JUEVES SANTO…. JUEVES SANTO. TRES DÍAS ANTES DE PASCUA.
antonioparragalindo
“jueves santo jueves santo tres días antes de pascua cuando el redentor del mundo a sus discípulos llama. Les llamaba de uno en uno, de dos se juntaban y les convidó a cenar en una mesa sagrada” vieja copla castellana que tarareó mi infancia y ahora revierte y esponja el alma no sé por qué esponjando el recuerdo de dulzuras eucarísticas. Hoy es el día del amor por parte de Aquel que se hizo pan y vino y estará con nosotros hasta el final de los siglos. Alegre mensaje. Repican campanas de pascua mientras toda España es una verbena de olor a incienso y albahaca vestida de Nazareno. Somos un pueblo pasionista y los cristos salen a la calle en las ciudades y pueblos del país. Barroquismo puro y en estado de gracia. Pasos y desfiles de Semana Santa al redoble del tambor. tararí… tití, y plon… plon. Después el chundarara. Es bueno que Dios ande en la calle tan ostentosamente aunque sólo sea una semana al año. Después el pobre pueblo que sólo tiene en sus manos la bendita fe del carbonero volverá, tras el folklore, a lo de siempre. Jueves santo. Jueves santo En el tren camino del trabajo canto muy por lo bajo la Passio de san Lucas que es el evangelista que da más detalles de lo acontecido en aquella hora magna. Tres inmigrantes en los asientos de al lado van dormidos como los apóstoles. Dormid ya y descansad nos dice Jesús orante en Getsemaní. Pobrecillos. Mucho trabajo. Sin embargo, los forasteros desbordan a la población española en una proporción de tres a uno al menos en esta zona de la nación. La tasa va creciendo día a día y mes a mes. Misteriosos designios. A lo mejor son los operarios de la hora undécima. Sin embargo, el caso no deja de ser preocupante. España es generosa y siempre acogió con hospitalidad al extranjero creo que en eso somos el mejor país del mundo. De regreso en la calle mayor alcalaína al cruzar por la gran puerta del Colegio Máximo de los jesuitas las puertas de roble están cerradas a cal y canto pero la fachada no puede ser más esplendorosa y los sillares algunos de los cuales muestran los desconchones que dejaron sobre el granito la marca de nuestra guerra fratricida e incivil, augusta majestad de Cristo en la piedra. El Señor se transformó en arquitectura tal y conforme los descubrimos los hispanos, dotados de una gran teatralidad.
Los jesuitas ya no están y la antigua casa madre de la compañía se llama ahora la parroquia de los Santos Niños Justo y Pastor que sólo abre para la misa de la tarde. Frente a la imagen de piedra de un Sanpedro decapitado, por un miliciano iconoclasta en los amargos días de la contienda, vuelvo a persignarme y repito el lema AMDG con el que juré bandera cuando quise ser soldado de Cristo y guardia de corps de la iglesia. Lo sigo siendo y nunca quedará borrado el lema dentro de mí. Ad majorem dei gloriam. A mayor gloria de Dios. Toda una meta soñada aunque parte de aquel sueño haya quedado destruido al menos en apariencia. Y devoto como soy de san Ignacio pienso en lo que nos dijo el santo sobre el rey temporal y el rey eternal. El rey del cielo no se le ve pero sigue reinando y comanda. Conviene separar la cáscara de la medula. Con referencia al temporal pues ya veis: Iglesias cerradas, congregaciones menguantes y envejecidas, la juventud hispana no porta por el sagrado lugar, publicidad ateísta, los españoles hemos mandado al exilio al Señor ole seguimos de lejos un poco decepcionados por la traición de sus sacerdotes.
Menos mal que lo sacamos en procesión por viernes santo, los obispos los pobres no saben qué hacer y un papa alemán al que los impíos quieren colocar contra la pared y el poder mediático le asigna el papel de publicitar condones. Pobre Benedicto cada día me recuerda más a Pío VI un pontífice que fue rehén de Napoleón Bonaparte. Rey temporal y rey espiritual. Volvamos, para explicar el misterio de tan ambigua realidad, al querido san Ignacio con sus distingos y sus matices propios de una época donde se daba la dualidad oposición entre trono y altar.
Loyola buen capitán vasco de los tercios y de infantería que fue en su juventud realista y defensor del emperador la herida en Pamplona le hace recapacitar, cuelga la espada por el rosario y peregrino se encamina hacia Roma cojeando. Donde irá el buey que no are. Se planta a las órdenes del papa colmando la medida como buen español y dominado por un impulso quijotesco funda la Compañía. Los tercios de Flandes cambian de guión y en su lábaro esculpen el AMDG y los veteranos al servicio de Carlos V le vuelven la espalda y truecan su vieja lealtad hacia la corona española por la adhesión a la tiara.
Cada día trae su afán y cada tiempo tiene su mudanza pero el papa – y eso acaso no lo supo entender mi querido Iñigo de Loyola al que invoco en mis horas bajas pues gracias a él fui armado caballero de la Virgen María- ¿no es en cierta medida un rey temporal con sus preeminencias y regalías lo que explicaría el síndrome de nuestras majestuosas iglesias cerradas, nuestros templos inservibles y a nuestros amados jesuitas en desbandada? Ainda mais.
La pregunta tiene tres pares de bemoles y en el viaje de vuelta me acuerdo de lo que dice nuestro sabio polígrafo don Ramón Menéndez y Pidal (nadie mejor que él nos ha explicado la historia de España) acerca del pontificado: es una institución paralela al sacro imperio romano germánico. Carlomagno fue preconizado rey de romanos en Aquisgrán la noche de navidad y todos los emperadores alemanes hicieron lo propio hasta Fernando de Austria, el hermano de Carlos V en plena efervescencia luterana. Un alemán Pepino el Breve creó la institución y otro germano, un fraile agustino, la descabezó. Se atrevió a decir nada menos que el papa era el anticristo pero Lutero no era tonto y sabía bien lo que se traía entre manos. En el boato de la corte pontificia quedan reminiscencias del culto al emperador del imperio romano que era considerado como un representante de dios en la tierra, en su presencia había que arrodillarse y besarle el pie jamás la mano y no mirarle a los ojos, justo lo que hizo Rouco el otro día que en la foto de una audiencia con Benedicto muestra su tradicional sonrisa de conejo.
Los pontífices augustos representantes de Júpiter comían solos y jamás abandonaban las dependencias del templo de Jano donde está ahora el Vaticano. Se le dispensaba culto de adoración. Ha quedado el culto a la personalidad. Cristo fundó el apostolado y de los apóstoles nació el episcopado. Ambas instituciones son garantías de la indestructibilidad de la iglesia pero nunca nos habla del pontificado. El argumento de la potestas clavium o poder de las llaves que impugna los orientales bizantinos, depositarios de la verdadera esencia de la iglesia constantiniana, no es más que rizar el rizo de cuestiones humanas que tienen poco que ver con las divinas a mi leal entender y saber.
Llego a casa y mi mujer la pobre como sabe de mis costumbres británicas me tiene preparado el té de las cinco. Nunca seré lefevrista porque soy fiel al espíritu de los tiempos movidos por el aliento de la promesa pero me convenzo de que si en algo es excelsa y materna la iglesia romana es en su liturgia en la gran oración vocal el culto público y la alabanza. El canon romano instituido por Pío V que es tan hermoso como el bizantino que era elemento de cohesión y de universal catolicidad, una pena que lo hayan arrinconado. Que se rece, que se invoque, que se consagre el sacramento y que después cada uno haga de su capa un sayo pues somos hijos de muchas leches y allá cada cual. Benedicto XVI ha querido restaurar el latín pero ni puto caso.
Amen de eso ha tenido que aguantar no sé cuantas contumelias e incomprensiones a consecuencia de su reescrito levantando la excomunión a los lefevristas. Los impíos amenazantes le enviaron un ultimátum a consecuencia de no sé que declaraciones sobre los Campos. El papa que para un católico siempre goza de una cierta aureola de prestigio moral de hablar ex cátedra tuvo que llamarse a andana. Él también tiene miedo
Estoy cansado. Enciendo el TV. No puedo aguantar la tele basura española y zapeo por el guial. Una estación polaca la TWR retransmite una misa pontifical. Oficia todo un ejército de obispos polacos. Algunos parecen torreznos. La iglesia llena pero plagada de pendones y de banderas nacionalistas con veteranos de guerra luciendo su gorro y sus medallas. Más que una misa, por esa parafernalia, parece un acto de afirmación patriótica. De lo alto del templo cuelga un gran retrato de Karol Wojtyla con el epígrafe de “santo subito”.
En este blog literario y en libertad ya expresé mis reservas acerca de este pontífice singular que hizo que las cosas de dios anduviesen en mezcolanza con la política. Himnos patrióticos, ensalzamiento del ego nacional. Me asalta la impresión de que el preste celebrante no reza a dios se invoca a sí mismo. Viva Polonia.
Cambio de cadena. Otra estación del Vistula que se dedica a proyectar hazañas bélicas, trailers militares. Me da un poco miedo. Porque el militarismo de los poloneses fue el desencadenante de la segunda guera mundial. Polonia exhibe en su bandera el águila bicéfala copiada del zarismo sólo que los polacos pueblo cuña se han dedicado durante toda su historia a pelear contra los rusos y a ponerles chinas en el zapato a los prusianos. Conflicto a la vista. Si quieren canonizar a Wojtyla para ir otra vez a la guerra y sumir al mundo en el caos es mejor que ese santo subito se quede en el infierno donde está.
Señor, ten misericordia de nosotros. Antes de acostarme rezo el vía crucis con el mismo fervor que hace cincuenta años en un devocionario que conservo de aquellos tiempos de seminarista y que siempre me acompaña. Los dolores de Jesús coronado de espinas, escupido, flagelado y crucificado alivian los míos que son los de una inmensa duda, la duda del monje y del jesuita que llevo dentro. No embargante, lo dicho espero que mis amables lectores no me tomen por hereje, sigo amando a la iglesia aunque sigo el precepto clásico de “castiga ridendo mores”cual un nuevo padre Isla de la modernidad. Esta noche es miércoles Santo.
jueves, 09 de abril de 2009