PUSHKIN
TENGO un libro en las manos “La Dama de los Tres naipes y otros cuentos " y una fecha con mi nombre 1 de julio de 1963 sábado.
Es la adquisición de aquellos libros baratos que yo adquiría con el dinero de la huelga de los domingos que me daba mi madre.
Han pasado sesenta años y releo a Pushkin. Hace falta ser ruso para entenderlo plenamente porque el gran poeta de las letras eslavas hizo del arte de escribir una estética.
Toda su obra es un canto a la libertad, al amor y a la belleza conjugada con esa eutrapelia de los griegos de reverencia a la vida humana.
Mi amor hacia las letras rusas data de muy antiguo, en aquellos autores encontré mi paradigma como escritor y periodista.
Sigo en esa demanda remando contra corriente porque ayer escuché el discurso de Vladimir Putin cargado de razones y de cordura patriótica que los periódicos de Madrid torticeros y la voz de su amo han recibido con insultos y sarcasmo.
Rusia enerva y apasiona. A mí me enamora.
Dijo Volodia algo que les está amargando la fiesta a los del contubernio de Bruselas que Rusia es invencible. Cuando aparece más humillada y derrotada resucita.
En “Roslavlev” uno de los cuentos de Pushkin al referirse a la visita que hizo madame Stael la espía de Napoleón que cayó precisamente derrotado en Borodino (algo que se le debe de haber pasado por alto a Joe Biden el pasitos cortos el de la mirada altanera y sonrisa cruel sin descomponer el gesto tipo muy peligroso la vera efigie de un tirano un nuevo Nerón otro Napoleón que corrió apresurado a refugiarse cuando paseaba por las calles de Kiev y corrió a toda prosa a refugiarse al sonar las sirenas de alarma, todos los bravucones son cobardes) y dice así:
“La intelectualidad de entonces ensalzaba a Napoleón con servilismo fanático y se mofaba de nuestros fracasos, pero vean ustedes Moscú ardiendo por los cuatro costados es la ruina del ejercito francés… Oh me enorgullezco de ser rusa. Todo el mundo quedará atónito ante la magnitud de nuestro sacrificio”
Este es Pushkin el mayor poeta de su gran literatura portaestandarte del alma rusa. Ayer mientras veía a Putin en su importante discurso de dos horas rodeado de oficiales de economistas de políticos y de soldados (gente guapa) algunos de ellos heridos en combate son los que luchan contra el mal (Zlo) volvió a mis manos el viejo libro esguardamilladlo de Alejando Pushkin y lo besé.
Forma para no sólo de mi biblioteca sino también de mi vida.
Estoy seguro de que Rusia saldrá victoriosa en su confrontación contra las fuerzas escondidas y las derrotará como derrotó a Hitler y Napoleón aunque de nuevo tengan que quemar Moscú otra vez.
miércoles, 22 de febrero de 2023