia, nadie aguanta un pelo y todo son mohatras y requisiciones, inquisiciones de la vida pasada, este departamento tiene tela marinera. Si no fuera así ¿de qué iban a vivir si no los retratistas surales y gacetillas rosa? La fidelidad, la castidad, la modestia y el contigo pan y cebolla ya no se llevan. Puede que la cosa siempre fuera así porque la condición humana es invariable en sus miserias y cerrera la cabra siempre tira al monte, pero hoy se jalea mucho más. No se barre tanto debajo de la alcatifa como antes ni a las mozas en un desliz les aprieta el guardainfante, pero la mierda sigue escondiéndose debajo del felpudo. ¡Menudas están ahora las prójimas! Hay quienes ven en esta rebelión feminista un signo de inquietud apocalíptica. No se trata ya meramente del sexo, que al fin y al cabo no es más que un instrumento y la función crea el órgano sino de poner la biología patas arribas. La vida va al revés. Por eso san Frutos, que debió de ser un buen hombre, y ahora es un santo muy majo y servicial, tiene tanto trabajo en el cuartelillo de las desavenencias conyugales donde reside de guardia permanente. Lo que el uno hace el otro deshace. Si su colega san Antonio era el encargado de buscarle novio incluso a los casos más desesperados, el pobre san Frutos acomete la desagradable labor de venir con los municipales para recoger los restos de la vajilla que se hizo añicos o hay una mujer tendida en la cocina con diez navajazos en el abdomen asestados por su marido en un ataque de desesperación o de celotipia. Ved cómo terminan las promesas de amor eterno. A veces hasta hace un milagro, resucitando a la víctima o, en particular, evitando que aquellos altercados acontezcan o pasen a mayores. Es un santo moderno, en pleno vigor, encarnado en una época de empalme de caminos y de paso a la fronteras, cuando se acaba una senda y otra abre surco. El siglo XX cierra sus páginas en medio de muchos estertores de crónica negra. En esta tesitura global, porque la violencia doméstica no se circunscribe a la península Ibérica sino que es flagelo que azota a todo occidente, es cuando más hace falta una figura que ejerza su autoridad moral y disipe los vapores de la duda y el desconcierto en que parece que nos hallamos. La precaria situación de fuerza bruta y de vejámenes contra la mujer reza para el tercer mundo y es casi endémica entre los mahometanos. Allí no está abolido el harén y es de precepto velarse el rostro o la cabeza con el almaizar, al igual que lo hacían nuestras moritas en los romances fronterizos de la edad medieval. Recato y decoro sigue reclamando el Profeta a las esposas de los creyentes. Las quiere sumisas a sus dueños y hasta se atenta contra uno de los cinco sentidos, el tacto, practicando la crudérrima ablación clitórica para que así no sientan placer en el encuentro carnal. No en vano Shakespeare dio vida a este problema que afligirá a los hombres de todas las épocas en su drama Otelo, el monstruo de los celos. Quiso poner a Desdemona, mujer virtuosa e inocente, víctima de las sospechas del marido, en manos de un moro, una tragedia que se sigue representando en vivo y no en el teatro en nuestros hogares con una cotidianidad que empavorece. Sin embargo, a veces debajo de las tocas castas de Desdemona se agazapa el hacha parricida de Clitemnestra, pues aquí todo está muy entreverado y el bien y el mal conviven puerta por puerta. En eso que nos llevan de ventaja a los cristianos, en ponerles almaizar para que no las miren a la cara a sus parientas. Si la ley mosaica prescribe la dilapidación para la adúltera y los imanes punen severamente por la misma razón, los cristianos parece que nos movemos en inferioridad de condiciones. Estamos obligados a poner la otra mejilla y hacer la vista gorda a los cuernos, a no vengar las afrentas. Pero no es así. La ley del amor triunfará. Casi por este extremo de devolver bien por mal, un rasgo de entidad divina más que humana, se puede demostrar que el cristianismo es la religión verdadera. Y ahí tenemos a san Frutos salvando a la derrocada y a Jesús dejándose ungir los pies con el alabastro de la dulce y tan pecadora mujer de Magdala. En este mundo de contrastes entre la opulencia y la privación de lo más elemental la regla sigue en vigor hasta en el atuendo femenino. Lo que les falta a las elegantemente desnudas de nuestras pasarelas les sobra a las señoritas de Bombay que por carencia de medios no pueden ir a la moda. O no llegas o te pasas, o no bebes o te emborrachas, esa es la fija. El efecto multiplicador del cuarto poder con su arrasadora eficacia haciendo bocina desde los nuevos púlpitos que son las ventanas de los aparatos de televisión sirve de caja de resonancia. Los ojos del basilisco que matan con la mirada tienen hoy pupilas de neón. Salimos a víctima de la violencia doméstica casi diaria. Estos males, que siempre tuvieron mala compostura, ahora parecen carecer de remedio. Ni contigo, ni sin ti. La maté porque me pertenecía. Mía o de la tumba fría. Machista. Yo ahora hago con mi cuerpo lo que me apetece, mira éste. ¿Y tú qué me has dado, a ver qué me has dado? Hay algo de luciferino en esta guerra de los géneros que revoluciona los hogares, está poniendo patas arriba las camas de matrimonio y los gineceos en pie de guerra. Fracasada la lucha de clases, ahora a lo que se enfrenta el mundo de los ricos es a la de géneros al grito de "mujeres del mundo uníos". En lugar de crear un clima de armonía entre el hombre y la mujer lo que está determinando es mayor crueldad, más ira, más esposas victimas de vejámenes o camino del hospital, más maridos y padres de familia que acaban en la calle pidiendo limosna. ¿No nos estaremos pasando? En desquite de lo morboso, el crimen pasional no pertenece al ámbito perentorio que hoy se le quiere dar. Es más viejo que la ruda porque ya chupaba cámara de actualidad en los tiempos bíblicos y mira que por aquellos días no había micrófonos acusicas ni la gran lente de aumento de los medios de comunicación donde todo se magnifica o minimiza a propia conveniencia para deformar la magnifica presencia de Dios en la historia. Lo quieren desterrar los demagogos y sigue aquí: habitando entre nosotros. La flaqueza del barro en que hemos sido fraguados no ha perdido su habitual consistencia; seguimos en las mismas con nuestra querencia a ser carne de cañón, carne de horca y carne de prostíbulo. Puede que san Frutos eche un remiendo, pero esto no lo podrán arreglar nunca ni los moralistas furibundos ni las feministas del moño retorcido. Más valdría morigerar un poco el país, colocar a la mujer en su sitio justo y digno, ni en una hornacina ni en la corrala, y no tratarla como un producto de bisutería o de casquería. El alza de mira de la lente del espejo público no debe estar en la explotación morbosa de los bajos instintos (corruptio optimi péssima), pero hay intereses en juego para que no sea así y esta sociedad recoge lo que siembra: pornografía más violencia. Es un círculo vicioso. El efecto mimético de esta corriente llega a los hogares y los convierte en infiernos. Más que moradas vinieron a dar en campos de batalla, en abrevaderos de imágenes, porque la bicha no deja de escupir basura. Hay poca ética y menos estética, dormitorios en los que tampoco se va a descansar sino a la guerra, refectorios de comida rápida. ¿Qué tenemos a nuestra alcance? Televisión basura y sin gusto, comida basura, una clase política que es una mierda y un periodismo que unos días se hace el Tancredo y otras veces rememora las furias de las venganzas catalanas y de la Campana de Huesca. ¿Te acuerda de lo de entonces? Pues ahora sufre. La máscara plateresca del Arzalluz retador y amenazante se ha convertido en una pesadilla que recuerda que en este país donde existe hoy una paz precaria hubo campos de minas, dinamita y trinchera. ¿Qué es lo que quiere el burro ése? A este paso no va a quedar títere con cabeza. La autoridad del cabeza de familia por los suelos y postergados sus derechos, la manumisión de las señoras ha traído un ambiente de agresión y de revancha contra el varón que del gallo de quintana encaramado en su bardal sagrado e intocable ha pasado a criar complejo de zángano de colmena al que las obreras humillan y desalojan de su celda por parásito e inservible. Cuando ya no eres apto para la creación, la patada, y esa calamitosa y precaria situación de marido y de paterfamilias que tuvo descendencia pero que ya conserva poco ascendencia entre los miembros de su corral, donde más se percibe es en casa. Como la mujer trabaja fuera y los hijos no se emancipan el hogar ha dejado de ser ese rincón donde el guerrero de todos los tiempos se imponía y se lamía las heridas. Actualmente es un epicentro de borrascas agitado por maremotos y donde suenan las voces, son constantes las fricciones, y las amenazas derivan en reyerta. ¿Qué hacer? Con tantos problemas y con tan escasas soluciones no es de extrañar que se produzcan uxoricidios y parricidios. El hogar altar sagrado de la vida de un individuo, conforme lo entendían los romanos y lo asimiló el cristianismo, se transforma precisamente en lugar de acampada sin raíces estables, en mansión de las sombras y un pedazo de ese infierno portátil anticipo de las tinieblas exteriores. Como el mal no presenta visos de desaparecer, la crónica negra irá en aumento. Forma parte de los apeos del tenderete con un sistema de valores mercantilista y venal. Los españoles ahora mismo no somos un pueblo feliz y los vejámenes en el hogar no son más que un síntoma de infelicidad y de males que enraízan profundos en nuestra psique histórica. Tal vez tengan que ver con el morbo visigótico, ese vil entristecimiento de la dicha ajena que nos predispone a la rivalidad y la discordia. Por fuera se trata mediante la hipocresía guardar las apariencias pero lo cierto es que no hay buen ambiente. Se dibuja entonces sobre el horizonte el espectro felón y fratricida del obispo Opas, símbolo de lo bajos que podemos llegar a caer llevados de esa pasión cainita que hace aquí a la traición coger patente, y que padecieron los santos mozárabes que buscaron en el desierto y la huida refugio a la incomprensión de sus iguales y la intolerancia mortífera de rivales. Por eso convivimos amargamente y la falta de conllevancia nos convirtió en un pueblo duro y cruel para con nosotros mismos y blandos y papanatas hacia lo extranjero. Nos damos besos y abrazos al saludarnos pero en el fondo qué poco nos queremos. La familia refleja ese trasfondo de desavenencia no solidario y banderizo que nos llevó a cuatro guerras civiles en los últimos dos siglos, y casi una docena de cambios de gobierno y de golpes de estado. Sólo nos queda recurrir a la lotería y al milagro. Los santos, por lo demás, están ahí, forman parte de nuestra idiosincrasia, casi son lo mejor que tenemos. Ellos sabrán marcar una ruta de esperanza. Su ejemplo y su protección nunca nos faltarán. San Frutos era un cortesano huido de la corte del último rey Rodrigo que nace cuatro años después de que se produzca la desbandada. La corrupción y la desmoralización debió de ser total. Harto de aquel ambiente de intrigas y de revueltas, repartió sus riquezas entre los pobres y se tiró al monte, no para atacar el arma al brazo al invasor sarraceno sino en ansias de buscar la perfección que Cristo predicó a los que buscan la vida eterna. Probó refugio en los inhóspitos páramos más allá de Sepúlveda, la selva de las anfractuosidades y hoces del Duratón, un paraje aun hoy lejos de la civilización y habitáculo de alimañas. Le tildaron de loco y de tarado pero Dios se hacía otras cuentas. Mediante el ayuno y la mortificación alcanzó tal grado de perfección venciéndose a sí mismo que obtuvo gracias especiales del Señor como la clarividencia profética, la bilocación y el don de hacer milagros. Cuando vinieron en su búsqueda unos pelotones de soldados beréberes que arrasaron la zona del Duero él se deshizo de ellos mediante la famosa cuchillada sobre la roca que le puso a cobro de sus fanáticos perseguidores que fueron a dar con sus cuerpos y sus caballos al foso que se hunde a los pies del alcor. Arriba, la ermita y, abajo, las hoces y cañones que dibuja el afluente del Duero al internarse hacia el terreno llano, en demanda de los arribes del Duero, a través de una vega ubérrima, almendros y buen vino, mamblas peladas y raigones de un castillo, lienzos de muralla o sillares de alguna iglesia desportillada sobre el otero, trazando una curva de ballesta. Los reinos del último godo se vinieron abajo en medio de discordias intestinas que allanaron el terreno al invasor. España se desintegraba en medio de conmociones personales; la corrupción de costumbres, cuando las damas de la nobleza visigótica habían caído en toda suerte de aberraciones, copulaban con animales, el gusto por la riqueza y la molicie se habían hecho endémicas. Mientras, Don Rodrigo y su Cava Florinda van a ser desde entonces el fantasma misterioso de la traición, la conjura y el asesinato que se cierna amenazante por la historia de España. ¿Y esto por qué? Desconocemos la causa pero fue así. Hubo miseria moral a causa del lujo y las riquezas y miseria física, plagas y enfermedades y esa congoja apocalíptica que se conoce bajo el nombre de "presura" y que pone a los pueblos en movimiento y a ir de aquí para allá. Por si esto fuera poco luego estaban los trastornos cósmicos y la aparición de signos y símbolos extraños en el cielo esto es apariciones con los que el brazo de Dios intentaba meter en vereda a los recalcitrantes cristianos dados a la molicie y que practicaban el contubernio junto a la conspiración y el asesinato. Una pena que no estuviese allá Chus Torbado para contarlo porque hasta creo que se hubiese mofado de aquellas señales cósmicas que a todos cogieron desprevenidos al cabo de la batalla de Guadalete y sin saber a qué carta quedar. Por haberse encendido la iniquidad se enfrió la caridad entre las multitudes que prefirieron los torneos y las intrigas y el fútbol en vez de acudir a los templos a suplicar el perdón de la divinidad ofendida. Por eso baremos puede ser, agrego, que la presencia constante de José María García machacona y hortera tras los micrófonos echando balones fuera o los trapos de la Campos "tele-ubicua" y baluarte del sistema de pan y circo con muchos muertos y muchas putas en el temario representen un argumento poderoso de que estamos llegando a las puertas de los Novísimos. España en la encrucijada aguantando el escalpelo de sus propios enigmas y los americanos deshojando la margarita de las idus de noviembre y sin saber a qué carta quedarse. Bush otra vez batiendo atabales y haciendo sonar la trompa de caza nuclear, el lituo del acojone. Helo por do viene. Si es el Bush - déjenmelo que lo diga en inglés con la venia del querido patrón de mi pueblo- "we will be beating around the bush" (a pegar palos de ciego y que los golpes lluevan sobre tu cabeza y no te enteres pues esto ocurre cuando el poder lo tienen los agentes de la conspiración); caso de que las urnas dictaminen su opción de una maldita vez, pues no me cohíbo en anunciarlo, las riendas del planeta estarán en manos de un subnormal... And a bull shall gore us. Lo que expuesto en cristiano viene a decir que nos pillará el toro a todos. El dragón afianza sus mandibulares sobre las carnes divididas de este planeta. La sámara del abedul está desparramando sus semillas. Llega la hora de la siega. Convendría en estos tiempos de alteración purificarse bañandose en las aguas pandas del Duratón y de postre cenar "jaroseth"a base de verduras cocidas en vinagre a imitación de nuestros antiguos padres. El divino Frutos nos ampare de las maquinaciones de la infernal culebra que repta por los viales de la España emputecida y sea la triaca contra el veneno que sus babosos colmillos esparcen. Ya creo que se me entiende: preciso es regresar ante los eremitorios tutelares en los que se fraguó el espíritu de este gran pueblo invadido de falsos profetas disfrazados de periodistas que no son sino haraganes en guisa de filósofos y de políticos oportunistas con un ojo pipa que adoran al becerro y se pasean enseñando la foto de los reyes domésticos. Mucho daño nos hizo porque fue maldición bíblica esa fealdad fofa y bobalicona de los retratos goyescos a Carlos IV. Para librarse un poco del fantasma del Fernando VII conviene vestir la marlota del yermo. Alimentaos, hijitos míos, de miel silvestre, bebed leche de camella. Buscad la sombra de la espadaña que al proyectarse sobre vuestras cabezas del todo os librará de la desazón urdida por vuestro pecados. ¡Viva mi sexmo! Peregrinemos a la pedriza. Los godos no pueden resistir las acometidas de las hordas islámicas, austeras, disciplinadas y con una concepción del mundo muy clara y definida. Un sol nacía por oriente, el Islam, y, ya de vencida, el occidente cristiano parecía abocado a hundirse por el ocaso. Los soldados de Tarik quisieron prender al morabito que hacía penitencia en el yermo de la pedriza. Nada hubiera sido más sencillo porque el eremita no contaba con ningún respaldo de gente de guerra. Sólo otros dos penitentes, que decían ser sus hermanos, Valentín y Engracia, le acompañaban en su vida anacorética. Sin embargo, cuando intentaron agarrarlo he aquí que el justo varón se encomendó a los Cielos y tocó tres veces el firme de la roca con su callado invocando a la Trinidad y en el momento en que se abalanzan sobre él los de a caballo se produce un corrimiento de tierra. Los soldados de Alá se precipitaron al vacío al abrirse una sima profunda que se puede ver en nuestros días, justo antes de subir la pendiente donde se alza la cruz de la ermita que fue un monasterio benedictino durante nueve siglos. La brecha tectónica (se abrieron las fauces de la corteza terrestre) queda ahí como un testimonio de que el Señor no se anda con chiquitas a la hora de brindar protección a los que elige. No fue molestado más en adelante el eremita por visitantes incómodos que no venían precisamente en son de turistas; se dice que el caíd que lo perseguía, maravillado de aquel estrago, pidió las aguas bautismales y con toda su hueste en peso decidió hacerse cristiano. Frutos pasó en el abrupto lugar el resto de sus días, alcanzó edad provecta hasta que durmió en el Señor a los 73 de su edad. Allí se guardaron sus reliquias, fue canonizado y proclamado padre de la iglesia de Segovia por Calixto II el año 1111 justo el mismo año en el que Pelayo de Oviedo, obispo primado decreta la supresión del rito mozárabe o hispano visigótico. No obstante el culto a las reliquias de Frutos o Fructus (el alegre, el que disfruta, en latín) arranca desde mucho antes. Es uno de los hitos de la leyenda áurea hispana. Junto a la espelunca donde pasó la mayor parte de sus días los monjes de Cluny se establecieron y fundaron un monasterio, directamente dependiente de Silos y que compitió en grandeza e importancia con el de Montecasino. En este convento llegó a vivir una beguina que huyó de casa a causa de los malos tratos y pidió asilo a los frailes para que la empleasen como cocinera. El marido un día vino a buscarla, la arrancó prácticamente de las manos del abad llamándola puta y toda clase de improperios. La arrastró por los cabellos y la lanzó al vacío justo en el mismo punto donde había dado san Frutos la famosa cuchillada que le puso a cobro de las iras del Islam. La pobre despeñada se encomendó al santo y sucedió que éste vino en su socorro. El cuerpo fue a rebotar contra la rama de un sauce que suavemente se fue desgajando amortiguando el golpe de la caída al vacío por el desfiladero. Otro caso similar vuelve a repetirse en la ciudad de Segovia con una judía por nombre Esther a la que el sanedrín local había condenado por adulterio al castigo de despeñamiento, cosa que se hizo con todo la minuciosidad de las reglas talmúdicas. La muchacha cayó al suelo ilesa. Se encomendó a la Virgen y a san Frutos y saltó desde las peñas grajeras a una profundidad de unos cuarenta metros sin padecer el menor rasguño a su integridad física. En acción de gracias dejó la fe mosaica, abandonó a su marido, y entró en religión profesando en la Tebaida de la Pedriza, uno de los paisajes más sublimes de toda Castilla la Vieja. Es conocida con el nombre de María del Salto. La fisga popular que no es poca, porque aquí se saca punta a todo y se hace comidilla hasta de lo más sagrado, quiere echar a la provincia segoviana no sin su mucha miga de refitolero en cara su abundancia en hijas pródigas. Parece ser que ni María del Salto liberada por la Virgen de la Fuencisla ni la beguina del convento donde san Frutos oraba y a la que éste largó su cayado para que aterrizara con bien cuando la tiraron por el terraplén en volandas fueron las primeras. Tampoco serán las últimas. Sin embargo, el refranero popular sigue adjudicando a las mujeres de por aquí una paremiología nefasta. Los mal pensados dicen que por algo será: "Y de Segovia ni burra ni novia, y a ser posible tampoco la mujer" En Caballar estuvo el desierto por excelencia, la retaguardia del espíritu, se supo que también las oraciones ganaban batallas a los moros, y el peor moro es un enemigo interior que llevamos todos en los adentros, ése es más temible que el propio Almanzor cuya memoria se pudra en los infiernos, como cuenta el Silense. Los pendolistas benedictinos nos advierten del peligro que corremos si no volvemos a nuestras fuentes si abrimos la puerta al enemigo y el peor enemigo de España y de los español podremos ser los españoles mismos en ese prurito inquietante por tergiversar nuestra propia historia. El eremitorio conocido por el nombre de Las Cuevas de los Siete Altares, una especie de catacumbas del primitivo monaquismo mozárabe es un reclinatorio para encontrar la paz del espíritu en estos tiempos que tanto se parecen a aquéllos. El aire huele a fragancias humildes del campo que acarician el olfato, la vista se esparce hacia los horizontes abiertos y a los aires altos de la sierra donde los buitres de la reserva trazan círculos de concordia. Vemos alzarse una nube de traza espectacularmente polimorfa, casi se puede tocarla con la mano, tiene algo de premonición bíblica. Sobre el envés de este cúmulo gaseoso puede esconderse la presencia del Padre Eterno. La voz de Dios se percibe aquí con mayor intensidad que en otro lado. Es una voz que habla de misericordia y de perdón. La escuchan siempre aquellos que van huyendo de los ojos furentes del basilisco y escapan al yermo como san Frutos mismo. Estas lomas acercan al éxtasis. Qué pena que la mística hable un lenguaje acrónimo que el mundo desconoce; no podrán desgraciadamente captar su mensaje muchos hombres y mujeres de hoy, enfrascados en sus negocios, colgados del móvil discrecional, que han transformado la religiosidad en superstición y todo lo relacionado con las cosas del cuerpo en su fetiche. Leviatán asoma su perfil de chistera y pantalón a cuadros por la otra ribera del Atlántico, reclama que se le dé culto. Urnas y hornos crematorios, bambalinas, hombres de paja, de esos que tiran la piedra y esconden la mano, y luego acusan mientras esperan que les riamos la gracia. ¡Pobrecillos, son tan poderosos que reventarán de éxito cualquier día de estos! La algarada que viene es peor que la de Tarik y sus chicos. Va a correr mucha sangre - virtual, claro está- a orillas del Guadalete, pero habrá otro Covadonga y otro Clavijo. En espera de que el anunciado renacimiento se produzca al cabo de esos lustros de negrura, sólo nos aguarda el recurso de la huida al desierto tras las huellas de los santos de la mozarabía, los que no quisieron comulgar con ruedas de molino, se resistieron a las añagazas de la Tierra Prometida y del Paraíso de Alá. O del candelabro judío. Las ramas del crecal todas están secas porque pesa sobre todas ellas la maldición de la higuera. El Salvador no puede faltar a sus promesas. Por ese cabo - todo habrá que decirlo - los peores fueron muchos curas y algunos obispos libeláticos que en aquella hora amarga pospusieron su fe a la razón y a los intereses de dinero y de poder. No fueron capaces de comprender porque se le escapaban las claves. Roma en el siglo VIII también claudicó y ahí están los Papas de la Edad de Hierro para corroborarlo. Cayeron las testas coronadas, se rindieron las mitras y las tiaras pagaron el tributo al nuevo amo. Cristo se retiró al yermo. Ahora resuena desde allí también su voz. Sólo unos pocos la escuchan. Si entablásemos escuchas en estos paraderos, comprobaríamos que la voz del yermo es renuncia y paradoja. Quien pierde su vida la ganará. Al fin y al cabo la Misericordia escoge a los perdedores- un pajarero, un mozárabe que abandona la Corte de don Rodrigo desengañado de la existencia, que no contemporiza con semejante estado de corruptelas y, que, perseguido, huye al yermo para esconderse de la mirada del basilisco- para manifestarse. Gracias a ellos, los planes siguen adelante, aunque esto no se explique del todo bien. No pertenece a nuestra lógica pero es así de cabal. Por eso nadie entiende el milagro aunque a veces se produzca sin que le veamos. Su presencia no acabará y seguirá manando el raudal de la fuente infinita. Quedad, pues, a pesar de todo, tranquilos. ESPAÑA MI NATURA | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
hoy maria magdalena por el calendario juliano cuadro de la santa en museo de leningrado Posted: 04 Aug 2019 04:34 AM PDT ![]() ESPAÑA MI NATURA | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Posted: 04 Aug 2019 03:01 AM PDT Sancta Missa
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