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martes, 14 de mayo de 2013

FELICIDAD


un tipo feliz y contento

10/09/2012

Septiembre, dulce mes. El aire es más suave. La luz más tenue, las tardes el calor aprieta. El otoño adereza sus perfiles en los membrilleros casi agostados. Fue muy tórrido el estío hogaño, de fuertes secas, pero aún queda el veranillo del membrillo y los días de los últimos jolgorios de San Miguel antes de vendimia. Los paisajes de Segovia me acercan a las cumbres místicas y el cura jubilado que se sienta a ver pasar la vida cabe los últimos ojos del acueducto que dan al postigo del Consuelo debajo de la placa puesto por el Ayuntamiento de hace más de medio siglo al Arcipreste de Hita (los munícipes a la sazón eran más literarios) seguía en el mismo sitio que hace un verano. Creo que fue párroco de Larije, buen vino de la ribera como su propio nombre indica. Se conoce que ha vestido sotana durante muchos años y que no le cuadran el pantalón azul con culeras y el jersey algo raído. Al verme me saludó como la primera vez en que nos encontramos y trabamos conversación pues casi somos paisanos y yo me pienso para mis adentros que este pensionista de aires melancólicos y aspecto de gañán no se hizo cura para ser rico.

 Doce años y toda una carrera para obtener un buen pasar. En el arca de su rectoral de Larijes, uno de los templos más amplios de la diócesis, no faltaría el bodigo pero tampoco sobraría. Me acuerdo que yo de niño le vi zamarrear montado en su bicicleta Orbea por las cuestas de la Villa y las Rampas de San Miguel camino de servir al anejo u oficiar en algún funeral.

-¿No se acuerda usted de mí, don Anacleto?

-Pues la verdad que no. Ahora no caigo.

- Yo le ayudé a misa bastantes veces cuando iba a decirla a Tozuelos. Era el tiempo de la siega.

-Coño, si eres el Belarmín. Contigo por alrededor pronto se acababa el vino de misa. Hay que ver lo que cambiaste, hijo.

-Las canas, estoy jubilado como su merced, tengo un nieto y dos nietas mellizas. He plantado algunos árboles, engendré cinco hijos, escribí cuatro libros y muchos más que guardo en la gaveta. No he traicionado a mis ideales…

-Así me gusta. Está bien, está bien pues ¿no te llamaban a ti Belarmín el hijo del sargento?

- Ese era mi nombre de guerra. Menuda pieza. Me acuerdo que en unas fiestas del Rosario acabaste con todos los soplillos de la cocedura del Tío Olimpio que paz descanse

-Mira cómo se acuerda.

-De lo bueno no, de lo malo sí.

-Y ahora Anacleto ¿qué haces?

-Aquí matando el tiempo y dando haces.

-Haces ya no hay. Las cosechadoras acabaron con todo eso. Se terminaron las foces y las faces y, los garios, el azadón, las horcas de garabato que sólo quedan las caudinas que nos hace pasar la alemanita, las zoquetas, las besanas, los bieldos y las aventadoras, yugos, teleras, facinas, ejes, varales y carros, el tentemozo y el fanal que había que llevar a un lado para que no te multara la Benemérita, los toldos, las vertederas, rejas de arar y rejas de arrejacar, las carretas del país, las colleras del mulo, los gavilanes de aparejar. No quedan yuntas ni siquiera la pareja de la guardia Civil.

-Ni máquinas de escribir. Periodista era mi oficio. No tuve la suerte que tú de cantar misa.

-La suerte o la desgracia- dice mi cura viejo pensativo.

-¿Qué tal se lleva con el obispo?

-Bah

El cura de Larijes me cuenta su vida, lo del accidente que tuvo un autocar de Galo Álvarez en Membibre que al recular se llevó el chaflán de una casa y quedó el morro pingando mismamente metido en el zaguán. ¡Ah qué tiempos aquellos! Bien comido bien servido. Bene vivere. No hay razón de tanto cabreo nacional. Convenimos en que los periodistas agentes secretos de nadie sabe quién ni de qué amoazuzan a las hienas de la jauría, siembran la discordia, la inquietud, así estamos todos de los nervios. Y yo me acuerdo de mi Benilde. Era tan hacendosa, tan dispuesta, tan maja, pero Dios se la llevó. Alguien pretende que el español habitante de una de las naciones mejores del mundo ande a coces con su pasado, escupa maldiciones contra sí mismo.

 Don Anacleto echa de menos al ama que se le murió de un cáncer de mamá. Era como si fuera su mujer misma, que lo era, para el caso, porque en la casa curato sólo había una cama matrimonial y a ti que te importa lo que yo haga o deje de hacer, haz lo que yo diga y no hagas lo que yo haga, pero siempre fue así, que ha de hacer.  Mira el arcipreste de Hita que escribió una carta al papa Juan XXII que le excusaran lo del celibato y acabó entre rejas. Trece años a la sombra en el presidio de San Torcaz.

Tuvieron un par de hijos, los dieron a la inclusa. Eran tiempos en que estas cosas se hacían de tapadillo. Si se enterara el obispo que se enteró y le envió a Pajarillos de Abanto un pueblo de la sierra pero no le quitó a su Benilde.

-Mi Benilde era una santa- dice reflexivo el cura viejo.

Unos turistas nos piden que les hagamos una foto bajo la arcada de los primeros ojos del acueducto. Abajo bulle una multitud desparramada de excursionistas. La Virgen Blanca mira compasiva hacia el occidente de la ciudad ceñido al talle la bandera de España que le colocaron los cadetes que estudian para Geos en la academia de Artillería. Don Anacleto me confiesa que no añora nada, no ambiciona nada, sólo aguardan que den las ocho y media para ir a cenar a la residencia. Es un hombre feliz. Yo también l

lunes, 13 de mayo de 2013

España bajo el peligro islamico


EL SERVICIO SECRETO MARROQUÍ TRATA DE PENETRAR  A LA POLICÍA NACIONAL


Buen trabajo del CNI. Los hombres del general Sanz descubrieron a un topo marroquí que trabajaba para la Generalidad a favor de la independencia catalana.
En otro post en este mismo blog ya advertimos del aliciente y de la incesante labor de zapa de los espías alauitas. Una de las razones por las cuales la comisaría de Leganitos va a ser trasladada del centro de Madrid a un lugar más seguro es que el lugar se encuentra “contaminado” por los medios de detección electrónica que trabajan para el autócrata de Rabat. Tengo datos al respecto.
Estaba escribiendo yo un libro sobre la trata de blancas y un mal día se me ocurrió acudir a la barra de un garito por nombre El Sabor vecino a las dependencias policiales. En la barra trabé contacto con el que servía las copas un rifeño por nombre Mohamed OULAD AHMED, un tipo al que había visto yo trabajar en chigres de la zona del Pardillo y Villafranca. Este fulano decía ser pariente de Abdelkrim.
En su humildad de moro montaña guardaba unas cartas de fanatismo islamista que me causaban repugnancia sobre todo por el odio que sentía hacia los legionarios, la arrogancia  y su desdén hacia el país que le acogía. Disimulé el coraje que me infundía este menda y seguí la bola porque mi olfato periodístico me decía que estaba ante algo importante. La prensa no paraba de referirse a las mafias rusas. Es posible que hubiese mafias rusas pero eso no es toda la verdad. Aquí lo que tenemos son moros en la costa, siguiendo las viejas pautas de la lucha de ocho siglos que supuso la Reconquista.
Aquel establecimiento lo regentaba un búlgaro y había muchas chicas del Este. Sin embargo, bien pudiera tratarse de un cover up. El epicentro del trato de blancas en Europa se manipula desde NY y geográficamente se sitúa un poco más abajo de Estambul, y no quiero dar más señas porque últimamente la historia de España se ha convertido en una conspiración similar a la que padecimos en el 711; no reconocerlo sería enterrar la cabeza bajo la arena en gesto de avestruz. La mano que movía la cuna de aquel tráfico de esclavas sexuales estaba lejos de Moscú. Su centro de operaciones pudiera encontrarse en Constantinopla según la tradición turca de apresar en las aldeas de Yugoslavia, Bosnia, Rumania, Rusia, Grecia, Bulgaria, Moldavia e incluso Hungría a adolescentes cristianas para llevarlas como favoritas del harén de los sultanes. Es una vieja cuestión. Tan vieja como el oficio más antiguo de la tierra y que no tiene remedio. Me inspiraban piedad y recordando al Maestro he sentido inclinación hacia estas pobres muchachas que vienen a Europa engañadas.  Nunca subía con ellas pero les interrogaba sobre sus vidas y la mayor parte guardaba silencio por miedo a los capos que las explotan. Ellas son las víctimas de una red bien organizada de utilización de la mujer contra la cual poco protestan las feministas que cacarean las consignas de los derechos humanos.
Pedí una copa e invité a algunas de las magdalenas. Yo creía que el precio de la copa eran 5 euros pero cuando fue a mirar mi tarjeta el precio de aquella ronda subía a los 500 euros.
El marroquí que era el cohén o lenón[1] del garito infame no paraba de observarme. Me habían desplumado. Creo que estaba conchabado con los guardias de la comisaría alátere.  Me quedé sin blanca.
No tenía dinero para el taxi y hube de regresar a casa andando. Durante el tiempo que permanecí acodado sobre la barra vi que unos policías nacionales de paisano a los que yo conocía de la comisaría de Leganitos alternaban e incluso se ocupaban con las pupilas todo gratis.
Creyendo haber sido víctima de una estafa a la mañana siguiente, mi pundonor personal herido, la alegría de haber alcanzado mi jubilación por los suelos (era el 12 de julio de 2009), y mi patriotismo humillado por aquel cabileño que se decía pariente de uno de los mayores enemigos de mi patria y responsable de que se vertiera tanta sangre española en las guerras del Rif.
Presenté denuncia en la Comisaría Centro ya aludido y el policía que me tomó declaración y que decía que acababa de ser trasladado de Vascongadas, era uno de los clientes que alternaba en la barra del Sabor. Firmé la denuncia de estafa (6800 pesetas la copa) y quise olvidarme de lo ocurrido aquella noche toledana.
A los tres años me llega una citación judicial culpándome del delito de falso testimonio o denuncia falsa por el Juzgado 35 de Madrid. Por lo visto había sido juzgado y condenado (hechos consumados) sin que se me notificara de presentarme ante el juicio.
-¿Quién me acusa y de qué?
 -¿Un juicio de faltas?
 -No, delito.
¿Delito? Me contestó la funcionaria que es la señora Álvarez de Toledo una periodista a la que yo conocía porque fue colaboradora de ARRIBA, que conjuga esta tarea en los juzgados con su actividad  como telonera del Régimen en diversos medios y va de tertuliana.
El hecho me parecía haber sido entresacado de las páginas de una novela de Franz Kafka y estuve leyendo estos días su Proceso con ánimo de atar cabos aunque la cosa no tiene ni pies ni cabeza existiendo una desproporción entre el supuesto delito y la pena que se quiere infligir al reo. La señora Álvarez de Toledo me trató como una negrero. Esto es un juicio político contra mí, alegué pero reclamaciones al maestro armero.  Esta gente son como un muro. Los oídos tapados y el corazón de pedernal.
Al menos, yo no había matado a nadie. Sentí estar siendo objeto de una persecución por los poderes fácticos y sus sabuesos que no me han dejado a sol ni sombra desde que llegué de Estados Unidos donde yo defendí a mi patria e informé del panorama impropicio que le esperaba a España con la llegada de estos pseudo-demócratas de la Casta. La señora Álvarez de Toledo creo que a pesar de su heroico nombre tiene aficiones de comisaria del espionaje pero como espía es muy mala, lo suyo es empapelar a gente en los Juzgados de la Plaza Castilla, implacable con las pobres gentes de abajo mientras los de arriba se van de rositas, no quiero citar aquí el caso del sobreseimiento de la Infanta y del perdón a la mafia china.
Poseo una gran intuición periodística y no suelo fallar en mis apreciaciones. Donde pongo el ojo meto la bala denunciado los peligros que aguardan y por eso como leitmotiv de esta bitácora he puesto esta frase; este blog defiende la unidad de España. En parte siento el contento de actuar en periodista, un informador molesto para la Casta.
Publiqué un articulo aquí sobre la Policía de Rubalcaba en la creencia de que sustituyendo a este Fouché de la política española por uno de derechas mejorarían las cosas. Pero con Rajoy cara de enterrador todo ha ido a peor. Sólo se habla de economía y de dineros cuando la crisis que nos afecta es social, cívica, de los viejos valores españoles, que eran cristianos y se encuentran en entredicho. Yo no soy más que un periodista, un escritor español de libre talante pues mi Shemá- creo que tengo algo de judío y por eso los mahometanos intolerantes, fanáticos, me causan repugnancia- es una lema de Baltasar Gracián Español soy hasta la gola que siempre la libertad fue española
También soy pobre, carezco del dinero suficiente para pagar 21 euros diarios de multa durante 12 meses que pide el fiscal. Exagerada cantidad. Si soy condenado, el tribunal cometería la injusticia de favorecer a un rufián marroquí que vive del trato torpe, empotrado en la PN, como soplón o confidente, y de la prostitución y de enviar a las mazmorras a un español de bien, a un patriota.
Pero ojo, si la justicia humana me da de lado, la divina está de mi parte. Un día estos buitres, estas sanguijuelas, que nos chupan la sangre, tendrán su justo castigo. Me consuela, asimismo, el haber levantado una liebre con estos escritos y que el general Roldán un patriota y un artillero está en autos de las acechanzas que afligen a la seguridad nacional. El enemigo va a atacar por el sur. Del Estrecho nos viene la gran amenaza, si no se pone remedio la nación más antigua de Europa y una de las más prestigiosas de la humanidad se desintegrará bajo las garras del moro Muza nuevamente. No cambian de táctica pues tercos muy tercos son, empecinados fanáticos, de meter su religión con la espada, y nos van a reclamar el tributo de las Cien Doncellas aunque antes utilizan el soborno, la corrupción y el chantaje como en la corte visigótica. Después vendrá la yihad y la razia pero personalmente soy optimista. Se está operando como un despertar, el pueblo se está dando cuenta de la estafa de esa alianza de civilizaciones que pregonaba el tonto de Zp. VIVA ESPAÑA



[1] Lenón, el jefe de los alcahuetes en las mancebías y ayudantes del cohén o palanganero, que aparece en nuestros clásicos. Es de origen latino mientras que cohén es uno de los pocos vocablos hebreos que perviven en el castellano