IVAN BUNIN PURA MAGIA RUSA. Y EL ZAPATAZO DE NETANYAHU EN LA ONU. OTRO ÑIET DE JRUCHOV
Muy apenado por lo que está pasando en el mundo, revierto a mis clásicos. La catilinaria que dirigió don Benja desde el estrado de la ONU, recordándonos a todos aquel otro zapatazo de Jruchov cuando la crisis de los misiles en Cuba, me ha estremecido hasta lo más profundo de mi ser.
La diferencia es que don Nikita, atiborrado de vodka, iba de farol y don Benja no. La cosa va en serio. El señor Netanyahu, obseso con Hamás, se quiere poner el mundo por montera. ¿Guerra nuclear? ¡que más da! Nosotros somos el pueblo elegido.
Se caga el líder israelí en todo, en las leyes internacionales.
En los convencionalismos legales, en el respeto a la vida humana, en las leyes de la guerra.
Se caga en Dios o en su dios particular y de paso nos amenaza a todos con su bravata; ojo con criticar a Israel; “el Mossad tiene un brazo largo”: profunda amenaza.
Alerta, humanidad. Estamos bajo sospecha ante las amenaza de este tirano que mata, destruye viviendas, hace que ciudades vuelen por los aires hechas zarzamillo, y para colmo de ironías luego va y dice que ellos son los buenos y nosotros una panda de depravados antisionistas susceptibles de ser objetivos de un propio electrónico que nos mande nostramo y nos estalle entre las manos y nos vuele la cabeza.
Así que regreso a Ivan Bunin para curarme en salud.
“Cuando la vida empieza” es un libro que leí yo hace treinta y tres años. Al describir los últimos años del zarismo de la mano de un humilde periodista de la ciudad de Oriel ensambla un cuadro inspirado de lo que habría de venir tras la llegada del socialismo en ciudades que hoy están de actualidad: Kursk. Donetz, Sebastopol, Odessa, Crimea.
Sin que al autor le cupiera en la cabeza que estos sitios tan profundamente rusos irían a ser el escenario siglo y medio después de una feroz guerra fratricida entre rusos y ucranianos.
El propio Bunin era un “barín” (noble, terrateniente) de origen ucranio que tuvo que exilarse a Paris por sus simpatías mencheviques y su apoyo a los blancos.
¿El zapatazo de Jruchev en Naciones Unidas? La situación ahora es mucho más grave. Se trata de una guerra del Sionismo contra el cristianismo y el Islam orquestada por fanáticos como Waldomar Zelenski, Biden, la Harris, Culomagno, y Netanyahu.
“Cuando la vida empieza” es una semblanza de aquellos años con sus virtudes y defectos pero resaltando los valores morales, la poesía de la naturaleza, la magnífica descripción de las ceremonias litúrgicas de la iglesia rusa.
Se escucha a lo largo de sus páginas el tintineo rítmico de los incensarios, el grito de resurrección de la noche de pascua o el cascabeleo de las cuadrigas arrastrando los trineos por la estepa. Seguimos esperando la llegada del Gran Consolador. Este libro que leía yo a la vera de la mar hace treinta y tres años fue una revelación, unió mi alma a los destinos proféticos que atisbas en medio del dolor, las desdichas, los fracasos, la muerte pero siempre a la luz de la esperanza.
Y una gran lección evangélica: no debemos temer a los que matan el cuerpo porque no podrán con el alma. Alma rusa cien por cien. Será la desesperación de los asesinos en serie
domingo, 29 de septiembre de 2024