ESPAÑOLES ¿TODOS JIDAIZANTES?
APELLIDOS JUDIOS DE LOS ESPAÑOLES
Después de las series de Televisión "Cien apellidos vascos" ahora ▬ ahinda mais▬ están en candelero los apellidos de procedencia ladina. He mirado la lista y estoy en ella por parte de padre y de madre. Estoy en el estadillo de los que no comen jalufo, aunque me gusten el tocino untado en pan del cocido.
Parra eran los vinicultores que en Castilla cultivaban el vino judiego, vino puro para consagrar, y los galindos eran una especie de piales o zapatos que confeccionaban los artesanos de la aljama de Sepúlveda.
Parra eran los vinicultores que en Castilla cultivaban el vino judiego, vino puro para consagrar, y los galindos eran una especie de piales o zapatos que confeccionaban los artesanos de la aljama de Sepúlveda.
El estado español por disposición oficial ha resuelto conceder la nacionalidad a todos aquellos sujetos de Turquía, Hispanoamérica e Israel que se apelliden conforme al patrón de los nombres publicados. A otro perro con ese hueso.
Ahora resulta que aquí el más tonto hace un cesto y el más beato católico a machamartillo, a poco que te descuides, judaiza por menos de nada.
Ahora resulta que aquí el más tonto hace un cesto y el más beato católico a machamartillo, a poco que te descuides, judaiza por menos de nada.
Ceo que se trata de una maniobra propagandista y algo servil. Desgraciadamente, ya no se habla en ladino ni aquí ni en Sefarad. Además, para mayor despecho, en Israel se fueron de nones, y dieron cantonada, desagradecidos ellos, a ese favor que quiere regalarles el estado de las autonomías. No gracias, dijeron, nosotros estamos muy bien. Nuestro destino está en la tierra de nuestros padres a la que hemos vuelto al cabo de muchos siglos de vagar por la tierra, para que se consumen las profecías etc. La Biblia exhiben algunos para justificar sinrazones: su propio egoísmo nacionalista y su anhelo de dominación y de conquista.
Visto lo cual, por lo que parece va a resultar que los españoles somos todos de origen sefardí o mahometanos. Yo creo que es mayor la influencia árabe que posó en nuestros genes y costumbres con un gran acervo de voces del arábigo y para comprobarlo baste darse una vuelta por el diccionario. De esta avalancha no se libran tampoco los vascos.
Nombres como Aburto, Arriola, Aguinaga, Anasagastegui registran ascendencia hebrea. ¿Qué pasa que los vascos constituyen la tribu perdida de Israel? ¿La trece? Mal número. Toquemos madera. Con respecto al judaísmo en los siglos XIII, XIV y sobre todo el XV vaca de misterio señalar que multitud de creyentes en la Fe de Moisés pidieron el bautismo y cambiaron sus nombres semitas Abraham, Samuel, Esther etc. por nombres y apellidos del santoral cristiano sobre todo toponímicos y sustantivos comunes para designar oficios como el de Zapatero, Sastre, Alfayate, Albéitar, Gamoneda y demás.
Gran parte de los conversos ingresaron en órdenes sagradas en procura de la buena vida y el pan asegurado e incluso llegaron a inquisidores como fray Tomás de Torquemada o a cardenales como Cisneros.
Esta conversión en masa de moros y judíos representa uno de los enigmas de la historia de España. Nada tengo contra los judíos. Según estas relaciones pueden ser de mi raza y no hay peor cuña que la de la misma madera. Sin embargo, al sionismo totalitario le he salido respondón. No me fastidies.
Al trepar por las ramas de mi árbol genealógico me he topado con una sorpresa: mis tatarabuelos eran vaqueiros de alzada que vinieron a Castilla con los rabadanes de la mesta o a segar el trigo, y se casaron con las mozas de nuestro lugar, un pueblo cerca de la ribera del Duero.
Mi padre el pobre ya me decía: " Antoñito. hijo, no pegues tantas voces que pareces un vaqueiro" y al recorrer este verano parte de la braña occidental andando por los andurriales de los montes de Aristebano Braña Seca y la Rondiella he descubierto tipos rubios, el pelo colorado, las caderas anchas, algo petizos, que me recordaban a mi gente.
No soy judío ¡qué bah! pero me río de aquellos que se jactan de blasones y de alcurnias y dicen provenir de la pata del Cid. A esta zona de las montañas de mis ancestros he venido a reposar y en Asturias quisiera morir.