WALTER CONKRITE THE QUIET AMERICAN
Antonioparragalindo
Mis ancestros nacieron a la vera del río Botijas, yo orillas del Eresma pegué muchos brincos en la vida tiré la boina en múltiples partes puse muchos tabancos desmonté no menos chiringuitos pero llegué hasta las orillas del Támesis y crucé el charco y pesqué noticias en la ribera del Hudson que ese sí que es un río padre pues yo de mayor quería ser Walter Conkrite el busto parlante el rostro de la noticia que ganaba todas las guerras de los prime time cuando los americanos a la hora de la cena se congregaban en torno al televisor. Un perfecto gentleman correcto y sin desinencias sin medias sonrisas the quiet american que se expresaba en un acento mit atlantic sin el énfasis que solían darle a sus locuciones los announcer de la BBC. Su muerte ahora me recuerda aquella America en transformación de los años 60 y 70. Si de mayor yo quería ser como don Walter la noticia exacta y objetiva el caballero zorro plateado de los informativos de la CBS de mayor audiencia. Con voz sedante y nada dramática contó a los americanos la guerra de Vietnam el asunto Watergate la guerra de los seis días la caída del sha. El mundo continuaba porque allí estaba el insigne periodista para relatarlo. Al final de sus telediarios de una hora recogía los bártulos y con una media sonrisa decía su inconfundible frase That s all, folks. Un soniquete que imitó el inglés David Frost con su that was the week that was. O lo que es lo mismo así es si así os parece. Yo pensaba que aquel era un tipo impertérrito y me gustaba. Después cuando he ido siendo mayor me he dado cuenta de que las objetividades del periodismo anglosajón no son tan objetivas y que la pose del querido caballero que fue uno de los pioneros de la TV guardaba mucho adobo y que todos somos objetivos pero su rostro me recordaba siempre el rostro amable de aquella América súper educada y algo altruista de un acrisolado patriotismo y de una educación exquisita, un país grande y hermoso que siempre se encuentra en evolución. El imperio. O pasas por el aro o te desguardamillas, yo sigo en mis trece españolas. Mis antepasados vinieron al mundo cerca del río Botijas. No puedo comulgar con ruedas de molino. Sin embargo con la muerte de Walter Conkrite estamos dando el finiquito a toda una era según la vivimos todos nosotros. Goodbye, old chum. No soy un americanofilo papanatas pero hoy no me queda otra opción que reconocer que en este quiet american nosotros veiamos la cifra y el compendio de una gran nación que ha cometido muchas barbaridades y atropellos como todos los imperios pero que está siempre aprendiendo y siempre en constante ebullición. Lo más grande de aquel pais es el segundo amendement de la constitución que propugna la libertad de conciencia. Esa segunda enmienda estaba esculpida en la frente del gran periodista que acaba de dejarnos a una edad provecta con 92 años en la espalda y muchas tablas televisivas. That is all. Folks
domingo, 19 de julio de 2009
Antonioparragalindo
Mis ancestros nacieron a la vera del río Botijas, yo orillas del Eresma pegué muchos brincos en la vida tiré la boina en múltiples partes puse muchos tabancos desmonté no menos chiringuitos pero llegué hasta las orillas del Támesis y crucé el charco y pesqué noticias en la ribera del Hudson que ese sí que es un río padre pues yo de mayor quería ser Walter Conkrite el busto parlante el rostro de la noticia que ganaba todas las guerras de los prime time cuando los americanos a la hora de la cena se congregaban en torno al televisor. Un perfecto gentleman correcto y sin desinencias sin medias sonrisas the quiet american que se expresaba en un acento mit atlantic sin el énfasis que solían darle a sus locuciones los announcer de la BBC. Su muerte ahora me recuerda aquella America en transformación de los años 60 y 70. Si de mayor yo quería ser como don Walter la noticia exacta y objetiva el caballero zorro plateado de los informativos de la CBS de mayor audiencia. Con voz sedante y nada dramática contó a los americanos la guerra de Vietnam el asunto Watergate la guerra de los seis días la caída del sha. El mundo continuaba porque allí estaba el insigne periodista para relatarlo. Al final de sus telediarios de una hora recogía los bártulos y con una media sonrisa decía su inconfundible frase That s all, folks. Un soniquete que imitó el inglés David Frost con su that was the week that was. O lo que es lo mismo así es si así os parece. Yo pensaba que aquel era un tipo impertérrito y me gustaba. Después cuando he ido siendo mayor me he dado cuenta de que las objetividades del periodismo anglosajón no son tan objetivas y que la pose del querido caballero que fue uno de los pioneros de la TV guardaba mucho adobo y que todos somos objetivos pero su rostro me recordaba siempre el rostro amable de aquella América súper educada y algo altruista de un acrisolado patriotismo y de una educación exquisita, un país grande y hermoso que siempre se encuentra en evolución. El imperio. O pasas por el aro o te desguardamillas, yo sigo en mis trece españolas. Mis antepasados vinieron al mundo cerca del río Botijas. No puedo comulgar con ruedas de molino. Sin embargo con la muerte de Walter Conkrite estamos dando el finiquito a toda una era según la vivimos todos nosotros. Goodbye, old chum. No soy un americanofilo papanatas pero hoy no me queda otra opción que reconocer que en este quiet american nosotros veiamos la cifra y el compendio de una gran nación que ha cometido muchas barbaridades y atropellos como todos los imperios pero que está siempre aprendiendo y siempre en constante ebullición. Lo más grande de aquel pais es el segundo amendement de la constitución que propugna la libertad de conciencia. Esa segunda enmienda estaba esculpida en la frente del gran periodista que acaba de dejarnos a una edad provecta con 92 años en la espalda y muchas tablas televisivas. That is all. Folks
domingo, 19 de julio de 2009
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