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jueves, 7 de mayo de 2020


LA REGENTA FUE PUBLICADA EN INGLES POR LA "PENGUIN" EN 1980

"Asturias ─me lo dijo el critico literario americano Gonzalo Sobejano─ da grandes escritores" y con motivo de la traducción al inglés de "La Regenta" este cronista lo entrevistó en su casa de Madrid adonde viajaba todos los años. A la sazón era catedrático de literatura española en la universidad de Columbia. Su especialidad: la España de la Restauración.
Hablé largo y tendido con el profesor neoyorquino y estuvimos de acuerdo en algunos puntos.
En otros divergíamos, por ejemplo el que los españoles no hayamos sabido ofertar como  Marca España la gran literatura que tenemos en castellano, que es una de las cuatro grandes del mundo. Una pena pero siempre ha sido nuestros sino. Hay que saber vender nuestros productos y no amilanarnos ante los que detenta el poder económico, literario e inclusive lo televisivo, reinando sobre las ondas y las planchas de los diarios.
 Los inventores de la leyenda eran españoles de ascendencia marrana como el aragonés Antonio Pérez.
Para Sobejano el primera autor de la Restauración es Pérez Galdós. No estoy de acuerdo. Los libros de son Benito un tanto plomizos se me cayeron de las manos. A Clarín lo consideraba Gonzalo un autor preciosista muy esmerado pero imperfecto. Disiento. el ovetense escribe, a mi juicio, como si tocase el violín y en ocasiones sobre todo en los cuentos arranca partituras inolvidables. Aunque sus cláusulas queden cojas a causa del párrafo largo y tendido plagado de incisos.
De Palacio Valdés mi entrevistado aseguró que es un novelista del montón muy superficial que aborda grandes temas sin profundizar en ellos. Le contesté:
─ Gonzalo, usted, como muchos críticos, no leyeron a Palacio Valdés. Por eso carecen de perspectiva. No saben apreciar con frecuencia la grandeza del arte. ─ así se lo espeté y me quedé tan a gusto
Sobejano hombre apacible acogió con benevolencia mi invectiva a sabiendas de que yo,  incombustible lector del autor de la Aldea Perdida, sólo trataba de deshacer los entuertos de la ingratitud y los varapalos que ha recibido a lo largo de generaciones enteras de ciertos acemileros de la escritura.
Gonzalo Sobejano acto seguido se rebeló un gran entendido en Clarín al que presenta en el prologo de su traducción de la Regenta como representante del carácter ovetense, amante de la naturaleza, irónico, elegante y a veces si es caso un tanto sibarita, muy diserto en fraseología retraheres y refranes y poco dogmático, mucho donaire y algo de rechifla, que revitaliza las cosas y trata de verlas bajo la perspectiva de cierta altura.
Pese a profesar ideas liberales Leopoldo alas muestra una educación católica muy arraigada pero padeciendo la asfixia de un profesor de provincias. Yo diría más: Leopoldo Alas Clarín en el fondo era un místico.
 El retrato que hace de los personajes de su tiempo es certero, según Sobejano: "Fermín de Pas se apellidaba Cox y llegó a cardenal. Ana Ozores no existió. Es un doble en femenino del alma atribulada del autor. Hipersensible preocupado por evitar el hambre de lo suyos porque los libros no dan para comer a veces incluso ni para merendar. "Yo no soy más que un padre de familia que no conoce otra industria que la de gacetillero trascendental... es muy poco dinero el que le dan a uno por trabajar muchos... mi profesión es la de leer pero por leer no pagan" confesaba don Leopoldo Alas en uno de sus paliques". No existe mejor manera de reflejar la vida y los agobios de esta oficio maravilloso pero tan arduo y en soledad profética.

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